Sábado, 30 de Octubre de 1976
He dormido más de 10 horas y me siento bien, descansada. Me levanto y me encuentro con el cuarto vacío. Las chicas debieron de ver que me sentía mal y me dejaron dormir hasta tarde. Ahora el desayuno está por terminar y no quiero bajar. Comienzo a calentar agua para té y saco las galletas de doble chocolate que tengo en caso de emergencia o de antojo.
Termino mi desayuno improvisado y después me dispongo a escribirles a mis padres una carta a cada uno.
A mi madre le escribo que me gustaron las botas que venían en el pequeño paquete y dos las gracias por su felicitación también le hago saber que si iré en Navidad.
A mi padre también le digo que iré en navidad y agradezco todo.
En ambas cartas hago énfasis de cómo muero por ir y verlos y disfrutar con ellos. Juntos las fiestas. Digo cosas como que ha sido un año muy pesado y este cumpleaños más que nunca muero por un abrazo de ellos.
Sé que es cruel pero me molesta que no me hayan dicho nada y que crean que no podré soportarlo.
Luego voy con Delfos a que las entregue y le doy unos premios.
Al regresar me encuentro con las chicas platicando en unos sillones. Al verme me saludan pero se que están tanteando mi humor. Finjo que estoy bien y me uno a la conversación para no arruinarles el día.
Están hablando de cómo iremos primero un rato a la fiesta de Hufflepuff y luego a la de Gryffindor. Aunque April no quiere ir a la segunda por obvias razones. Creo que estoy de acuerdo con ella por hoy, pero no lo digo.
Después de estar unas horas en los jardines decidimos que es hora de arreglarnos. Y luego ir a la cena para después irnos a la sala común de Hufflepuff.
Todas están aventando la ropa por cualquier lado. Gritando sacando el maquillaje y viendo que se van a poner.
Ayer no abrí el paquete que me dio Pandora por estar tan metida en mi mente. Hoy lo hago y descubro que viene una playera de manga larga a rayas con cuello de tortuga. De inmediato pienso con qué usarlo. Unos jeans que tengo y un blazer café juntos con las botas que mi madre me ha dado es una opción.
Decido irme por esa opción para estrenar algo.
Pasamos unas horas arreglándonos, Pandora me ayuda con mi maquillaje y yo la ayudo con su cabello, luego metemos unas botellas de fire whiskey en una bolsa que April estará encargada de llevar. Pandora las ha comprado por nosotros al ser mayor de edad.
Bajamos a cenar y el banquete de Halloween no puede ser mejor. Hay de todo y aunque me trato de detener me sirvo dos platos de crema de calabaza al igual que un pollo con salsa muy bueno. Al terminar bajamos hacia la sala común de Hufflepuff y nos reciben dos de las cuatro botellas que traemos. La música está a todo volumen y aunque me temo que podría venir un profesor a meternos a todos a la cama no veo a nadie. Parece ser que las defensas bajaron hoy que es Halloween y los profesores hacen la vista gorda para dejarnos celebrar. Aún así hay que andar con cuidado por los pasillos.
La fiesta tiene buen ambiente pero Pandora me pide ir por algo a su cuarto. Ambas estamos algo mareadas y tenemos que subir muchas escaleras. Decidimos que ya no queremos bajar y nos vamos directo a la sala común de Ravenclaw para después irnos a la fiesta de Gryffindor.
Al llegar a nuestro cuarto ambas traíamos nuestros vasos a medio tomar y las dos botellas de firewhiskey que habían sobrado. Dejó la bolsa sobre mi cama y me siento.
—¿Sabes? Ya estoy harta de Xenophilius. —Pandora arrastra las palabras. Ya está ebria.
—¿Por?
—No me ha besado desde que salimos. No me ha pedido que sea su novia, nada de nada. No se si en verdad me quiera.
—Yo creo que cualquiera que tenga ojos sabe que te quiere. —Y no miento
—No creo, de verdad, ya no aguanto. Me gustaría tomar este frasquito de veritaserum y echárselo así en su vaso y luego preguntarle. "¿Acaso me quieres?"
Veo que tiene el frasco de la poción en sus manos. Así que tomó mi vaso y lo alejo de ella antes de que haya un accidente. Ella se cambia de ropa y yo tomo mi trago a gusto.
—¿Cas?
—¿Sí?
—¿Tomaste mi vaso?
—No. Este es el mío. —Digo alzando mi vaso ya vacío.
—No. Tomaste mi vaso.
—Ah lo lamento no me fui intención.
—Cas. —Está muy seria.
—¿Sí?
—Creo que le puse veritaserum al vaso que te tomaste. —Doy un brinco y me pongo de pie.
—¿Qué hiciste, qué?
