Martes, 3 de Mayo de 1977


—¿Saldrán hoy? —Rita nos pregunta a Pandora y a mí que estamos haciendo nuestros deberes en una mesa de la sala común de Ravenclaw.

—No creo. —Respondo yo y ella se ve sorprendida.

—Salen casi todas las noches, ¿qué es lo que las mantiene dentro en luna llena? —Rita sigue sin aprender a no meterse en lo que no le importa.

—Rita, es martes, mañana tenemos clases, ahora déjanos trabajar o únete a hacer tareas, pero deja de molestarnos. —Le digo porque es cierto, apenas es martes y ya tenemos demasiado por hacer.

—Vale, me uniré un rato. —Ella toma asiento y saca sus cosas para hacer sus tareas.

Después de unas horas, Skeeter se cansa de nosotras y sube a su habitación, apenas son las 10:00 pero ya casi no hay gente.

—¿Por qué dijiste que no saldríamos? —Pandora me pregunta para romper el silencio.

—Creí que no lo haríamos. —Le digo mirándola sin entender. —Es luna llena.

—¡Qué mejor noche para salir!

—Pandora. —Alargo la última vocal como regaño. —Vanga, no tenemos que hacerlo.

—No me digas que no te gustaría verlo de nuevo. —Ella tiene razón, mentiría si dijera que no quiero salir y correr por el bosque.

Ver a ese hombre lobo...digo, ver a Remus fue una experiencia diferente, fue algo nuevo e increíble y saber que nos podemos acercar y que no pasará nada, es todavía mejor.

Todos estos años nos preguntamos qué era lo que escuchábamos, y ahora que sabemos, quedarnos dentro no es suficiente, pero hay una parte de mí que no quiere salir.

—Vaaaamos, no pasará nada, si nos acercamos demasiado a ellos prometo esconderme. —Me quedo pensando y ella va guardando sus cosas y al ver que yo no hago nada, guarda también mis cosas.

Saca su varita y las manda a nuestras camas.

—Pandora, solo no hay que acercarnos demasiado. —Le digo por fin y nos ponemos de pie.

Salimos de la sala común y nos vamos directo a los baños más cercanos, ya no vemos a nadie por los pasillos, y ahí nos transformamos en nuestros animales. Hemos descubierto que nadie se percata de dos animales corriendo por la oscuridad, inclusive los fantasmas no nos prestan atención. Así entramos y salimos del castillo sin problemas.

Además, nuestra visión es mejor por la noche.

Cuando nos damos cuenta ya estamos afuera, el aire frío entra por mis pulmones y la tierra se mezcla en lo que son mis patas, todavía no me acostumbro del todo, pero al menos he controlado el olfato cuando estoy en clase.

Pandora se adelanta y se ve directo al bosque, yo la sigo sin perderla de vista, su pelaje brilla completamente por la luz de la luna.

Por fin me adentro y me encuentro a Pandora escuchando en silencio y buscándolos, trato de no hacer ruido y también buscarlos, capto el olor de Sirius de inmediato, y con él, el olor de los demás, es tan distintivo que no se combinan.

Pandora también los ha escuchado, lentamente caminamos hasta donde creemos que están, pronto los escuchamos, están corriendo y divirtiéndose, su alegría es contagiosa y se puede sentir en el ambiente. Algo que he notado es eso, cuando estoy en mi forma animaga siento cosas en el aire que nunca antes había experimentado, es como cuando sientes la mala energía cuando alguien está molesto, siendo un animal la sientes más fuerte y puede afectar su mismo olor.

Por fin lo vemos a lo lejos, ambas nos quedamos quietas viendo, observando

​​"Deberías de ir" Pandora me dice y yo niego con la cabeza. "Anda ve, yo estaré por aquí, creo que hay un claro."

De nuevo quiero negarme pero la tentación es demasiada, vuelvo a voltear hacia donde ellos están y se ve tan divertido, porque con Pandora en forma de conejo, no puedo ir tan rápido, no me molesta pero sería divertido saber que es lo que puedo hacer por completo.

