14
La punta aplanada del cuchillo se incrusto sobre aquel trozo de carne, haciendo que levemente el jugo de la misma se soltase, el aroma del aceite y lo que podía apreciarse del estragón era magnifico más la combinación suave del romero, termino de cortar en cuanto escucho chirrear la cerámica debajo de los cientes pequeños del cuchillo y entonces pudo tomar gustoso el tenedor para después llevar aquel trozo de carne a su boca, el filete mignon era suave al paladar, casi podía sentir como la carne se derretía despacio en su boca, cerro por breves momentos sus ojos, ¿hace cuanto que no comía un poco de carne? Hace tiempo, quizás demasiado tiempo, ahorrar para irse de ese lugar le ponía limites a sus gastos, de vez en cuanto se daba un pequeño gusto con una hamburguesa o quizás un hot dog, o muy pocas veces de pollo frito, pero nada de eso se comparaba con un verdadero trozo de carne.
En cuanto abrió sus ojos miro hacia la entrada del restaurante, en donde se encontraba el hombre de cabellera rubia, mantenía una mano en su bolsillo del pantalón y la mano dominante la mantenía tomando su teléfono celular mientras hablaba y escuchaba, la conversación parecía ser seria, porque su semblante estaba totalmente concentrado en cada una de las palabras que escuchaba, y cuando era su turno de hablar, lo hacía y miraba de vez en cuando al suelo, pero su rostro era duro, lleno de intriga, como si estuviera analizando cada una de las palabras que le estaban diciendo, daba de vez en cuando cortos asentimientos con la cabeza, y soltaba monosílabos que Yoongi no podía percibir de vez en cuando debido a que el hombre no podía estarse quieto en su sitio, sino que se la pasaba dando cortos pasos, quizás para evitar cansarse allí parado.
El doncel soltó un suspiro, no pudo evitar pensar en la propuesta que le había hecho aquel mal teñido, ¿hablaba en serio?
Yoongi no estaba muy seguro de que así fuera, en toda su vida en el casino ha conocido a personas importantes de la alta sociedad que siempre buscan lugares como Peché Mortel para tirar su dinero a la basura o incrementarlo, eso dependía de la suerte de cada uno, pero ninguno se le había acercado con una insinuación como aquella que Park Jimin le propuso, definitivamente no era el estilo de esas personas, pero también estaba el hecho de la red de prostitución del casino, varias de sus compañeras formaban parte de la misma, y casi siempre que hablaba con ellas, siempre le contaban de sus mejores experiencias y de las peores, algunos fetiches de las personas multimillonarias y millonarias, eran extraños, tan extraños que definitivamente podían darte escalofríos de sólo pensarlos. Pero la paga era buena, tal y como le dijo Jimin, era cierto que el dinero de aquellos riquillos podía serles quitado de sus manos con cosas banales y placeres básicos.
Llevo un nuevo trozo de carne a su boca, mientras seguía con la mirada sobre aquel pelirrubio, ese hombre le había ofrecido largarse por fin de Nevada, alejarse completamente de la ciudad del pecado, dejar atrás su pasado que seguía ahí, tan plasmado como las estrellas del paseo de Hollywood, para Yoongi la idea de irse no era una mala opción, porque es lo que quiere, largarse de una vez por todas de ese lugar, pero ¿con él? Por supuesto que ese no es el plan, Yoongi quiere irse de allí, pero quiere hacerlo solo, buscarse un departamento económico lejos de allí, quizás en New Jersey o en Washington D.C., no importa en donde pero lejos de Las Vegas.
Pero por supuesto no con ese hombre, Park Jimin... él solamente lo quiere para una sola cosa y era follar, el doncel no negaba que le gustaba como aquel hombre lo poseía de una forma tan lasciva y deseosa, pero no quitaba el hecho de que no quería tener una vida en donde aquel hombre lo único que buscará cada que lo viera, fuera tener sexo. Yoongi jamás ha romantizado su vida, pero si le gustaría cumplir su sueño de irse de allí, buscar un empleo mejor, quizás terminar con sus estudios en la universidad y si era posible enamorarse... y tener una familia.
Soltó un largo suspiro, y volvió a mirar al frente, Jimin había terminado la llamada, y se acercaba de nuevo a la mesa.
—Disculpa, minino —menciono aquel hombre mientras arrastraba la silla para tomar asiento frente a él—, los negocios siempre serán los negocios y deben ser atendidos.
—Comprendo —Yoongi volvió a disponerse a cortar la carne bajo la atenta mirada del pelirrubio—, ¿es sobre lo de York?
—¿Curioso? —el doncel dejo de mirarlo—. Me imagino que lo estás, es obvio que debes estarlo, es tu jefe de todos modos.
