Capítulo I: Un Inicio Un Final
POKEMON y sus personajes NO me pertenecen.
"Abandónese aquí cuando sea vileza, entiérrese aquí cuando sea maldad".
Para El Hombre Que Lo Tiene Todo
Capitulo 1: Un Inicio, Un Final
Hoy Kalos se viste de gala, la final de la liga pokemon a acabado, en el coliseo varias luces acompañan estruendosos aplausos, mientras una figura camina con la cabeza agachada y la mirada perdida dejando atrás aquel griterío que aseguraba que su impresión era verdad, Ash acababa de ser derrotado en la final de la liga Kalos quedando como subcampeón ante Alain. Luego de la ceremonia de premiación.
-"Una vez más aquí me tiene el destino, casi al final del camino y aun así no he conseguido ganar, solamente otra liga más y me quedé tan cerca esta vez, que acariciaba ya mi sueño"- pensaba él mientras abandonaba la arena y salía del coliseo de ciudad Fractal donde se llevó a cabo la final (NA= cuando escribí esto no recordaba la ciudad y como es importante para la historia no lo cambién lo lamento). El pasillo era tan pequeño que le parecía asfixiante, con su amigo pikachu en el hombro apoyó su mano en la pared para poder salir, su cuerpo le fallaba y sus piernas temblaban mientras unas pequeñas lágrimas abandonaban sus ojos cafés y recorrían las morenas mejillas de nuestro héroe, cuyo propio peso le mandó al suelo colocando sus palmas y rodillas para aguantar su peso, el roedor amarillo se acomodó a su lado y le dio un abrazo, pero Ash no sentía nada, dentro solo era un vacío amargo de haberse quedado en el intento, pero sintió una punzada más grande cuando recordó a cierta peli miel que se había convertido en su punto focal de apoyo.
-pikachu- espetó él- no me duele haber perdido- dijo con voz más calmada Ash tomando al roedor en sus manos y poniéndose en pie
-¿pika? (¿entonces?)- alzó la ceja confundido el ya agotado pokemon
-me duele haberles fallado a ellos, y en especial a ella- dijo él mientras volvía a caminar
El eterno pasillo se fue acortando hasta la puerta que dio salida al joven que cuando se encontraba afuera tuvo que colocar sus manos para evitar el destello el sol, el día era cálido, verano tranquilo y momentáneamente el destello de la luz solar le cegó, entonces en una fresca brisa el viento golpeó el pecho del entrenador quien al salir encontró a quienes más necesitaba en ese momento, sus amigos: Clemont, Bonnie y Serena, todos lo miraban, tenía sus manos en sus bolsillos, en un bulto de la chaqueta azul, lo cual significaba que estaba apretando sus puños, Clemont estaba muy preocupado, Bonnie aun siendo una niña pequeña entendía que esto era algo grave, pero sin duda la más preocupada era la peli miel que mantenía sus manos unidas a la altura de su pecho como silenciosa plegaria porque Ash mantenga su compostura y no se vea muy afectado, pero ella sabía que era casi imposible que el chico no este triste, ella también fue derrotada por Aria en la clase maestra para ser Reina De Kalos. El sabor de quedarse a medio camino y tan cerca de la meta era amargo y dulce, como un triste recordatorio de aquel momento. Pero dejando eso de lado ellos se acercaron para darle todo su apoyo al nuevo subcampeón de la liga.
-hola chicos….- saludó con una triste sonrisa que acompañada de una voz quebrada solo fue contestada de una manera, sus amigos se acercaron y abrazándolo le demostraron su apoyo. El calor de ese abrazo envolvió a Ash en su burbuja personal, donde se repetía cada error en la batalla, mentalmente se recriminaba pero fue sacado de sus pensamientos cuando sus amigos decidieron hablar.
-fue una gran batalla Ash, algo que nadie podrá igualar, una hazaña y un reconocimiento a lo duro que has trabajado, aquí demostraste que el trabajo duro le gana al talento natural- dijo el rubio con la sonrisa más sincera
-¡Sí! Ash diste todo de ti- afirmaba la pequeña del grupo- DeeDeene y yo estamos felices de llamarnos tus amigos, ¿verdad DeeDeene?- preguntó al ratón de Kalos mientras este se subía al hombro libre de Ash.
