Capitulo 3.

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VOLVIENDO A COINCIDIR
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De nuevo Lilian se colaba en la recepción, esta vez ya sin dolor y de nuevo con una expresión feliz en su bello rostro.

El teléfono sonó y ella sin dejarlo sonar más de dos veces atendió la llamada.

—Hospital de especialidades de Tokyo, ¿A qué debemos su llamada? —debía darse el crédito a si misma porque el saludo ya le salía bastante mejor. 

¿Lilian-san? —De nuevo esa voz, esa que llevaba poco más de dos semanas sin escuchar. Para ambos fue una sorpresa volver a coincidir. 

—¡Todoroki! —Como ya se había hecho costumbre, lo saludaba exclamando su apellido con alegría, como si existiera confianza entre ellos para decirlo sin sufijos, pero no la suficiente para llamarlo por su nombre— Hace siglos no te escuchaba, llegué a creer que no volvería a saber de ti ¡Pero también tuve fé!

...Hace poco fui al hospital. En la recepción estaba una mujer anciana, —empezó a decir tranquilo, haciendo que Lili notara como él también parecía tener ya más confianza al hablar— ni siquiera le di el beneficio de la duda a que fueras tu.

«Hace unos días...cuando estaba adolorida en mi cama» pensó la chica que de repente comenzaba a ser invadida por las tristeza, más no la dejó gobernar.

—Debes estar hablando de Ogura-san JAJAJAJ pues sí tú ¿Cómo iba a ser yo? —mencionó cambiando sus pensamientos a mejor imaginar que el desconocido chico la hubiera confundido con la anciana solo por ser recepcionista— Que sepas que yo estoy en la flor de la vida, soy joven y hermosa. —mencionó con orgullo, porque aunque la melancolía quiso atacar, no la dejó.

Supongo que lo tendré en cuenta... —Dijo él, sonriendo divertido para sus adentros, sin duda el positivismo de la chica le resultaba interesante.

—¿Entonces? Me imagino que te encontraste con la señora Rei, ¿Cómo te fue? —No quería dejar morir la conversación así que sacó otro tema, uno de interés para él pero sin ser invasiva con su privacidad, tampoco se pondría a preguntarle detalles.

—...Bien, creo. —dijo sin más.

—¡Genial! A la señora Rei le hacía falta que la visitaran, y que haya salido bien hace que me alegre mucho por ella; Ahh y por ti también, aunque no te conozca, seguro ella debe ser importante para ti. —Se sinceró, después de todo, en la albina mujer de ojos cansados pudo encontrar una amiga, tal vez no hablaba mucho con ella, pero las veces que lo hacía su tranquilidad la invadía.
Más de una vez acabó llorando mientras hablaba con ella de su vida, y aunque la mayor no le contaba nada relevante de la suya, solía darle algunos buenos consejos.

Si...parece que te llevas bien con ella... —tomó aire para decir lo siguiente— Gracias por eso, Lilian-san.

—Vamos, no es necesario que agradezcas. —dijo sonriendo nerviosa y con las mejillas algo coloradas, hacia tiempo nadie le daba las gracias de forma sincera por algo y eso la hacía sentir en parte extraña, pero no negaría que era agradable.

«Ay no» pensó ella cuando a lo lejos alcanzó a ver cómo la señora Ogura venía en compañía de otra enfermera, platicando a gusto; tuvo suerte de darse cuenta antes que ella la viera.

—Bueno, fue un placer platicar de nuevo pero debo irme...¡Ah casi lo olvido! Sé que querías saber sobre Rei-san, ella está bien, incluso se le ve más alegre. —dijo de forma apresurada, aunque sonado segura de lo último— Bueno adiós.

...Gracias por la información, y adiós. —dijo, aunque le costó un poco agregar más palabras de las necesarias, pero tampoco quería sonar grosero luego de haber tenido una agradable conversación con Lili.

No pasó ni un segundo de que él dijo aquello cuando entonces la chica colgó de forma algo brusca dejando confundido a Shōto.

Pero ella en ese momento estaba más preocupada por irse de ahí sin ser vista, estaba bien colarse algunas veces y que Ogura la viera, pero tampoco quería ser irritante para ella.

Salió de ahí con éxito sin ser vista, todo gracias a la plática tan animada que estaba teniendo la mayor con su amiga.

«Tendría prisa» Pensó Todoroki luego de ver finalizada la llamada, sin darle importancia. 

Sería mentir si dijera que no le interesaba conocer en persona a aquella chica; le causaba curiosidad. Aunque sonaba como una joven energética y desde luego que parecía ser positiva ante todo, no le molestaba para nada a pesar del contraste en personalidad que tenía con ella.

Finalmente decidió que iría de nuevo al hospital el fin de semana, a eso de las 3 de la tarde pues así, a parte de ver a su madre (la principal y más importante razón para ir) tal vez podría encontrarse con Lilian.

La joven una vez logrado de forma exitosa su escape y ya estando en su habitación, se dedicó un poco de tiempo a pensar.

«Si él ya vino entonces es seguro que volverá a hacerlo pronto, y se dará cuenta de la realidad, solo soy una paciente...» Mantenía su mirada en el paisaje lleno de árboles que le dejaba ver la gran ventana por la que todos los días entraban los rayos sol y la luna se asomaba por las noches.

—¿Debería hacer lo posible por mantener la mentira o...dejar que se de cuenta? —se cuestionó a si misma con ausencia de expresiones en su rostro.

Acabó por soltar un pesado suspiro mientras con su cabeza negaba, aunque no sabía exactamente qué.

Luego de eso se estiró en su lugar y mejor se puso a leer un libro, su favorito, el clásico "El Principito" del cual de hecho ya había perdido la cuenta de cuántas veces lo había leído, más nunca dejaba de encantarle.

Un buen libro nunca deja de serlo*

Lili no podía estar más de acuerdo con aquella frase.

Y así, la chica paso el resto del día en su habitación leyendo, prefería eso en lugar de estar pensado en lo que podría pasar si un día de repente se llegara a encontrar con Todoroki y su mentira se revela.

De todas formas siempre fue buena para improvisar.

* : La frase le pertenece a Dazai Osamu de "Bungou Stray Dogs".

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