Parte 7

Múltiples disparos eran ejecutados en la pista de la base de los plomeros. En medio de toda esa conmoción, Max Tennyson hacia todo lo posible para dirigía a sus hombres, intentando detener a los intrusos a toda costa. Aun no podía creer que el Dr. Viktor, Kuphulu y Crüjo habían logrado infiltrarse dentro de las instalaciones, sin que nadie se percatara de su presencia. Burlando el sistema de seguridad y todas las cámaras de vigilancia para acceder dentro de las bóvedas y robar un antiguo artefacto. Esto era, simplemente inaudito.

Por el otro lado, el Dr. Viktor y Crüjo se las estaban arreglando para mantener a raya a los plomeros. El Dr con sus ráfagas de rayos de sus generadores de energía mientras Crüjo disparaba su arma. Kuphulu con la ayuda de sus vendajes metía una especie de cofre antiguo, dentro de una de las naves del lugar.

- ¡Sigan disparando!, ¡¡por ningún motivo deben salir de aquí!! – ordeno el anciano de ya avanzada edad mientras seguía disparando rayos láser de su arma. Tenían que resistir lo más que se pudiera, mientras los refuerzos venían en camino.

- ¡Ya esta todo dentro, vámonos! – grito Kuphulu, al terminar de asegurar el artefacto dentro de la nave. A lo cual el doctor respondió asintiendo, mientras seguía disparando y comenzaba a caminar de reversa hacia la compuerta de la nave, siendo seguido de sercas por Crüjo. Al ver esto Max deinmediato se apresuró para salir detrás de una de las naves de donde se estaba resguardando – ¡están escapando!, ¡deprisa!, ¡no permitan que escapen! – grito Max a sus hombres, pero ates que pudieran hacer algo, el doctor lanzo una esfera metálica hacia ellos. Abriéndose al instante al tocar el suelo, siendo acompañada por un sonido de cuenta regresiva. Alarmando a los plomeros presentes.

- ¡Es una granada¡, ¡cúbranse! – advirtió Max, pero fue demasiado tarde. La esfera comenzó a lanzar un espeso humo morado brillante, cubriendo toda la pista. El grupo de villanos aprovecho la distracción para despegar y salir de ahí lo antes posible. Dejando a los plomeros confundidos, intentando salir de la espesa capa de humo. Algunos tosiendo y otros perdiendo el conocimiento por la extraña toxina.

Los pocos que lograron salir a tiempo fueron recibidos por los agentes que acababan de llegar a la zona, entre ellos una figura femenina pero imponente comenzó avanzar hacia el interior del lugar, su cabellera castaña se movía ligeramente del fleco, el cual cubría un parche negro de su ojo derecho, se trataba de la magistrada Molly Gunter. La cual, al ver la gravedad de la situación, rápidamente se colocó una máscara de oxígeno y comenzó a modificar las funciones de su arma - Esto es un desastre, ¡rápido sepárense!, ¡escuadrón uno ayuden a los heridos!, ¡escuadrón dos, síganme! – comenzó a dirigir la humana de mirada aguamarina y armadura carmesí.

De inmediato los agentes comenzaron a acatar sus órdenes, separándose en dos grupos uno comenzando ayudar a los agentes inconscientes a salir mientras el escuadrón dos, modificaban sus armas para absorber el humo del lugar. Siendo seguidos poco después por Ben y Rook, los cuales entraron corriendo dentro de las instalaciones.

- Wow, ¿que fue lo que paso? – pregunto confundido el castaño, al ver a varios plomeros inconscientes en el suelo, siendo auxiliados por sus compañeros mientras los agentes que estaban con su antigua maestra, extraían el humo del lugar restante. Entre ellos, pudo divisar a su abuelo Max y a Patelliday hablando de manera muy serie, casi discutiendo dirían otros, sino los conocieran. Ben no lograba escuchar nada de lo que decían entre la conmocion, pero era obvio que hablaban sobre lo sucedido por lo cual decidió acercarse con premura, siendo seguido por Rook, el cual había llegado a la misma conclusión que el.

- Abuelo ya estamos aquí, ¿qué fue lo que paso? - El anciano al oir la voz de su nieto solo respondió con un suspiro al aire, negando abatido con la cabeza y con pesadez respondió – al parecer el Dr. Viktor, Kuphulu y Crüjo se las arreglaron para algún modo, infiltrarse dentro de las bóvedas y robar un antiguo artefacto, pero más importante – dijo volteando a ver a su nieto con el semblante fruncido y los brazos cruzados - ¿se puede saber que están haciendo aquí?, ¿no se supone que deberían de estar descansando?, espera – levanto su mano, sabiendo perfectamente la respuesta de su nieto – no me digas... volviste a jaquear tu insignia – Max se sujeto la frente, estresado. No solo por el artefacto robado en cuestión, sino también por la salud de su testarudo, pero querido nieto.

- Me disculpo magistrado Tennyson – se disculpó Rook, sacándo de sus pensamientos al anciano – en parte también es mi culpa, yo

- No te disculpes Rook - interrumpió al azulado - bastante mal ya hace descuidando su propia salud, como para que el colmo, tu también estés pagando las consecuencias de ello también.

