Domingo, 27 de Febrero de 1977
Estamos en la pequeña biblioteca de Ravenclaw con Rita, ya la hemos tomado como club secreto donde nadie molesta, cuando la quieren ocupar solo esperamos a que tomen el libro y salgan y luego volvemos a lo nuestro.
Las tres estamos nerviosas porque la luna llena se acerca y queremos tener todo listo.
—A ver, un último repaso para ver que nos hace falta. —Pandora, quien ha sido la encargada de guardar todo, saca la lista de materiales. —Ahora sí, ya tenemos las hojas de mandrágora, los frasquitos de cristal, bueno, la luz de la luna es para cuando realicemos la poción, los cabellos de quien se convertirá. —Rita saca tres bolsas ziploc con cabello de cada una dentro. —Listo, la cucharadita de rocío también. Tuve que meterme al bosque prohibido por ella pero se obtuvo, solo nos hace falta la crisálida de polilla esfinge de la calavera.
—¿De dónde vamos a sacar eso? —Rita pregunta y yo tampoco tengo la menor idea.
—¿Tendrá Slughorn? —Suelto de pronto y las dos rubias me voltean a ver.
—Puede ser, pero ¿cómo le hacemos para obtenerlo?
—Tenemos la hora de la cena, dos puedes ir a conseguirlo y que una se quede aquí evitando que suba al salón de clase. —El plan comienza a formarse poco a poco.
—¡Rita! Tú serás quien lo vigile durante la cena, y tendrás que retenerlo si se quiere ir antes. —Le digo. —Pandora y yo irémos por esa crisálida.
Después de eso nos separamos y dejamos a Rita irse para que pueda hablar a solas con Pandora.
—Casiopea, ¿cómo vamos a robarle a un profesor? Una cosa es robar chocolates. —Se ve asustada pero no sabe el truco que tengo.
—Tenemos que ir a la sala común de Gryffindor.
—¿A qué? —Ella me pregunta.
—Si te digo no me creerás, pero vamos a buscar a James y más vale que sea antes de la cena.
Después de decir eso, ella y yo vamos a guardar todas nuestras cosas, las dejamos donde siempre con seguro y nos llevamos una caja pequeña para cuando tengamos la crisálida.
Salimos de la torre y corriendo nos vamos a la de gryffindor, no es hasta que sale alguien que le pedimos que le hable a James, que es algo urgente, el chico nos ayuda pero nos dice que James está en la cancha de quidditch practicando.
Veo el reloj y faltan 15 minutos para que la cena comience.
Volvemos a correr, ahora directo al campo de quidditch, los 15 minutos se han ido volando al igual que nuestra respiración, al llegar allá subimos hasta las gradas y comienzo a mover mis manos como loca para que alguien me vea.
James y Sirius estan realizando unas jugadas hasta que Marlene nos señala. No entiendo porque siguen entrenando si básicamente ellos ya no tienen partidos por jugar, supongo que es para el próximo año.
—Chicas, esta práctica es privada. —James se acerca con sudor por toda su frente y sus lentes caídos. —Será mejor que se vayan.
Sirius está detrás de él escuchando todo, ambos en sus escobas.
—James, necesito un favor y prometo irme. —Le digo antes de que me corra de la cancha.
—¿Qué?
—Préstame tu capa, es urgente. —Suelto mientras veo como Pandora se ve confundida.
—No la tengo conmigo, está en mi habitación, y todavía pensábamos quedarnos un rato. —Me dice algo conflictuado.
—Dime la contraseña de su sala común y yo voy, sé en qué dormitorio están.
—¿Cómo sabes eso?
—Sirius una vez me envió una carta y no lo olvidé.
—Bueno, la contraseña es... —Se ve dudoso de decirla pero después de unos segundos lo hace. —La contraseña es "Ravenclaw perderá"
—¿En serio? —Finjo molestia.
—Es una forma de manifestar. —Yo ruedo los ojos.
—Bueno, gracias, te la devuelvo después de la cena.
No espero su respuesta y me voy corriendo con Pandora que me grita:
—¿De qué estás hablando?
—No te preocupes, corre, luego te explico todo.
De nuevo, tenemos que subir todas estás estúpidas escaleras, la adrenalina corre por todo mi cuerpo, ya han pasado 20 minutos desde que la cena comenzó y ni siquiera tenemos la capa.
Por fin llegamos a la pintura de la dama gorda y yo digo la contraseña, nos deja pasar y voy corriendo a los dormitorios de hombres, luego subo más hasta que encuentro el de James, Sirius, Peter y Remus.
No hay nadie, Peter y Remus deben de estar cenando.
—Busca la que sea de James y busca una capa, no es del colegio, tiene tonos morados y azules y pequeñas estrellas bordadas. Básicamente un cielo.
Pandora asiente y nos dividimos el cuarto, yo comienzo a buscar en el baúl de la primera persona sacando lo que pueda y no encuentro nada, se ven cosas de Remus, así que lo dejo, me muevo al de la siguiente.
Es un baúl negro, tiene libros ropa, y cosas de todo tipo, está completamente desordenado, no hay nada que me diga de quien es, sigo buscando hasta que veo un anillo con el sello de los black arrunmabo hasta el fondo, es de Sirius, le doy otro vistazo y entre un cuaderno encuentro un narciso amarillo, solo que se ve seco, pero podría jurar que él fue quien tomó el penúltimo de los narcisos de Diggory. Lo dejo como estaba y comienzo a moverme al siguiente baúl, cuando Pandora grita.