—Pues dejo de serlo cuando me mando aquí contigo —las formalidades habían quedado atrás, aunque para Yoongi evitarlas era mejor, porque si le hablaba más formal no podría evitar pensar en los dos encuentros sexuales—, ¿qué se supone que pasará ahora? Necesito saberlo.
El de cabellera dorada sonrió ladino, miro detrás de Yoongi, observando a uno de los meseros acercarse, y en cuanto se acerco no dudo en hablar.
—Tráigame la especialidad del chef y su mejor botella de vino tinto —el mesero dio un asentimiento antes de retirarse y Jimin volvió a mirar al doncel—, escucha minino, la situación no es complicada, acabo de tener una conversación con mis dos compañeros —comenzó a hablar mientras que Yoongi se disponía a seguir degustando la carne—, pero necesito de tu ayuda.
—¿Mi ayuda? —Yoongi trago el bocado—. ¿Por qué necesitarías de mi ayuda?
—Me has dicho que esté año cumplirás los cinco años trabajando allí —el doncel dio un asentimiento—, ese tiempo es el suficiente para conocer la mayor parte del Peché Mortel, ¿o me equivoco? —Yoongi tenía la certeza de a donde iba todo aquello.
—¿Qué quieres saber exactamente?
—Lo primero que me gustaría saber —dejo sus manos sobre la mesa, juntándolas entrelazando sus dedos—, es si en verdad estás dispuesto en ayudarme —era más una orden y una afirmación que una pregunta—, está sería una oportunidad perfecta para ti, podrás huir de esté lugar, y sí lo deseas y aceptas, te quedas conmigo, sino fuere de esa forma, entonces podrás irte sin ningún problema.
¿Ayudar o no ayudar?
De cierto modo era tentador, Yoongi jamás ha querido tener nada que ver con los problemas, y esté se trataba de un problema sumamente gordo, matar a una persona, a su jefe, York... ayudar no era problema, podía decirlo, pero sería cómplice, y eso es un problema mayor porque si las autoridades ponían manos a la obra en investigar, entonces todo estaría perdido.
—Estás muy tranquilo —menciono Yoongi por lo bajo—, ¿por qué? ¿Crees que no te atraparan después de lo que hagas? Una cosa es un robo, pero matar a alguien...
—York es buscado por las autoridades —menciono Jimin—, ¿lo sabes?
El doncel no estaba enterado.
—Su pequeño negocio se está volviendo un problema en el Peché Mortel, puede que algunos burócratas se sientan con el suficiente poder para no querer hacer nada, después de todo en los casinos no solamente aparecen artistas, jugadores y por supuesto multimillonarios excesivos —era cierto—, sino que también aparecen personas más involucradas en la política, en el gobierno, y siempre que quieren decir que no pasa absolutamente nada en el país o que quieren simplemente controlarlo —hizo comillas con los dedos—, se dan a la tarea de matar o arrestar al problema...
—Entonces, ¿estás queriendo decir que sin York ellos se librarían del problema? —el pelirrubio dio un asentimiento.
—¡Acertaste, minino! —sonrió con satisfacción—. Eres muy inteligente, y sí... sin York, podrán decir que la situación esta controlada, posiblemente cierren inclusive ese casino.
—¿Y qué pasará con los empleados? —Yoongi no podía evitar pensar en todos los que allí trabajan—. Si lo cierran entonces...
—Descuida —interrumpió de inmediato Jimin—, yo me encargaré de que no lo cierren.
—¿Cómo?
—Como te dije, mi padre es uno de lo socios que es parte de los dueños de aquel casino, y en el contrato se tiene estipulado que si alguno de ellos muere, entonces la mitad que le correspondía al difunto pasará de inmediato al socio que siga con vida, por lo tanto mi padre será el socio totalitario del casino y por lo tanto el nuevo dueño del mismo —el doncel pudo sentirse levemente más alivianado—, a mí padre le da igual el negocio de York, sólo atrae problemas, así que es posible que se deshaga de él... pero claro dejará lo demás.
El doncel dejo los cubiertos sobre el plato, había terminado, mientras que el mesero volvía a acercarse con una charola en perfecto equilibro sobre su mano derecha, se coloco al lado del pelirrubio y no tardo en servirle su plato, se trataba de un trozo de carne a las brazas con vegetales asados y puré de patatas, el mesero le mostro la botella al pelirrubio, un vino chileno del año mil novecientos ochenta y ocho, Jimin lo aprobó dando un asentimiento con la cabeza, y el mesero se dispuso a servir la bebida en ambas copas, sin preguntarle a Yoongi si quería tomar vino, pero el doncel no se quejo, porque ahora mismo lo que en verdad necesitaba era un buen vino, pues lo que estaba a punto de hacer requería valentía y el alcohol podía darla por breves instantes.
