20. Alargar el proceso
Está lloviendo. Un tono, no llega ni al segundo tono, que ya atiende el teléfono y trago saliva. No me ha dado ni tiempo para arrepentirme y cortar.
—Estaba esperando tu llamado —la oigo decir y no respondo —¿No hablas? Qué lindo, sé que me estás escuchando ¿Quieres saber si el trato sigue en pie?
—Sí —me limito a responder mientras camino por la vereda y sostengo con molestia el celular —¿Cuando?
—Cuando quieras, ya te di la dirección en esa tarjeta, dime y nos divertiremos un rato.
—Entonces... —suspiro —en una hora estaré ahí —para qué alargar el proceso. Terminemos con esto de una buena vez.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top