Jueves, 20 de enero de 1977


Normalmente, yo ya estaría en la biblioteca esperando por Remus, o encontrándolo con la cara enterrada en un libro, pero no hoy.

Voy a extrañarlo muchísimo, porque se había vuelto alguien habitual en mi vida y con quien podía pláticar o no hacerlo, pero pasar tiempo con él siempre era bueno, aunque me digo, que tal vez un día, todo se tranquilice y volvamos a ser amigos.

Estoy por unirme al "grupo" de estudio de Pandora, quien se ha negado a decirme quién es su pareja para estudiar, lo cuál lo hace más interesante.

Ella dice que no le gusta estar encerrada y que ha encontrado un lugar para estudiar muy bueno, el lugar para estudiar es un invernadero abandonado por la profesora Sprout.

Aquel invernadero se ha quedado inservible por culpa del lazo del diablo, se supone que un grupo cuidaría que no creciera demasiado, pero una noche aquella planta endemoniada destruyó todo el invernadero, la profesora Sprout estaba furiosa y clausuró este invernadero, desde entonces la gente lo ocupa furtivamente, vienen pareja a pasar un tiempo a solas, o amigos a fumar quien sabe que cosas o simplemente lo usan personas que quieren estar solas.

Al llegar me encuentro una mesa pequeña para escribir muy cerca del suelo y en lugar de sillas, cojines, tres para ser más específicos, claro que dos ya están ocupados, pero eso no es toda mi sorpresa, mi boca se abre al ver que la pareja de estudio de Pandora es Regulus Blakc.

—Hola. —Saludo y me siento completamente incómoda.

—¡Llegaste! —Pandora se pone de pie y me señala el cojín que ocuparé. —Bienvenida al grupo de estudio, él es Reg, pero estoy segura que ya lo conoces.

—Hola Regulus. —Él me saluda.

Me sorprende que él sea su pareja porque ni en un millón de años esperé ese tipo de amistad, pero Regulus se ve en paz con Pandora. Aunque claro, él no podría ayudarla mucho ya que él es un año menor a nosotros.

—¿Té? —Pandora me ofrece y yo asiento, no puedo decir nada por la sorpresa.

—¡Mierda! Se me acabaron las hojas de té. —Pandora ve su cajita vacía. —Espérenme aquí, iré a robar unas al invernadero de al lado.

Ella no nos da tiempo de responder nada, y cuando la vemos, Pandora ha salido de ahí.

Después de un silencio, que encuentro increíblemente incómodo, decido hablar.

—¿Cómo estás, Regulus?

—Bastante bien, el té está bueno.

—¿Desde cuándo estudias con Pandora? —Pregunto sacando mis cuadernos y mi tintero.

—Desde este año, como son los T.I.M.O.S, mi padre quiere que pase todos. —Eso tiene mucho sentido.

—¿Y Pandora se ofreció a ser tu tutora? —Él asiente mientras toma más té.

—¿Cómo estás tú? Escuche que terminaste con mi hermano. —Yo abro los ojos por la sorpresa.

—Vaya, directo al grano ¿eh? —Él sonríe ligeramente. —Pues trato de no llorar por el día, ¿te sirve?

—Claro, aunque esa Gaceta fue un horror, no entiendo porqué la gente la sigue leyendo

—Dímelo a mí, que tengo que vivir con la autora.

Ninguno de los dos menciona la noche del baile, y en realidad no quiero hacerlo, aún hay noches donde me despierto soñando con las luces verdes. De nuevo, Regulus y yo nos quedamos en silencio, pero está vez no es incómodo cuando Pandora llega con más hojas de té.

—Listo, bueno, supongo que no es necesario presentarlos. —Ella comienza a preparar más té.

Regulus me voltea a ver y yo él sin decir nada, ambos sabemos que no es necesario y ambos recordamos aquella noche.

—Ya nos presentaron. —Él dice y yo asiento, Pandora me entrega una taza y comenzamos a trabajar.

Estamos unas dos horas estudiando, cuando el sol se va metiendo decidimos que es hora de irnos. Regulus se adelanta y queda de vernos la siguiente semana, y yo agradezco que se fuera, porque así me deja hacerle muchas preguntas a Pandora.

—¿Por qué se ven en el invernadero? —Comienzo con mi interrogatorio.

—Porque sus amigos son unos imbéciles que lo juzgarían por juntarse conmigo. —Ella me dice todo. —¿Sabes que es el primero de su clase? Me refiero a que el chico no necesita tutores, es extremadamente inteligente, pero aún así sus padres lo tienen bajo una presión terrible.

—Conocí a sus padres en Navidad, dan miedo Pandora.

—Él casi no habla de ellos, y si habla, siempre habla bien, pero tiene mucho rencor contra Sirius.

—Me imagino. —Lo cierto es que no tengo la menor idea de lo que sucede en la vida y en la cabeza de Regulus Black.

—No, en verdad tiene mucho rencor contra él, de nuevo, Regulus no me dice todo esto, pero lo noto en su voz, en cómo se expresa de él y cómo actúa cuando alguien menciona su nombre.

—Pero tiene sentido, Sirius se fue de la casa de los Black, y ahora, toda la responsabilidad ha caído sobre sus hombros, supongo que tiene sentido estar enojado.

—Aún así, no entiendo por qué quedarse. —Ella me dice y veo que ya casi llegamos al castillo. Ahora pasaremos un rato en la biblioteca para seguir con nuestro proyecto. —Me refiero, si Sirius se fue, yo también me hubiera ido.

—Creo que eso es algo que solo él sabe, Pandora.

—De todos modos, creo que él solo necesita amigos, es por eso que le doy las tutorías, pero él sabe y yo sé que no las necesita.

—Entonces, creo que le caes bien.

—Es imposible no quererme. —Ella pone la cara más inocente que puede y yo suelto una carcajada.

—Mejor apresúrate, muero de frío. —Pandora me hace caso y comenzamos a caminar más rápido hasta el castillo, donde al llegar, nos abraza el calor y ahora, es hora de comenzar con el verdadero trabajo. 




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1/5

Hello, de nuevo yo, es solo que iba a subir estos capítulos el sábado como sorpresa, pero me acaban de decir que no estaré el sábado en casa, así que he decidido subirlos hoy

¡Espero los disfruten! 

Fernanda

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