Capítulo 7

❝Mamás❞

—Entonces... me están diciendo que mi Shōyō viaja entre dimensiones junto a un chico con cabeza de brócoli.— repasó la mujer, con un tic en el ojo, incrédula.

Los otros asintieron.

—¡Los brócolis saben feo!— agregó la pequeña Natsu entrando en la escena con un carrito de juguete, sacando la lengua.

—Señora Hinata, sé que es algo bastante descabellado, pero incluso yo mismo lo vi, con mis propios ojos.— dijo el director de la escuela. Ukai y Takeda asintieron a favor de lo dicho, sabiendo lo ridícula que soñaba la historia, pero tenían la esperanza de que ella les creyera con el testimonio de tres adultos y un equipo entero de volley.

—...Llamaré a la policía.

Lamentablemente ella era bastante desconfiada.

—¡No, espere!

[...]

—¿Qué?

—¡Eso mismo!

Midoriya fruncía el ceño, sintiéndose confundido. ¿O sea que había perdido la memoria o algo?

—¡N-no recuerdo nada de eso!— tenía los nervios de punta, pero no era el único. Ahora era cuando todos los presentes se preguntaban: "¿¡Qué diablos está pasando!?"... menos Hinata, él seguía muerto por ahí.

—Es cierto lo que tu compañero dice, Midoriya.— le dijo Aizawa, con una mirada seria.— Según lo que dijo, ustedes entrenaron juntos por última vez el jueves. El viernes asististe con normalidad y tuvimos una clase práctica, incluso yo mismo los puse juntos a ustedes dos en un equipo.

—¿No se supone que había sido al azar? — se preguntó a sí mismo el mitad albino, en voz baja.

—¿Y... los días siguientes?

—El sábado fuimos al centro comercial con Uraraka, incluso cuando regresamos nos pusimos a ver películas en tu habitación.— respondió Todoroki.— Al día siguiente desapareciste, me dijeron que fuiste a casa de tu mamá, pero no volviste a aparecer hasta hoy.

—¿Hoy... qué día es?

—Martes.

Demasiada información. Cerró sus ojos y comenzó a respirar lentamente, con el fin de relajarse aunque sea un poco.

—No recuerdo nada de lo que dicen...— dijo, frunciendo el ceño. Si seguía siendo martes quería decir que habían viajado dos veces en el día de una dimensión a otra, estaba cansado y tenía demasiadas cosas en la cabeza.

—Contactaré con tu mamá para informarle acerca de la situación, también le pediré que venga para pedirle su testimonio de lo qué pasó cuando fuiste a su casa, tal vez ella pueda darnos alguna pista o algo.—. Midoriya asintió ante lo dicho por su profesor.— Por el momento necesito que vengas para hacerte algunas preguntas, y de ahí iremos a evaluarte.

—¿Y Shōyō?

—¿Pueden cuidar de él?— preguntó el azabache a los otros dos presentes, quienes asintieron.— Asunto resuelto, vámonos.

[...]

—¿¡Entonces tienes paletas de helado eternas!?— exclamó Hinata. Los otros dos chicos podían jurar haber visto estrellas en sus ojos al enterarse del quirk de hielo de Todoroki.

—Nunca lo había pensado de esa forma...— mientras tanto, este mismo estaba descubriendo formas nuevas de mirar su poder.

—¿Y tú, Bokegō?—. El cenizo tenía un tic en el ojo por cada vez que Hinata lo llamaba así. De no ser porque Aizawa se los había encargado, hace rato ya le hubiera explotado la cara.— Juraría que vi como... explosiones en tus manos.

—Ese es mi quirk, idiota.— le dijo, para luego mostrarle las palmas de sus manos y como salían pequeñas explosiones de estas. Al inicio, el pelinaranjo creyó que era algo aterrador, pero luego pensó en funciones muy útiles para su habilidad.

—¡Qué genial!— exclamó, dando pequeños saltitos.— Imagínate jugar volley con un quirk así, al momento de rematar la pelota iría tan fuerte que destruiría el piso.

Ahora podría visualizarse en un partido contra Shiratorizawa, lanzándo el balón del otro lado de la cancha con el quirk de Bakugō y ganando 24 puntos nada más por un remate explosivo.

—Ya sé que soy genial.— respondió el cenizo con una sonrisa altanera.

