-Entonces... ¿Qué película veremos? – Price acomodo su cabeza sobre el regazo de Harry y en sus manos sostuvo el control del televisor.

Estaban en el hotel, cómodamente recluidos en la pequeña suite de Harry.

Este había decidido ir allí principalmente para mantener a los chicos alejados, lo que menos quería era que Louis o Niall gritaran en cualquier momento que la canción que escribía era para ella.

Dios, aquello sería vergonzoso.

Ellos nunca perdían la oportunidad de avergonzarlo, casi como cuando las madres se empeñaban en mostrar las fotos más vergonzosas de la infancia, enseñándoselas a cada visita que recibieran y sintiéndose orgullosas de aquellos recuerdos.

También la había traído allí para pasar tenerla solo para él, no quería compartir la atención de la chica con ninguno de sus charlatanes compañeros.

-Eh, no se – respondió Harry, jugando distraídamente con el cabello de ella. Era como si estuviera acariciando fina y pura seda. – Lo que tú quieras – sonrió cuando la chica movió la cabeza para mirarlo.

-Ok – ella encogió los hombros – luego no te quejes – dirigió su atención al televisor y comenzó a buscar una buena película.

Él frunció el ceño, de repente arrepintiéndose de sus palabras. Esperaba que Price no se decidiera por una de esas películas melosas que causaban diabetes.

Price rebusco entre las opciones existentes en Netflix y sonrió complacida cuando por fin encontró lo que buscaba.

Un suspiro escapo de los labios de Harry cuando vio la elección de ella. Sherlock Holmes. Aquella no parecía ser una mala película. Aunque pensándolo mejor, él ya había visto una película de aquel tipo.

-Te habías asustado – Price río, para luego depositar un suave y ligero beso en los labios de él, volviendo rápidamente a su antigua posición.

Suspiro, durante aquellos días, se sentía rebosante de felicidad. Ella y Harry estaban en algo, aun no podía ponerle nombre, pero le encantaba.

Harry era un chico realmente especial, encantador y violable...todo al mismo tiempo. Pero lo que más le encantaba a Price era lo humilde y respetuoso que era. Además del inmenso cariño hacia sus fans. Siempre tenía tiempo para ellas, ya sea una foto, un autógrafo o un simple saludo.

El sonido de la puerta abriéndose sacó a Price de sus cavilaciones. Louis ingreso por esta cargando una gran bandeja.

Servicio a la habitación.

-¡Tortolitos, su pedido ya está aquí! – dijo, al tiempo que dejaba la bandeja sobre la mesita que había junto al sofá, no sin antes soltar un pequeño gruñido por el esfuerzo – creo que eso es todo lo que pidieron – Louis estiro la espalda, aun sintiendo la incomodidad de su anterior gasto de energía.

-Está bien – Price, muy a su pesar, levantó la cabeza del regazo de Harry y se acercó a la bandeja repleta con comida. – Gracias Louis – le sonrió.

-Fue un verdadero placer. – él le devolvió la sonrisa, guiñandole un ojo. Y luego se quedó allí, de pie junto al televisor.

-Eh, Gracias – Harry lo miró, notando que su amigo no parecía querer irse. Se aclaró la garganta – Gracias, Louis ya puedes irte –

Price soltó una risilla, mientras Louis lo miró ofendido.

-Arg, está bien – salió de la habitación, dando fuertes pisadas.

Cuando la puerta se cerró, Harry acercó la mesita auxiliar al sofá y luego se sentó, esperando a que Price se sentara junto a él.

Tomando un tazón repleto con palomitas, Price se acomodó junto a Harry, mientras él ponía la película.

-¿Cuándo seguirán con el tour? – Preguntó ella, luego de haberse mantenido unos minutos en silencio, meditando y viendo la película. No había querido pensar en aquello, eso significaba que Harry tendría que irse y no lo volvería a ver en semanas...meses quizás.

Par su desgracia se había acostumbrado a verlo todos los días. Y no quería dejara atrás aquella rutina.

-Uhm...- Harry dudo – creo que en una o dos semanas más. Ahora nos dieron tiempo para escribir las canciones del nuevo álbum –

-Oh – ella medio sonrió.

-¿Qué pasa? – Harry acarició su mejilla con lentitud, notando claramente la preocupación en los ojos de la chica.

-Nada – murmuró Price, no queriendo parecer una tonta. Suspiro cuando fue notorio que Harry no le creía. – bien, estaba pensando en que cuando se reanude el tour tú tendrás que irte y ya no podremos vernos, ni salir a...- se detuvo cuando notó que la voz le temblaba. Seguro se veía ridícula queriendo llorar.

-Eh, tranquila – él la hizo levantar el rostro y mirarlo – Caprice, te aseguro que estaremos en contacto todo el tiempo. Hablaremos todos los días por WhatsApp, mensajes...Skype – lentamente su boca cubrió la de ella, besándola con exquisita suavidad. - ¿de verdad crees que dejaré que te me escapes? – susurro, acariciándole la mejilla. -Además siempre podrías acompañarme –

-¿Qué? – Price rio – no creo que aquello este bien - aunque si le encantaría ir con él y verlo lucirse en los escenarios.

-¿Y desde cuándo Price Carys hace lo que se supone que está bien? – Harry la miró, riéndose divertido.

Price solo rió, volviéndolo a besar y sintiéndose más tonta que nunca por tener aquellas inseguridades.

-Así que... - volvió a acomodarse junto a Harry, sonriendo cuando sintió que él la rodeaba con uno de sus tatuados brazos. -¿ya tienen alguna canción? –

-¿Terminada, quieres decir? – preguntó él, a lo que Price asintió. – Sí, creo que hay una...que lanzaremos dentro de poco – además de la que él escribía.

-¿Cómo se llama? – ella lo observo fascinada. El rostro de Harry se iluminaba cada vez que hablaba sobre su música.

-Drag me down –

-¿podrías darme un adelanto? – Price intentó poner su mejor cara de inocencia.

-no creo que pueda – Harry frunció el ceño, fingiendo pensarlo, riendo cuando ella hizo un puchero. - pero por ti haré una excepción –

La chica sonrió y esperó impaciente a que comenzara. Él se acercó y bajando la cabeza, comenzó.

'All my life you stood by me. When no one else was ever behind me.

All these lights, they can't blind me. With your Love

Nobody can drag me down'

Canto suavemente en su oído. Sonriendo cuando noto como la chica se estremecía.

-xx-

02-05-2016

Espero les guste y Gracias a quienes se toman el tiempo de leer, votar y comentar mis novelas, las amo.