Capítulo XII: De Tardes Negras
Para El Hombre Que Lo Tiene Todo
Capítulo XII: De Tardes Negras
El tiempo no se detiene ni por nada ni por nadie, y así, va avanzando en un reloj que día a día marca una misma hora, pero no es ni aproximación del día anterior, y tampoco se parecerá en nada al día de mañana.
En ciudad Luminalia todo transcurría con normalidad, la tarde daba el mismo baño letárgico de siempre, y ahora en el bosque vemos a tres rubias caminando con una alegre sonrisa y un canasto de bocaditos bajo su hombro el cual se encuentra totalmente vacío.
-Un buen día de campo- sonrió la mayor de todas Korrina
-Pues- Bonnie la más pequeña del grupo miró las migajas en su ropa- No podría quejarme, pero se me hace raro que alguien cocine y no haya sido ni Serena ni mi hermano-
Lillie con su sombrero en mano sólo se detuvo a respirar mientras en el horizonte se contemplaba la ciudad erguida en su poderoso esplendor la ciudad y con una sonrisa en su rostro miró a sus acompañantes.
-no sé qué podría pedirle a la vida, pero definitivamente..- sonrió- los paisajes de casa son maravillosos-
Lillie extendió sus brazos mientras que el aire de la tarde revoloteaba su vestido blanco y los pokémon hacían sonidos ya muy lejos, ya muy cerca, ya muy silencioso o ya muy alto su ruido que se mezclaba en un mosaico de emociones y ruidos cuyo fin único y verdadero era mezclarse con la naturaleza, el llano se movía despacio, y Bonnie junto a Korrina miraban a Lillie.
Korrina sonrió tranquilamente, su vida junto a su abuelo y a Clemont y a los demás era ahora relajada y tranquila, en su mente estaba una duda que nunca pudo subsanar. Rápidamente alejó las ideas de su cabeza y procedió a disfrutar de su vida allí.
-bueno..-Bonnie lentamente dobló su espalda y se acercó a Lillie- ¡Juguemos!-
De un salto Bonnie derribó a Lillie quien lejos de enojarse se volteó tomando a la rubia en sus brazos y empezando a rodar, Korrina se les unió en ese juego que arrancaba risas a todos, al final, las 3 eran familia después de todo.
Luego del juego las 3 quedaron tendidas mirando el cielo diáfano que iba coronando el tomate del borde de la tarde.
-Saben- Lillie se levantó y les sonrió- estar con ustedes es como….tener a la mejor familia del mundo-
Cierto tono nostálgico se notaba en la voz de Lillie, por eso, Korrina preguntó con cierta pertinencia y eligiendo bien sus palabras.
-¿Todo en orden Lillie?-
La rubia sólo suspiró
-Es que hace ya…12 años mi papá Claude murió, antes me daba mucha pena el recordarlo, ahora, me siento….feliz de tener con quién recordarlo…-
Bonnie asintió abrazando a Lillie
-lo lamento Lillie- soltó Korrina- No sabía…-
-Tranquila Kori- sonrió la intermedia- mi papá murió en una guerra contra el país Katorucachi, en Alola-
-¿Deseas contarnos?- preguntó Korrina
Lillie asintió
Flashback
Hace 12 años.
Isla Melemele; Alola
El antiguo paraje de Melemele arde recubierto de fuego, mientras en la costa se produce un intenso bombardeo de la escuadra Yamato del Ejército Imperial de Katorucachi mediante el uso de barcos cuyo objetivo era establecer una cabeza de playa en el archipiélago de Alola con el fin de aligerar el camino que permitiría avanzar sobre Kanto y luego las demás regiones de Sublera.
Era el 4to día de resistencia donde una escuadra de infantes de marina de Kalos habían acudido a atrincherarse en la playa que se veía fortificada por un muro de contención a pocos metros de la escuela, que se vio convertida en un fortín militar.
3 helicópteros llegaban a la zona mientras el bombardeo azolaba la playa.
-Marina de Kalos solicita permiso de aterrizaje, cambio-
-autorizada, ¡apúrense!-
Los 3 vehículos aterrizaron y de ellos la escuadra de marine salió con sus FAL FN listos y apuntando mientras detrás de ellos se bajaban provisiones para la larga resistencia que se planeaba. Entre el movimiento, al frente, en los bunkers que se tenían previstos para defender frontalmente se encontraban apostados y con una vista privilegiada de las acciones entre la marina imperial del país invasor y la pobremente equipada armada de Kanto base naval Ciudad Celeste.
