Phil POV

-Creo que debo hacer algo que me dijo Gideon. Se llama Intrusión... ¿Cognitiva?

-Es correcto, señor Gasmer- corroboró Gideon.

Todos me miraron con cara de no entender, excepto Mick, que me plantó una sonrisa burlona -¿Estás loco? No te has subido ni a un pony y ya quieres montar un toro salvaje.

-¿Porqué? ¿Qué es eso?- preguntó Jax, preocupado.

-Bueno: básicamente es meterse a hurgar a la fuerza en la mente de alguien. Me lo hicieron varias veces Los Maestros del Tiempo.

-¡Eran unos monstruos!- exclamó Stein escandalizado - ¿Pero cómo vamos a hacerlo? El Capitán Hunter seguramente no tiene eso aquí.

-Lo tiene, es un método estandarizado en cada nave de la flota- intervino Gideon -. Pero siempre se negó a usarlo, lo consideraba...

-Altamente peligroso y bárbarico- recité a coro, lo recordaba.

-Lexell no va a querer que lo usemos- apuntó Ray, preocupado.

-No vamos a decirle que Rip no lo aprueba- crucé los brazos, mientras todos me miraban como si estuviera declarando la Tercera Guerra Mundial -. Por eso necesito que todos lo sepan, para que nadie se lo diga- clavé la mirada en Mick, tratando de ser amenazante, él sólo se alzó de hombros.

-¿Sabe cómo usarlo, Señor Rory?- preguntó el Profesor mientras Mick le daba un trago largo a la cerveza que traía en la mano.

-Nop, me lo hacían pero nunca vi que lo hicieran.

-Debe haber manuales, o Gideon sabrá cómo usarlo- añadió Sara.

-Se los transferiré a alguna tableta, ¿Quién piensa entrar?- preguntó la IA, todos nos miramos incómodos.

-Nadie debería hacerlo solo, eso es obvio- aclaró Mick.

-¿Lo estamos pensando en serio, chicos?- preguntó Jax asustado.

-Sí, en serio: y si es posible yo voy a entrar, es mi propia mente- reprimí un escalofrío, en realidad me aterraba la idea -. Busco donde está el resto de la Lanza, si tenemos suerte encontramos cómo regresar a Rip Hunter, y me sacan.

-Phil, no tienes qué hacerlo- Ray se acercó y tomó mi hombro.

-¡Tengo qué hacerlo! ¡Casi matan a Lexell y yo no pude ayudar en nada!- reclamé, aunque no pude apartarme -Puedo hacer esto. Tengo qué hacer esto. Por favor: apóyame.

Ray asintió solemne -Gideon, por favor pásame esa información sobre cómo meter a alguien y cuidarlo desde fuera. Lexell querrá ir contigo.

-Gracias- resoplé.

-Vamos a revisarla juntos, te lo explicaré- me sonrió Ray -. Si es que lo entiendo, claro... ¿quién sabe de qué año es esa tecnología?

Stein sonrió -Tal vez dos mentes brillantes lo tengan más sencillo.

-No es por decirles lo que tienen qué hacer- Amaya se acercó -. Pero creo que deberían estar en la enfermería, ¿me pareció escuchar que le dijiste a Lexell que estarías ahí cuando despertara?

Asentí -Me adelantaré.

Ray POV

-¿Están locos? ¡No pueden meter a alguien del pasado en su propia mente con tecnología del futuro!- Amaya protestó en cuanto Phil no escucharía.

-Tú estás en una nave del futuro y eres de nuestro pasado- se burló Sara.

-Lo dices como si hubieran podido evitarme hacerlo- continuó, desafiante.

-Oooh, la mexicana te hubiera pateado el trasero fuera de la nave si no la hubiéramos detenido- sonrió Mick después de casi ahogarse con un trago de cerveza.

-Bueno, a mi tampoco me gusta, ¿pero alguien tiene una mejor idea?- intervino Nate parándose frente a Amaya que ya se disponía a plantarle cara a Mick.

-Si Phil quiere ayudar, deberíamos dejarlo- Jax se veía consternado, a pesar de estarlo aprobando.

Sonreí -Y Lexell irá con él, ¿quién podría cuidarlo mejor? ¿Qué es lo peor que podría pasar?

-Hay una probabi...

-¡Era una pregunta retórica, Gideon!- interrumpió Sara.

-Lamento no entenderlo así- se disculpó la IA -. La información necesaria está disponible para consulta, sugiero no esperar más para revisarla.

Phil POV

-¿Phil? ¿Qué pasó?

-¡Hola! Hola, preciosa, estás despierta, tranquila.

Acaricié la mejilla de Lexell, sonriendo, aliviado de que me había llamado Phil.
Me miraba con los ojos adormilados, de quien lucha por mantenerse despierta, aunque había dormido varias horas.

-Todo está bien- insistí -. ¿Quieres volver a dormir?

-Sí... pero no debería- susurró, con una vocecita que sonaba infantil -. Tenemos cosas qué hacer... la Pica... la Legión...

-Nada que no pueda esperar- tomé su mano, acariciándola con el índice.

-Estás de muy buen humor- sonrió tiernamente -. ¿Qué pasa?

Me acerqué, como si fuera un gran secreto -Hay algo que puedo hacer. Que podemos hacer juntos, pero necesitas estar lo más fuerte posible. Así que si aún estás cansada vuelve a dormir.

Asintió, acurrucándose y cerrando los ojos con una sonrisa.

Yo agradecí que no recordara lo que había pasado, su confusión antes de quedar inconsciente. Ahora quedaba esperar a que no se negara al plan.

-Descansa, preciosa, esto terminará pronto- susurré, sin saber si me escuchaba aún.