—¿Es esta? —En sus manos veo la capa de invisibilidad de James.
—¡Sí! Vámonos.
—Espera, no podemos dejar este desastre. —Ella me hace ver todo el cuarto y en efecto hicimos un desastre buscando la estúpida capa. —Hubiéramos usado el accio.
—No lo pensé, estoy algo estresada. —Tomo una hoja de pergamino y una pluma y escribo.
Les debo un favor, siento el desorden.
Casiopea
—Listo, yá vámonos.
De nuevo, ahora vamos corriendo hasta el piso del salón de pociones, estamos por llegar cuando le indico a Pandora que se meta debajo de la capa.
—¡Es invisible! —Ella se sorprende al ver como mi cuerpo ha desaparecido. —Wow, Casiopea, está genial.
—Lo sé, el padre de James se la dió, y su padre a él, al parecer ha estado en generaciones. —Le explico mientras caminamos hasta la puerta
—Alohomora. —Ella susurra y entramos.
El salón está a oscuras, solo la luna entra, ambas salimos de la capa y vamos al closet de materiales.
—Accio crisálida de polilla de esfinge de la calavera. —Pandora dice y vemos un cajón comenzar a moverse. Lo abro y de él sale la crisálida.
Se la doy a Pandora y ella la guarda en la cajita que hemos traído.
—¡Vámonos de aquí! Antes de que alguien nos descubra. —Ella se mete bajo la capa y yo la sigo.
Después de eso, vemos a Filch pero es sorprendente saber que no nos nota y podemos irnos hasta nuestra torre, donde, después de guardar nuestro tesoro, nos sentamos en los sillones a respirar un poco.
Ambas estamos sudadas de pies a cabeza, abrimos una ventana y nos sentamos a observar la luna.
—Con razón nunca los descubren cuando hacen sus bromas. —Pandora sigue con la capa en sus manos.
—Lo mismo dije.
—Por eso te podías escabullir con Sirius por las noches. —Yo asiento. —Increíble.
—Vale, será mejor que le regresemos su capa, vamos.
—Cas, mejor iré a las cocinas, muero de hambre, traeré comida, tú regresale su capa. —Ella me la entrega y se va dando saltitos feliz de la vida.
Reviso mi reloj de muñeca y me doy cuenta que la cena está por terminar, así que lo mejor es dirigirme a la torre de Gryffindor y esperar a que James regrese.
Estoy esperando cuando veo a Remus y Peter venir platicando entre ellos. Me ven y ambos sonríen.
—¿Cas? —Me pregunta Peter y se nota nervioso. —¿Qué haces por acá?
—Hola chicos. —Remus saluda con un movimiento de cabeza. —Tranquilo Peter, vine a regresarle su capa a James.
—¿Tenías su capa? —Remus me pregunta extrañado.
—Larga historia, la necesitaba.
—Entra, James y Sirius no fueron a cenar, deben de estar adentro. —Ellos dicen la contraseña y luego me miran al ver que insultan a mi casa, pero no me molesta, es algo infantil.
Al llegar no los vemos en la sala común, así que me dicen que puedo subir a los cuartos. Subimos, yo voy detrás de Peter y delante de Remus.
Al llegar encontramos el desastre que hemos dejado Pandora y yo causando que todos me vean mal.
—Una disculpa, pero me urgía encontrar la capa. —Les digo y saco mi varita para comenzar a regresar las cosas a su lugar. —En mi defensa les dejé una nota.
—No había nada. —James dice, tiene el cabello húmedo, se debió de haber metido a bañar por el entrenamiento. —¿Ahora me dirás para qué necesitaban la capa?
Yo me siento en la cama de Peter a un lado del rubio y Remus se va a la de él, James está en la suya esperando mi respuesta.
—Quería usarla para vengarme de Rita Skeeter. —Miento y él asiente.
—Excelente, lo merecía, a ver si así deja de escribir esa estúpida GACETA, ¿sabes que llamó falsa mi relación con Lily? —James se ve sumamente ofendido por eso.
—No creo que aprenda, pero me la debía. —Digo y comienzo a preguntarme por la ausencia de Sirius. Tal vez fue por comida como Pandora.
Todavía tengo la capa en las manos.
—¿Qué fue lo que hiciste para vengarte? —Peter me pregunta y estoy por responder cuando se abre una puerta, que si sus cuartos son como los de nosotras, debe ser el baño, y de él sale Sirius Black con una toalla enrollada.
Su cabello está completamente mojado y su piel se ve aún más blanca que de costumbre, puedo ver que nos vemos al mismo tiempo y comienza a sonrojarse por completo al igual que yo.
Agradezco que tenga la capa doblada sobre mis piernas y me la pongo en la cara, una para no ver nada y otra para que no se note mi sonrojo
—¡Casiopea! —Es la voz de Sirius y yo solo me levanto de la cama de Peter y trato de irme pero al tener los ojos cerrados me caigo de la cama de sentón al suelo.
—Hola. —Digo desde el piso, aún con los ojos cerrados.
Peter, James y Remus se retuercen de risa que ni siquiera puedes respirar, yo solo quiero irme. Me levanto y les doy la espalda a los 4.
—Será mejor que me vaya, adiós, James ahí está tu capa, gracias. Adiós. —Salgo corriendo y aún cuando me voy se escuchan las risas seguidas de un "VOY A MATARLOS" de Sirius.
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2/4
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