-Staravia- ordenó un rubio que era el servidor de una ametralladora MG 42 de la segunda guerra pokemundial- vuelva al comando y avisa que no hay novedades aquí, pero necesitamos refuerzos los antiaéreos no tienen personal y carecemos de mucha munición-
El pokémon salió rumbo al comando mientras que el destacamento esperaba.
Sublera atravesaba por una situación económica que granjeaba poco a poco una elevada inflación. El ejército de cada región contaba con su propia armada, aviación, y servicios especiales. Sublera hace ya casi más de 70 años había tenido un ejército poderoso que se extendió mucho por el continente a la fuerza.
Finalmente fueron doblegados y obligados a detenerse, y luego de muchos conflictos Sublera se volvió una potencia económica en la post guerra. Actualmente estaba enfrentándose a un país enemigo en más de 70 años, y su ejército hacía monumentales esfuerzos pues post guerra las Naciones PokeUnidas le obligaron a disminuir su número de efectivos.
La Gloriosa Armada de Kanto había conseguido frenar a la del país agresor, pero aún así se esperaba muchísimo de esta generación.
Un hombre rubio con ojos azules miraba todo con su fusil HK 33 de producción nacional, su nombre era Claude Bolt.
Mientras esperaba en la banca mirando afuera con cierto pesar recordaba en su mano el collar que contenía la foto de su hija y de su esposa Samina y Lillie respectivamente.
-Claude…- se acercó un compañero- llegaron los refuerzos, dicen que una división joven nos relevará-
-¡¿Qué?!- exclamó sorprendido- ¿Una guarnición de voluntarios aquí?-
-Bolt- el rubio de la ametralladora se acercó – necesitan a la unidad en otro puesto, según parece Ciudad Shalour fue ocupada, un desembarco, necesitan refuerzos experimentados para una contraofensiva-
Claude se sorprendió
-¿y…?- esperó
-Dejaremos Alola, no podemos dejar que el territorio continental sea ocupado, asegurado éste, nosotros volveríamos-
Claude bufó
-¿o sea que dejarán morir a la guarnición?-
-No exactamente- corrigió el superior- esperamos ayuda de la unidad Fallschirmjager (alemán= Cazador paracaidista) de PSF-
Claude miró sorprendido
-¿La unidad aerotransportada?-
-Esos mismos- soltó el primero de todos ellos-
Claude sonrió mientras se levantaba, al fin podría ir a casa un momento, pero cuando miró por la ventana.
-¡Abajo!- gritó lanzándose al suelo con los demás
Una sórdida explosión ocurrió afuera y la tierra y arena volaban
Claude se sacudió para observar a sus compañeros corriendo y los novatos ingresando asustados, con cada bomba sus manos temblaban, y sus nuevos FAL poco a poco se iban llenando de la tierra que caía de la estructura.
-¡Rápido! – ordenó el capitán de la resistencia- muévanse todos a sus posiciones, necesito a los artilleros, rápido que Staravia ya vio la bandada de aviones de ataque, los helicópteros no pueden ser alcanzados es el único medio para sacar a los heridos, ¡Vamos no paren!-
-¡Señor! Vienen por la playa, ¡Desembarco!- avisó el que observaba desde el comando de montaña- ¡desembarco masivo!-
La gente corría y los pobres novatos se colocaban asustados, uno de ellos con cabello negro sonrió asustado.
-Un buen día para morir- soltó el peli negro-
Poco a poco los vehículos anfibios se venían interceptados por las balas de los defensores mientras que la supremacía aérea se debatía entre las fuerzas aéreas imperiales y las de Kanto, que poco a poco montaban un bárbaro espectáculo en el cielo cuyo colorido marcaba el avance del espectro de los aviones cuyo choque y disparos demostraban la intensidad del asunto.
El agua se empezó a teñir de sangre mientras los pocos soldados imperiales llegaban a la costa y luchaban contra las balas de los bunkers defendidos.
