Capítulo XXIV: Sableye

Pokémon y sus personajes no me pertenecen, esta historia no tiene otro fin más allá de entretener.

PARA EL HOMBRE QUE LO TIENE TODO

Capítulo XXIV: Sableye

Unas horas después, habían recorrido toda la zona en búsqueda de una joya digna de Serena Gabena, tan quisquilloso fue la elección del azabache que el rubio había caminado desde la base y toda la zona al menos cuatro horas, habían llegado muy de madrugada, ahora el movimiento era atroz, muchas personas, muchos pokémon, mucha venta de objetos, pero finalmente había alcanzado una tienda muy laboriosa, con grandes grabados, con muchos detalles finos, allí, había escogido el anillo perfecto, por lo tanto, victorioso, con un anillo de compromiso y dos pares para el matrimonio, triunfante miró al rubio que de la fuente de agua en medio de aquellas calles de tierra recogía el líquido vital, en una cantimplora café, llenó las dos.

-¿Cuál elegiste? - preguntó Clemont entregando su respectiva cantimplora

-Confío en que Korrina tenga un toque femenino mejor que tú - le sonrió dando un sorbo y emprendiendo el viaje - y agradezco a la tecnología por permitir enviar fotos -

Ante eso el rubio sonrió revisando su teléfono, con ayuda de Korrina en la distancia en quien confiaban que no diría nada, lo cual ambos sabían que no duraría porque Bonnie sería la primera en enterarse, luego su papá, luego Max, luego May y Dawn, en fin, una cascada de personas, pero con suerte el chisme sería lento y le daría tiempo al moreno de encontrar cuándo decirle a la peli miel, por lo menos un par de meses.

-Gracias Cariño - envió Clemont hacia la rubia y guardó el aparato

El camino a la base fue llenado por una tormenta de arena leve, avanzaron un par de horas, con ayuda del GPS y se encontraron ya en las instalaciones, al ingresar, Ash y Clemont fueron a alistar sus cosas, les quedaban un par de horas para poder partir hacia la zona de misión, usarían la oscuridad de la noche para poder escabullirse, la situación estaba crítica.

Mientras preparaban su equipo el rubio empezó a escuchar un sonido desde el casillero de Ash.

-Maldita sea - exclamó el moreno

Era un choque muy extraño, como si dos cucharas golpearan rocas, por lo mismo se acercó, su compañero tenía casi todo listo, pero no podía cerrar el chaleco o acomodarse bien las botas con su brazo metálico.

-¿Todo en orden Ash? -

-Me duele - señaló su muñeca prostética - carajo no puedo moverla bien, siento como si estuviera rota o algo -

Ante eso Clemont le hizo un ademán a que le diera su brazo, al ponerlo en la luz notó el problema.

-El material de la wolframio tiende a calentarse o enfriarse sin cambiar, pero debe separarse a niveles específicos o sino su concentración causaría demasiada fricción, si las reemplazas en las uniones con donanita podemos conseguir movilidad casi humana y no tendrías que soportar el polvo dentro, es más, tenemos donanita en materiales de PSF -

Ante eso el rubio agachó un poco la mirada sonriente

-Ash ¿Puedo mejorar el modelo del profesor Oak? - preguntó sonriente

Ante eso, Ash volvió algunos años, a Kalos, donde habían jugado con tantos experimentos, le sonrió.

-El futuro es ahora gracias a la ciencia -recordó retomando nuevamente el paso - vamos llamaremos a Gary, debe estar dormido, me encantará despertarlo y quizá puedan hacer algo bueno, !Vamos¡ -

El rubio recordó sus años de viaje, era bueno volver a inventar, aunque fuere sobre un modelo de alguien más. Le hacía mucha emoción, como cuando ayer fue niño otra vez.

Esa misma mañana, en Kanto

La mañana en Kanto rompe la llanura del pueblo, con mucha serenidad acaba llegando hacia las sábanas e incandescente como sólo el astro rey puede ser, despertó a la chica de cabello dorado como la miel, quien sintiendo su sueño amenazado se movió en la cama, se encontraba agotada.

-mmm- balbuceó al no poder obviar la luz solar en la ventana, las 9 de la mañana según el reloj de la pared, Pikachu durmiendo plácidamente en sus piernas y Sylveon en la otra almohada, como normalmente ocurría. Con cierta pereza la pelimiel rezongó un poco, dejar la cálida cama no era de sus actividades favoritas, pero le correspondía, el día de ayer había realizado todos los trámites que Ash le había encargado, con ayuda de Leaf que vino para la ceremonia y de Gary Oak, no en vano uno de los mejores amigos de Ash.