—Es que tenía mi frasco de veritaserum y yo fingí verterlo pero mi frasco estaba abierto y mis gotas de veritaserum cayeron y ahora tú te lo tomaste.
—¡Pandora!
—A ver rápido. Trata de decir una mentira. ¿De qué color son tus calzoncillos?
Reviso de que color porque no recuerdo y veo que son de color rosa.
—Negro. —Grito y al parecer nuestra poción no funciona.
—¿Son negros?
—No mira. —Con mi mano saco un poco el resorte para que ella vea que le miento.
—Wow son rositas. Entonces creo que hicimos mal la poción. —Suena algo decepcionada.
—En verdad lo lamento. Pero mira así podremos disfrutar de la segunda fiesta.
—Sí será mejor que nos vayamos.
—Sí, vámonos.
Me siento más tranquila ahora que sé que no estoy bajo la poción de veritaserum y vuelvo a darle un trago directo de la botella de whiskey.
Llegamos al retrato de la dama gorda y digo la contraseña que Remus me ha dado.
La sala está hecha un desastre, hay luces tenues en forma de calabaza por toda la torre, la música está aún más alta que en Hufflepuff, hay más gente y el ambiente sigue al 100. Puedo ver a Peter bailando sobre la mesa junto con Sirius y un coraje se apodera de mí, prefiero alejarme y buscar a Remus mientras Pandora se va con unas amigas de cuidado de Criaturas Mágicas.
—Hey, creí que no vendrías. —Es lo primero que dice al verme.
—Estabamos en la fiesta de Hufflepuff. —Digo de golpe.
—¿Está mejor que esta?
—No lo sé, no he estado suficiente tiempo aquí.
—Wow, que sinceridad, bueno espero que la de Gryffindor "gane". James se ha propuesto que su fiesta debe de superar a la otra. —Y con eso me señala a un James preguntándole a todo mundo si se la está pasando bien y sirviendo tragos. Lily solo se burla de él.
—Bueno, en ese caso ten. —De la bolsa de Pandora sacó las botellas de firewhiskey, la que me estoy tomando como si fuera agua y otra para Remus.
Él la acepta y se sirve un poco en el vaso, yo, sin importarme nada sigo tomando directo de la botella. Remus me mira sorprendido.
—¿Tienes un cigarro? —Él asiente y me da uno para luego ayudarme a encenderlo. —Pandora odia que fume porque dice que apesto el cuarto, pero hoy no me importa lo que piense Pandora.
—Casiopea.
—¿Sí Remus?
—¿Tomaste algo además de firewhiskey?
—Tome un poco de veritaserum pero no funcionó porque pude mentirle a Pandora. —Remus se sorprende.
—¿De donde sacaste veritaserum? —Puedo escuchar sorpresa y susto de su voz.
—Nosotros mismos la preparamos, Slughorn nos regaló 6 gotas a cada quien, pero como te digo, Pandora la vertió en un vaso por error y luego me la tomé, no funcionó porque yo le dije de que color son mis calzoncillos con mentiras, le dije "son negros" pero en realidad son rosas.
Remus está por decirme algo pero entonces llega Mary a hacernos compañía, yo le doy otro trago a la botella.
—Lupin, te he estado buscando por todos lados, pero veo que tienes compañía. —Se detiene al ver que estoy junto a él tomando como si el mundo se fuera a acabar, además ya casi voy por la mitad del cigarro. —Te buscaba Sirius pero le diré que estás ocupado.
Antes de que él o yo podamos decir algo, la amiga de Remus se va.
—Remus, ¿te gustó? —Me escucho soltar de golpe, pero no controlo nada de lo que digo por el alcohol.
—¿Por qué lo preguntas?
—Una vez escuché a tus amigos llamarme tu novia. No me mal entiendas, no me molesta, es solo que...
—No, Casiopea, no me gustas, ¿Yo te gusto? —Pregunta con nervios, como si supiera que me va a romper el corazón.
—No, pero creo que sería lo mejor si me gustaras, eres tan guapo y tan tranquilo, eres muy alto y eso me gusta, me la paso increíble contigo pero no me gustas y eso es horrible porque siento que en el fondo haríamos una increíble pareja. —Él se ríe. —No te burles que soy sensible.
—Supongo que tienes algo de razón, sería mejor si me gustaras, pero me caes muy bien. Y respecto a mis amigos, ellos no entienden que solo somos eso, amigos.
—Tú también me caes muy bien Remus y me alegra ser tu amiga.
—Ven, vamos a bailar. —No sabía que Remus bailara pero parece ser que me quiere mantener alejada de todos porque en cuanto nos ponemos de pie para bailar puedo ver que Lily y James venían hacia nosotros.
