Capítulo 5| ¿Amigos?
Gradient despertó con dificultad. Tenía miedo de lo que pudiera pasar ese día, por lo que no quería levantarse de la cama. Pero debía socializar, hablar con los demás niños, encontrar alguien que fuera de su agrado para poder conseguir un poco de felicidad en ese lugar en el que nada era bueno.
Sentía algo de culpabilidad en su corazón, pero es que por su culpa sus padres habían muerto. Muerto, una palabra que siempre había odiado y evitado decir, pero ahora se había convertido en algo cotidiano por culpa del suceso de aquella noche que le había cambiado la vida totalmente.
Se levantó un tanto mareado, mientras contemplando su alrededor. Recordaba a la perfección su anterior casa, tan cálida y amigable, una casa que invitaba a pasar días enteros allí gracias a la simple decoración que había, una decoración que tanto simple era bastante bonita y estaba muy bien esparcida por todas las habitaciones. Ahora recordaba ese lugar como un recuerdo lejano que nunca más podría vivir.
Su entorno daba vueltas, y eso le estaba haciendo perder el equilibrio, haciéndole caer en el suelo mientras se golpeaba la nuca con una pata de una de las camas, haciéndole gemir de dolor.
—Auch...—Murmuró con dolor, levantándose, o bueno, intentando levantarse, ya que cayó al suelo una vez más, provocando un estruendo todavía mayor, a lo que escuchó el ruido de otra cama rechinar. Temió haber despertado a alguien, por eso se levantó de golpe, mirando todo el lugar, hasta encontrar un cuerpo moviéndose en una de las camas.
Pronto se dio cuenta de que ese cuerpo pertenecía al niño que vio antes cuando estaba a punto de entrar en el despacho en el que firmó la sentencia de quedarse por siempre en ese lugar. Sintió un escalofrío, pero intentó sonreír. Había hecho muchas amistades antes. ¿Por qué ahora se sentía inseguro?
De nuevo otro escalofrío. No quería ser tímido, quería continuar siendo alguien con bastantes amistades y alegre que ayudaba a todos. No, no quería volverse inseguro por ese accidente, no quería cambiar su forma de ser por eso, pero quizás sería inevitable, o tal vez no, nunca había vivido eso como para intentar evitar lo inevitable.
Sintió que caía de nuevo mientras el niño de antes se había sentado en la cama, mirando curioso mientras bostezaba con sueño. Era normal por las situaciones que habían tenido que vivir. En el suelo, Gradient se puso en posición fetal. Tenía miedo de hablar con alguien, con ese niño, y eso le estaba asustando. ¿Qué le había pasado? ¿En qué se había convertido?
—¿Hola?—Preguntó el otro niño después de diez veces haciendo sonidos incómodos por la actitud extraña de Gradient, pero bueno, eso era normal, podría llegar a comprender, ya que él tampoco estaba de ánimos para hablar o algo por el estilo.
—¿Uh?—Eso fue lo único que dignó a responder Gradient, quien todavía estaba abrazando sus rodillas sollozando bastante fuerte y sorbiéndose los mocos. No podía aguantar esa presión, no quería estar inseguro, no ahora que lo que más necesitaba era hacer amigos.—¿Dime?—Preguntó ahora tembloroso.
Jammy esbozó una pequeña sonrisa que borró al instante. No estaba de humor para sonreír, nadie estaba de buen humor en ese lugar, menos los niños que ya llevaban un buen tiempo en ese lugar ya que se habían acostumbrado a vivir en ese horrible lugar.
—¿Cómo te llamas?—Eso fue lo que preguntó el esqueleto de sonrisa falsa. No entendía por qué, pero sentía que serían grandes amigos. Pero bueno, quizás solo era una simple intuición que no tenía por qué ser cierta. Gradient suspiró. En esos momentos agradecía de que fuera el otro el que comenzara a hablar, porque no se sentía capaz de hablar por si mismo.
—Gradient.—Contestó intentando sonar tranquilo, pero el nerviosismo se notaba bastante por ese tono que tenía, un tono intranquilo y se notaba un cierto tartamudeo.
—¿Grandient?—Preguntó 'repitiendo' el nombre de Gradient, mientras este último negaba con la cabeza, formando una débil sonrisa. Solían confundir su nombre, pero siempre le daba risa.—Oh... es Gradient.—Murmuró rectificando su error.—Lo siento.—Acabó por disculparse entre unas risas que sonaron bastante verdaderas, a lo que se unió Gradient.
—No te preocupes, suelen confundir mi nombre.—Murmuró pensativo. Se preguntaba qué estarían haciendo sus amigos al ver que no iba a la escuela, pero bueno, no podía hacer nada. Algún día saldría de allí y los vería de nuevo. Se estaba animando de nuevo, y solo por la confusión del otro niño. ¿Eso era bueno o era malo? Bueno, creía que era algo perfecto, ya que podría intentar hacerse amigo de ese niño.—¿Y tú? ¿Cómo te llamas?—Preguntó curioso.