La fonda y la casa estaban arrendadas, las ocuparían ese fin de semana conforme se había acordado, muchos muebles los regaló a la caridad y repartió varia ropa como el testamento de voluntates de la difunta había señalado, lo demás estaba solucionado ya, había empacado aquellas cosas que el moreno consideraba suyas y sobre las que tenía derecho, algunos recuerdos, fotos, medallas entre varios detalles que cabían en un único bolso de mano, viajar ligero desde siempre era la ley para la peli miel.

Venciendo la pereza la castaña decidió agarrar valor para asearse, cambiarse y finalmente dejar la casa, los nuevos arrendatarios tenían copias de la llave, por ende, ella podría llevarse las originales, delicadamente la pelimiel procuró prender su PokeNav, escuchar el radio noticias de la mañana le hacía gran gusto cuando había buenas noticias.

-Buenos días !Pueblo Paleta!, amanecimos con las noticias más importantes del ámbito nacional, los costos de la gasolina se mantienen para este año, pero el siguiente se aspira avanzar con la modernización de automóviles eléctricos , además el gobierno de Sublera se solidariza con Kiru, la condición que dañó toda la red de comunicaciones -

No le tomó mucho tiempo el poder acabar su aseo personal, por lo mismo estuvo lista temprano, para lo mismo había descendido a la cocina, la radio seguía su programación habitual.

-La embajada de Sublera se encuentra rodeada, fuertes disturbios se presentan en la zona, la ciudad ha sido abandonada por todas las autoridades de gobierno, hoy en la noche se espera extraer al personal de la misma, varias fuentes indican que la tensa situación en la zona ha obligado a varias naciones el alejarse-

Acabando de desayunar, la peli miel tomó sus cosas, estaba algo cansada pero feliz, si Ash podía estar tranquilo embarcado lejos del país ella podría estar tranquila ayudando con algunos detalles, sin esperar nada a cambio, esa era la forma de su ser, por lo tanto, aunque algo ajena a la travesía de su pareja con el rubio en búsqueda de aquel anillo, ella se encontraba ya con todo su equipaje listo, con delicadeza tomó su maleta, dentro de la residencia no había mucho, había usado un futón para dormir, pero no quedaba realmente nada, conforme a la voluntad de Delia todo se encontraba donado hacia la caridad de las personas de Kanto, y, para Serena, no había gesto más noble que aquel.

Antes de partir, había reunido las fotos de Ash y su madre en una maleta, entre su trajinar de ayer pudo comprar un álbum, planeaba conservar para el moreno las fotos y recuerdos de la infancia, claramente ella deseaba crear algunos propios, por eso, el dichoso álbum iba a ser uno grande, que dentro de su bolso ya se encontraba asegurado, así que fue fácil reunir fotos y cuadros, dentro de los muebles no encontró nada importante, más allá de algunas joyas que llevaría a Kalos, el moreno de Kalos debería decidir qué hacer con ellas, probablemente era la última vez que había de pasar por allí, muchos recuerdos para su pareja y aunque todos eran casi felices, era pues menester de Ash el separarse de ello por un tiempo, acabando de recoger lo poco que había separado, procedió a levantar el futón y caminar hacia la puerta, definitivamente dormir en el piso ya había sido cosa de la adolescencia.

Finalmente ya se encontraba fuera del inmueble, con una última mirada sonrió, en su respectiva Pokeball se encontraba Mr. Minnie y Sylveon, Pikachu en su hombro algo triste pero listo para partir, el auto alquilado no representaba problema, al ser Delia esposa del fundador de PSF, su servicio fúnebre no pasó desapercibido pese a la rapidez del mismo, allí, después de asistir con toda la familia, Klaus aseguró el ayudar a Serena pues Ash se iría, debía ir hasta ciudad Verde, el auto ellos se encargaron de llevarlo hacia la arrendadora. En un viaje especial Serena iría en Helicóptero de personal hacia Kalos, aquello le emocionaba, iba a ser un viaje VIP de cierta forma, además vería cómo es que funciona PSF, cosa que si bien Ash comentaba ella sí deseaba conocer por dentro, todo estaba listo, todo en Kanto se encontraba arreglado, y era hora de volver a Kalos.

