Me hace golpear contra una pared, yo me levanté y me impulsé por esta hasta golpear con mi brazo en su cuello y pegarle contra la pared para luego golpear su rostro y hacer que la pared se rompiera.

Este comienza a hacer que varias cuchillas se dirijan hacia mi por lo que salté y fui esquivandolas.

Me detuve al momento que las cuchillas igual y limpié la sangre de mi boca.

- Lo reconozco, eres fuerte... - Sentí un dolor fuerte en mi brazo - Pero no del todo -

Me miré el brazo y tenía dos cuchillas allí que se clavaban cada vez más. Agarré las cuchillas y las lancé, mi brazo comenzó a sangrar aunque se curó rápido y yo me levanté.

- Es porque si uso todo mi poder destruiré este lugar, y sinceramente... los niños no tienen la culpa de nada -

- ¡¿Te estás burlando de mi?! -

- Si - Aparecí atrás de él gracias a mi velocidad - Lo hago -

Lo golpeé haciendo que atravesara una pared y yo caí al suelo de pie, iba a volver a por él pero me detuve de golpe.

- ¡Mamá! - Miré a Akane como venía con Sasuke.

- Akane, Sasuke - Caminé hacia ellos unos pasos pero al darme cuenta Sasuke usa su rinnegan para intercambiar lugares conmigo y con su Susanoo bloqueó el ataque de un niño blanco gigante.

- ¡____! - Asentí mirando a Sasuke y comencé a correr hacia atrás y preparando el chakra de Jūkira en mi puño.

Sasuke nos intercambió y golpeé con todas mis fuerzas a esa cosa gigante haciendo que cayera al suelo.

Me apoyé en él cuando comenzó a caer y me impulsé dando un salto y quedando junto a mi hija y mi esposo.

- Mamá, que bueno que estés bien - Akane me abraza y yo a ella.

- Te dije que tu madre no era débil - Dice Sasuke y yo lo miré sonriendo con ternura.

Lo agarré y lo estiré hacia nosotras haciendo que se una al abrazo.

Pero nuestro momento se ve interrumpido por los quejidos de dolor del que me trajo aquí. Levanta su brazo y vi una oleada de cuchillas.

- Tsk - Murmuré, el chakra de Jūkira me cubre mejorando mis habilidades y con un simple kunai bloqueé todas las cuchillas para luego agarrar a Akane Y alejarla - Ya vuelvo - Dije sonriendole.

- ¡Acabalo mamá! -

Corrí por la pared y prepararé el atado perfecto y lo lancé hacia él atrapandolo y destruyendo su estómago.

- Eso tienes por meterte conmigo -Dije sacudiendo mis manos.

Sentí que algo comenzaba a absorberme de nuevo. Miré hacia atras y vi a un minino blanco, o parece también el plancton de Bob esponja.

- ¡Akane! - Grita Sasuke llamando mi atención y ella apareció saltando atrás de mi.

- ¡Deja a mi mamá! - Ella golpea al minion y rompe el suelo.

Fingí quitarme una lágrima mientras la miraba sonriendo más ampliamente.

- Orgullo de su madre, ay, crecen tan rápido - Dije.

Nos reunimos con Sasuke y nos dimos cuenta que comenzaban a aparecer muchos más de esos niños con el sharingan. Pero no nos atacaban, sino que fueron hacia el hombre que le destruí el estómago.

Auch, lo dejaron moribundo. Me encanta.

- Mamá, vayamos a casa - Dijo Akane y yo le sonreí y asentí.

Miré a Sasuke y lo tomé de la mano para que nos acompañe.

- Quédate más tiempo ¿Si? -

- Claro - Responde con una pequeña sonrisa.

Akane no lo demostraba pero el brillo en sus ojos y que se agarró el collar la delataron, estaba emocionada de que su padre se quedara.