Vigésimo octavo capítulo

Dos semanas, una canción y cero sentimientos.

De esa forma es como me siento. Aunque, ¿aun puedo decir mis sentimientos ocultos? ¿Aún hay tiempo? ¿Sí? Gracias.

Oh, amada Neibor. Si fueras un ser humano de carne y hueso, yo mismo te raptaría para que te metieran un palo por el culo. ¿Eso no demuestra mis sentimientos? ¿Con palabras más precisas? Entendido. Oh, amada Neibor. Esto es lo que siento por ti. Acepta mis sentimientos, solo por favor: Jó-de-te.


—La siguiente pareja es...—Maldigo el jodido momento en que las clases cambiaron y mi adorable (pero sobretodo, masculino) profesor Changmin, fue movido...Pero, maldigo de igual manera (incluso con más fuerza), el que me tocara tomar clases con Jongin y Baekhyun. Bueno, Baek no me desagrada en lo más mínimo, lo hace su amigo. —Kyungsoo y Kai, al frente por favor.

Ah...—Y maldigo aún más, al jodido de Jongin que impuso su poder y no dejó que eligiera de compañero a alguien más. "Somos novios, los novios siempre están juntos", chíngate imbécil, chíngate. —En un momento estaremos ahí.


Me levanto de mi lugar, acomodo un poco mi uniforme y espero a que Jongin se digne a levantarse, entregue el CD con la pista y se siente a mi lado, pero esperé por mucho y mi paciencia se agota de forma rápida, eso debe saberlo él. Así que sin que la música iniciara aun, comencé a cantar a capela. Jongin me miro dudando por un segundo lo que estaba haciendo, pero, eso era lo de menos, ahora sabe que mi paciencia es poca y no estoy para sus bromas infantiles frente a mis hermosas calificaciones escolares, maldición.


When the days are cold

And the cards all foldAnd the saints we seeAre all made of gold

When your dreams all fail

And the ones we hailAre the worst of allAnd the blood's run stale


Puedo ver perfectamente como los demás mecen sus cabezas. Susurrando en lo más bajo la letra de la canción, y al final, Jongin se digna a tomar lugar a un lado mío, toma el otro micrófono y ahora es su turno.


I wanna hide the truth

I wanna shelter youBut with the beast insideThere's nowhere we can hide

Jongin hasta este punto entiende a la perfección que su pérdida de tiempo, no es ni será la mejor pérdida de tiempo. Mira a todos lados, y en una clase de indicación con su naricita, lentamente logro notar como la música comienza a aparecer lentamente, como si hiciera un pequeño eco en nuestras voces y poco a poco comenzamos a quedar en el estatus de "genial".


When you feel my heat

Look into my eyesIt's where my demons hideIt's where my demons hide

Don't get too close

It's dark insideIt's where my demons hideIt's where my demons hide


Cantamos a coro. No es tan malo a como pensé que sería. Su voz incluso ha perdido ese tono de burla y carisma solo para convertirse en una por completo seria. Y eso es lo más fenomenal que he escuchado jamás. Bueno, por parte de él, la verdad jamás le vi la pinta de saber a qué vino a este mundo, es más, ni talento creí que pudiera tener alguna vez Jongin.

La música de fondo que ahora es más audible, ayuda en gran parte en la unión de nuestras voces. Inclusive pude ver como sus ojos destellaban, era como si una magnífica idea hubiera atravesado su vacía cabeza. Todo sigue su ritmo, ahora la música nos ayuda de gran manera en cada línea.


They say it's what you make

I say it's up to fateIt's woven in my soulI need to let you go

Your eyes, they shine so bright

I wanna save that lightI can't escape this nowUnless you show me how

Jongin sigue su línea, ahora con ese característico ritmo de carisma que siempre suele tener. Da un pequeño giro, dándole la espalda a los espectadores. Y mirándome seriamente. Casi de inmediato me sonrojo. ¿Esta es la idea que pudo haber cruzado su cabeza?