-Hola mamá - llamó por el Pokenav - estoy volviendo a casa -

Esa misma mañana, en Kalos.

El centro de ciudad Glorio estaba como siempre lleno de vida, el cielo azul, las nubes en su lento paso por el firmamento, la gente en su ida y vuelta, la vida continuaba, los autos, los pokémon, todo en su sitio, y la vida continuaba, ajetreada como siempre. Entre las calles, la luz penetraba fuertemente por la ventana de cristal, en una recamara mediana, acompañada de algunos sillones, unas carpetas y libros en grandes archiveros, se encuentra un anciano siendo atendido por Edward.

-Sí señor Hauer, con esto puede acercarse al departamento de pagaduría, le darán su dinero en breve -

Con una gran sonrisa el anciano agradeció para retirarse con un niño que lo esperaba en la salida, ambos se fueron comentando acerca de un helado que le debía el mayor al menor, con una sonrisa todo estaría bien. Era extraño volver a tener esa sensación, Edward no conoció a ninguno de sus padres, su único familiar directo era Ernest, su abuelo, y ante la idea de volver algunos años en el pasado pudo hacerlo sentir feliz, volteando hacia el reloj de su muñeca se encontró con que las manecillas ya marcaban casi las 12 de la mañana, debía ir por su "esposa".

Dejando su silla de lado se incorporó, su mochila estaba lista, unos cuantos documentos y la computadora, nada más. Con rumbo hacia la puerta tomó la chaqueta de vestir y puso rumbo hacia su destino.

Gracias a la señora McHallen Edward había encontrado algunas personas que necesitaban asesorías y ayudas, en pocas palabras, tenía trabajo. Para su suerte su compañera había sido llamada en el Hospital de la Fundación Cosmarine, de la filantrópica familia Cosmarine, y eso lo traía hacia lo de hoy. Con cierta prisa había puesto rumbo hacia la nueva instalación, sería hoy la inauguración, Stefany estaría con su ropa y uniforme, lo cual era curioso, en otras circunstancias, esta vida, sería su vida en Kiru, lastima que las prácticas que le dieron el título de médico a la pobre castaña fueron en el campo de guerra de Kiru, antes llamado hogar.

Con eso en mente el camino se hizo corto, pudo alcanzar la calle, una cantidad considerable de personas se encontraban mirando como la jefa de la Fundación Æther, una rubia muy alta, con piernas delgadas y una ropa curiosa, de color blanco con detalles negros asumía el podio con unas tijeras, detrás de ella se erguía el hospital, una estructura de varios pisos, ubicado en casi toda la mitad de la manzana, el personal se encontraba uniformado correctamente, entre las primeras filas estaba Stefany, resaldando con Happiny en brazos, definitivamente su corazón no había cambiado, definitivamente su corazón seguía enamorado de quien nunca podría verlo, la tristeza invadió su rostro.

La inauguración no tomó mucho tiempo, la dueña de la fundación era Samina Cosmarine, quien destacaba entre las personas, con ella, la más pequeña debía tener unos 15 años, Rubia, ropa blanca, sonriente con un Vulpix blanco, ¿Blanco?.

Ante eso con una visita rápida a internet encontró las variaciones de Alola y Galar, no tenía problema, después de todo los pokémon variaba mucho hasta en su país, Pyroar salió de su Pokeball para colocarse en el hombro del moreno, quien mientras escuchaba el discurso final se dió cuenta de que ellos debían actuar como un matrimonio, la señora Mcallen se lo creyó, eran una pareja casada que buscaba asentar su vida en esa ciudad, con eso en mente tomó su teléfono y fotografió a la castaña mientras se encontraba en las filas de asientos, sonriente la guardó, se la enseñaría después.

Finalmente Stefany lo encontró entre las personas, con una sonrisa se saludaron, allí notó el problema, ellos no se besaban, un beso en la mejilla por parte de ella, si alguien en casa veía eso dudaría, pero entendía que dentro del corazón de Stefany ocurrían muchas cosas, demasiadas hasta ese momento, por lo mismo, se guardaría esa observación.

