Paraguas argentinos
Los argentinos, gente en extremo relajada. Frágiles y delicados, a veces "fatigados" por el calor, no acostumbrados totalmente a las inclemencias del tiempo. Un día frío y lluvioso puede destruir en un momento los planes anteriores, cancelar eventos importantes, encuentros y hasta el trabajo. Pero si hay que salir sí o sí, no se puede estar sin paraguas. Sin embargo, no todo es tan fácil, como parece a primera vista.
Para empezar, la casi totalidad de paraguas en Argentina es de origen chino, que significa en este caso que son de baja calidad, baratos y desechables. Con este paraguas casi siempre se siente la propia fragilidad frente a la cruel intemperie. Y que no lo confunda su aspecto inofensivo y casi inocente. Si un paraguas chino no se rompió el primer día, este, sin perder el ánimo ni la esperanza, igual va a encontrar algún modo de colorear su monótona vida.
En general, no puedo juzgar a todos los paraguas, pero sí a los argentinos. Perdón, los paraguas chinos en Argentina –a mi parecer, con lo dicho se hizo justicia completamente. Por algunas razones, ellos, sin embargo, tienen poca simpatía por la gente. La dañan lo máximo posible erizando los rayos en las veredas estrechas, o negandose abrir, o al revés, sin cerrar en el momento necesario.
Muchos argentinos, cansados de esta lucha inútil y absurda, la siguiente vez que hay mal tiempo prefieren modestamente guarecerse bajo un techo cercano o correr en la lluvia con resignación.
Sin embargo, no puedo dejar de notar que, a pesar de todos los hechos indicados anteriormente que testimonian inequivocamente contra los paraguas, los argentinos sienten por ellos una simpatía inexplicable, hasta la debilidad. Por más dañado, roto e inútil que se encuentre un paraguas, los bondadosos argentinos no lo tirarán. Lo dejarán en el paragüero o llegado el caso, se lo ofrecerán a un amigo cuando salga a la intemperie.
Sin ir más lejos, en mi casa, tengo uno, también irreparable, descansando altivo en el pasillo. Yo misma, no lo uso.Y tampoco encuentro razones para comprar uno nuevo...
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