Una hija

Phil POV


Sentí un escalofrío.


Lexell había sido pura ternura conmigo, la había escuchado pelear con Sara pero estaba de espaldas, y ahora por primera vez vi su cara de enfado... hubiera preferido no conocerla nunca.


-Yo- empecé a hablar, esperando no empeorar las cosas – no entiendo del todo, Lily, pero no creo que seas una persona falsa. Estás aquí... como yo.

-No, no eres falsa, para nada- resopló Lexell, tratando de calmarse -. Lo que recuerdas es tu realidad, nadie puede decirte que no existe o es menos válido de lo que tú creas.


-¿Qué debería decirle a quien se supone que es mi padre?- preguntó la otra chica con voz temblorosa, pensé en acercarme pero no sabía si le iba a gustar al no conocerme -Ahora entiendo porqué se comporta extraño, soy una desconocida.


-Eso no significa que serás una desconocida toda la vida- sonrió la mayor -. Hablaré con él, veamos qué sucede.

Lily asintió, antes de dar la vuelta para irse. Volteé a mirar a Lex y presencié el momento exacto en que su sonrisa volvió a cambiarse a furia.

-Phil, voy a hacer algo que tal vez note guste ver- masculló empezando a caminar, la seguí pensando que podría evitar alguna tontería causada por su enojo.


-¡MICK!- gritó aporreando una de las habitaciones -¡Tienes tres para salir o Gideon abre la puerta!

-Lexell- tragué saliva -: ¿en serio quieres pelear con alguien que se ve como de tres veces tu peso?

-En serio... ¡UNO!


-¿Vas a qué, mexicana?- instintivamente dí un paso atrás cuando sin decir una palabra, lo tomó por la chaqueta abierta azotándolo contra la puerta que se cerró en cuanto el hombre enorme salió

-¡¿Qué carajos, Mick?!- lo regañó, sin que él se inmutara un ápice -No eres tan idiota para no entender las palabras exactas: "No decirle a Lily".

-¿Y qué vas a hacer? ¿Obligarme a disculparme?


-¡Lex! ¡Lex!- la fui llamando mientras lo llevaba a empujones, Mick la amenazaba burlonamente -¡No es necesario!

-No me importa- sentenció, con lo que decidí cerrar la boca antes de que se enojara conmigo.


-Hola, Profesor- se burló Mick cuando llegamos a la biblioteca, Stein y Jax estaban ahí, se les quedaron mirando con los ojos bien abiertos mientras le clavaba el torso sobre el escritorio. ¿De verdad era una chica tan fuerte, o él se estaba dejando?

-Asumo que ya se enteró...- musitó Stein sosteniendo una taza para evitar que se derramara en la mesa.


-De eso estábamos hablando- se añadió Jax -. No tienen de qué preocuparse.

-Así es- el mayor sonrió -. No estoy asumiendo que será algo sencillo, pero está claro lo que debo hacer: los recuerdos y el amor hacia su padre de Lily son reales, tengo que hacerles justicia.


Mick aprovechó que Lexell aflojó su agarre mientras se le ponían cristalinos los ojos, para soltarse y enderezarse, dándole un pequeño empujón -Entonces ya no es necesario disculparme y todo ese circo fue en vano.

-No, sigue siendo necesario- cruzó los brazos, volviendo a fruncir el seño -. Te valió madres lo que te pidieron para no herir los sentimientos de la gente.


-Estás aprovechando que tu novio no está aquí para no corregirte el lenguaje, ¿verdad?- se burló.

-Te estás sacando un boleto para el callejón de las cachetadas.

-¿Yo estoy actuando mal? ¿Crees que Hunter aceptaría que hayamos cambiado la línea de tiempo?


Cerré los ojos al escuchar un puñetazo, los abrí para ver a los dos amigos peleando... no era bonito verla pelear.


-¡Basta!- Jax trató de acercarse sin éxito -¡No tiene ningún caso que actúen con violencia entre ustedes!

-Ella empezó- Mick levantó los hombros cuando la chica por fin se apartó, resollando con lágrimas en los ojos.

-¡La provocaste!- reclamó Jax -¡Sabes que le duele que mencionen a Rip! ¡Y más con algo tan delicado como que cambiamos la línea de tiempo!


-Rip... él nunca- sollozó, corrí a abrazarla por los hombros esperando que no reaccionara agresivamente, y no sabía si me hizo sentir mejor o peor que no lo hiciera-...nunca aceptaría que un padre perdiera a su hijo. Martin, él te diría que fueras feliz con Lily.

-Lo seré, estoy seguro- asintió el Profesor, sonriendo -. Es una gran chica y, aunque es muy confuso, siento que la amo. ¿Esto se siente ser un padre?


