Para: Mi amada Lía

Lía, no puedes imaginar lo mucho que te extraño desde la última vez que permaneciste a mi lado. Aunque el solo recuerdo tuyo me haga añorarte cada día más, no te preocupes porque recuerdo claramente tu promesa y te esperaré hasta que nos encontremos nuevamente, solo espero que no te apartes como cuando eras pequeña. Ansío verdaderamente volver a ver tu rostro sonriente que da calma a todos mis pensamientos.

Lía, ¿recuerdas cuando nos conocimos por primera vez? Tal vez no porque los humanos no guardan en su memoria los recuerdos por mucho tiempo, pero yo sí y lo haré hasta el fin de mi existencia. Aquella vez eras tan pequeña, te encontrabas merodeando cerca de mi árbol favorito, hasta que subiste por las ramas y casi caes de una gran altura, de no ser porque te ayudé a descender con el viento que traían las hojas. Ese fue el primer momento en que conocí a un humano con un corazón puro que no había sido contaminado por la maldad. Tus ojos eran resplandecientes y con gratitud me llamaste señor hada, a pesar de que te dije que mi nombre era Athium.

Lía, hermosamente recuerdo tu rostro cuando dormías al lado de mi árbol favorito. Ahora me doy cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Siempre decidías ser la hija favorita del bosque, todas las criaturas se acercaban a ti por una inexplicable luz que irradiaba a tu alrededor, incluido yo, que nunca pude apartarme de tu lado, capturaste mi alma para siempre.

Nunca podré olvidar tu mirada tan cristalina, en tus ojos que siempre decían la verdad. Me gustaba tanto la calidez de tus abrazos y seguirte, sostenerte para que no desparecieras a pesar de estar presente a mi lado.

Ahora sé que ya no estás, que tu alma ha sido libre hasta que nos volvamos a encontrar.

Lamento mucho que suene impaciente, pero ansío profundamente tu visita para que puedas leer esta carta, la última carta que te he escrito a tu espera, como la primera que escribiste para mí.

Dejaré esta carta en las raíces de nuestro adorado árbol, del lugar en donde nos conocimos y en el que expresamos nuestros sentimientos por primera vez. De no ser por ti, nunca habría descubierto lo que significaba tener alguien especial que permaneciera sinceramente en mi corazón.

No dudo ni nunca dudaré en decirte de todas las formas que existen, lo especial que eres para mí y lo mucho que anhelo tu regreso. Aunque no me reconozcas en nuestro encuentro, yo nunca me olvidaré de ti.

Hasta siempre, mi amada Lía.

De: Tu amado Athium, el hada que se enamoró de una humana.