—De hecho, el balón reventaría antes...— susurró Todoroki lo obvio, sin ser escuchado.

—¿No están interesados en el volley?— les preguntó. Ambos arquearon una ceja.— Es decir... son altos, y... ¡Tan solo imagínenselo, Bokegō podría ser un rematador genial golpeando el balón con una explosión que haría FWAAAASSH y luego BWAAAHH, y luego Todoroki podría bloquear mejor que el muro de acero con su hielo y detener incluso al mismo Japón, digo, Ushiwaka como un FIWWWWUUUMM y-!

—¡Cállate, maldita miniatura!—. Ahora el cenizo podía entender por qué Deku y Hinata se llevaban bien.

—¿¡Miniatura!?¡Tu tampoco eres un gigante que digamos, Kageyama es más alto que tu por mucho!

—¿¡Y por qué alardeas sobre él si tu eres un jodido pitufo anaranjado!?¡Además, ese jodido Kageyama no puede lanzar putas explosiones con sus manos ni impulsarse en el aire, con eso la estatura de cualquier persona queda corta!

Todoroki solo los miraba sin expresión alguna, tampoco tenía intención de detenerlos a decir verdad, le daba algo de pereza.

—¡Kageyama es más genial y asombroso que tú porque le gusta el volleyball y es un genio en eso sin lanzar explosiones, por que ni siquiera lo necesitaría, porque es genial!

—¿¡Ah, y a quién mierdas le importa Kageyama!?¡Además, yo podría ser el número uno en volley si así lo quisiera porque soy genial en todo!

El bicolor escuchó sonidos del otro lado de la puerta, pero los otros dos estaban tan ensimismados en su discusión acerca de ese tal Kageyama y del volleyball que no parecían darse cuenta.

—¡No, no te creo!— exclamó el pelinaranja sacando la lengua.

—¿¡Y a mi qué mierda me importa si me crees o no!?

—¿¡Bakubro, estás ahí!?—. El grito había detenido la discusión formada entre los dos chicos.

—¿Deberíamos dejarlos pasar?— preguntó Todoroki.

—Sí, ellos ya conocieron a tigger*.— contestó Bakugō yendo a abrir. Por más que no quisiera más gente haciendo escándalo, sabía que de alguna forma los extras entrarían (por la puerta o por la ventana) o estarían haciendo escándalo afuera hasta que les abrieran.

Por su parte, Hinata se quedó pensando en lo que le acababan de decir.

—¿¡Tigger!?

Del otro lado estaban Kirishima y Kaminari, con la sonrisa de idiotas que siempre solían tener.

—¡Brooo, no lo mataste!—. El de cabello rojo corriendo a abrazar al pelinaranja, quien al verlos se había quedado con cara de idiota. Obviamente se sentía culpable por haber mentido.

—¡Nos encargamos de contarles a todos acerca de ti!— exclamó Kaminari con emoción.— Mina organizó una pequeña fiesta para hoy en la noche como bienvenida. Ah, hola Todoroki.

—Hola.

Todos se quedaron en silencio.

—Le. Contaron. A. Todos.— dijo el cenizo.

—¡Sí! Estaban muy emocionados.— afirmó Kirishima.

—Fiesta. Sorpresa.

—¡Nos divertiremos mucho! Aunque esperamos que Aizawa no se enoje, no le pedimos permiso.

—¡L-lo siento mucho!— exclamó Hinata de repente, haciendo una reverencia.

—¿¡Ah!?¿Por qué te disculpas? — preguntó Denki.

—Aparente algo pasó con Midoriya y viajó a otra dimensión, y de ahí trajo a Hinata.— explicó el heterocromático con toda la calma del mundo, como si fuera algo muy obvio o normal. Evidentemente para cualquier persona eso sería algo descabellado, incluso en la sociedad actual en la que vivían, pero... para el dúo idiota...

—Eso significa que...—. Kirishima y Kaminari se miraron el uno al otro, seriamente.— ¿El nuevo alumno de nuestra clase viene de otra dimensión?

—¡Eso es tan genial, es algo así como un alien!

—¡Podremos presumirlo con los de la clase B!

—Oye, pero... ¿quedará algún asiento disponible en el aula? Si no podríamos botar a Mineta..

—Par de idiotas.— espetó Katsuki, golpeando su frente con su palma. Aunque botar a Mineta no sonaba como una mala idea.