-Cuuuuuuursi- se quejó Mick, saliendo de la biblioteca. La chica en mis brazos tembló, antes de voltear y recargarse en mi hombro. Acaricié su cabello.

-Debería ir a hablar con ella, ¿cierto?- Martin se acercó y le dió unas palmaditas en la espalda, mirándome como si la pusiera en mis manos. ¿Pero yo podría con esa responsabilidad? - ¿Gideon, dónde está?


-Lo siento- sollozó cuando salió -. Soy un desastre insoportable, ¿verdad?

-No, amiga, sigues siendo más sensata que varios aquí- sonrió Jax -. ¿Vienen a tomar algo a la cocina?

-Por favor- sonreí, aflojando con cuidado el abrazo, Lexell se soltó secándose las lágrimas, asintiendo.


Estuvimos en silencio mientras bebíamos limonada, Jax seguía siendo menor de edad y quisimos tomar lo mismo ya que tuvo la iniciativa de despejarnos.


-¿Creen que Gray quiera irse, para pasar tiempo con Lily?- soltó de pronto, giramos la cabeza al mismo tiempo.

-No sé- sonrió Lexell nerviosa -. ¿Te preocupa que si se va, tendrías que irte?

-Más bien que se sienta obligado a quedarse por mi. Creo que se lo diré antes de que se ponga a pensar cosas: que si quiere irse no se detenga por mi.


-Irse de la Waverider...- Lexell se quedó mirando al vacío después de susurrar lentamente.

-Creo que no deben pensar las cosas sin saber si van a suceder o no- intercedí -. Sabrán adaptarse a lo que venga, estoy seguro.

-Igual que tú, viejo- sonrió Jax dándome un golpecito suave en el hombro -. Escuché que peleas bien.

Resoplé despacio -Entrenando y con el cuidado de Lexell, eso no es pelear. Y prefería no averiguar nunca si puedo hacerlo en una situación real.


-Claro que no vas a averiguarlo- Sara entró a la cocina -. No vamos a arriesgarte a que te maten, eres un inútil.

-Vámonos, Phil- Lexell ni la miró, solo se levantó.

-Disfruta, Phil, porque mañana iremos al año 3000 y ya no podrás seguir jugando con Lexell.


Sentí que su mano se tensaba después de que la había tomado, la jalé para que no se quedara a discutir, no quería causar más problemas.

-Jax, gracias por el rato de distracción- sonreí, dándole la espalda a Sara, tampoco quería que me hiciera alguna mala cara. ¿Porqué le desagradaba tanto?


Caminamos hasta la habitación de Rip -¿Te quedas un rato?- sonrió, abriendo la puerta. Caminamos hasta la cama y nos dejamos caer. La escuché dejar salir algunas maldiciones.

-Lamento que te enfades con tus amigos-susurré, causando que se cubriera la cara con las manos.

-¿Tú no te enfadarías?- preguntó sin moverse.


-Sí- dije sin pensar en nada más, nos quedamos tirados en la cama en silencio, hasta que empecé a contarle sobre la vez que George y yo nos metimos a una fiesta de estreno sin invitación. Cuando llegué a la parte en que las cosas se pusieron vergonzosas empezó a reírse. Ella me contó de alguna otra fiesta que se salió de control y terminó con sus amigos en un pueblo de otro estado.


-Me gustaría tener una vida normal y tenerte cerca- confesé -. Si Rip no regresa... ¿vendrías conmigo?

-¿Me darás papeles protagónicos?- preguntó, sonriendo burlonamente.

-Todos, te haré una estrella- me reí.

-Sí, Phil, me iría contigo- dejé de reír al ver la seriedad en su rostro, no estaba bromeando -. Pero quiero estar sola esta noche, ¿está bien?

Asentí, tratando de mostrarme calmado, se sentó y se estiró -Entonces, hasta mañana. Si no quieres salir antes de irnos a buscar el trozo de Pica lo entenderé: que Gideon me avise para no preocuparme.


-Voy a pensarlo- la acompañé a la puerta, y se quedó de pie un momento en lugar de salir.

Finalmente me miró -Buenas noches, Phil.

-Buenas... noches...


Seguía sin salir. Su labio tembló un poco.


La abracé, y me rodeó la cintura con sus brazos, hundiendo la cara en mi hombro.

-Odio que estés pasando por todo esto- susurró temblando un poco.

-No lo hagas, porque nos conocimos, y yo siempre voy a agradecer conocerte.



Nos quedamos abrazados unos minutos hasta que me soltó, volviendo a darme las buenas noches y saliendo por fin.

Me rasqué la cabeza, frustrado, no quería pensar en nada más, le pedí a Gideon inducirme sueño y me acosté, esforzándome en no pensar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top