En cuanto las copas fueron servidas y la botella fue dejada sobre la mesa, el mesero se retiro, Jimin miro el platillo frente a él y sonrió.
—Esto se ve delicioso —menciono antes de tomar los cubiertos y comenzar a cortar la carne—, retomando nuestra conversación —el doncel tomo la copa en su mano, y se dispuso a darle un sorbo pequeño—, necesito de tu ayuda porque sé que con tu experiencia laborando allí, podrás darme ciertos detalles del lugar para confirmarlos.
—¿Qué tipo de detalles? —Jimin sonrió al escuchar la pregunta del doncel.
—Jungkook menciono que dentro del casino en el área de juegos se encuentran cámaras de seguridad dispersas por todo el lugar, menciono que hay cinco exactamente —Yoongi soltó una suave risa, el pelirrubio lo miro—, ¿qué pasa?
—Tu amigo se equivoca —dio un sorbo un poco más largo, el aroma del alcohol, la uva fermentada en su boca y la leve acidez combinada con el dulzor le encantaban, en verdad que se trataba de un buen vino—, no hay cinco cámaras, hay más, un total de quince —Jimin elevo ligeramente las cejas al escucharlo—, las cinco que vio tu amigo son solamente un señuelo para indicarte que te están vigilando y que cualquier movimiento que hagas y que a ellos no les guste, te traerá problemas, las sobrantes... esas son las que recorren todo el casino, parte de la zona del bar, la zona de las tragaperras y por supuesto el lugar del restaurante, las cámaras están colocadas estratégicamente, la zona de entrada, el área del póker, la ruleta, el bar, son las que tienen pares de cámaras, y la que tiene más vigilancia es el área del ascensor.
—¿De cuántas cámaras estamos hablando?
—Hay dos pares allí —dijo Yoongi en respuesta—, en el ascensor hay una de igual forma, pero no sirve, York no lo sabe y sí lo sabe le da poca importancia, porque siempre están vigilando su oficina, aquellos hombres afuera de la misma...
—Supongo tienen relevos —Yoongi dio un asentimiento—, ¿cuántos?
—Los relevos son cada medio día, exactamente a las doce de la tarde es el primer relevo para que los que vigilaron durante la noche y la mañana puedan descansar.
—¿Sabes aproximadamente cuanto tardan en hacer ese cambio? —Yoongi apretó ligeramente sus labios—, los hombres que llegan para relevar el puesto llegan casi siempre diez minutos antes, ya vienen vestidos en sus trajes de color negro... y suben al ascensor, como el piso de York es el primero y es exclusivamente suyo, no hay mucha necesidad de escabullirse —llevo la copa de nuevo a sus labios—, tardan cinco minutos —Yoongi le dio sorbo a la bebida.
—Es poco tiempo —murmuro por lo bajo Jimin mientras tomaba la copa en su mano y la llevaba hacia sus labios—, pero supongo que podremos movernos.
—¿Y cómo? —Jimin sonrió ante la pregunta.
—Es fácil, mis propios guardaespaldas tienen la misma proporción corpulenta que los hombres de York —el doncel dio un asentimiento—, y cómo no has mencionado que tengan un uniforme especifico aquellos guardaespaldas de ese imbécil —sonrió ladino—, será fácil suplantarlos... York es confiado con su personal.
—No lo es mucho —Jimin soltó una suave risa.
—Quizás... pero te aseguro que siempre espera a que los mismos empleados entren por las mismas puertas —Yoongi dio un asentimiento, recordando las palabras del señor Wood—, entonces es fácil, ingresaremos, York estará confiado en que será su mismo equipo de seguridad, y mis hombres se encargarán de darle fin a ese tarado.
—¿No lo harás con tus propias manos? —Jimin relamió sus labios ante esa pregunta.
—Prefiero divertirme de otras formas —la mirada hambrienta de aquel hombre estaba sobre el doncel provocándole que esté juntará sus piernas—, ellos pueden hacerlo, es sólo York, una vez acaben con él, esto se terminará.
—¿Y qué hay de la policía?
—Descuida, pequeño minino —sonrió ladino—, eso es lo de menos, mi padre es gran amigo del jefe de estación... no tardará en hablar con él y por supuesto de mandar a recoger el cadáver para entregárselo, recuerda —estiro la copa hacia Yoongi—, mientras te deshagas del problema es mejor para la autoridad —el doncel comprendió de inmediato, así que nadie más se ensuciaría las manos, eso era definitivamente agradable.
El doncel no tardo en estirar su propia copa hacia la de Park Jimin, y entonces el tintineo del cristal chocando de escucho, y con eso habían firmado su propio pacto para ayudarse mutuamente.
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