OO3

Capítulo 3

❝ Explicaciones y
desapariciones ❞



Abrió sus ojos con desconfianza, solo para encontrarse nuevamente con los del rubio, quien parecía haber entrado en alguna especie de trance. Sentía que de alguna u otra forma se había salvado de la muerte, o bueno, algo por el estilo.

El chico sostenía una fuerte y fija mirada hacia él, ahora parecía estar analizándolo otra vez.

—¿¡Conoces al idiota de Deku!?— gritó/preguntó. Hinata, algo aturdido, negó con la cabeza efusivamente.—¡Mencionaste su nombre, maldito enano!

—A-ah sí, pero yo dije Midoriya...— respondió mientras que comenzaba a temblar.

Antes había dicho que nada daba más miedo que Kageyama, pues se había equivocado, este tipo era la excepción a la regla.

—Es la misma mierda.

—Sí, lo conozco.— dijo intentando alejarse.— El otro día casi lo atropellé con mi bicicleta, por suerte él me esquivó.

—No te he preguntado, enano idiota.

Hinata se levantó del suelo con cautela. Comenzó a retroceder lentamente, poco a poco, con la clara intención de huir.

El estruendoso sonido de un timbre interrumpió su fabuloso plan de escape, indicando que el receso había llegado a su fin.

Como era de esperarse, a Katsuki le importó una reverenda mierda.

—¡Cuál es tu quirk!—. eso en realidad parecía una amenaza en lugar de una pregunta, pero bueno, vale el intento.— Debe ser muy bueno como para que lo hayan admitido en este punto del año, además, conoce al inútil de Deku... ¿Tendrá algo que ver él con este niño?

Mientras tanto, Hinata estaba en pleno dilema mental. Midoriya le había dicho primero que un quirk era una habilidad especial, pero ahora resulta que es un súper poder, e incluso un arma letal.

Si le mentía diciendo que su quirk era saltar alto, probablemente le pediría una demostración y al final terminaría por descubrir que en realidad no era cierto. Una mentira para cubrir otra mentira, no sonaba bien en ese instante.

En cambio, si le decía que no tenía uno de esos... no tendría que demostrar nada y tampoco estaría mintiendo.

Entonces... ¿Cuál era la respuesta correcta?

—No tengo uno de esos.— dijo finalmente, sin ser consciente de la magnitud de sus palabras.

Bakugō se había quedado inmóvil y boquiabierto... ¿¡Cómo que no tenía un jodido quirk!?

—¿¡No tienes uno, maldito idiota?—. Hinata negó asustado.

—¿¡Dije algo malo!?— se preguntó a sí mismo, aunque en realidad lo dijo en voz alta sin darse cuenta.

—¿¡Cómo pudiste haber ingresado en pleno ciclo si no tienes uno!?

Cada vez se iba acercando más, al igual que las chispa que salían de la palma de sus manos.

—¡N-No lo sé!

—¿¡Cómo que no lo sabes!?—. El rubio parecía estar a punto de explotar.

—¿¡Y-yo-

¡Ahora sí me va a matar!

—¿Hinata?

El tenso ambiente que se había formado se disipó en brevedad. Ambos chicos voltearon sus cabezas para mirar al salvador del enanito: Midoriya Izuku.

—¡M-midoriya!— exclamó entre aliviado y asustado, corriendo a abrazar al pecoso mientras algunas lágrimas caían de sus ojos dramáticamente.

—¡Tú, maldito Deku bastardo!— gritó Bakugō, arruinando el pequeño reencuentro.—¿Cómo mierda lograste hacer que entrara, acaso fue por All Might?¿Es un primo lejano?¿¡Tu hermano perdido!?

Izuku lo miraba asombrado, pensando en que ese chico realmente era bueno para montarse telenovelas en pocos instantes.

De nuevo está sacando conclusiones apresuradas.— se dijo a sí mismo el pecoso.— Por favor, vayamos a un lugar más privado, ahí te lo explicaré todo.

[...]


—¿Dices que el enanito de mierda es de otro mundo?

—¡No soy ningún enanito de mierda!

Midoriya suspiró por enésima vez en el día.

—Pues sí, esperaba poder pedir ayuda a algún profesor, pero me dijeron que fuera dentro de una hora por una reunión importante.— respondió con un tono lleno de preocupación.— Además, tampoco creí que Hinata saldría de acá, y menos aún que se encontraría con Kirishima y Kamimari.

—Esos bastardos de seguro ya lanzaron el chisme por toda la clase.

—L-lo siento—. Hinata hizo una pequeña reverencia, apenado.— También lo siento por mentir, Bokegō Kacchan.

—¿B-Bokegō Kacchan?—. Midoriya no pudo evitar reírse.

—¿¡Cómo me llamaste, enano de mierda!?— preguntó el cenizo notoriamente enojado, levantándose de la silla del escritorio mientras que explosiones salían de sus manos.

—¡E-Es que Midoriya te dijo Kacchan, creí que era tu nombre!

—¿¡Y cómo es eso de "Bokegō", maldito crío de mierda!?

Hinata soltó una pequeña risita burlona mientras cubría su boca.

—¡Kacchan!