Regreso mi mirada para ver al pequeño conejo blanco pero ha desaparecido, se ha ido y sé que se ha escondido, no me queda más que unirme a ellos, (pienso sarcásticamente, sé que es lo que quería desde un inicio).

Voy por las sombras hasta estar lo suficientemente cerca de Sirius, el perro está mordisqueando una rama, la rata está acurrucada dormida en un árbol y el ciervo cerca de un arroyo. El perro deja de morder la rama y alza su cabeza y sus orejas, ya me ha escuchado y con suerte olfateado, desde atrás lo veo erguirse y voltear para todos lados.

Salgo detrás de la maleza y veo como sus ojos me reconocen de inmediato y me han eliminado como una amenaza.

"¿En serio?"

"Solo quería unirme" Le digo como puedo.

James se voltea y me ve, se acerca cauteloso. "¿Es tu parte del bosque?" Me pregunta y él no sabe quién soy.

Veo a Sirius pero él se hace para atrás, escucho un "Es tu problema ahora, yo no iba a decir nada."

"No, no es mi bosque. Solo los escuche y los seguí." Él asiente y se aleja.

Sirius me acompaña hasta el arroyo y aprovecho para tomar un poco de agua, está helada pero es deliciosa, después de recorrer toda esa distancia era necesario tomar un poco.

Al voltear, puedo escuchar como Remus se ha acercado lo suficiente para saber qué es lo que está pasando, aunque no creo que sea Remus. A diferencia de los chicos, Remus no puede recordar quién durante está noche.

El lobo se acerca hasta donde estoy y me rodea, me olfatea y se asegura de que no ataque, puede escucharlo gruñir un poco.

"Inclínate." Sirius me dice y lo entiendo.

No lo veo a los ojos, le dejo saber que él manda, inclino mi cabeza y él se ha asegurado de que acepto su liderazgo, luego se va y sigue cazando conejos.

"Bien, ahora no te hará nada." El perro me invita a correr y comenzamos a perseguirnos.

Sentir el viento frío bajo la luz de la luna es tan revitalizador, todo es perfecto.

No sé qué hora es y no me importa, pero en el cielo se ve como la luna va bajando y entonces, se nubla, casi como un mal presagio.

Sigo corriendo con el ciervo, el perro y la rata, el lobo se nos ha adelantado por mucho pero lo dejamos, él está en su propio mundo, no es hasta que la escucho que me detengo de golpe.

"¡CAS!"

"¡CAS!"

"¡CAS!"

Es un grito desesperado y desgarrador, voy corriendo hasta ella, el corazón se me está acelerando. Trato de olfatearla y usarlo de guía.

Sé que los chicos también lo han escuchado porque también se detienen y van corriendo detrás de mí.

No me importa, tengo que llegar a tiempo.

Siento la desesperación en todo mi cuerpo, ni siquiera estoy viendo donde estoy, la luz de la luna ha bajado por las nubes.

A lo lejos veo al lobo cazando a un pequeño conejo blanco. Ella se está metiendo en madrigueras y tratando de salir por otro lado pero el lobo la olfatea igual de bien que yo y sabe por donde se mueve debajo de la tierra.

"¡Ya voy Pandora!" Le digo en cuanto estoy lo suficientemente cerca.

Pero he visto a este lobo enorme y poderoso, no podré empujarlo o distraerlo, necesito que encuentre a otra presa pero está empeñado en atrapar a este conejo blanco.

"¡CAS!"

"¡CAS!"

"¡AYÚDAME!"

Estoy entrando en presión y no sé que hacer, el ciervo y el perro tratan de alejarlo, pero eso no hace feliz al lobo, el ratón se ha escondido y con justa razón, las cosas se están saliendo de control. Me alejo lo suficiente y entonces hago lo más estúpido que he hecho en mi vida.

—¡Hey! Por aquí. —Regreso a mi forma humana. Tengo mi ropa puesta y mi varita aparece en mi bolsa del pantalón que he alargado para que quepa. —Lumos.

La luz me alumbra y obtengo lo que quiero, la atención del lobo.

