Para Jimin: 

Las estrellas se alinearon el día que llegaste. 

Vi como los pájaros cantaron cuando tu dulce voz salió de esos labios pomposos que posees. 

Me pregunto, si alguna vez tendré el honor de escuchar tu voz dirigida a mí, digas mi nombre con ímpetu, y me puedas ver con esos luceros. 

Solo espero que tengas un bonito día. 

Como siempre te he dejado un chocolate para endulzar tu corazón aunque sea un poco. 

Una rosa blanca en signo de pureza porque solo un Ángel como tú puede tener ese honor de tenerla. 

Y estas palabras esperando no incomodar, y provocar aunque sea una sonrisa en el papel. 

Jimin terminó de leer, aunque al principio si lograba incomodar ahora sólo suspiraba emocionado. 

Hace seis meses inició esta bonita forma para enamorar su corazón a ese bello ser anónimo. Jimin tenía una corazonada pero a veces parecía que le fallaba. Tomó el chocolate y lo comió, la rosa se la guardó. 

Sería un bonito día. 

Gracias por leer.