- Es verdad - afirmo Patelliday a un lado de Max - dinos muchacho, ¿estas durmiendo bien?, ¿no te estas saltando ninguna comida?, porque ciertamente luces terrible – comento preocupado el anciano.

- ¿perdón? – pregunto completamente confundido Rook, con los ojos en blanco por las palabras del magistrado. En eso Ben se acercó a un lado él, colocando su mano sobre su hombro – lo se abuelo y lo siento, después me reprendes por ello, pero si fueron ellos, eso significa que él esta involucrado en todo esto y con mayor razón debemos de estar aquí. Después de todo somos los únicos con la experiencia necesaria para tratar con él.

- Ben – dijo Max, intentando persuadir al castaño.

- Magistrado, con el debido respeto, pero Ben tiene razón - afirmo el azulado.

- Lo sé, precisamente por eso es que no me agrada la idea – Max comenzó a presionarse la frente, pensando. En realidad, no quería enviar a su nieto y compañero a otra misión, no ahora que acababan de regresar después de haber estado tanto tiempo fuera, pero Ben y Rook tenían razón. Derrotado, finalmente hablo.

- Esta bien, pero ni crean que irán solos. Les asignare a alguien experto en el tema para que los ayuden. Así que vayan por su equipo los veré aquí en una hora.

...

Paso la hora y Rook y Ben se encontraban esperando la llegada de Max. El castaño estaba sentado sobre el cofre del motor del Proto-camión de Rook, mientras el azulado se encontraba de pie, recalibrando su proto-arma. Recargado sobre el cofre a un lado de Ben, el cual estaba apunto de decir algo para animar el ambiente tan aburrido, cuando de los pisos superiores alcanzó a ver como descendía el elevador. Captando su atención. Cuando la puerta del ascensor se abrió, logro ver a su abuelo salir de el, siendo acompañado por una mujer de larga cabellera oscura, piel morena y mirada desafiante. Una mujer que tanto Ben como Rook reconocieron a la perfección y no solo por la legendaria espada que portaba en la espalda. Si no también por su pasado algo caótico con la antigua portadora del Omnitrix y la dudosa amistad que tenia con el castaño. Ambos al verla llegar con su típica mirada llena de seguridad y fuerte porte, ambos pronunciaron su nombre al mismo tiempo – Kai – uno mas animado que el otro.

Ben de un brinco, bajo del cofre de la nave, cruzándose de brazos mientras le dirigía una sonrisa socarrona a la morena – déjame adivinar, o el experto viene detrás de ti, o no encontraron a nadie más competente para acompañarnos.

Kai al oírlo, ladio su cabeza suavemente y con una sonrisa juguetona, recargo sus manos sobre su cadera – quien lo diría, yo pensaba exactamente lo mismo – dijo para comenzar a caminar hacia él. Depositando su dedo índice sobre su pecho – imagino que los mejores plomeros ya estaban ocupados y no tuvieron mas remedio que llamarlos. ¿O me equivoco?

- Nosotros somos los mejores para este y cualquier otro trabajo - respondió Ben, dando un paso al frente

- Oh~, ¿enserio?, pues – un tosido departe de Rook, detiene a esos dos de seguir con ese pequeño jueguito de parte de ambos – oh, hola Rook, no te había visto - pronuncio amablemente la morena pero, sin mucho interés de ver al azulado

- Siempre es un gusto también verla señorita Kai.

...

Han pasado ya varias horas desde que  Ben y Rook en compañía de Kai Green, partieran de la base de los plomeros hacia Anur Transyl. Un planeta conocido por la electricidad generada por el corrodium y sus monstruosos habitantes.

- Entonces, ¿exactamente qué fue lo que robaron? – hablo al fin el castaño. Al intentar aliviar ese estresante ambiente que se formaba cada vez que esos dos estaban juntos. No lo entendía, pero por alguna extraña razón, esos dos no parecían llevarse bien, aunque sabían disimularlo frente a los demás plomeros y magistrados, pero cuando estaban solos, juraría que en muchas ocasiones podía ver chispas salir de sus ojos.

- Al parecer se trata de un antiguo artefacto que encontraron tu abuelo y el mio en su época dorada.

- Cuando eran jóvenes.

- Precisamente. Al parecer en una de esas incursiones encontraron ese cofre en las profundidades de las cavernas de Carlsbad, cercas de nuevo México. Pero por más que lo intentaron, nunca lograron averiguar lo que contenía ni mucho menos abrirlo - explico la morena - Eso no tiene sentido – interrumpió Rook.

- Disculpa? - cuestiono con aversión al oír al compañero del castaño aun lado de ella.

 - Me refiero que con la tecnología de los plomeros, me resulta sumamente extraño que no hubieran podido abrirlo o por lo menos escanear su interior - respondió Rook, sin desviar la vista del frente y no solo porque estuviera piloteando la nave. Simplemente porque no le agradaba la humana, lo cual era un sentimiento que compartían ambos.