Sus ojos furiosos me siguen y comienzo a correr, eso le dará tiempo a Pandora para escapar, pero en mi forma humana me atrapará más rápido, solo necesito que se aleje y que Pandora pueda huir.

—¡Cas, no! —Es la voz de Sirius, él también ha regresado a su forma original, con su cabello despeinado pero más pálido que la cera.

El lobo se vuelve a distraer porque Sirius ha corrido para el otro lado y ahora lo persigue porque le ha lanzado chispas con su varita.

En cuanto lo va a atrapar, regresa a ser un perro y ambos parece ser que se gruñen y se ladran pero no se atacan.

Yo regreso como puedo a ver si Pandora se ha ido y la veo yendo hacia la salida del bosque prohibido junto a Peter, ambos apenas notables.

Ese rato que me he distraído sirve suficiente para que el lobo ataque a Sirius y James intervenga con sus astas. Eso no le agrada.

—¡Por acá! —Lo distraigo de nuevo y ahora yo soy quien lanza las chispas con mi varita a su espalda.

El lobo los deja en paz y corre hacia mí, me da tiempo para esconderme lo suficiente detrás de un árbol y transformarme, en cuanto llega, solo se encuentra con un zorro que corre a toda velocidad.

El lobo me persigue y trato de esquivarlo haciendo zig-zag entre los troncos, todo va bien hasta que me tropiezo con un lazo del diablo y éste comienza a ser un problema.

He llegado a un punto sin retorno, el lobo está cerca y ahora no tengo nada que hacer, él llega hasta donde estoy y me lanza sus garras y yo me hago para atrás pero ha alcanzado parte de mi cuello, sé que ha sido una advertencia, pero luego se vuelve a acercar y toma mi caja torácica entre sus dientes y puedo sentir cómo los está enterrando en mí, luego con todas sus fuerza me lanza contra el tronco de un árbol y lo único que puedo hacer es chillar.

Al estar en el suelo, veo que el lobo ha terminado conmigo, no quiere verme y no pienso tratar de convencerlo de otra cosa.

Pierdo de vista al lobo y veo como 4 pares de patas se acercan hasta mí.

"¿Cas?" Sirius se acerca hasta donde estoy y me olfatea.

"Estoy bien."

"Será mejor que regreses al castillo." Yo trato de ponerme de pie pero no lo logro.

"Dame un minuto, ahorita voy."

"¿Cas?" Es James. "Tienes muchas cosas que contarnos pero ahora no, tenemos que regresarte."

"Siento no haber llegado antes, los perdimos por completo." Sirius se disculpa como puede y yo entiendo.

"Todo pasó muy rápido, no fue tu culpa."

Ahora que he descansado, comienzo a tratar de ponerme de pie, a duras penas lo logro y comienzo a caminar cojeando de una pata trasera hasta la salida del bosque.

Una vez que estamos afuera, Pandora y Peter se acercan, han regresado a su forma original y tienen la capa de James. Sirius habla con ellos.

—Creo que debes llevarla a la enfermería. —Peter habla y Pandora y Sirius lo ven mal.

—¿Acaso eres idiota? ¿Y que descubran que fue lo que pasó? No, lo que harán será llevarla a nuestro dormitorio, y ahí tenemos cosas para curarla. Peter te dirá donde están. —Eso último se lo dice a Pandora.

—¿Qué fue lo que pasó? —Mi amiga apenas se escucha cuando pregunta eso.

—¡No sé! Nos perdimos en el estúpido bosque y llegamos tarde. —Sirius se escucha desesperado pero yo apenas puedo mantenerme despierta. —Ahora corran, está sangrando.

—¿Te quedas? —Peter pregunta y Sirius asiente.

—Alguien tiene que ver que Remus no haga más cosas, James y yo vigilaremos bien, espero ya se haya calmado. —Eso lo dice más calmado y se quita la chamarra de cuero para rodear mi cuerpo afelpado.

Peter me carga como a un perro y Pandora coloca la capa de invisibilidad sobre ellos dos.

Después de ver las luces del castillo me quedo dormida.

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