Claude disparaba desde su sitio, con su confiable G33 y poco a poco, tiro a tiro en su pecho se cultivaba un sentimiento raro, los cuerpos empezaron a ocupar la playa, pero el bunker no quedó salvo, las bombas en los costados cobraron la vida de unos cuantos desprevenidos que perdieron la vida. Naturalmente no había tiempo para enterrar a los muertos.
-¡A la derecha!- ordenó el capitán cuando los novatos no avistaron una granada que cerca del bunker provocó que varios de ellos cayeran, unos muertos, otros heridos, otros solo asustados que volvieron a sus armas cuando la conmoción pasó.
El asunto se prolongó varias horas, pero pasó lo inevitable.
Por la montaña la operación de los imperiales consiguió hacer retroceder a los defensores que no se fueron sin causar muchas bajas y sufrirlas de igual manera.
-Maldita sea- el comandante miró a sus soldados- ¡Todos a la escuela! ¡llamen a la base aérea! Rápido, rápido-
Antes de salir una bomba cercó a Claude y 5 hombres allí sin posibilidades de salir del Bunker.
-¡Rayos!- gritaron retomando las ametralladoras- ¿qué hacemos?-
Claude miró su collar, el cañón de su G33 estaba demasiado caliente, pero aún así retiró el magazine ya vacío y y mantuvo su postura mientras las balas silbaban e impactaban contra el muro.
-¡Claude! ¿Qué mierda hacemos?- gritó su amigo.
Claude tomó aire, miró su collar una última vez y sonrió a sus amigos.
-¡DISPARAR!- Ordenó -¡y espero que sepan pelear a golpes porque aunque sea con mi bayoneta evitaré que esos desgraciados se acerquen! ¡Nuestras familias miran! ¡Que estén orgullosas!-
Con fuerza renovada la lucha continuó, las balas de los fusiles se agoraron y los únicos disparos de las pistolas de mano dejaban en claro que estaban solos. En la escuela ya no se escuchaban sonidos de una escaramuza, hasta que a la puerta posterior del bunker se escuchó un tanque ligero que apuntó a la puerta y de ellos hablaron.
-¿quién es el comandante de la defensa? ¿Qué no vieron que su división entra retrocedió al centro?
Todos se miraron asustados, Claude sacó su pokebola y de allí salió un Vulpix
-Llévate esto contigo y dáselo a Lillie- ordenó en voz baja mientras sus compañeros liberaban a sus pokémon y les daban sus pertenencias preciadas, los pokemon escaparon por las gritas pequeñas del bunker y de alli por la playa cubierta de cuerpos y cadáveres que con el oleaje se tiñó de rojo.
-Yo, teniente Bolt- respondió Claude a través del concreto que era lo que lo separaba del cañón del tanque.
-¿Por qué atrincherar una división entera?- le preguntaron.
El tanque y la escuadra de hombres miraba con su M16 en alto esperando ordenes, dejando un nada despreciable espacio entre el tanque y el bunker.
-Coloquen cargas c4 en la parte de la derecha, saldremos a matar- ordenó Claude
Era un suicidio pero todos asintieron, sonrientes de que su destino final sea morir en la lucha.
-Somos 6 hombres conmigo- respondió Claude
El ejercito se impresionó
-¿y por qué no se rinde ahora?-
-Porque…- Cargó su pistola y dio la orden- prefiero morir de pie que vivir arrodilla-
Explotó el C4, y los defensores salieron cargaron contra el superior escuadrón que no le fue muy dificil eliminar a 6 hombres con pistolas de combate, Claude cayó ahí mismo, mirando al cielo, y observando como varios aviones de transporte dejaban ver a los paracaidistas, los Fallschirmjager habían llegado.
Una ladeada sonrisa llegó cuando estiró su mano para mirar y decir.
-Meyer…- acto seguido murió con su arma en mano, una sonrisa en el rostro y una leyenda en la historia.
Dentro del avión un castaño miraba con su FG42 preparado.
-Claude…- algo sentía Meyer, y algo, ese algo, era que su hermano, murió como héroe.
Fin Flashback
Korrina escuchó atenta como Lillie sonreía y acaba su relato enseñando el collar de su padre.
