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Y hoy, vuelve el sol a brillar y su luz sirve para alumbrar el mundo entero, el mundo que ha construido... su mundo; ¿puedes ver al astro rey resplandeciendo? allá en la sima de la colina, allá a la orilla del Egeo, allá debajo del vetusto sauce que pareció resurgir apenas sus cuerpos se unieron en su presencia. ¿Puedes ver su luz cubriéndolo todo?, por ahí, cerca de la montaña que se alza por sobre todo; por ahí en el camino que conduce al bosque al que yo llamó hogar; por ahí colándose por la ventana de aquella sencilla casa cerca de la costa. 

Y la distancia se ha acortado y los ha unido de nuevo, como si eso fuese lo único que necesitaron todo este tiempo y su majestad la luna, los abraza con su manto plateado hasta que absortos del mundo caen entrelazados en brazos del escultor de sueños y Morfeo les recibe afable en su reino mientras talla para ellos recuerdos inefables de sus vivencias al lado del contrario. 

La tristeza ha mudado de sus orbes y el desasosiego se ha disuelto en el beso dulce que han compartido, en el abrazo apretado que le han dado a aquel que de su corazón es dueño; viven, ahora sin preocupación, sin destinos falsos, sin separación, sin más que sus vidas unidas por el camino que no se acaba, que es infinito y sempiterno. ¿Puedes ver la felicidad surgir? allá en sus sonrisas sinceras, allá detrás de los arboles más jóvenes y de los más ancianos, allá  bajo la sombra de un amor que no se acaba, que va a dónde nada termina. 

¿Puedes verlos?, ¿Puedes ver a los dos enamorados pasear de la mano?, dime, pequeño mortal que has venido de mis labios a oír, una historia de amor que ha terminado y sin embargo continua escribiéndose con tinta de fuego en el gran libro, ¿los ves?, allá van, te señalo, subiendo la colina, con el sentir a flor de piel y con el corazón desbordante. ¿Puedes oírlos?, ¿Puedes escuchar las melifluas voces de aquellos caballeros que se aman?,  cuéntame parvo hijo de hombre, que se ha quedado y ha dormido en mis muslos y ha aceptado el cantar de los presagios, ¿los oyes?, allá sobre el pasto de la punta de la montaña riendo, ríen como si fuesen eternos. 

¿A dónde va el amor cuando los amantes profesados han derrumbado todas las barreras? pregunté a los dioses alguna vez, pues aquel cariño provisto apenas de un ápice de futuro no tenía a dónde ir, no conocía rumbo alguno y las piedras del camino lo sentenciaban a morir. Más hoy que ha regresado fuerte y valiente sabe a que lugar van sus trémulos pasos, irán a dónde reina la eternidad y las asperezas de una vida sin porvenir se disuelven en el lago de la pasión. 

El amor va dónde la eternidad y la finitud se juntan, dónde la muerte conoce la vida y la ama más que a nada en el universo, va dónde el caos es orden y dónde el orden es caos, dónde las verdades son ilusión y las mentiras no viven; dónde el cielo y el mar se unen, dónde descansa impasible la otra punta del arcoíris, dónde las voces entonan cantos de delirio erótico,  dónde los dioses consienten los pecados que se transforman en fantasías deseosas de realidad y que de ofensa no tienen más que la pinta.

¿A dónde van los miedos a morir cuando se ven superados por algo más poderoso?, alguna vez quise saber, pues aquellos amantes separados se vieron envueltos por el horror, por el terror de un futuro sin su otra mitad, sin el brillo de sus ojos y sin las ganas de enfrentarse a un mundo del que conocían apenas nada y que les decía, silenciosamente que sus pensamientos estaban equivocados.

Y los miedos van a morir al borde del acantilado del olvido y de los pensamientos muertos que perecen entre las fauces del "no saber", van a morir dónde el limonero crece y tira sus frutos a la tierra que los recibe y los oculta, van a morir dónde la vida no llega, dónde la oscuridad es lo único que existe y el destino pierde su hilo, dónde la muerte espera por los relegados, dónde la vista de los inmortales no alcanza.

¿A dónde va el dolor cuando desaparece?, cuestioné a los cielos una vez pues aquellos amantes jóvenes cuya historia te he contado, volvieronse a encontrar, desvaneciendo la pena en las entrañas del mar, deshaciendo las amargas hieles con besos de miel, arrancando de raíz el suplicio de sus almas arrogándolo lejos sin temor a su regreso. 

Y el dolor va a desaparecer dónde el amor reina, dónde el sol alumbra la penumbra y calienta el helado suelo, dónde la alegría camina de la mano de la harmonía, dónde no hay nada más que el amor eterno que se pregunta ¿a dónde voy?

Fin.

🦁🐂

Ay, este fic de verdad que hizo muchas cosas en mi, desde tomar el lugar de una pitonisa y pensar mucho en Arkhes mientras lo escribía, hasta hacerme reflexionar en varias cosas y no me alargaré tanto, solo quiero decirles que los amo y agradezco que le hayan dado una oportunidad a este pequeño fic de Hasgard e Ilias así como la paciencia al esperar cada una de las actualizaciones, son tiempos difíciles para mi y  escribirlo también me saco del tedio y lo monótono  que de un momento para acá se volvió mi rutina.

En particular agradezco a CourSiren por inspirarme a hacer este fic. 

Dan R

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