Jueves, 17 de Marzo de 1977
Es jueves por la tarde, y Pandora, Regulus y yo estamos platicando en el vivero abandonado, está por anochecer y casi es hora de la cena, pero nadie tiene ganas de moverse. Pandora y yo, casi no hemos hablado por la hoja de mandrágora en nuestra boca, haciendo que Regulus hable un poco más de lo normal.
—Y así fue como Barty terminó con todas sus cosas mojadas por el lago negro. —Nos termina de contar una anécdota y nosotras reímos.
—Supongo que eso le pasa por meterse con Severus. —Comento. —¿Aún así siguen siendo amigos?
—Claro, Barty puede ser un idiota, pero nos agrada. —Regulus comenta mientras entrega la taza a Pandora.
Los tres sabemos que ya es hora de volver al castillo, en silencio comenzamos a guardar y acomodar nuestras cosas.
—Será mejor que me adelante, tengo muchas ganas de ir al baño. —Pandora se apresura a tomar su mochila y sale de ahí gritando: —¡Cas, te veo en el dormitorio!
Sin esperar respuesta se va.
—Ahora que estamos solos, las malas lenguas dicen que has regresado con el idiota de mi hermano. —Se le ve curioso y sé que se burlará no importa mi respuesta.
—Regulus, no deberías de escuchar lo que las malas lenguas dicen, no es apropiado.
—¿Desde cuándo te importa lo que es apropiado o no? —Salimos del invernadero y caminamos a la par.
—Bueno a mí no me importa, pero tú, el heredero de los Black debería de importarle. —Me burlo de él y sé que detesta que lo llamen heredero de los Black, él rueda los ojos molesto. —Respondiendo tu pregunta, no, no he regresado con tu hermano.
Regulus asiente y seguimos caminando, ambos hemos dicho que iremos a la biblioteca a regresar algunos libros y para allá nos dirigimos.
Todos los pasillos están completamente vacíos, lo más seguro es que la cena ya haya comenzado, pero con todo el té y galletas que comimos, no me importaría perderme la cena.
Seguimos caminando y no logro despegar mi mirada de Regulus, es tan parecido a Sirius, pero al mismo tiempo, tan diferente. Aún así, Regulus siempre se ve tranquilo, siempre callado observando todo y analizando la situación, en su semblante se nota algo preocupado, ¿Qué lo aflige?
—Si sigues mirándome así, te dejaré aquí sola. —Su voz me trae de vuelta.
—Regulus. Yo jamás te lo pregunté pero ¿qué pasó esa noche? Después de que mi madre y yo salimos de la Mansión Malfoy.
Él no me dice nada. Solo ve hacia el frente y seguimos caminando.
—No hay nada que saber.
—Vamos. Se lo de los muggles. Tú mismo me lo dijiste, eran los únicos en esa fiesta.
—Casiopea, ¿por qué quieres hablar de esto? No importa ya. —Puedo escuchar como su respiración se hace más rápida y como su voz se hace más fuerte
—Importa. Jamás lo hablamos. Vamos puedes confiar en mí.
—¿Y por qué ahora quieres hablarlo? —No contesto. La verdad es que antes no le pregunté porque no había confianza y ahora, bueno, somos amigos, ¿no? A pesar de lo que pienso no digo nada. —Es por lo que dicen de mí, ¿no?
—No
—No mientas y no tendré que hacerlo.
—Sí.
Él no dice nada. Respecto a lo que hablé con James en la fiesta de Remus y con lo que los rumores dicen sobre las familias de sangre limpia es complicado no caer en la tentación
—Mira. Hay cosas que puedo hablar y hay cosas que simplemente no te mencionaré. ¿Entendido? Y será mejor que te quedes con esa información por favor.
Yo asiento en silencio, a pesar de que Regulus es un año menor que yo, por alguna razón, me siento como una niña pequeña cuando me habla.
Regulus me toma por los hombros y revisa de nuevo por el pasillo que no haya nadie. Me dirige hasta un salón vacío y cierra la puerta detrás de nosotros.
¿Ubicas el accidente de la comunidad mágica mientras estaba la ministra Eugenia Jenkins? —Yo asiento
Durante sus 8 años al frente del ministerio ella llevó al caos a la comunidad. Hubo un incidente en donde casi lleva al descubrimiento de la comunidad por tres trabajadores mestizos inconformes que ella misma despachó. Cuando se supo que ella no hizo nada para evitarlo fue destituida y ahora el nuevo ministro, Harold Minchum fue quien entró como su reemplazo y las cosas no van mejor. La gente está asustada.
—Bueno, sabes qué hay gente que se opone al ministro Minchum y hay gente que quiere que no más gente mestiza y muggles entren a esta comunidad.
—No creerás que es cierto, ¿o sí?
—Cas. Hay demasiada gente que piensa de esta forma.
—Y como entra el tal Lord... —El solo decir su nombre pone los pelos de punta.
—Él quiere comenzar su carrera política, él cree que logrará un gran cambio y tiene a gente importante detrás de él. —Se alza de hombros sin importancia.
—¿Cómo los Malfoy, Lestrange y... los Black? —Regulus asiente.
—Eso no explica porque Voldemort ha recurrido a matar gente.
—Casiopea, no fue así. —¿Por qué ahora quiere negarlo? Yo recuerdo lo que ví.
—Dijimos que no mentirías. —Regulus desvía su mirada.
—Será mejor que nos vayamos, en verdad quiero dejar los libros. —Él se aleja, evade el tema de nuevo.
—¡No te vayas! —Estiro mi mano para tomar su brazo.
Al mismo tiempo que coloco mi mano sobre su muñeca, su suéter se alza un poco, el contraste de esa mancha negra en su piel de porcelana me hacen dirigir mi vista hasta su piel. Parece ser un tatuaje, Regulus nota que su suéter se ha alzado lo suficiente y quita su brazo de inmediato.
Lo que ví parecía ser una serpiente con la boca abierta, no comprendo qué es lo que significa, pero claramente le molesta que lo haya tocado y que haya visto aquel tatuaje.
—Ni se te ocurra seguirme. —Apenas puede decirme eso del coraje, sale del salón dando un portazo y ahí me quedo congelada en mi lugar.
Sigo sin entender que es lo que le ha molestado, solo es un estúpido tatuaje, ¿acaso creerá que le diré a Sirius? ¿Significa algo? ¿Será algo que los de Slytherin hacen? Me quedo un rato pensando en la actitud que Regulus ha tenido, cuando decido salir del salón e irme directo al dormitorio, no me importa ir a la biblioteca, ya mañana regresaré esos libros.
--------------
2/3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top