Korrina no dijo nada, se acercó y le sonrió
-Debe estar orgulloso-
En ese momento las rubias sonrieron y se levantaron, Korrina cargó a Bonnie que quedó dormida en su espalda y miró a Lillie sonriente
-Es hora de volver a casa-
MÁS TARDE ESE MISMO DÍA EN CIUDAD GLORIO
La noche lentamente coronaba los rincones más extensos del cielo, y allí un joven de cabellera negra, alto, con un pikachu en su hombro caminaba rumbo a su casa, a paso lento, poco a poco y por las intrincadas calles miraba la belleza de la calma del parque central, de los pocos niños que aún jugaban con sus pokemon bajo el ojo vigilante de madres y padres.
Las cosas no iban muy bien, pues Ash sin necesidad de buscarlos vio como a cada paso el número de efectivos de policía había sido por lo menos duplicado dentro de la ciudad, y muchos de ellos usaban escopetas y subfusiles, el problema era ahora mayor.
Las agrupaciones criminales habían empezado prácticas más peligrosas, secuestros, robos, sicariato pero con asesinos profesionales.
Los efectivos azules poco o nada pudieron hacer, y pese a que los esfuerzos de los cuerpos de seguridad eran masivos nada se lograba y lo que se conseguía terminaba con los efectivos en una balacera contra enemigos que portaban fusiles de asalto, carabinas de combate y demás.
El ejército de Sublera principal entidad del gobierno de las regiones empezó la llamada Operación Mercurio Rojo, la cual, terminó con una guerra sin cuartel en alta mar. Los infantes de Marina de Kalos habían destacado por su lucha sin cuartel en el estrecho de Alola, como hacía muchos años.
Ash volvía a su casa, pero ahora la palabra tenia mas sentido que nunca, con flamantes 18 años, Ash Ketchum se propuso un reto mayor al que jamás pensó, convivir en el mismo lugar con su novia Serena, sonaba a una locura, y al inicio lo fue, parecía qué él y Serena no podían entenderse bajo el mismo techo, pero poco a poco el modus vivendi de los dos se acopló a la mutua compañía.
Desde hacia una semana estaban en esta situación, ya que su madre Delia, le concedió el deseo de vivir así con Serena para acostumbrarse a lo que sería una vida de casados y vaya que fue algo duro al principio pero juntos se antepusieron. Ash se graduó con honores en la academia de ciudad Gloria como pokemusico y además aprobó sus tutorías con honores, partes de su sueño estaban listas para empezar y el ultimo tramo tambien, aunque las estrellas cobijaban al muchacho y su pokemon una hoja en una carpeta azul eran el significado de que aquel chico caminaba tan feliz hacia su ahora casa, ya que en ella, aprobaba el examen psicológico de PSF
-¡Pikachu! ¿puedes creerlo? Aprobé todos los requisitos de PSF…examen psicológico-
Siguieron caminado a lo que el roedor le contestó
-pika pi (yo estaba ahí)- algo sonriente por su entrenador
-y en 3 días empezaré el entrenamiento para ingresar a las filas de PSF- el ánimo fue sustituido por seriedad- será una prueba dura amigo…pero podremos lograrla-
-chaaaa pika pi (te apoyaré)- soltó la ratita amarilla
Siguió caminando, su felicidad dibujaba una sonrisa que garabateaba la alegría del chico conforme avanzaba, la gente continuaba con su vida mientras que al acercase a una cafetería.
La cafetería tenía mesas en la vereda como distintivo lo cual era lo particular de este café, en el cual un par de ojos azules se despegaron de la carta de comidas para observar el alrededor, y al mirar detenidamente allí estaba su amigo a quien no vio desde hacia mucho.
El cabello y la forma de caminar serían distintas pero las z en las mejillas y el pikachu en el hombro eran lo que distinguía al chico.
-¡Hey!- llamó desde su mesa en el primero- ¡Ash!-
El aludido se volteó y sonrió al reconocer al chico sentando allí.
Con una chamarra azul y blanca Clemont se puso de pie y estrechó la mano de su compañero de aventuras y saludó a Pikachu, quien descendió para saludar a Chespin que estaba a lo pies del rubio.
Después de las formalidades del caso Clemont le invitó a tomar asiento a lo cual el azabache gustoso aceptó solicitando un té al mesero que dejaba la comida de Chespin.
La charla poco a poco fue escalando entre risas y pensamientos los cuales se expresaban en ese ambiente de algarabía.