-DeeDeene nene (sí es verdad)- contestó sonriendo el pequeño pokemon mientras saltaba a la cabeza de la rubia
Pero alguien no se separó del abrazo, era la peli miel que apretaba tan fuerte como podía, como si tratara de unir algunos pedazos rotos en el interior del chico. Aprovechando que ella abrazaba por el pecho al entrenador este sintió como el calor le recorría el cuerpo, y como si el frío que reinaba en los pasillos adentro ella se lo quitara, se permitió tomar aire levemente y sintió un olor a frutillas, lo cual le hizo que delicadamente colocara su mandíbula en la clavícula izquierda de ella, la cual al sentir ese contacto sonrió al saber que él se sentía en confianza con ella, pero esta no quiso soltarlo, era verano y hacía calor, pero ella sentía como si el calor de Ash fuese como el suyo propio, era cómodo, aligerado y no sofocaba, entonces ella se separó un poco mientras mantenía sus manos detrás en la espalda del chico sin cerrarlas por completo. Acto que sorprendió a Ash.
-¿Serena?...¿Qué sucede? – preguntó Ash
El abrazo fue roto gentilmente pero ambos mantenían el contacto visual, él pudo apreciar el brillo cristalino de esos bellos ojos azules, las delicadas facciones que convergían con cuidado en la blanca piel de ella. Serena por su parte intentó ver más allá, quiso escudriñar dentro del alma del chico, quiso aprenderse de memoria cada centímetro que admiraba, como reacción involuntaria ambos estando juntos, se sentían bien.
La pelimiel con un leve rubor en las mejillas y una gran sonrisa le dijo – no debes sentirte mal, eres un gran entrenador, y lo de hoy demuestra que la grandeza nace del corazón y no de las medallas, te alzaste como el segundo mejor en todo Kalos y es una proeza, no te sientas mal, ya que nadie más igual a ti-
El chico procesaba las palabras y en su pecho un gusto placentero se despertaba muy lentamente, entonces ella acercó si mano al rostro de él, pero temblaba y estaba temerosa, y cuando faltaba poco se detuvo, cerró fuertemente sus ojos esperando armarse de valor para tocarlo, Ash en cambio sonrió divertido ante el gesto de ella, le encantaba ver el rubor en las mejillas de la chica, él movió su rostro eliminando los escasos centímetros entre la palma de Serena y su mejilla derecha, ella al sentir el tacto abrió sus ojos lentamente solo para comprobar si esa sensación de suavidad era en verdad el rostro del chico, y era verdad, ambos volvieron a cerrar sus ojos levemente mientras disfrutaban del contacto entre ambos, sin palabras ellos se decían todo pero dentro de Ash, más específicamente dentro de su mente se llevó a cabo una batalla mental, o mejor dicho una guerra entre su raciocinio y sus recuerdos, frente a él estaba la niña que antaño en aquel campamento conoció, y ahora los papeles se habían invertido, ella lo ayudaba a él.
-"que curioso es el mundo ¿no?"- pensó mientras en su interior el corazón parecía salírsele del pecho- "Serena…gracias a ti llegué tan lejos"-
Pero de repente en su mente vino un pensamiento nuevo
-"yo quisiera pasar toda mi vida….¿con ella?"- en eso abrió los ojos y tomó la mano de la chica que al sentirlo también hizo contacto visual, él bajo su mano y liberó la de la pelimiel.
Un pequeño rubor en las mejillas acompañado de una sonrisa tierna fue el regalo de Ash a su amiga quien correspondió con un sonrojo muy notorio, pero antes que alguien lo notará el recién derrotado entrenador se dirigió a su amigo Clemont y dijo
-¿Podrías llevar a mis pokemon al centro más cercano por favor? –
-¿eh?- dijo sorprendido el rubio con una ceja alzada
-necesito descansar y pensar- contestó él sonriendo un poco triste –"además necesito saber ¿Qué era eso que sentí con Serena?"-
El rubio entendió, como líder de gimnasio en sus inicios también le costaba entender la derrota, pero el inteligente inventor sabía que una magnitud era perder en el gimnasio y otra más grave caer en la recta final de tu sueño, por no decir que consideraba al de Kanto como un hermano, y sabía que su hermana menor correspondía el sentimiento hacia el moreno, por eso entendida la necedad de privacidad en momentos así.