—Oh, me llamo Jammy. Bueno, ese es mi apodo, pero no me gusta mi nombre real...—Murmuró Jammy avergonzado por lo último. Pero era verdad, ya que odiaba el nombre 'Paper Jam'. ¿Qué estaban pensando sus padres al ponérselo? Por lo menos encontró el apodo por el que todos le llamaban, muchos pensando que ese era su nombre real.
—Oh. Nunca he conocido a alguien que prefiera un apodo antes que su verdadero nombre. Pero no importa, no es algo importante, ya que con estar a gusto contigo mismo es lo importante.—Dijo en un tono tranquilo. No le importaba cómo llamar a las personas.
—Pues bueno, yo seré el primero que conocerás.—Guiñó un ojo como pudo por culpa de los restos de lágrimas que quedaban en sus cuencas.—O tal vez el único.—De nuevo rió, pero de una forma verdadera. No sabía qué era lo que sentía en su pecho por hablar con una persona, pero por lo que había leído tal vez era felicidad. Pero no lo sabía, no podía decir eso antes de tiempo, pero lo que más anhelaba era poder sentir ese sentimiento que tan bien describían en las historias que había estado obligado a leer.
—Pues quizás, quién sabe si conoceré a otro, pero bueno.—Gradient solo decía cosas innecesarias, ya no sabía qué decir. Había olvidado lo que debía decir para ganar la amistad de alguien, no lo entendía, no entendía por qué había cambiado tanto por culpa del suceso de sus padres. Pero bueno, no podía controlar sus emociones, tendría que acostumbrarse a no ser tan feliz y social como antes.
—Oye, ¿qué te ocurre?—Preguntó curioso Jammy, mirando con los ojos entrecerrados a Gradient, quien observaba al suelo como si fuera la cosa más interesante que había en ese mundo. Pero es que se hallaba intentando encontrar una respuesta a su cambio de personalidad. Nunca imaginó que los acontecimientos serían tan malos ese año, nunca pensó que su vida diera un giro tan drástico.—¿Gradient?—Llamó de nuevo Jammy al ver como Gradient caía al suelo por voluntad propia y empezaba a sollozar, temblando bastante.
—No importa... No importa...—Jammy se estaba preocupando. Primero los dos se estaban riendo y después de la nada Gradient estaba llorando, y él no sabía cómo reaccionar, pues nunca había tenido contacto social con nadie a parte de sus padres, por lo que tuvo que hacer las cosas sin pensar: sentarse al lado de Gradient mientras le daba palmadas amistosas en la espalda.
Nunca había pensado de que ayudaría a alguien para que dejara de llorar, pues pensaba de que siempre se quedaría allí encerrado en su habitación, pero parecía que lo que pensaba era erróneo, ya que míralo ahora, allí en un orfanato que nunca pensó que sería su nuevo hogar, y encima había hablado por fin con otro niño de su edad. ¿Increíble que todo cambie tanto, verdad? Pero bueno, no podía elegir su vida, no podía ni podría nunca.
Contempló con tristeza a Gradient, quien parecía demacrado. ¿Qué le había pasado para llegar a ese orfanato? Esa era la pregunta que más rondaba por la mente de Jammy, quien tenía ganas de preguntar, pero tampoco quería sonar muy grosero, así que se tendría que aguantar, aguantarse hasta que consiguieran más confianza, si es que se volvían amigos, pues no estaba claro. Por ahora solo eran conocidos, no sabía si llegarían a amigos.
Amigos. Una palabra desconocida para él, una palabra que nunca había podido vivir en carne y hueso, pero que tal vez en ese lugar encontraría. De todos modos, lo único que necesitaba para ser feliz era un libro, un cuaderno y un bolígrafo. Nada más. Solo necesitaba poder estudiar y intentar ser el mejor hijo del mundo. Pero aquí debería cambiar ese modo de ser 'feliz' que tenía, debía conseguir otro método de felicidad.
Sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando Gradient lo abrazó para buscar un poco de consuelo. Nadie lo había abrazado nunca, nunca nadie le había visto, él era invisible, pero ahora podría conocer a más personas. Y ahora estaba dando su primer abrazo, pues había envuelto sus brazos en el cuerpo de Gradient, notando que éste temblaba mientras sollozaba.
—Tranquilo...—Murmuró mientras continuaba dándole palmadas amistosas, mientras notaba como Gradient se destensaba mirando a la mugrosa pared. Jammy lo imitó, buscando alguna cosa para entretenerse, pero lo único que podían hacer era salir de la habitación para dirigirse al patio y poder jugar con otros niños, o por lo menos, intentar socializar.
—No puedo. No puedo soportarlo... Tan solo quiero volver a ver a mis padres. Solo eso, haré lo que sea.—Y dicho eso, Gradient estalló en llantos, mientras Jammy le ayudaba a levantarse, con objetivo de ir al patio, o bueno, primero lo debían encontrar, pues ninguno de los dos sabían dónde estaba.
—Ven, vayamos al patio. A ver si conseguimos algo de comer para ti, ya que es bastante tarde—miró el reloj que colgaba en la pared, viendo de que eran las ocho, hora en la que Gradient siempre solía cenar, y en la que Jammy una vez por la semana comía algo normal y tolerable para poder digerir.