—Con respecto a eso...— siguió Hinata con una mueca de preocupación, jugando con sus manos con nerviosismo.—. En realidad no tengo un quirk o algo así, en mi dimensión no existe nada de eso. Tampoco soy un nuevo alumno, mi llegada acá fue... un accidente. Lo siento por mentir.

El chico se veía muy serio y genuinamente arrepentido. Está demás decir que ambos idiotas no estaban molestos para nada con Hinata, de hecho solo estaban un poco sorprendidos por el hecho de que no existieran quirks en su dimensión.

—¡No te preocupes, no estamos enojados!— respondió sonriente el de dientes afilados, dándole palmaditas en las espalda (aunque se sintieron como patadas).— Además, aún sigues viniendo de otra dimensión. Igual te presumiremos con la clase B.

Kirishima y Kaminari le había sonreído genuinamente, de verdad parecía que no estaban para nada molestos con su mentirita. Sonrió de vuelta, sintiéndose ahora más aliviado.

—Oye, pero... sí vendrás a la mini-fiesta de bienvenida, ¿verdad?

—¡Sí!

[...]

Por otra parte, Aizawa se encontraba en una situación algo complicada. Si de por sí era difícil lidiar con Midoriya y su problema, no quería ni recordar lo difícil que había sido explicarle a su madre la situación.

—¡Izukuuuuu!— lloriqueaba la señora Inko en la videollamada.— ¡Me preocupé mucho cuando no llegaste a casa, pero pensé que te habías ido ya a la academia! Realmente te iba a preguntar, pero luego pensé en que tal vez sí me habías avisado y que yo lo había olvidado o algo, y no quería verme muy sobre protectora, pero luego me dijeron no fuiste y no respondías el teléfono y-

El azabache acababa de enterarse de donde el pecoso había sacado el hábito de murmurar o divagar tanto.

—¡Mamá, lo siento por preocuparte!

—¡No, yo lo siento por ser mala madre!

—¡Eres la mejor mamá del mundo, yo lo siento por ser tan mal hijo haciéndote pasar por estas cosas!

—¡Izukuuuuuuu!

Y ahora ambos estaban llorando,

Nuevamente, había descubierto de dónde Izuku había sacado todo ese sentimentalismo. Realmente ambos eran muy similares, incluso se podía notar tan solo con la forma de hablar que tenían, o las expresiones que hacían con el rostro.

De tal palo, tal astilla.

—Necesito un aumento de sueldo...— susurró, mientras oía a ambos peliverdes lamentarse por ser "malos", según ellos.— Señora Midoriya.

—¿S-sí?

—Me gustaría hacerle un par de preguntas para la investigación del caso, tal vez usted tenga alguna pista que pueda ayudarnos a resolverlo.

—Claro, haga las preguntas.—. La señora de estar llorando a ponerse completamente seria de un segundo a otro. Increíble, pensaba Aizawa.

—¿Cuándo fue la última vez que lo vio y cual fue la situación?

—Bueno, el domingo a algo de las seis de la tarde me avisó que saldría a correr,  y me preguntó si quería que me compre algo de una pastelería que está cruzando un parque que queda por mi casa, pero le dije que no. De ahí no regresó, le mandé mensajes y lo llamé pero no contestó. Después de estar preocupada, pensé en que había decidido regresar a la academia o algo.

—Hmmm... Midoriya, ¿tu sueles seguir algún recorrido en específico cuando sales a entrenar?— preguntó el profesor, anotando en una libreta.

—Sí, siempre voy por los mismos lugares.

—Necesito que me des los nombres de las calles por las que normalmente vas, también del parque y de la pastelería.— el pecoso asintió.— Pediré que se revisen las cámaras de seguridad de toda esa área.

—¡Sí, así tal vez se pueda encontrar alguna evidencia de lo que ocurrió!— exclamó Inko, parecía un poco más aliviada.

Sin embargo, Izuku seguía preocupado. Aún existía la posibilidad de que sea otro de los dones del One for All, y All Might no se dignaba a responderle los mensajes de texto ni las llamadas.

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*Tigger: Personaje de Winnie Pooh. Es un tigre anaranjado con una cola elástica que utiliza para saltar. Además, tiene una personalidad bastante animada y divertida.