Ash le extendió su cinturón de pokeballs que el rubio tomó para contestar
-¡Claro Ash! No hay problema, ¿verdad Bonnie?- afirmaba el inventor a su amigo mientras Bonnie abrazaba a pikachu
-¡que gran batalla! Eres muy fuerte pikachu, tanto como Ash lo es- dijo la pequeña rubia sosteniendo al pokemon de Kanto
-¡Pika pi! (¡gracias!)- dijo algo apenado el pokemon amarillo
Ash se separó de Serena y delicadamente depositó su mano derecha sobre la cabeza de Pikachu y con una sonrisa empezó a acariciarle suavemente el pelaje
-Que orgullo amigo, diste todo de ti, y batallaste como todo un campeón, por eso te mereces un gran descanso…- le dijo el y retiró su mano mientras empezaba a caminar sin rumbo fijo.
La pelimiel temía dejarlo ir solo, Ash no estaba en condiciones de conciencia total, estaba aturdido y eso fue demostrado pues aunque nadie aparte de Serena lo notara, Ash estaba caminando de lado, como si en su mente las escenas de la sincronización pasaran ya factura.
-"no puedo dejarlo ir solo, yo…quiero caminar a su lado siempre"- pensó ella y tomó aire para preguntar temerosa
-¡Ash!- llamó en voz alta- ¿Pu…puedo ir contigo?...- preguntó ella tímida de la respuesta
Ash se detuvo al instante, había alto que nunca le contó a nadie, y personalmente él no quería que ella lo viera, en el fondo del alma le dolía pero cada ser humano tiene sus secretos personales que nadie sabe por muy allegado que sea
-me encantaría pero necesito estar solo de momento- contestó mirando como la chica bajaba su mirada lentamente y jugaba con su pie haciendo círculos en el suelo.
-Esta bien….- decía serena intentando disimular su tristeza ante la respuesta.
Ella se propuso mejorar para poder caminar al lado de Ash, pero parecía que mientras ella mejoraba él le sacaba aun más camino.
-"a pesar de todos mis intentos, siempre ¿caminaré detrás de ti?"- pensó ella pero sintió una mano en el hombro.
Al alzar la vista sus orbes azules se toparon con los café del chico que le sonrió muy tiernamente y ella se volvió a ruborizar
-"me encanta verla así"- pensó divertido Ash- "pero Serena camina delante de mí, porque ella sin saberlo a sido un motivo muy fuerte en este viaje…debería recompensarle por su dedicación conmigo…¿Qué podría ser?...¡ah ya sé!"- dedujo él y sonrió
-sabes- él la tomó del mentón y se sacó su gorra con la mano libre- luego de descansar te prometo llevarte a donde tú quieras, ¿te gusta la idea?- culminó muy entusiasta él esperando la respuesta de ella
Para Serena el mundo se paralizó, técnicamente Ash le estaba pidiendo una cita, aunque muy en el fondo ella pensaba que quizá Ash no tenía muy claro el concepto de cita pero también le alegró, el chico que más le importaba demostraba estar preocupada por ella, y más que todo él estaba dispuesto a compartir con ella algo que ninguno de los dos recuperarían, tiempo.
