VI

Acostada en la cama leyendo, no dejaba de pensar en el chico que conoció en la biblioteca. Me sonrojaba su forma tan excéntrica de acercarse, su cabello amarillo y su tez blanca.

Mientras leía, pensaba:

"Mi corazón late fuerte por emoción, pero en mi estómago no sentía nada. Era indudablemente un sentimiento vacío. Las mariposas de las que muchas personas hablaban no las sentía. Nos han enseñado que la atracción física es importante, pero ¿qué ganamos gustar de una persona y nunca sentir amor? Nunca me he sentido enamorada, las constantes decepciones de mi padre me han dejado con un mal sabor de boca. El abandono no es algo con lo que se juega, pues las cuentas se cobran cuando tienes el deseo de enamorarte. Nos deja una inseguridad profunda y un deseo incontenible de vivir un romance de ensueño, solo para chocar con una realidad cruel."

En un momento determinado, Hana dejó de pensar en él. Su mente se llenó del sentimiento de satisfacción por haberle lanzado pintura al líder. Comenzó a reír sin parar.

-¡Idiota! Su cara me dio mucha risa.

Hayli pasa cerca de su habitación y la ve riendo sola sin parar. Ella se asombra ya que su hermana no solía hacer ese tipo de cosas.

-Oye, sis ¿qué haces?

se acuesta a su lado de la cama.

Pero Hana no respondía.

-¡Oye! ¿Te estás volviendo loca? insiste Hayli.

-Dime, ¿qué pasa?¿Esa risa intensa es debido a qué?

se ríe irónicamente-,

-nada, solo es la historia del libro que me dio risa.

Hayli voltea a ver el libro y su título decía "Veinte cosas que aprender del universo". Se voltea de nuevo para verle el rostro y sigue sonriendo.

-Me iría, pero tus pensamientos de amor y la risa malévola no me dejan dormir.

-Adiós.

-¡Hayli! Ven acá, ¡Hayli!.

Su hermana sale corriendo de la habitación.

A Hana no le molestó los comentarios de su hermana, al contrario, sucedió para darle más razones para sonreír. Eso le hizo pensar en los consejos de la señora de la biblioteca.

Luego de una noche larga leyendo libros, llega la mañana del sábado. En eso suena el teléfono de la casa, el sonido era tan fuerte que se escuchaba en las habitaciones de arriba.

Despierta y sale de su cuarto.

-¡Yo contesto!

dice en voz alta para que nadie se despierte.

Baja las escaleras, llega a la mesita que está en la sala y contesta.

"¿Hola?"

Entrenador:

-¿Es Hana?

-Sí, con ella habla.

Entrenador:

-La llamo para notificarle que tiene práctica de natación hoy a las 3:00 pm.

-¿Hoy sábado?

Entrenador:

-Sí, necesito su confirmación. ¿Viene o no?

-Sí, allí estaré.

-Muy bien, la espero.

Termina la llamada y coloca el teléfono de un golpe porque no quería ir al colegio. Sube, va al baño y por fin se mira en el espejo.

Durante un largo tiempo, su inseguridad no la dejaba verse al espejo. Sus hermanas le decían cómo se vería. Frota su rostro, peina su cabello. Se siente bien para ella. Sonríe porque sabe que lo que ve es el comienzo de una mejor versión de sí misma. Le gusta lo que ve.

Lava sus dientes, se ducha y comienza a arreglarse. Peina su cabello largo y negro, se lo deja suelto para que se seque con el viento. Ruboriza sus mejillas con rubor rosado debido a que su piel es blanca. Por último, pinta sus labios de forma muy sutil.

Guarda todo lo que necesita en el morral y baja para despedirse. Su padre tenía su día libre, ella esperaba compartir con él.

-Hola papá, buenos días.Buenos días, hija.¿Qué haces? ¿Tenemos visita?

Su padre estaba cocinando.

-Sí, la nueva vecina vendrá a almorzar con nosotros.

-Suspira , ¡ah! que bueno papá. Entonces me voy, tengo práctica de natación.*

-¿Hoy sábado? Perdón papá, no te conté. Quiero obtener una beca completa, así que me inscribí en natación.

-¡Excelente noticia! Nos vemos más tarde hija. Te amo.

-Esta bien, padre. Te amo.

Abre la puerta y se encuentra con la invitada que está por tocar la puerta. Era una señora mayor vestida con ropa elegante. Cabello corto arreglado, desprendía de ella un olor a rosas. Muy amablemente la saluda.

-Hola, mucho gusto. ¿Me parece que eres la hija mayor de Frank?

-Sí, mucho gusto. Un placer verla. Me disculpo por no quedarme mucho tiempo, tengo práctica de natación.

-Está bien, suerte.-

Ella sonríe.

Hana sale de su casa casi corriendo para poder llegar a tiempo. Luego de treinta minutos llega a la escuela. Va hasta el cambiador para colocarse su bañador. Se mira al espejo para arreglarse su cabello. Sale y camina hasta la piscina.

El entrenador estaba terminando la clase del grupo que iba a las nacionales por parte del colegio. Él la mira muy animado:

-¡Vamos Hana, tenemos mucho que hacer!

-Entendido.

Comienza la práctica. Su duración fue de casi cuatro horas. Hana estaba tan agotada que no podía más. Estaba comenzando a sentir dolor en el pecho, aunque era muy leve, ya le costaba seguir nadando.

-Listo Hana, terminamos la práctica.Esta bien profesor, hadea un poco.¿Estás bien, Hana?

Hana respira profundamente.

-¿Me ayudas a salir... Del.. Agua?

-Sí, ven acá.

