V

Neichdell llegó a casa, sintiéndose cansado de todo lo que había vivido en el día. Al entrar, su madre estaba sentada en el sillón de la sala esperando hablar con él.

Apenas lo vio, comenzó a hacerle preguntas sobre su tardanza en llegar a casa.

-¿Por qué llegas a esta hora?  preguntó su madre, mientras lo miraba con una expresión de desaprobación.

-Me quedé con los chicos. ¿Hay algún problema?

  respondió Neichdell, tratando de sonar tranquilo.

-¿Ah, sí? dijo su madre, mientras se quedaba pensando y encendía un cigarrillo-.

- ¿Por qué entonces traes una ropa diferente?
- continuó fumando.

-¿Qué dices, madre? ¿Ahora me pides explicaciones?

- respondió Neichdell, sintiéndose molesto.

Regina, su madre, tomó un sobre y lo lanzó encima de la mesa.

-¿Quién es esta chica? - apagó el cigarrillo en el cenicero.

Se levantó y fue por una copa de vino.

Nadie. Simplemente la ayudé, es todo

- respondió Neichdell, tratando de evitar la discusión.

-¿No me digas que ahora haces obras de caridad? - preguntó su madre, con un tono sarcástico.

-¡Puedes dejar de perseguirme! ¿No te cansas de fastidiarme la vida? - exclamó Neichdell, mientras caminaba hacia la ventana.

Su madre se rió y continuó hablando.

Todas las cosas que hago, las hago por nuestra reputación. Lo que representamos debe seguir de pie. Y espero que eso no se derrumbe porque mi amado hijo desea ser buena persona - dijo, con ironía.

-Sí, es de saber que solo te interesa tu reputación. ¡Estoy cansado de ser tu títere, mamá! ¡Quiero vivir mi vida! - gritó Neichdell, sintiéndose frustrado.

-¡No! - su madre le lanzó la copa de vino, golpeando su rostro-. Simplemente - siguió hablando-. Es saber manejar a las personas, fingir que te agrada la gente, pero todo funciona solo para tener más poder. Manipular, ¡it's easy son! Hoy me tocó ir a ver a una familia detestable. El dolor de su casa era repugnante, sin embargo, solo mantuve mi postura - continuó su madre, con indiferencia.

-¿Qué me interesa las cosas que haces? Déjame ir - dijo Neichdell, mientras se alejaba..

-Te interesa, Dice.

Neichdell voltea.

-ya que es la casa de esa niña que ayudaste. ¡Cosas de la vida, no! - se rie-  Su casa es un lugar que quiero.

-¿Sabes que eres cruel y detestable? - preguntó Neichdell, sintiéndose cada vez más molesto.

-Gracias por el halago, hijo. Ese lugar será para ti. Obvio que debo sacarlos para darte lo mejor - su madre se acercó y le besó el rostro donde lo había golpeado, dejando sus labios llenos de sangre.

- Cada día me avergüenzo de ser tu hijo - dijo Neichdell, sintiéndose abrumado.

-Mientras estés conmigo, haces lo que deseo. Espero que te calles y te largues a hacer cualquier berrinche en la escuela. Espero que sea para darte tu lugar y lastimar a alguien - dijo su madre, con frialdad.

-¿Eres un ser humano? Ya ni quiero lastimar a nadie -
sintiéndose cada vez más frustrado.

-No me digas, ¿quieres que te deje en la calle? Lo dudo, eres un niño malcriado - respondió su madre, con desprecio.

-Si pudiera renunciar a todo esto, lo haría - suspiró Neichdell, mientras se levantaba y caminaba hacia su habitación.

Ya en su cuarto, Neichdell se dejó caer en la cama boca abajo. Solo podía pensar en Hana, la chica que había conocido recientemente. No podía sacarla de su mente. Cada vez que la veía, sentía algo en su corazón que nunca antes había sentido.