-Definitivamente - sonrió ella alzando su puño - !muero de hambre¡ -

Él le tendió su brazo, comenzaron a caminar. Detrás de ellos, la rubia heredera de la fundación se separaba de su mamá, ella se encontraba atareada por la gente, el personal de seguridad de su madre se encontraba ocupado con evitar que se acerquen mucho personas sospechosas, la rubia viendo esa oportunidad y ante la ignorancia de de su hermano mayor también presente se alejó, primero de a poco, finalmente se escabulló entre las personas, deseaba un poco de espacio y atención, volvería luego, no pasaría nada malo.

Con cierta simpleza comenzó su camino, pero no notó dos autos lejanos a su persona.

-Una Cosmarine se mueve - comentó uno de los 3 hombres en el auto

Desde el intercomunicador, una voz fría y grave tomó sitio

-Ve por ella, es parte del rompecabezas, Aether lo sabrá -

Con cuidado, esos hombres se escabulleron hacia la rubia, la misma se había alejado unas cuantas calles, por su frente dos personas la veían fijamente, eso le causó y mala espina, decidiendo dar vuelta en un callejón para retornar, algo asustada cuando volteó echó a correr, había sido un error.

De frente dos personas se cruzaron, eran en total 5 si contaba a los que había visto a su espalda, Vulpix se puso a la defensiva, pero un disparo de taser lo dejó fuera de combate, la rubia había visto caer a su compañero, estaba asustada, iba a gritar con cada fibra de sus pulmones, pero una mano en su boca lo impidió, empezó a patalear, pero fue retenida.

-Objetivo asegura - la frase acabó a medio decirse

Los restantes voltearon, uno retenía a Lillie, Vulpix ya hacía en el suelo, la poca luz que entraba permitía ver a su captor siendo ahogado por el cuello por un brazo, en unos minutos dejó de moverse, y la humanidad de aquel personaje cayó contra el suelo, un hombre alto, moreno, con un traje era quien podía verse.

-Déjenla ir - comentó mientras miraba como el primero de ellos estaba inconsciente.

-Mierda, el cuerpo de seguridad de Cosmarine - susurró, los tres sobrantes empuñaron rápidamente sus armas, unas pistolas de 9mm, eso hizo que el moreno piense un poco, maldijo para sí mismo, si hubieran sido fusiles podría tomar por el cañón el arma, atraer al enemigo, pero los separaba una prudencial distancia de al menos dos metros.

La rubia trató de identificar si era de los empleados de su madre, pero no, nunca lo había visto.

-Retrocede, o se muere - ante eso la rubia sintió el cañón en su cien, estaba helado, había empezado a sudar, estaba aterrada y llorosa, quería ir con su mamá, que su primo Clemont estuviera allí, que estuviera Ash, alguien que la ayudara, pero su única esperanza era un desconocido, que bien podría recibir un disparo por su culpa.

Los demás apuntaron, con una sonrisa cruzó los brazos, el silencio reinó.

-Ahora - soltó

Los demás se asustaron cuanto impactó a su izquierda un sonido, alzaron su armas, en ese momento los dos que se encontraban al final se acercaron entre sí, grave error.

Una figura se movió bastante rápido, los atrapó por el cuello, los retuvo unos milisegundos mientras el moreno corrió contra el que se encontraba próximo a sí, con un golpe en el pecho y la mano libre tomó el brazo, usando nuevamente su rodilla quebró por el codo a aquel hombre encapuchado que le apuntaba hacia segundos, Lillie vio de reojo pues el sonido fue crujiente, y un grito de dolor acallado por morder la propia tela,, atrás la figura rápidamente soltó a los dos, con un golpe seco al de la izquierda lo alejó, y una patada al de la derecha a la altura de la mandíbula, concentró su ataque a la izquierda, con la palma abierta en la base del cuello, con su pierna lo desarmó, y con un golpe seco en el cuello lo mandó al suelo, volteó a su derecha, pateó el arma y con su otra pierna golpeó las costillas, finalmente con sus puños una sucesión rápida de golpes en el pecho acabó entregando al suelo profundo a su oponente.

El último de ellos dejó de apuntar a la cien de la rubia

-Bingo- susurró el moreno acordando la distancia, tomó el cañón del arma para atraerlo pero con la tela de su saco para evitar que tuviera contacto con sus huellas, su codo golpeó el pecho al que retenía a la niña, con prisa la tomó con su brazo libre y una patada en el pecho alejó hacia la chica al secuestrador, ella lo recibió con un codazo en la altura de los omóplatos, para golpear con una patada certera la pierna, haciendo que quede su rodilla en el suelo.

