Rosa Verde I

Mientras íbamos camino al parque de diversiones observó a mi hijo y a Camus el hijo de Degel y Kardia hablando animadamente.

-Parece ser que se van a divertirse mucho- comenta Degel quien también los estaba observado.

-Eso espero, a demás tenemos el beneficio extra de que gastaran la energía que les sobra- le digo a me amigo.

-Albafica dime ¿porque tomaste esta decisión? No es de ti querer salir y poner a Afrodite en un lugar donde no posees control de lo que va a pasar- me pregunto mientras me observaba detenidamente analizando mis reacciones para asegurarse de que no mintiera.

Vuelvo mi vista hacia la ventana del auto y observo por ella la ciudad que estamos atravesando, para luego volver a ver a mi amigo.

-Es la decisión más difícil que he tomado, pero incluso yo admito que mi hijo tiene derecho a disfrutar de su infancia, aunque eso me saque de mi zona de confort, merece experimentar lo mismo que lo demás niños- le expliqué mientras yo mismo lo observaba y puede ver su aceptación y entendimiento.

-Ciertamente ese un punto mas que válido- oigo decir a Kardia quien aún mantiene su vista en el camino.

-Tu concéntrate en conducir, no quiero morir en un accidente de tránsito, sería una vergüenza que nosotros que hemos sobrevivido a las peores situaciones vayamos a morir de esa forma- dijo Degel clavándole la mirada cual cuchillas a su esposo.

-Puedo hacer dos cosas a vez, a demás el oído no interfiere con la vista- explicó Kardia.

-Si lo hace cuando te distraes- replicó el peliverde.

Yo solamente me digne a esbozar una sonrisa divertida, ese par siempre era así, incluso desde niños, ellos dos parecían llevarse mal cuando en realidad era todo lo contrario, siempre han parecido un viejo matrimonio.

Aún divertido por la situación desvio mi atención hacia los dos niños.

-¿Y ustedes que están planeando?- les pregunto haciendo que el par ponga su atención en mi.

-¡Estamos decidiendo a qué vamos a subir primero!- me dice entusiasmado mi hijo mientras Camus se muestra mas calmado pero igualmente entusiasmado.

-Ya veo, ¿Y cuál es su primera opción?- les pregunto.

-Bueno Sr. Albafica estamos debatiendo entre el carrusel y las tazas- expreso Camus con una pequeña sonrisa.

Ese niño se parecía bastante Degel en cuanto a su actitud, a parte de eso era más maduro de lo que muchos niños eran a su edad, era sensato y siempre pensaba las cosas, en definitiva se parecía más a Degel que a Kardia.

-¡Papa mira!- exclamó Afrodite mientras su vista estaba clavada en la ventana, al observa en la dirección en la que el observaba pude ver a que se refería, el parque de diversiones ya se veía desde aquí, todo el esplendor de la rueda de la fortuna y la montaña rusa, así como otros de los juegos más grandes.

-Se ven divertidos, estoy seguro que a Kardia le encantará subir con ustedes- digo mientras ahora ambos niños observan por la ventana y asienten.

-Eso no era parte del trato- reclamo el peliazul.

-Por supuesto que lo era, aunque pude haber olvidado mencionarlo- dijo Degel con una pequeña sonrisa en sus labios.

Mientras yo también observo a Kardia divertido, sabíamos que no aceptaría ni se aparecería si le decíamos toda la verdad.

-Aparte de chófer ahora también niñero- se quejó.

-Solo mientras estén en los juegos en los que nos neguemos a subir Degel y yo- le explique.

-No tengo opción de negarme ¿cierto?-

-No- respondimos Degel y yo al mismo tiempo haciendo que Kardia soltara un suspiro pesado de resignación.

Una vez logramos estacionar el auto todos bajamos, yo tomé la mano de Afrodite mientras Degel llevaba de la mano a Camus, una vez asegurado todo nos dirigimos a la entrada del parque donde compramos los pases para ingresar a cualquier juego en la taquilla, la joven fue bastante agradable y servicial.

Una vez dentro nos dirigimos primero al carrusel tal parece Camus decidió acceder al capricho de Afrodite, aunque realmente creo que solo quería evitar que mi pequeño hiciera una escena en el lugar con una de sus rabietas, sonreí ante aquello, Camus siempre era considerado con Afrodite aunque incluso a el aveces le ganaba su edad, aunque no era algo de extrañar sabiendo que ambos niños tenían seis años, aun eran bastante jóvenes a pesar de que Camus era bastante maduro para su edad.

Nos dirigimos al Carrusel y subió Degel con ambos niños, mientras Kardia sonreía y sacaba fotos, estoy bastante seguro por su sonrisa que algunas de esas serán para material de chantaje en algún futuro cercano.

Despues nos dirigimos a las Tazas donde subí yo con ambos niños, tengo que admitir que fue bastante divertido aunque cuando paro el juego estaba algo mareado y pude ver a Kardia sonriendo divertido con mi situación mientras Degel le daba un codazo en el abdomen haciéndolo inclinarse por el dolor, lo que me hizo y por ende agradecer al peliverde con la mirada.

Nos dirigimos a benditos carritos chocones  por supuesto fue Kardia quien subió en ese juego con ambos niños, aunque honestamente parecía que más se divertía el que los niños. Una vez se bajaron del juego Kardia tenía una sonrisa.

-Fue más divertido de lo que creí- dijo mientras volteaba a ver a la joven pareja y otros chicos jóvenes que el peliazul había atormentado en su estancia en el juego.

Subimos a algunos juegos más hasta que llegó la hora del almuerzo, por lo que nos dirigimos aún establecimiento dentro del parque, para nuestra sorpresa el establecimiento se veía bastante bien, claro no a lo que estamos acostumbrados pero si a lo que se espera de un lugar para familias y jóvenes.

Nos acercamos a la joven chica que estaba en la caja, y procedimos a ordenar nuestra comida, una vez lo hicimos Degel y yo, junto a los niños buscamos una mesa mientras Kardia esperaba la comida.

Una vez terminamos de comer, fuimos a los baños, solo para darme cuenta que Afrodite no estaba.

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Bueno hasta acá la segunda parte, honestamente estoy pensando en volver este shot en una historia.

¿Qué les parece la idea?

Es que me parece que puedo sacar bastante de esta idea.

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