-¿y como van las cosas en casa? ¿qué tal tu convivencia con Serena?- preguntó el rubio
-todo va bien Clemont, mi vida con Serena tranquila, hemos aprendido a convivir bien bajo el mismo techo, costó un poco pero se logró a pedir de boca, al final, siempre conseguimos este tipo de soluciones, ¿Por qué no lo intentas con Korrina?
-so pese a que yo soy mayor a ti no es algo que desee, y no porque no a Korrina, pero quiero que vayamos despacio con ella, respeto mucho decisión pero mantengo mi postura-
-¿y cuando se van a casar?- bromeó el moreno
El rubio se sonrojó y le dio un sorbo a su bebida para disimular, luego añadió
-¿Cuándo lo harás tú?-
-Algún día- dijo el moreno riendo
-me alegro por ti,- añadió sonriente el rubio al borde la risa
Posterior a las risas el moreno divisó aquel portapapeles de su amigo y tomó un semblante serio.
-Clemont- llamó el moreno- ¿Y qué tal tu prueba de PSF?
El rubio sonrió
-soy apto –
Un grito de euforia acuñaron los dos alzando sus bebidas en son de festejo
-¡Pokemon Sin Fronteras!- fue el coro de ellos
--tengo mis papeles pase todos los exámenes mi vista no fue impedimento- añadió feliz el rubio
Ash sonrió entusiasmado
-¡yo igual! ¡en dos días nos veremos en el entrenamiento!- sonrió
-Ash – llamó el rubio- ¿Puedo pedirte algo?-
El azabache algo extrañado asintió
-Nunca dejemos de luchar para llegar a ser los mejores como lo fueron tu padre y mi tío…-
Ash sonrió y dijo
-¡Nunca nos rendiremos!-
Y se quedaron a tomar una que otra taza de café mientras la vida les traía recuerdos y charlas amenas.
Pero la noche se cernía duramente y las horas pasaron, a lo cual en las afueras se escuchaba.
-¡Listo Sylveon! ¿que opinas? Quedó reluciente ¿verdad?.
La pokemon aludida respondió afirmativamente
Serena se encargaba del aseo esta vez mientras que Ash realizaba su papeleo para ingresar a PSF, el dinero no le preocupaba, su madre se retiró de la academia y ahora ella ocupaba su lugar como maestra de corredores de Rhynhorn y aunque no ganaba mucho era suficiente para iniciar su sueño de vivir en familia, era joven aun así que en hijos no pensaba todavía, aunque en un futuro le gustaba la idea, tendría que platicarlo con Ash pero de a momento Serena encontró todo lo que necesitaba en ese sitio, pero ella no se quedaría allí.
Serena le comentó a Ash su deseo de luchar y vencer a Aria en la clase maestra, ella decidió que mientras Ash salía a PSF ella iría a por las llaves y a prepararse como nunca.
Ash solo se sentía orgulloso de ella, y asintió feliz por su chica.
Serena se sentó en la bella sala que era de madera con muebles cómodos y una chimenea que cada vez que hacia frío Braixen tenía el honor de encender.
Ya cómoda su mano buscó el control remoto y paso seguido prendió la tv para distraerse, podríamos decir que si algo heredó Serena de su madre era el carácter protector, ella estaba esperando a Ash pero ya era noche, y ella sabía que los uniformados de Kalos no podían con tanto problema, algo se escapaba, y la verdad temía que esta noche fuera Ash.
El chico nunca se ausentaba mucho tiempo sin avisar, y la única vez que lo hizo fue cuando tenia que viajar a Kanto para recoger unos papeles al estableces su residencia en Kalos, ella estaba preocupada, cual esposa estaría, lo cual, en su mente le provocó imaginarse muchas cosas, pero el sonido de la puerta la sacó de su letargo cuando vio que Ash llegaba con un paquete en las manos
Serena se levantó y se acercó feliz
-Vaya cariño me tenías preocupada- sonrió ayudándole con los papeles y con Pikachu que cambió de hombro inmediatamente.
-oh discúlpame- sonrió- es que estaba con Clemont y además…-se detuvo caminando a la sala- este paquete de mi madre llegó hoy así que pasé a recogerlo mientras venia, discúlpame corazón – y le beso en la mejilla mientras juntos se sentaban y sus pokemon se acurrucaban alrededor de la chimenea.