-¿Estás bien? -

La rubia estaba inmovil, pero asintió, tomó instintivamente a Vulpix en brazos, pero no corrió, en eso el moreno tomó por la camiseta a aquel enemigo, pero notó algo extraño, una hombrera, unos ojos azules, dientes en el logo, abrió sus ojos como platos, la castaña lo notó también.

-Niña- ordenó - ve por ayuda, corre, !ahora!-

La rubia asustada corrió la calle, gritando por la misma, en el callejón el moreno vio el escudo pequeño, ese logo, lo reconocía bien.

-¿Quien eres? - preguntó golpeando al enemigo - dime, debes decirme -

La chica notó lo mismo, estaba mirando, por si alguien venía, pero no iba a hablar, ante eso, tomándole un dedo lo volteó con gran fuerza, el grito fue oído por parte de todos.

-Tienes 9 dedos más amigo - soltó el moreno - habla...-

La rubia había corrido un poco, el grito detrás la hizo moverse aún más rápido, aunque no tuvo necesidad, el personal la encontró seguidos de su madre, quien vio su ropa algo sucia e instintivamente la abrazó, Lillie explicó lo más rápido que pudo, poco a poco, ella llevó a su madre de la mano, temía la seguridad de aquel hombre que la había salvado, Vulpix estaba algo despierto,nada herido, corriendo con él en brazos la rubia mayor ordenó ingresar a su personal armado al área, ella y Gladion finalmente, Lillie no vio a nadie más que a los que intentaron secuestrarla en el suelo.

Cuando miró, casi en la esquina, un hombre y una mujer caminaban, ella tenía su bata médica en el brazo, él su saco del traje en el suyo y caminaban en un gancho, intentó identificarlos pero la persona que atrás de ella la salvó no pudo verla, y la poca luz de la zona tampoco ayudaba mucho, aunque el hombre volteó, su mirada era café, cálida, por milisegundos sus ojos hicieron contacto, y, antes de doblar la esquina, él le dio un guiño sincero, la rubia sonrió, eran ellos, pero no pudo decir nada, su madre vino y su hermano, estaban todos para que la policía de Kalos hiciera su trabajo, debía quedar en confidencialidad extrema, así mandó Lusamine Cosmarie.

Esa tarde, Base ONU

Las horas pasaron, Clemont y Ash se encontraban en una tienda cerca de la pista de aterrizaje de las Vtol, el polvo era constante y la luz del sol estaba empezando a escasear por el sitio, en una charla amena las horas se fueron, por el umbral entraron Rose y Michael trayendo unos rifles de asalto.

-¿Cómo va la cirugía? - comentó el capitán colocando sobre una mesa de madera alejada ambos rifles de asalto.

-Estoy por terminar - añadió el rubio colocando con una pinza unos cables en sus sitios, realmente se veía que entre las separaciones del metal rojo había un metal muy flexible, por momentos Ash sentía como si cada nervio de lo que fue su mano se conectaba perfectamente, estaba volviendo a tener todo movimiento normal de su antiguo brazo, Rose tomó asiento dejando de lado también lo que portaba.

-Gira el conector - sugirió mientras daba luz - el nervio de la zona no se encuentra en ese lado, tiene reflejo aquí -

En el teléfono móvil una voz también comentó

-Te dije - era Gary que daba indicaciones desde el otro lado - tienes que evitar también que el carpiano se enrede con los cables, si no podrías cortarle la circulación-

El rubio asintió, el moreno sonrió, Clemont se encontraba totalmente concentrado, con mucha pericia y lentamente a la vez colocaba aquel material, era muy flexible, parecía más cómodo que tener metal rodeando el remanente de su brazo.

-Gary - llamó Ash - ¿Por qué es rojo? -

Ante eso Clemont y Rose alzaron su vista hacia el moreno, llevaba años con la prótesis, nunca había notado aquello o curiosidad había tenido.

-Pues - Gary volvió su mirada al plano - la única forma de fundir el wolframio fue con mercurio, obviamente no tiene componente tóxico, pero el color viene de allí, el abuelo ahora utiliza otra forma para fundir wolframio, están desarrollando prótesis para las personas en conjunto con Orange Development y la sección de I + D (NA: Inteligencia y Desarrollo), pero para su uso civil, patentarlo fue un dolor de cabeza -

Clemont dió un respiro con Rose, habían terminado retirando todo el material, habiendo dejado descansar el brazo sobre la mesa en unos pocos minutos más pudo dar por terminado sellando el metal con la textura de la donanita, al moverlo la sensación era muy humana, demasiado humana y eso, al azabache le encantó, sonriente agradeció a todos, siendo que Gary se despidió de la llamada.