Por su parte Ash estaba en una nube de dudas, y su mano le temblaba un poco mientras intentaba discernir sus ideas correctamente
-"realmente"- pensó él mientras admiraba a la chica frente a él-"me encantaría pasar tiempo contigo, contarte todo y dejar esa carga, pero primero debo esclarecer ideas, ¿Qué es este extraño sentimiento?, nunca me he sentido así, este calor en el pecho y mejillas, y mi corazón acelerado, yo quiero caminar junto a ti pero ¿en que manera?"-
Mientras Ash estaba en un mar de ideas Serena solo sintió un golpecito en su pecho que se incremento cuando Ash la miraba fijamente regalándole una sonrisa sincera y la mano derecha del entrenador se posaba en su hombro, su mano era grande, y al tomarla ella se sentía segura de sí misma, ella sabía que sentía algo, y levemente se imaginó caminar al lado de Ash, ¿Cómo sería tomarle de la mano? Y recordar el campamento, ese día donde para ella todo cambió, entonces sintió como el calor invadía sus mejillas y el sonrojo masivo vino a continuación, acción que no pasó desapercibida por el resto del grupo.
-me- ella tragó saliva mientras sonreía muy tiernamente- encantaría-
-"Un segundo…"-analizó el inventor con cuidado- "Serena…¿esta sonrojada?...vaya"-
-"cuando salió Ash lucía muy mal, como si el mundo se le viniera encima pero desde que Serena le dio ese abrazo luce mejor, y ambos están sonrojados ¿acaso ellos?"- maquinaba la pequeña Bonnie mientras sostenía a un ya dormido pikachu.
Los pensamientos de los hermanos eran similares y al cruzarce las miradas de Bonnie y Clemont notaban que el otro especulaba lo mismo, en un movimiento la rubia menor tomó a su hermano con una mano.
-chicos nos adelantaremos para que ustedes charlen sobre su cita!- comento Bonnie mientras se alejaba tomando con una mano a pikachu y jalando a su hermano con la otra para darles privacidad mientras los hermanos charlaban de lo propio.
Saliendo cada quien de su burbuja se dieron cuenta que sin rodeos, ellos acababan de pactar una cita, en teoría involuntariamente Ash invitó a la ojiazul a una cita.
-¿una…ci…cita?- dijeron apenados al unísono los dos mientras a unos metros de allí se detuvieron los rubios dándoles privacidad
-tú tambien lo notaste ¿verdad?- pregunto la pequeña mientras su hermano afirmaba con una pícara sonrisa
-Sabes Bonnie- llamó él- quizá el destino es curioso pero siempre te da algo y te quita algo- dijo sabiamente él
La rubia menor no entendió ese tono filosófico de su hermano mayor así que como toda niña preguntó
-¿Por qué lo dices hermano?- dijo ella espetando atenta la respuesta con pikachu en sus brazos y DeeDeene en su cabeza.
-Hoy se le escapó de sus dedos un sueño a Ash- empezó la explicación- pero parece que al fin su sentido común y más importante su corazón ahora laten distinto, como si se hubieran acoplado a los latidos de alguien, de Serena- dijo él sonando muy tranquilo y feliz
A la niña desde hace tiempo se le hacía obvio, pero escuchar el razonamiento de su hermano, y con un leve chillido propuso
-deberíamos unirlos…¿no?, es decir, ayudar a que se confiesen-
El rubio sonrió mientras asentía afirmativamente a la pequeña con el DeeDeene
-la pregunta es…¿como?- dijo mientras acariciaba su barbilla con su mano y guardaba las pokeball de Ash en su mochila con la mano de Aimpom
Mientras tanto Serena y Ash se habían despedido y la pelimiel corrió donde los rubios que habían inconscientemente empezado a caminar. Ella en sus pensamientos debatía sobre Ash y ella.
-¡chicos! Espérenme!- decía la pelimiel mientras se acercaba con sus amigos.
Los rubios al ser sorprendidos detuvieron la plática tan repentinamente que la pelimiel pudo percibir la acción
-¿Qué sucede?- preguntó ella
Nada serena- rio nerviosa Bonnie mientras una gotita estilo anime recorría su frente y movía sus manos negando todo
-bueno vamos- dijo Clemont serio tratando de ocultar sus pensamientos sobre cómo ayudar a sus amigos.
Si vamos- Decía Serena mientras empezaban su camino
-"una cita…¿con Ash?...¡Genial!"- mentalmente la performance gritó y lo exteriorizó con una sonrisa y un sonrojo extenso
CONTINUARÁ
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