Serena miró el paquete y preguntó
-¿Y qué es?-
-no lo sé, esperé para abrirlo juntos- soltó dándole un beso suave procedió a abrir, con cuidado y entusiasmo para su sorpresa tenía delante de él una pokeball con una nota de su madre.
Al tomar las dos leyó:
"Ésto es para ti, era de tu papá y estará feliz de ver al hijo de su mejor amigo, cariños mama"
Ash no entendió el mensaje y una mirada extrañada se encontró con la de Serena que estaba igual, el chico se limitó a mirar la pokeball.
-tranquilo Ash- Serena sonrió- estamos juntos en esto, déjalo salir a ver qué tiene la pokeball-
Ash asintió y lanzó la pokeball.
La luz roja emanó unos instantes que parecían eternos para Ash, y allí frente a sus ojos salió un Arbok que al mirar a su alrededor se desconcertó.
Era como volver a casa, la casa de su amigo, se sentía relajado, pero cuando vio al que lo libero se asustó mucho y se alejo un poco, mientras Ash y Serena se pusieron en pie y alzaron sus manos para evitar asustarlo más, luego el olor de su mejor amigo estaba con ese chico y el Arbok lentamente se acercó mirando con miedo y con nostalgia a la vez.
-¿Arbok? (Nikolai)- soltó el pokémon mientras recordaba que Delia le dijo sobre lo sucedido.
Arbok examinó al chico, era parecido, más joven y aquello en su brazo eran diferentes, pero el pokémon no entendía, hasta que finalmente miró los ojos del chico, instintivamente recordó que esos ojos, sólo los tenía el pequeño hijo de Niko.
Lentamente él se acercó cauteloso, con cierto recelo, Ash mirando esto le dijo
-Amigo no debes temer soy el hijo de Nikolai- confirmando las sospechas del pokémon-….y estoy ansioso por conocerte- dijo de rodillas y estirando su mano.
El pokemon empezó a llorar y se acerco rápido a Ash, se enroscó en su brazo izquierdo a la altura de la bioprotesis y empezó a lamer a Ash tan fuerte que este se tendió en el sillón mientras reía.
Serena se presentó y el pokémon la lamió, a lo cual ella rio y se separó un poco mirando dentro de la caja
"PD: tenia el gusto de enroscarse en el brazo de Niko, así que tengan cuidado”
Serena rio y se le acercó pero al ver que aquella.
El arbok lamio a serena como queriendo disculparse y se le presentó a todo el equipo, el pokemon saludo a sus nuevos amigos y comió con ellos, pero al momento de que todos se acostaron a dormir Ash y Serena estaban en la parte de arriba de la casa dormían juntos en el sentido mas inocente de la palabra, pero abajo se empezó a escuchar un golpeteo.
-Serena- preguntó él en voz baja- ¿Escuchas eso?-
La chica asintió
-Sí- contestó -son como…¿Llanto?-
Ash se levantó y bajo rápido las escaleras al ver que arbok ahora tenia entre su cola una foto de él con su amigo Nikolai.
-Le extrañas ¿verdad?- preguntó Ash poniéndose de rodillas y abrazando al pokémon
Arbok llorando se le acerco y se le enrosco suavemente en la mano prostética
- supongo que hacían muchas cosas juntos…-
Arbok asintió e intento hacer el gesto de acostarse a dormir
-¿dormías en su alcoba?
Arbok asintió
-Tranquilo, ahora eres mi amigo también y puedes dormir conmigo pero no molestes a Serena que ella duerme con Sylveon a sus pies-
Arbok sonrió y al llegar a la alcoba se soltó y se acomodó en un sillón que era su cama años atrás y durmió plácidamente mientras el chico sonreía.
El día siguiente pasó con normalidad y Ash aprovechó para conocer las habilidades de Arbok que era muy veloz inclusive para solo arrastrarse.
El día acabó con Arbok venciendo a Pikachu y luego jugando con él, otro día más a la cuenta, y esa noche todos estaban descansando pero Ash no podía dormir pues pensaba que mañana sería demasiado duro pues empezaba su ingreso a PSF y debía permanecer 6 meses sin salir de la academia mientras era preparado para formar parte del escuadrón de elite llamado PokeDiamond pero Serena se acurrucó con el y logro que el sueño lo dominara.
Mañana sería el día
Continuará.
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