Daniel

El juez decide dar un receso de una hora y siento que esto no acaba más. Salgo de la sala y me acerco hasta Helen que está con Ian. El hermano de Crista me saluda y luego cuando ve que ella sale va a su encuentro.

—¿Y? ¿Cómo fue? —pregunta la morocha preocupada.

—Está complicado. Toman en cuenta que he cuidado a Katty durante todos estos años, pero como ella es la madre también tiene prioridad.

Helen frunce el ceño.

—Y no toman en cuenta que esa mujer puede dejar a la pequeña en un internado, sola y llorando —bufa —la justicia ya no es justicia.

—No me digas eso —me asusto —¿Crees que puede ser tan mala?

—Lo siento, no lo sé, pero es que me enervan éstas cosas —exclama más calmada —¿No crees que hace calor aquí? —se abanica con la mano.

—No, creo que te estás estresando y te hará mal tanto a ti como al bebé, deberías irte a casa —expreso mi preocupación.

—No me voy a mover y no me vas a convencer, estoy bien —se cruza de brazos.

—Te traeré un vaso de agua.

Sonríe.

—Eres un amor.