Tembloroso, Gradient se levantó, avergonzado por tener que preocupar a ese niño al que había conocido unos momentos atrás. Pero bueno, seguramente Jammy también había sufrido mucho, así que decidió que cuando Jammy necesitara ayuda él estaría allí para brindarle lo que necesitaba.
Salieron de la habitación con un poco de esfuerzo, viendo como el aire regresaba a ellos por culpa del poco espacio de la habitación, mientras veían como algunos niños salían de sus respectivos cuartos. Los pasillos estaban llenos de niños que no seguían las reglas del lugar, mientras jugaban entre ellos al escondite y al pilla-pilla. Era un ambiente extraño, como si se encontraran en un internado o en una simple escuela, pero el resto del edificio decía lo contrario.
Pronto llegaron a un portal de vidrio sucio, en el que se podía ver un árbol seco que parecía haber muerto hace mucho tiempo, por lo que supieron que ese era el patio. Jammy abrió el portón en silencio, encontrando un paisaje fúnebre, un paisaje fúnebre que fue impresionante para él.
Todo el camino hacia el patio fue silencioso, ninguno de los dos quería hablar por razones obvias, pero bueno, no era un silencio incómodo, más bien era uno que era incluso bueno para ellos. Tampoco era que no querían hablar, no era eso, solo que sentían que hablar era completamente innecesario.
Se pusieron a caminar por todo el patio lleno de plantas muertas, mugre y mucho moho, con muy poco Sol con muchos rincones sucios que no se podían ni ver por culpa del asco que producían. Se notaba que en el orfanato nadie se preocupaba de limpiar y de la salud de los niños.
Allí, en el centro del pequeño recinto, hbaía un ábrol rodeado de unos cuantos arbustos que componían una pequeña parcela de tierra en la que también habían flores marchitas y unas cuantas que todavía vivían, algo que asombró a los dos, ya que pensaban de que ya no quedaban flores sin marchitar.
Miraban con temor a su alrededor, viendo como los niños se movían por el lugar, intentando jugar en ese diminuto lugar, pero no podían por culpa de estar todos apretujados. Por suerte, ellos dos se encontraban en un lugar apartado, porque allí en el árbol no había ni un simple bicho.
—¿Por qué la vida es tan injusta desde tan temprana edad?—Preguntó con la voz rota Gradient. No entendía por qué le tenía que pasar eso. Era algo horrible que no entendía, pero que deseaba comprender. Era solo un niño. ¿Por qué no podía simplemente ser feliz, volver con poder ser con su madre, con su padre? ¿Por qué el mundo hacia sufrir a los que menos lo merecían?
—No lo sé. Pero al menos no hemos acabado peor.—Dijo en respuesta Jammy, mirando con la mirada vacía al suelo rocoso, pues no podía hacer nada más, ya que se sentía bastante mal por ver a Gradient de esa forma y no entendía la razón de eso, ni siquiera se consideraban amigos, aunque intentaba caerle bien.
—¿Y... Qué opinas del lugar?—Preguntó intentando sacar un tema de conversación, pero bueno, no podía hacer otra cosa más que hablar o dormir de nuevo en ese árbol, apoyados intentando no ensuciarse.
—Es un lugar un tanto peculiar. Nunca vi una escuela o un orfanato en persona, pero bueno, me gustaría poder quedarme en este lugar si por lo menos estaré a salvo y podré estudiar.—La última palabra resultó curiosa para Gradient, que pensó que nadie amaba estudiar, pero parecía que Jammy era demasiado diferente en todos los sentidos. No lo entendía, ¿qué le había pasado a ese niño con bufanda? No quería preguntar para no parecer molesto.
—¿Estudiar? ¿Por qué? ¿Por qué deseas estudiar en una situación como esta?—Preguntó ya decidido, necesitaba conocer a Jammy si quería ser su amigo, pero bueno, lo intentó preguntar sin parecer desesperado para comprender las cosas.
—Desearía no decirlo por ahora, por favor, no preguntes.—Contestó un poco incómodo. Las cosas no estaban saliendo como quería, no quería que Jammy le odiara, pues así no tendría ninguna posibilidad de conseguir su amistad.
—Perdón por incomodarte.—Se disculpó en seguida. Por suerte esa conversación estaba saliendo natural y no forzada como pensó que saldría por culpa de su nueva naturaleza que se había formado por culpa de ese acontecimiento que le había cambiado la vida.
—No importa.—Y dicho eso, el silencio los incomodó hasta cierto grado que... se durmieron bajo la sombra de ese árbol, a la espera de la inexistente cena de ese lugar, relajando sus mentes de nuevo, ahora con la consciencia de que ya tenían 'amigos' en ese lugar.
Quizás no todo era tan malo como parece y por ese motivo ahora eran amigos. Por ese motivo mismo habían llegado a ese orfanato, para conocerse y poder vivir de una forma en la que se podrían enfrentar a cualquier cosa que se les pusiera delante. Enfrentar cada problema.
Continuará
Publico esto justo en mi cumpleaños porque yolo :V ¿Os gusta el desarrolló de la historia o es demasiado rápido? ¿O lento?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top