Habiendo dado por terminada su labor, Michael los llevó hacia la zona de tiro y práctica, donde les entregó los fusiles de la mesa que había llevado.

-Parte del gobierno de Sublera, desean que probemos estas cosas, se llaman AN-94, tiene un mecanismo muy interesante -

El peli azul se colocó en el filo de la zona para apuntar, disparo por ráfagas pero en vez de alzarse el arma conforme a su retroceso su cañón retrocedía, mitigaba el retroceso dentro de la cámara de gases para expulsar la fuerza sobrante, era impresionante en cierta medida.

-Estas muchachas vendrán con nosotros - todos asintieron tomando una, la noche estaba cayendo, se estaba cerrando el cielo, las Vtol llegaron, era hora de partir a la embajada.

Esa noche, en Kalos

-¿De verdad? - preguntó la peli miel mientras llegaba a casa, estaba dentro del domicilio, había llegado hace unas horas, recibió una llamada urgente de Bonnie, quien de mano de Lillie se había enterado de lo acontecido, le comentaba a Serena, quien haría de su secreto una piedra para tumba, pocos estaban enterados: Ash, Clemont, Korrina y obviamente los implicados principales, Serena siguió la charla, mientras por la ventana podía ver cómo sus vecinos salían hacia la carretera, en medio de aquella noche letárgica, el par llevaba una mochila al hombro, y sin más empezaron a caminar

En la calle, el par estaba con rumbo definitivo.

-Eran hombres de Sableye, el maldito Sableye - comentó por lo bajo la chica - Odiseum en Kalos, demonios, debemos apresurarnos -

Ante eso él asintió, sin saber que desde la ventana la chica mientras tomaba asiento con los pokémon para darles la comida los miraba, algo recelosa, Bonnie del otro lado seguía con la historia, pero finalmente, desaparecieron en la mitad de la noche.

Esa noche, en algún lugar cerca de Alola

Casa segura, un sitio donde las personas pueden estar valga la redundancia, seguras, pero no fue el caso, era una vivienda de madera, con pocos ocupantes 5, uno de ellos estaba en un computador, mirando fijamente los datos, escribiendo ocasionalmente, el mar de Galar estaba calmado, el poco ruido, era sencillo, una casa segura en medio del paraíso del continente, trabajo fácil, los hombres eran parte de la inteligencia conjunta del gobierno de Sublera con la división de PSF.

La puerta reventó, armados ingresaron, le quitaron rápidamente la vida a sus ocupantes, fue una danza macabra de cuestión de segundos, finalmente, encapuchado, con una máscara de gas, entró, su piel blanca relucía sobre sus ojos oscuros, negros como la sangre que se escurría ante la falta de luz, mirando los datos, el tablero, sonrió

-El viejo Bolt intenta resolver el rompecabezas - tomó una de las tantas fotos intentando enlazar la presencia de tantos matones en las regiones, de contrabando pokémon, de secuestros, con cierta tranquilidad miró a sus hombres en firme ir a retirar al que no pudo abandonar ni su soda ni su estación en el computador. - sin saber, que él mismo es una pieza....-

Ante eso, con un gesto, el equipo procedió a limpiar, finalmente se acercó a la soda, se retiró un momento la máscara para respirar pesadamente, con un sorbo a la misma aspiró el aire salado del mar, del frío que hacía en Galar, llegando hasta un dato interesante más, quien se encontraba en el suelo se movía, algo pesado, pero se movía, dejando de lado la soda lo miró, intentaba alcanzar su arma, ante eso sólo sonrió, el encapuchado se colocó la máscara que le cubría únicamente la boca para respirar mejor, colocó el revólver en la cabeza, y sin más, un solo disparo, rompió la noche plutónica, acabando así con el último hombre de la casa mal llamada segura.

-Iré por ti, Bolt, espero la memoria de Niko siga siendo tan cruel como sus acciones -

CONTINUARÁ

Este personaje nuevo es el antagonista principal, y déjenme decirle que aún no tiene nombre, se escuchan sugerencias amigos. Dejen sus comentarios, reviews y votos si les gustó, saludos a todos.

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