Viernes, 24 de Septiembre 1976
—Creo que fue una buena idea venir. —Digo mientras buscamos lugares.
Pandora y yo estamos vestidas de pies a cabeza de azul, gorro, bufanda, guantes y chamarra de Ravenclaw. Es el primer partido de la temporada y resulta ser Gryffindor contra Ravenclaw.
Desgraciadamente nos hemos tardado más en llegar porque tuvimos que ir hasta nuestra torre para cambiarnos el uniforme. Después del partido será la cena.
Pandora trae unos pompones que agita cada que uno de nuestros jugadores logra algo, los pompones desprenden brillantina, es por eso que muchos se alejan de nosotras porque al final del partido parecen desprender brillos por todos lados. Ella, está vez ha traído unos para mí, y le sigo el juego, es divertido ver como la diamantina vuela y cae en las personas. Yo traje unos binoculares para poder ver a los jugadores pero los pompones no me dejan usarlos siempre, porque según Pandora tengo que agitar ambos, así que sigo viendo el partido conforme puedo.
Alrededor de nosotras no hay nadie, han pasado 25 minutos y se han hartado de los brillos lo cual nos da la libertad para hablar de lo que queramos sin que nadie nos escuche, aunque tenemos que alzar la voz de vez en cuando.
El marcador va 50 - 60 favor nosotros y nuestro guardián acaba de evitar una anotación así que volvemos a celebrar con los pompones dejando caer más brillos, todos están felices por lo que sus miradas de molestia no llegan.
—Hola. —Escucho a mi lado y me sorprendo de encontrar a Remus.
—Hola. —Respondo y le sonrío mientras vuelvo a tomar asiento.
—Hola. —Saluda Pandora que se ha encontrado varias veces con nosotros para estudiar.
Él y yo hemos estado estudiando desde la última vez que nos encontramos en la biblioteca. No es algo que hemos planeado, solamente, si él está en biblioteca me siento junto a él y viceversa, a veces hasta nos aburrimos de estar ahí y salimos al gran comedor a estudiar o a los jardínes. Me cuenta que cuando James y Sirius están entrenando es cuando él está solo, y las últimas semanas han entrenado todos los días para este juego, a Peter les gusta verlos jugar pero Remus no está tan interesado en eso, es por eso que aprovecha para hacer otras cosas. A veces se va con Lily, Marlene y Mary pero hay otras veces que también se estresa. Dice que disfruta mi silencio y no se como tomarlo, supongo que bien porque no me obliga a hablar mucho y también me la paso bien.
—¿Por qué estás cubierta de brillos? —Me pregunta y muevo los pompones como respuesta. —Ya veo. —Dice mientras se sacude los pantalones.
—¿Vas llegando?
—Sí. —Me sonríe y veo que trae aún su uniforme y su mochila repleta. —Tenía que cumplir con un castigo. —Alzó mis cejas.
—¿Qué fue lo que hiciste?
—Nos cacharon molestando a Severus. —Se alza de hombros desinteresado.
—Es algo molesto, supongo que lo que fuera que hiciera se lo merecía. —Él sonríe en respuesta.
—En realidad el plan fue de James pero tuve que tomar toda la culpa o no los hubieran dejado jugar.
—Qué noble. —Sonrío divertida. —¿Y por qué te sentaste hasta acá?
—Es que no había mucho espacio en las gradas de Gryffindor y las vi a ustedes con mucho espacio. —Señala viendo todo el espacio que nos dan para mantenerse lejos de nosotras.
—Ah eso, la gente es una amargada. —Remus ríe.
Está por decirme algo cuando se escucha un grito de alegría, pero no de nuestras gradas. Gryffindor acaba de anotar y ahora vamos empatados, Remus aplaude y se gana malas miradas de nuestra casa, él solo finge que no los ve.
El partido sigue y sigue por un rato, aún empatados, es divertido ver la frustración en ambos equipos, así siguen hasta que anochece, tiempo después por fin los de Ravenclaw atrapan la snitch dorada y ganan el partido. Todos las personas vestidas de azul celebran y entre todos vitorean al equipo, se nota como los de Gryffindor están molestos, estoy tan emocionada que no dejo de sacudir los pompones con Pandora sin importarme a donde caigan la diamantina, sé que estoy cubierta y eso no importa, después de eso recuerdo que tengo a un Gryffindor a mi lado.
—Lo siento, Remus. —Me disculpo porque no quiero que piense que estoy regodeando, aunque lo hago.
—No te preocupes, supongo que hoy será una cena tranquila desde mi mesa.