- Déjame decirte que ningún escaner de ningún tipo logro dar una imagen concisa de su interior. Además de no poseer un cerrojo como tal, pero si una serie de códigos en un antiguo dialecto que no lograron descifrar en su momento. Por lo cual el artefacto fue dejado en el olvido en el Monte Rushmore cuando los plomeros dejaron de operar en la tierra, pero rehubicado en la bóveda de los plomeros cuando el planeta se volvió en un sistema abierto.

- De donde fueron robados – contesto Ben – bueno, sea lo que sea. Lo que si es seguro es que él debe de saber lo que contiene y muy pronto nosotros también lo averiguaremos - Dijo señalando hacia enfrente, logrando captar la atencio de Kai hacia donde estaba apuntando el castaño. 

La proto-nave comenzaban a entra al sistema de Anur, siendo recibidos por las telarañas que rodeaban el planeta. Una vez dentro de la atmósfera del planeta y comenzar adentrarse en ella. Pronto fueron saludados por la presencia de una rustica y espeluznante ciudad, sorprendiendo a Kai por las construcciones, las cuales se asemejaban a las de Transilvania. Esta también era la primera vez que visitaba ese planeta o algún otro fuera de la tierra. Su primer viaje lejos de casa.

 ...

Las rusticas calles de la ciudad eran cobijadas por una fría y delgada capa de neblina, mientras sus habitantes caminaban tranquilamente por las calles de Anur Transyl. Era ya altas horas de la noche, la luna estaba en lo más alto de su apogeo, iluminando tenuemente la ciudad. No había mucha gente por lo cual les fue fácil escabullirse entre los callejones, fuera de la vista de los transylianos.

Han pasado ya casi dos años desde que Anur Transyl se convirtiera en un planeta abierto, todo gracias a los esfuerzos de Scout, para ayudar a su gente a adaptarse y a deshacerse de sus prejuicios hacia una transición de tolerancia y aceptación hacia los aliens, sin importar que tan desagradables y aterradores pudieran ser.

Pero no solo eso, sino que también permitiendo y aceptando las operaciones de los plomeros en la ciudad, contando con su propia base completamente funcional. Pero lamentablemente a un existía un poco de incomodidad de parte de los habitantes hacia los humanos. Es verdad que podían mantener la calma con uno, pero con más, les resultaba sumamente desconcertante y aterrador. Por lo cual debían de ser muy precavidos en esta ocasión para no llamar la atención y no terminar provocando un disturbio.

- Vaya, quien lo diría, nunca imagine que existiera un planeta repleto de monstruos, esto es simplemente fascinante – comento fascinada la morena, mientras caminaba muy cercas del castaño. Debajo de la sutil luz de los faroles que iluminan parte del callejón, mientras una joven momia sacudía unas mantas sin percatarse de los dos humanos y el revoniano que caminaban justo a un lado de su hogar.

- Es genial verdad? – respondió Ben, volteando haber a la chica a su lado – Pero aquí, nosotros somos los monstruos. Asi que hay que ser muy precavidos para no llamar la atención, muy pronto llegaremos cerca del punto de encuentro donde nos reuniremos con Scout. Rook ya le envió un mensaje sobre nuestra llegada – señalo al azulado al frente de ellos.

- Si, bueno – Kai arqueo una de sus cejas y con premura hablo – lo que yo no puedo entender, ¿es porque tuvimos que aterrizar a las afueras de la ciudad y no, simplemente aterrizar donde esta ese tal Scout?, o por lo menos dentro de los cuarteles de este planeta – interrogo la morena, pero al decir eso pudo notar como el castaño se tensaba, evitando a toda costa el contacto visual. Ya decía ella que algo en el comportamiento tan precavido del castaño no era normal y no se tragaba eso de que era por "la tranquilidad de los habitantes de este planeta".

- Digamos que – comenzó hablar, haciendo una pequeña pausa. No muy seguro de responder a la pregunta en cuestión de la chica. Paso su mano atrás de su nuca con sierta inquietud – no le caigo muy bien al magistrado de aquí, asi que seria mejor si no nos ven. – dijo mientras sobaba su nuca con pesar.

- Ohhhh jejej, conociéndote de seguro hiciste algo muy bobo para que te deteste, ¿que fue lo que hiciste? – pregunto divertida al ver la cara de inquietud del castaño mientras se abalanzaba sobre él, rodeando su cuello con sus brazos.

- Eje je... no quieres saberlo, créeme – en verdad no le gustaba recordar ese incidente, pero antes que Kai siguiera insistiendo con el incomodo tema, Rook se detuvo, haciéndoles una señal con la mano para que se detuvieran.

- Ya llegamos, es aquí – en medio del callejón había una escotilla en el suelo, el azulado dio unos cuantos pasos al frente, agachándose en cuclillas para sujetar uno de los extremos de la escotilla del alcantarillado. Ben al ver a su compañero hacer eso, se apresuro para ayudarlo, entre los dos retiraron la escotilla, dejándola a un lado del cemento.

Kai se acerco dudosa, observando la oscuridad que dirigía al drenaje. Ya se imaginaba a donde iba todo esto de ir a escondidas – genial – fue lo que dijo, no muy animada realmente.

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