El profesor le da la mano para ayudarla a salir del agua.

-Deberías ir a enfermería

-.Tranquilo profesor, la práctica fue extensa, La próxima vez tomaré en cuenta que descanses.

-.Gracias.

El profesor se despide, dejando a Hana sentada en la orilla de la piscina para bajar un poco la presión.

...

Por los lados de la entrada de la piscina había una cámara. Neichdell había ido a la escuela para buscar su equipo de golf que le había prestado a Peter. Debido a que su guarida estaba cerca de los monitores de la escuela, de casualidad mira que una persona estaba sentada en la piscina. Se sienta a observarla.

Pensó:

"¿Cómo una chica simple puede llamarme tanto la atención? ¿Será por su valentía? o ¿será porque me está empezando a gustar? No puedo dejarme llevar por estas emociones estúpidas que no sirven para nada. Me alejan de mi objetivo, que es hacerle pagar por todo lo que me ha hecho. Realmente es tan hermosa, todo lo que es me tiene cautivado. ¿Será que llegó mi hora de pagar? ¿Estoy siendo demasiado bueno con ella? ¿Debería seguir haciendo daño? Aquí en mi corazón siento una necesidad de abrazarla. ¿Eso puede pasar? ¿Por qué estoy aquí? Debería irme o acercarme a ella y besarla, sostenerla en mi hasta que mi corazón se detenga."

Neichdell solo se quedó observándola. De repente, nota que Hana estaba caminando un poco lento. En eso, ella cae al agua. De inmediato corre saliendo de la guarida hasta llegar a ella.

Sentía presión en el pecho, se asustó pensando que la perdería. Se lanza a la piscina, la toma del antebrazo y nada como puede hasta las escaleras que estaban aún costado. La alza hasta sacarla del agua. La sube a su espalda y camina como puede para llegar a su auto.

Ambos estaban empapados y el clima estaba frío. Llega a su auto, la sube y lo más rápido que puede la lleva a un hospital. Neichdell, asustado mientras maneja, la toca para poder despertarla.

Levántate, por favor, ¡levántate!-.

Llega al hospital y como puede la agarra en sus brazos. Entra pidiendo ayuda.

-¿Alguien por favor podría ayudarme?

No había nadie que le prestara atención.

-¡Maldición, ayúdenme!

Un doctor amigo de su padre lo ve todo desesperado.

-Neichdell, ¿qué sucede? ¿Quién es ella?Le responderé más tarde, pero por favor, ¡ayúdela!

El doctor la acuesta en una camilla y se la lleva a emergencia. Neichdell, impaciente, espera durante un largo tiempo, aproximadamente una hora. Una enfermera se le acerca y le entrega un suéter.

-Estás temblando del frío, toma un poco de café y ponte el suéter.

-Muchas gracias.

Se coloca el suéter, y toma un poco de café. Minutos después sale el doctor.

-¿Está bien? Dígame, ¿se pondrá bien?

Su rostro y su mano estaban totalmente temblorosas debido al frío que estaba haciendo.

-Primero, cálmate, Neichdell. Vamos a salir un rato a caminar, necesitas cambiarte de ropa.

-Tengo en mi auto un cambio de ropa.Está bien, vamos.

Caminan hasta salir del hospital, llegan al auto. Pasa un rato mientras Neichdell se cambia. Él sale del auto.

-Neichdell, te he conocido desde niño. Jamás había visto esta faceta de ti.No tengo mucho que decir, me he sentido extraño todos estos días.¿Te has enamorado?

Neichdell guarda silencio.

-Esta bien, hablemos un poco de la chica.

-¿Todo está bien?

-Tengo una mala noticia, esa joven tiene problemas del corazon.

-¿Mal... del corazón?

Se queda pasmado.

-En los exámenes que se le practicaron, se descubrió que su presión estaba muy alta y que sufría de insuficiencia cardíaca. Su problema empeoró cuando encontramos hematomas que provocaron coágulos cerca de una arteria. Esos golpes le cerraron la misma, impidiendo que llegara la sangre necesaria al corazón. ¿Miré que estaban mojados? ¿Dónde estaban?

Neichdell se queda pensando por un momento. Recuerda todos los golpes que le dieron en la escuela el primer día, se siente tan culpable que se sienta en el suelo muy decepcionado.

-Ella estaba en práctica de natación.

-¿Ella practica natación?

-Sí.

-Lo imaginé, por eso ocurrió su desmayo.

-¿Estará bien?

-Tendremos que dejarla aquí esta noche para normalizar su presión.

Su problema se puede controlar, por ahora. Si deja de tomarse las pastillas que le daré o recibe cualquier tipo de noticia fuerte, puede producirle un infarto en el miocardio y provocar su muerte.

Neichdell estaba en shock por todo lo que estaba sucediendo y los pensamientos que tenía en su cabeza.

-¡Gracias, doctor! Me gustaría pedirle un favor: cuando se despierte, no le diga quién la trajo. Yo pagaré los gastos. Simplemente déjela ir y no le diga nada sobre su enfermedad, dígale que la trajo su entrenador.

.-Entendido.

Desde ese momento, Neichdell cambió su forma de pensar y comenzó a entender que las decisiones que había tomado habían producido un daño irreversible en una persona.

Se queda toda la noche observando a Hana desde afuera. Se dio cuenta de que se había enamorado profundamente de aquella mujer. Por primera vez en sus 18 años, podía preocuparse por alguien más que no fuera él.

Estaba seguro de que Hana era una sobreviviente, y a medida que pasaba más tiempo con ella, sentía la necesidad de estar siempre a su lado.