Entre todo el ajetreo de Katsuki intentando golpear a Hinata y este siendo defendido por el pecoso, no lograron oír unos ligeros golpeteos en la puerta. O bueno, no la primera vez que estos sonaron.

—Esperen... creo que alguien está tocando la puerta.

—Sí... yo también lo escuché.

—¿Midoriya?— Esa era la voz de Todoroki.

De repente, el peliverde recordó que antes del receso habían estado haciendo un trabajo grupal y que le había tocado hacerlo con Todoroki. Se supone que a esta hora deberían estar elaborándolo, pero se había saltado las clases junto a Bakugō.

No sabía si abrir o no la puerta.

Si no lo hacía, probablemente creería que no hay nadie adentro y finalmente se iría, o en todo caso volvería más tarde.

—Probablemente el bastardo ya sabe que estás acá, debe haber escuchado los gritos de hace rato.

Bueno, Kacchan tenía razón.

—Midoriya, sé que estás acá.— dijo de repente.— Escuché gritos hace un rato.

¡Demonios!

—Hinata, escóndete— susurró.— ¡Ahorita voy, Todoroki!

El aludido entró en pánico interno al no saber en dónde meterse; el armario parecía estar muy lleno y sería muy notorio meterse debajo del escritorio.

Sintió una mano empujarlo por la espalda, haciendo que caiga al suelo.

—¡Debajo de la cama!— gritó Bakugō, aunque en realidad fue más como un susurro. Asintió y rápidamente se metió.

Luego de que Hinata se escondiera, Midoriya abrió la puerta, dejando pasar al heterocromático.

—¿Por qué te fuiste?— preguntó directamente, ignorando la presencia del rubio de forma olímpica.—¿Y por qué hay alguien bajo tu cama?

El pelirrojo sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.

—¡Maldito bastardo observador!

Midoriya soltó un largo suspiro lleno de resignación.

—Es una historia bastante larga. Hinata, ya puedes salir.

El mencionado salió con desconfianza del pequeño espacio, encontrándose con la mirada de otra persona con una apariencia un tanto peculiar.

—¿¡Kageyama!?—. El chico era bastante parecido al armador. Bueno, a excepción de su cabello de dos colores, sus ojos con heterocromía y la quemadura de su rostro.

Los otros tres lo miraron con extrañeza.

—Todoroki Shōtō, no Kageyama.— respondió la copia, presentándose a sí mismo.

Bueno, era imposible que fuese él contando con el hecho de que estaba en otra dimensión. Fue bastante extraño, incluso para el mismo Todoroki, nunca antes lo habían confundido con alguien.

—¡S-soy Hinata Shōyō, un gusto!— saludó, haciendo una reverencia—¡Lamento confundirte, tú no tienes cara de idiota!

—¡Ja! Sí que la tiene.— rió Bakugō con sorna.

En ese preciso momento Todoroki decidió prestarle un poco más de atención a la existencia del cenizo. Con un rostro lleno de fastidio volteó a mirarlo, mientras que con una de sus manos activaba su quirk de hielo.

—Con esta cara de idiota te gané en la batalla de "Quién come más soba" el viernes pasado.

—¡T-tú, maldito...!

—¡B-Basta!— gritó Midoriya, poniéndose entre ambos chicos para evitar una pelea innecesaria.—¡Ya no digan malas palabras delante de Hinata, es de mala educación!

—¿Iida te poseyó o qué mierda?

—Bueno... no me molesta que se insulten.— dijo Hinata.— Kageyama siempre me dice idiota y usa malas palabras.

Eso sonó muy triste, menos para Bakugō, a él le causó gracia.

—Ese tal Kageyama me recuerda mucho a alguien...—murmuró Deku, desviando su mirada hacia el rubio.

—¡No me compares con alguien que no conozco y que probablemente no se parece en nada a mi!

—De hecho... sus personalidades son similares.— mencionó el enanito.— Aunque su cara es más como la de Todoroki.

—¿Entonces sí tengo cara de idiota?— preguntó -casualmente- en voz alta, mirándose en un espejo. Midoriya soltó una estruendosa carcajada.

—¡Al menos tú sí tienes sentido del humor, no como Tontoyama!

—¿Se supone que esa mierda debería darme risa?

—¡B-bueno! creo que deberíamos irnos antes de que se haga más tarde.— se apresuró en decir el pecoso, antes de que Todoroki respondiera y se iniciara una pelea más.— Alguno de los profesores ya debe estar libre ¿no?

Hinata asintió, mientras que Midoriya ponía una mano en su hombro y comenzaban a caminar.

Ambos chicos estaban a punto de llegar a la puerta de la habitación, hasta que de repente Hinata dejó de sentir las piernas.

Cayó al suelo con fuerza, sorprendiendo al resto.

¡No tenía piernas!

Bueno, sí las tenía, pero estaban desapareciendo.

—¡M-Midoriya!—. El mencionado, quien estaba en pánico interno, corrió rápidamente hacia a él, para luego abrazarlo con fuerza.

Una cegador estallido de luz apareció tan pronto como desapareció.

Bakugo y Todoroki parpadearon sorprendidos ante el acto que acababan de presenciar, ambos chicos se habían esfumado de la nada.

Aquí vamos de nuevo...

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