Le doy otro trago a la botella y la guardo en la bolsa para que nadie me la quite. Veo a Pandora a lo lejos y está bailando también con un vaso en sus manos, se ve feliz y me siento feliz por ella.
Estamos bailando y normalmente no bailo, normalmente no tomo y normalmente no fumo, pero hoy no tengo control, sigo molesta con Sirius y molesta con mis padres, porque siento que no me dicen nada y no hay nada que pueda hacer al respecto.
Sigo bailando con Remus cuando una cabellera negra en un chongo se cruza, me percato bien y es Sirius, está besando a una chica y yo siento como si quisiera ir a gritarle, "Hey, él es mío" pero eso sería mentira, así que sigo bailando.
Saco la botella y le doy un trago solo para darme cuenta que era el último, Remus la quita de mis manos y la avienta, no se que está pasando porque todo el cuarto está dando vueltas, siento que voy a caerme y Remus parece notarlo porque coloca sus manos en mi cintura para evitar que toque el suelo.
—Ven, vamos a que tomes algo de aire.
Remus parece cargarme con una facilidad impresionante, me siento como un costal de papas, llegamos afuera del retrato de la dama gorda y me sienta recargada en la pared.
—Iré a buscar a Pandora, no te muevas.
—No prometo nada. —Es la verdad. Sé que él duda en si dejarme o irse pero cuando veo, él ya no está.
Me levanto y comienzo a caminar por el pasillo. Me siento mejor, me acerco a una de las ventanas del pasillo para que el frío de la noche me relaje. Estoy cerrando los ojos, disfrutando del aire.
—Cuidado.
—Sirius. —Digo en forma de saludo de la manera más seca posible, recordando la forma en la que él me felicitó.
—¿Te la pasas bien?
—No.
—¿Y eso? —Saca un cigarrillo y comienza a prender, una vez que le da la primera calada se lo quito y comienzo a fumarlo.
—Tú eres una de las razones, la otra son mis padres.
—¿Yo?
—Sí tú. —Me enoja que finja que no sabe nada.
—Y tus padres.
—Creí que sabía hablar. —Él me ve sorprendido, supongo que jamás me ha escuchado hablar de esta manera.
—¿Por qué tus padres? —Sirius ignora mi comentario mordaz.
—Se van a divorciar y creen que no puedo soportarlo, no me lo dijeron lo descubrí el día de mi cumpleaños y para colmo, tú, siendo un completo imbécil.
—¿Yo que te he hecho?
—Nada, ese es el problema, creí que podríamos ser amigos después de ese día de castigo y de pasar una semana organizando una broma a Otto, pero después de eso, me has ignorado por completo y ayer me felicitaste horrible y en realidad no me importaría si no me gustarás como lo haces. —Sirius está completamente callado.
Ambos estamos fumando solo alumbrados con la luz de la luna, pero aún así puedo distinguir sus facciones.
—¿Yo te gusto?
—Claro, me gustas desde segundo, cuando me defendiste, y jamás he podido decírtelo. —Sigo fumando, ojalá tuviera más alcohol.
—Creí que te gustaba Remus.
—Eso sería lo mejor, así no tuviera que ver cómo invitas a mis amigas a salir y luego las botas como si fueran nada, fuiste un completo idiota con April, pero no negaré que me alegré el momento que supe que tú y ella habían terminado.
—Casiopea yo...
—No digas nada Black, ¿pero puedo preguntarte algo?
—Claro. —Él se ve confundido, como si no pudiera esperar lo que saldrá de mi boca.
—¿Quieres salir conmigo? No tienes que decir que sí, si dices que no, me dolerá, lloraré pero lo superaré, soy una chica fuerte. Así que no te preocupes por mis sentimientos, pero me sentiría mal si no te lo pregunto.
Sirius se queda callado, eso me da mi respuesta. Se nota que abre la boca para rechazarme pero en ese momento sale Pandora y Remus del cuadro.
—¡Cas! ¿De qué color son tus calzoncillos? —Pandora pregunta agachándose a mi nivel, no me he dado cuenta que Sirius y yo nos hemos sentado en el suelo. Sirius le da una mirada de extrañeza.
—Rosas.
—¡Mierda! ¡Mierda!
—Pandora, eres una completa idiota por dejarme beber el veritaserum. —No miento. —Pero al menos ya sabemos que nuestra poción ha funcionado, sería horrible saber que no logramos hacerla.
Veo como el pelinegro voltea a ver a Remus y él se está mordiendo las uñas nervioso mirándome.
—Será mejor que me la lleve al cuarto. —Escucho decir a mi amiga pero no es a mí.
—Si porque está fiesta no está tan buena.
Y eso es lo último que me escucho decir.
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