Me despido de Helen y la miro mientras se va. Lo de anoche fue mágico, espero que se repita. Bueno, basta de romanticismos, es hora de... al cerrar la puerta y girarme me encuentro con una Katty enojada.

—¿Qué pasa, princesa?

—Papi ¿Por qué?

—¿Qué cosa?

—¿Por qué vino otra vez? —me río ante su inocencia e infla los cachetes —¿Por qué? —insiste.

—Porque se olvidó algo —invento, no soy bueno dando excusas falsas. Sigue enojada así que agrego —creí que te caía bien.

—Mami es la única que me cae bien.

Preferiría no escuchar eso, pero bueno, es su madre es lógico. No importa que Crista sea una mala persona, sigue siendo su mamá.

—Entiendo. Vamos, que hay que ir a la escuela ¿Fuiste al baño?

—Dale una oportunidad a Mami —me pone ojitos tristes y me sorprendo.

—¿De dónde sacas esas cosas?

—Mami me lo dijo cuándo me vino a visitar de la tía —sonríe.

Quedo desconcertado, voy y agarro mi celular llamando a mi hermana.

—Beatriz ¿Por qué no me dijiste que vino Crista a tu casa? —apenas me atiende la interrogo.

—Perdona, no te quise preocupar.

—¿Sabes que le dijo a Katty?

—Ni idea, yo no estaba cuando ella vino. Si quieres le pregunto a Tom —refiriéndose a su marido.

—No, déjalo, a ver si se enoja mi cuñado, mejor no.

—Cualquier cosa llámame —asiento y corto.

Katty se me acerca corriendo feliz.

—Mami me dijo que te dijera que quiere repetir. Dijo que entenderías —exclama confundida mi hija —¿Qué cosa? —pregunta con curiosidad.

—Nada —respondo nervioso recordando la vez que estuve con Crista en ese hotel —. Ve a lavarte los dientes que tenés que ir al colegio.

—Ufa —se va corriendo al baño.

Marco el número de Crista en mi celular y me atiende enseguida.

—Hola —dice de forma provocativa.

—Ahórrate tu horrible intento de seducción y vamos a hablar en serio —digo enojado.

—Cuando quieras —se ríe.

—Ahora.