Jueves, 17 de Febrero de 1977
Pandora y yo estamos en la biblioteca, tenemos que terminar algunas tareas y trabajos extra, Regulus no se ha unido a nosotras en esta ocasión porque es un lugar muy "público", nos burlamos de él pero lo entendemos.
—No puedo creer que estés saliendo con alguien de séptimo. —Su emoción no me hace sentir de lo mejor.
—No salgo con él, solo disfrutamos de la compañía del otro.
—Dirás que disfrutas sus labios. —Pandora sube y baja sus cejas. —Oh Amos, quiero regalarte toda mi saliva, ven acá. —Ella se burla y mueve mucho su cuerpo de una forma que me da pena.
Tomo un rollo de pergamino y la golpeo en la cabeza para que se detenga.
—¡Basta! —Le digo mientras trato de no reírme. Veo como ha llamado la atención de algunas personas. —Mira, no somos novios, no salimos, solo somos dos bastardos calientes con el corazón roto.
—Wow, increíble forma de describirlo. —Ella rueda los ojos molesta.
—Todo saldrá bien. Él está perdidamente enamorado de Georgina y yo, bueno, aun no supero a Sirius.
—No quiero que termines llorando de nuevo, solo diré eso, pero si la pasas bien ¿quién soy yo para detenerte? —Yo sonrío y agradezco.
Seguimos estudiando, solo que está vez, terminamos nuestras tareas y continuamos con nuestro proyecto. Tratamos de que nadie se nos acerque mucho para que no trate de ver en lo que trabajamos. Estamos tan metidas cuchicheando y anotando todo lo que podemos que no nos percatamos de que Remus se acerca.
—¡Chicas! —Nos llama la atención y tanto ella como yo brincamos de susto. —¿Qué están haciendo?
—Nada.
—¿Nada? Son muchos libros para no estar haciendo nada.
—Es que Slughorn nos ha dejado un ensayo a última hora. —Pandora miente rápidamente.
—¿Ensayo? ¿Qué están viendo?
—Pociones de odio. —Es lo primero que se me ocurre.
—Ya veo, bueno, nada mas les venía a decir que mañana será el partido de Hufflepuff contra Gryffindor, podríamos sentarnos juntos.
—¡Excelente! Llevaré los pompones. —Pandora dice. —Apoyaremos a Gryffindor, claro, a menos que Cas quiera apoyar a alguien más.
La volteo a ver y puedo notar que se está divirtiendo a costa mía.
—¿Ah sí? ¿Apoco ya apoyas a Hufflepuff? ¿Se debe a su escape de la fiesta del sábado? —Recuerdo que Remus se dio cuenta y me estoy muriendo de pena, puedo sentir toda mi cara sonrojarse.
—No, apoyaré a Gryffindor. —Digo de golpe.
—Vale, nos vemos mañana chicas. —Remus se despide y sale de ahí con su libro en la mano.
Pandora y yo decidimos que también hemos estudiado demasiado y queremos descansar un poco. Estamos guardando todo y dejando los libros en su lugar cuando Rita Skeeter se acerca.
—Hola chicas. —Nos saluda con una cara que no me gusta.
—Hola Rita. —Le responde Pandora, pero yo no he olvidado lo que escribió de mí, de Sirius y de Remus, así que solo me le quedo viendo.
—¿Pociones de odio? ¿En serio? No sabía que Slughorn había dejado un ensayo de una poción que vimos hace meses. —Se burla, ella ha estado escuchándonos, y si escuchó la conversación con Remus, quien sabe que más ha escuchado.
—No sabía que te habíamos incluido en la conversación. —Le digo para que sepa que no le conviene molestar.
—No sabía que les gustaría que las expulsaran. —Ni Pandora ni yo decimos nada, porque queremos ver qué tanto sabe. —Sé todo, las he estado vigilando por semanas, quieren convertirse en animagos.
—¡Cállate! —Pandora le pone la mano en la boca y yo saco mi varita para amenazarla.
—Ni se ocurra, York. —Me dice y sé que no puedo hacerle nada. Ella tiene información muy importante. —Será mejor que me incluyan en sus planes.
—No tenemos porqué hacerlo. —Le digo esperando que ella se retracte.
—Si no lo hacen, le diré a Flitwick y a Dumbledore, ambas saben que volverse animagos está prohibido y podrían ser expulsadas. —Pandora y yo compartimos una mirada de preocupación.
—No tienes prueba de nada. —Pandora le dice.
—Tal vez no, pero la siguiente luna llena se acerca y todos sabemos lo mucho que dura el proceso, podría decirle eso a Flitwick y él podría revisar sus apuntes y cuartos, apuesto a que ya tienen casi todo el material. —Maldita Rita Skeeter, sabe cómo jugar.
—Vale, puedes unirte, pero con una condición, tú consigues tu propio material. —Le digo y ella asiente feliz. —Y si alguien se entera de esto, diré que fuiste tú la de la idea y que tu nos convenciste. Sabes que me creerán.
La cara de satisfacción de Rita se ha ido, ella se ve asustada, porque sabe que mi amenaza es real y sabe que cuando se trata de tener una mejor reputación, Pandora y yo salimos ganando.
—Nos veremos por las mañanas antes del desayuno. En la biblioteca de Ravenclaw, no llegues tarde. —Pandora le dice y nos vamos de ahí.
—Mierda. —Dice ella y yo asiento.
—Más vale que esto salga bien, no puedo estarme preocupando porque Rita pueda arruinarlo.
—No lo hará, le importa mucho como para decirlo a alguien. —Pandora me convence.
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¡Ok! Sé que dije que había terminado, pero ahora subí este extra porque sería la parte 50, y no quería dejarlo en 49.
Espero les haya gustado la sorpresa, y nos vemos el miércoles para más capítulos
Atentamente
Fernanda.
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