—Eso espero, siempre son los más ruidosos, al igual que los Hufflepuff. —Pandora dice, aunque hoy tampoco tendrá una cena en silencio, ya que el ruido vendrá de nuestra mesa pero supongo que eso no le importa.
Remus decide acompañarnos hasta el comedor a Pandora y a mí, al llegar se ve que el festín ya está servido y cada mesa está en su mundo, se nota el desánimo de la mesa de Remus y la alegría de la nuestra, nos separamos en el momentos que James alza la mano para enseñarles donde están sentados y puedo ver que le dice algo a Sirius y Peter al ver que viene con nosotras, pero no tengo la menor idea de lo que puede ser.
—Bueno, supongo que nos veremos después. El dice y Pandora se despide de él yo me quedo ahí porque siento que me quiere decir algo pero no lo quería frente a mi amiga
—Si, será mejor que me vaya también
—Claro, tienes que celebrar. ¿Cas?
—Sí. —Me regreso a verlo.
—Estaba pensando en que la siguiente semana no podré estudiar contigo toda la semana pero, ¿ te parece vernos el jueves para revisar cosas?
—Claro, no te preocupes por eso. No era nada obligatorio. —Y era cierto, no me siento mal porque entiendo que ahora sus amigos ya quedaron libres hasta que les toque jugar el siguiente partido.
Llegamos a nuestra mesa y nos sentamos con nuestras compañeras de dormitorio. April es la cazadora del equipo de Ravenclaw, la que hace ganar a nuestro equipo así que está recibiendo toda la buena atención.
—April, qué buen partido. —Digo mientras comienzo a servirme puré de papás y pollo marinado en una salsa muy rica.
—Gracias, hoy es el mejor día de mi vida. —Puedo notar su sonrisa enorme y se ve muy linda.
—Sí, desde las gradas se pudo ver como atrapaste la snitch y como el cazador de Gryffindor se quedaba con la boca abierta.
Todas reímos por el comentario de Pandora. Seguimos hablando hasta que llegamos al dormitorio y al quitarnos, la chamarra los miles de brillos salen por todos lados, inclusive han llegado a mi cama, solo suspiro y me cambio la pijama, no tengo muchas ganas de hablar pero April vuelve a romper el silencio.
—Ok, no quería mencionarlo hace rato porque temía que alguien más nos escuchara, pero la razón por la cuál estoy tan feliz es...— Todas la miramos expectantes —...porque Sirius me invitó a salir mañana. ¿Pueden creerlo? —Lo dice con tanta felicidad que no se que hacer, me quedo quieta mientras veo como sus amigas, Elga y Branwen se acercan a ella y los gritos comienzan, comienzan a hablar de que se va a poner, como se va a peinar, a donde van a salir, preguntan como se lo pidio, hay tantas preguntas y yo solo estoy ahí parada, congelada en mi lugar.
Puedo sentir los ojos de Pandora sobre mí, es la única que sabe cómo me siento respecto al mayor de los Black, y trato de parecer como si no me importara.
Me acercó a April y le digo: —Felicidades, espero sea una cita muy buena.
Miento, puede sentir los celos en mi garganta y estoy segura de que estoy pálida, pero no hay nada que pueda hacer, ella está tan feliz que no nota nada raro en mi felicitación, Pandora también se acerca y le desea suerte en su cita.
Yo no puedo seguir ahí, así que tomo mis cosas para lavarme los dientes y me voy al baño, escuchando los pasos de Pandora detrás de mí.
Estamos lavándonos los dientes en silencio cuando terminamos busco hacer otra cosa antes de regresar al cuarto, sé que ellas estarán planeado la cita de mañana, pero no tengo ganas de escucharlas, podría poner un hechizo silenciador fuera de mi cama y ya, pero sé que no me dejará dormir la curiosidad.
—¿Y si bajamos a la sala? —Escucho a Pandora hablar. —En la biblioteca podríamos encontrar algo con que pasar el rato, tal vez un hechizo para quitarnos los brillos.
Puesto que no se me ocurre otra cosa, asiento. Al bajar nos percatamos de que somos las únicas, lo cual es un alivio.
—¿Sabes? No tengo muchas ganas de leer. Pero tengo ganas de hacer algo rebelde.
—¿Algo rebelde? —Me pregunta confundida, ¿cómo le digo que tengo ganas de destruir la sala común sin que crea que he perdido la cabeza.
—Quiero poner brillo por toda la sala. —Ella sonríe divertida
—Accio pompones. —Dice y sus pompones bajan, me da uno y comenzamos a sacudirlos por toda la sala en silencio.
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