El comienzo de un final 1ª

Jueves 15 de agosto.

Gálatas 3:10,
"Todos los que ponen su confianza en las obras de La Ley están bajo una maldición(...)"

_Nada de lo que lees es verdad, tampoco lo que ves. Cualquier voz que oigas es un delirio._
Repite por quinta vez mi cabeza en lo que va del día.

¿Existen delirios reales, o acaso son una simulación de lo que está por venir? Puede que el término 'está por venir' no tenga su peso en un mundo donde todo sucede bajo una sola constante llamada presente. Creo fielmente en la teoría del 'presentismo'

Bien, pues me presento: mi nombre es Aarón, o eso creo. ¿Mi edad? No la sé, es algo totalmente irrelevante ya que puedo afirmar que no es mi primera vez en la tierra.

Conservo vagos recuerdos de que en alguna vida, que algunos dicen ser pasada, alguien me quiso entre tantas personas que me odiaron, su nombre es Asiel que en Hebreo se escribe "אֲשִׂיאֵל" y significa 'creado por Dios'

Aunque, para ser sincero, yo se que no existen el pasado ni el futuro. Todo yace en el presente, todo se rige por mundos y vidas paralelas. Así que quizás el día en que Aarón abandone este mundo, ese Asiel publique en su blog personal lo que se siente al ser odiado por más de medio mundo, por personas que ni siquiera me conocen, juzgado por miradas y arrastrado hacia un vacío lleno de tristeza y soledad que inunda mi garganta.

Pero antes de ahogarme en esa laguna de mi ser quiero conocerlo, tengo que conocer a Asiel. Y yo sé que el día está cerca, tan cerca que lo siento, es hoy.

Pero mientras él hace su viaje, yo no abandonaré el mío, a fin de cuentas Asiel no sabe nada de mí pero yo lo sé todo de él.

Hasta que de repente abro los ojos, me veo rodeado de muchas personas, sigo caminando, estaba perdido nuevamente en mis pensamientos, ya debo estar por llegar, pronto llegaré, no es primera vez que me dirigiré allí, no es primera vez, y aún así, siempre paso desapercibido. Ha sido otra mañana común que terminara en una tarde diferente, pero no por diferente quiere decir que sea desconocida.

No escucho voces.
No siento mis piernas.
Solo hay niebla, parecen cuerdas.
Algunas personas son trampolines de humo.
Nuevamente, esa voz en mi cabeza, en el mundo hay tantas mentiras como estrellas en el cielo.
Fue un lindo viaje.

...

—Ya es hora —dijo.
—Pronto terminaré.

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