✉ 13 ✉
-¿Qué te parece, Harry? –
Este al oír su nombre en el final de aquella pregunta, levanto su vista del juego Tetris que jugaba en su celular. Aquel juego no era uno de los más divertidos, pero realmente no estaba de ánimos para hacer nada que no fuera jugar en su teléfono y vagar sin rumbo por los pasillos de su suite.
Estaban en Londres, pero con las grabaciones del disco y demás, ni siquiera había podido a su casa. Deseaba ver a su madre, ahora más que nunca necesitaba uno de sus tan reconfortantes abrazos y mimos.
Sus días parecían grises y sin sentido, por más estúpido que esto le resultará. Simplemente no podía evitar pensar en ella y volver a caer en cuenta de su situación.
Quería odiarla y expulsarla de su corazón para siempre, pero al parecer aquel estúpido órgano no atendía a razones. Seguía empeñado en quererla y extrañar estar a su lado, oírla reír y proponerle ideas locas.
Si no detenía aquello, se volvería loco.
-¿Qué? – pregunto, notando como Niall, Louis y Liam lo observaban expectantes. Desde lo sucedido con Caprice, sus amigos habían estado más atentos que nunca. Harry ya se sentía un poco harto de tanta atención. Se recostó en el sofá y esperó a que Niall hablara, ellos estaban sentados en un sofá frente a Harry.
-No escuchaste nada de lo que he dicho ¿no? – murmuró Niall, masajeando su nuca con incomodidad.
Se había pasado, prácticamente, más de veinte minutos hablando y dándoles a conocer su idea... ¿para nada?
Louis bufó a su espalda, mientras Liam suspiraba con resignación. Harry estaba más distraído que nunca.
-No, lo siento – él se apresuró a decir. Sus amigos siempre trataban de animarlo, no quería hacerlos sentir mal. - ¿Qué decías? –
-Los chicos ya saben – Niall apuntó a sus compañeros y luego miró a Harry. – Les estaba proponiendo ir a alguna pub o disco – encogió los hombros. Hace bastante que no salían los cuatro, la última vez Caprice los había acompañado.
-¿Qué dices? – pregunto Liam. Extrañamente hoy quería salir, él quien rara vez se emocionaba ante la perspectiva de salir de fiesta y tener que, probablemente, acarrear a sus borrachos amigos de vuelta a casa.
Sí, ¿porque no? Ya estaba harto de hacer el papel de imbécil, sufriendo y deprimiéndose por una chica que solo se dedicó a jugar con él.
No, estaba decidido. Aquella noche saldría, se divertiría y bebería hasta no recordar ni siquiera su existencia.
-Si – les sonrió. – me parece perfecto – rápidamente y dejándolos atónitos, se puso de pie y camino hacia su habitación, necesitaba cambiarse.
Aproximadamente quince minutos después, entraban a una exclusiva y más cotizada discoteca de todo Londres.
-¿A la barra? – pregunto Louis, gritando por sobre el sonido de la música. Sus cuatro acompañantes, el guardaespaldas siempre debía acompañarlos, asintieron.
Harry observó todo los el lugar con fingida despreocupación. Este parecía un buen lugar para pasar un buen rato, completamente lleno de personas bailando y bebiendo, mientras luces neón brillaban por todo el lugar. La barra estaba a un costado de la pista de baile y era atendida por cuatro, al parecer, experimentados barman.
-Dame un whisky, por favor – pidió, dirigiéndose a uno de los braman. Sus acompañantes lo miraron extrañados.
-Harry – empezó Liam - ¿no crees que ese trago es muy fuerte para comenzar? – sus ojos destilaban preocupación, mientras detenía al barman.
-No – el mencionado los fulmino con la mirada – me importa una mierda, trae mi trago – lo último fue para el chico que atendía.
Cuando este lo hubo traído, bebió un gran sorbo. Ugh, sabía realmente asqueroso, pero no importaba...quizás con aquello podría calmar el gran dolor y vacío que sentí en su pecho.
Mientras pasaba las horas, Harry se mantuvo bebiendo en completo silencio y con aspecto sombrío. Unas cuantas chicas habían tratado de invitarlo a bailar, pero él simplemente las despachó con una fría mirada.
Rápidamente y sin notar como, su entorno se volvió cada vez más borroso e inestable. Con un movimiento tambaleante, se puso de pie...tenía algo de suma importancia que hacer.
(...)
Una vez más, Price se removió entre sus sábanas, a ese paso jamás podría conciliar el sueño y pasaría otra noche en vela...llorando y extrañando a Harry.
Aquello era una tortura que se volvía cada vez peor.
Había pasado los últimos días tratando de averiguar quién filtró aquella noticia y cuando por fin lo descubrió la herida y el dolor empeoró aún más.
Su madre, ella fue quien escribió a aquella revista online para contarles todo lo relacionado a ella y Harry. Seguramente aprovechó el haber oído el mensaje que su jefe le envió.
Ahora más que nunca la odiaba. No lograba entender como una madre, quien supuestamente debía cuidar de sus hijos y evitarles los sufrimientos, hacía algo así.
Un fuerte golpe en la puerta de entrada la hizo salir de sus cavilaciones. Rápidamente y luego de secar las lágrimas de su rostro, se levantó y caminó hacia la entrada. Los golpes cada vez sonaban más fuertes.
-Ya voy – gruñó, enfadada con quien fuera que osaba molestarla a aquellas horas. - ¿Quién molesta a estas...? – las palabras murieron en su boca cuando vio quien tocaba con tanta insistencia. – ¿Harry? – lo observó, mientras el chico daba un paso adelante y caía de bruces frente a ella.
Price, se apresuró a ayudarlo a levantarse y sin mediar palabra lo llevó hasta el gran sofá que había en su sala de estar.
-Harry, por Dios. ¿Qué haces a estas horas y en este estado? – luego de sentarlo trato de alejarse, pero unos fuertes y tatuados brazos se lo impidieron.
-no se – susurró él, obligándola a sentarse en su regazo y escondiendo el rostro en el cuello de la chica. Price noto que apestaba a licor. – Solo quería volver a verte...- el agarre de sus brazos entorno a su cintura se apretó – Quiero odiarte Caprice, juro que quiero hacerlo, pero no puedo. Eres como una maldición que absorbe todo lo bueno en mi y no me deja escapar. – levantando la cabeza, cubrió los labios de ella con los suyos, volviendo a probar la dulzura de su boca. Cuanto se habian extrañado.
Luego de aquel beso, Price parpadeo, evitando derramar más lágrimas. Sin importarle lo que vendría después, lo instó a ponerse de pie. – Ven Harry, necesitas descansar - lo guio hasta su habitación, donde lo ayudó a recostarse y posteriormente trató de cubrirlo con sus colchas. Ella dormiría en el sofá.
-No – murmuró Harry, cuando vio que Price se alejaba. – Price, quédate conmigo...- sus voz sonó ahogada, mientras sus parpados se cerraban por si solos. – No me dejes solo esta noche – susurro. Él se veian tan deatrozado y no habia otra culpable más que ella.
Caprice sintió como su corazón saltaba y sin pensarlo dos veces se acomodó a su lado y se dejo abrazar.
Aunque sabía perfectamente que aquello no duraría mucho, estaba dispuesta a aprovechar de todo lo que pudiera tomar.
-xx-
06-06-2016
Hola, espero les guste.
Y estamos en los ultimo capitulos, muchas gracias a las poquitas que me siguen leyendo, enserio las amo y aprecio sus votos y comentarios. ♥
Pd: Errores, ortografía u otros, serán editado luego. :3
Bye!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top