Pero sabía que su madre no permitiría que estuviera con ella. Todo lo que hacía su madre era para mantener su reputación y su riqueza. Neichdell se sentía atrapado entre sus deseos y los de su madre.

En su mente, Neichdell comenzó a luchar con sus sentimientos y pensamientos. ¿Debería seguir obedeciendo a su madre y mantener su posición social, o debería seguir su corazón y estar con Hana?

La angustia y la tristeza lo invadieron, mientras se preguntaba si alguna vez podría ser feliz. Sabía que tenía que tomar una decisión, pero no sabía cuál.

Las horas pasaron y Neichdell no podía dejar de pensar en Hana. Finalmente, logró conciliar el sueño, pero fue despertado por un ruido en la puerta.

¡Pasen! - dijo Neichdell, mientras se levantaba de la cama.

Era Ilan junto a Jeff, sus amigos más cercanos.

-¿Hey amigo, estás bien? - preguntó Ilan.

-Sí - respondió Neichdell, tratando de sonar tranquilo.

-¿Estás saliendo con alguien? - preguntó Jeff, con curiosidad.

-No, basta de eso. Todos quieren saber de mi vida, como si fuera un libro abierto - respondió Neichdell, tratando de esquivar la pregunta.

-Está bien. Te ves cansado. Por cierto, ¿supe que Hana está en el hospital? - preguntó Jeff, con preocupación.

Neichdell se levantó repentinamente, sorprendido por la noticia.

¿Cómo? - preguntó, alarmado.

-Sí, se desmayó mientras practicaba. Creo que debemos dejarla quieta ya - dijo Jeff, tratando de consolarlo.

Ilan se enojó por la noticia y comenzó a culpar a Neichdell y a sus amigos por lo que le había sucedido a Hana.

Neichdell se sintió abrumado por todo lo que estaba sucediendo y decidió irse a su habitación. Se tumbó en la cama y comenzó a pensar en Hana. Se dio cuenta de que estaba enamorado de ella y que no podía vivir sin ella.

Pero también sabía que su madre nunca permitiría que estuviera con ella. Neichdell estaba atrapado entre sus deseos y los de su madre. Se sentía impotente y triste.

La mañana siguiente, Neichdell despertó al sonido del despertador. Los sirvientes entraron para acomodar su habitación y él se duchó antes de bajar para desayunar.

Sus padres estaban ocupados con sus trabajos y lo ignoraron completamente. Neichdell se sintió abrumado y se levantó para llamar su atención, pero sus padres lo ignoraron y siguieron hablando como si él no estuviera presente.

Neichdell se sintió solo y frustrado. Golpeó la mesa y se fue al colegio.

Al llegar, sus compañeros agarraron a un joven y comenzaron a golpearlo. Neichdell se sintió enojado y triste por la violencia que estaba sucediendo frente a él.

Mientras era golpeado, Neichdell vio a Hana llegar al colegio junto a Samantha. Se escondió detrás de un árbol para mirarla y se sintió abrumado por su belleza.

Decidió poner fin a la pelea y ordenó a sus amigos que se detuvieran. Luego, se retiraron del lugar.

Neichdell se sintió abrumado por las emociones que estaba experimentando. Estaba enamorado de Hana, pero no sabía cómo estar con ella sin desafiar a su madre.

Se sentía atrapado y solo quería estar con ella. Pero sabía que tendría que tomar una decisión difícil si quería estar con ella.

De repente, se dio cuenta de que la vida no tenía que ser perfecta para ser extraordinaria. A pesar de todos sus problemas, Neichdell sabía que tenía a Hana en su vida, y eso lo hacía sentir feliz y completo.

Comenzó a pensar en cómo podría estar con ella sin desafiar a su madre. Sabía que tendría que ser valiente y tomar decisiones difíciles, pero también sabía que no podía vivir sin ella.

La vida de Neichdell había sido una encrucijada, pero finalmente se dio cuenta de que la felicidad estaba al alcance de su mano. Solo tenía que ser valiente y seguir su corazón.