Eren miraba a Levi, el azabache había llegado muy tarde.

Con olor a alcohol y una combinación de dos perfumes diferentes.

Levi no quería tener sexo con él durante el embarazo, así que se iba con betas.

Le decía que solo lo amaba a él, pero necesitaba complacer sus necesidades.

-...-vio como el alfa se saco la camisa, tenia marcas de rasguños.

-Cuando tengas al bebé... dejare esto... te lo prometo...-Arreglaba su ropa.

-No se preocupe... lo entiendo...-Eren miro su abdomen, ya estaba muy abultado- en este estado... debo ser desagradable...-dejo su mano en su panza- a veces se mueve...-

-Eso es bueno...-Se puso el pijama y se acosto al lado del omega- y no me eres desagradable... solo no quiero lastimar a nuestro hijo...-

-Esta bien...-

-Oye... quiero hablar contigo...-Miro seriamente al omega- Kenny saco calculos... falta dinero... ¿Has sacado?-

-No... ¿Para que querría dinero?-Eren sonrio- Levi me cuida y me ama... con eso es necesario...-

-Eso espero... el dinero es muy importante... no quiero tener que hacer algo... para que me digas... el paradero de ese dinero...-Se cubrio con las mantas- ya duermete... y es una orden...-

-Si, Levi...-Eren cerro sus ojos.

Estaba seguro de que a Levi le desagradaba su cuerpo, pero no hacía nada, le daba lo mismo.

"Es una orden"

Una orden...

Una semana después, Levi salio de nuevo, siempre iba los lunes, miercoles, viernes y los fines de semana con betas.

Mientras que Eren aprendía como ser una buena madre.

-Mmh...-Se quejó.

-¿Que pasa, cariño...?-la cocinera lo miro.

-Me sale... un liquido...-Miro a la mujer-¿Es normal?-

-¡Oh!¡Dios!¡Tu bebé ya viene en camino!-

Eren la miraba confundido.

-Pero si esta aquí-Apunto su panza.

Realmente no conocía nada.