Justo en la segunda estrofa, es que era mi turno para cantar, pero fui abruptamente detenido y congelado al escuchar que Jongin continuaba con mis líneas. Toma mi mano y nos da, tanto a los espectadores como a mí, una sexy vista a su perfil. Bueno, eso de tener novio debía servir para algo, ya que, si no me dará una casa o un auto, mínimo puedo presumir de alguien que expide sensualidad con solo un perfil.

Todos miran expectantes por lo que acaba de suceder. Una jodida y perfecta nota alta, retenida por varios segundos, salió de aquel ser. ¿Era siquiera posible?


When you feel my heat

Look into my eyesIt's where my demons hideIt's where my demons hide

Don't get too close

It's dark insideIt's where my demons hideIt's where my demons hide

Aun sin entender del todo lo que acaba de suceder, continúo cantando. Puedo ver como los demás se sienten un tanto perdidos. Jongin los mira con superficialidad y arrogancia, relame sus labios y continúa con el coro.

En ningún momento soltó mi mano. Aun cuando ya habíamos terminado. Los demás aplaudían y murmuraban lo genial que lo había hecho —omitiéndome en todo sentido, infelices, para ellos solo existía un Kai tan genial que podía cantar todo tipo de música—. Mis mejillas se sonrojan aún más cuando Jongin pellizca mi nariz de forma cariñosa y dice lo genial que lo hice, mientras me despeina y el profesor nos da una calificación por nuestra actuación. Claro, aun alagando a Jongin por lo sorprendente que canto y omitiéndome igual que los demás. Puto profesor lame botas, yo lo hice aún más genial que él, a mi es a quien debería alabar.

Tomo lugar en mi asiento. Jongin aún está siendo rodeado por los demás, Baekhyun voltea y me mira, tenía una cara de asombro puro al igual que de terror. Sonrío y este de inmediato golpea mi brazo, provocando que de un quejido de dolor.


—Llevo seis años siendo su amigo, y jamás en mi jodida vida a querido cantar una nota alta. ¿Qué mierda le está sucediendo? —Pregunta, deja su boca abierta y mira a la nada. Creo que perdí mi oportunidad de tomarle una fotografía, si saco el teléfono y la tomo, ¿se vería muy raro?

—Bueno, ese idiota robó mi línea, es lo que sucede. —suspiro, si no fuera ese imbécil un presumidito de primera, de quien se asombrarían sería de mi perfección y no de aquel desnalgado moreno. — Ahora se volverá aún más popular, creo superará la presentación pasada.

—Creí que sería imposible que sucediera algo como eso...

—Me sorprende aún más que nadie me alague por cantar fenomenal.

—Cantaste fenomenal. —Responde casi de inmediato, mi corazón dio un brinco de emoción mezclado con amor y una gran sonrisa se asoma en sus labios. —Yo te alago ahora.

—Gra-

—Ahora espero que tú también me alagues cuando lo haga yo, ¿entendido? —me amenaza y de inmediato asiento. —También grita mi nombre como fan loca, si puedes haz una pancarta.

—Como la-

—Dejemos atrás lo de la pancarta. Solo conque grites, me basta.


Jongin regresa, toma asiento a mi lado. Realmente odio todo esto. Ya no puedo maldecirlo mentalmente porque siento que, de tan cerca que se encuentra, puede leer mis pensamientos. ¿y saben que significaría eso? exacto, no haya carro nuevo para éste bebé —yo— y si éste bebé no conduce un vehículo de agencia nuevo, llorará.

El profesor dicta el nombre de Baekhyun junto al de Yeonju, una chica que tiene voz más masculina que Baekhyun y Jongin juntos. Me hace una seña, advirtiéndome que haga lo que ha pedido, y solo muevo la cabeza en asentimiento. Por los parlantes, se comienza a escuchar el sonido de una guitarra eléctrica. De inmediato comienzo a gritar. ¿Y quién no gritaría al escuchar el intro de Welcome to the jungle?

Si cerramos nuestros ojos por un minuto, nos podremos confundir, creyendo que la persona que tiene la voz más fina es Yeonju, y que Baek la tiene más que gruesa y potente. Pero una vez que abramos los ojos, la decepción vendrá a nosotros.



• ♦ •



Un ensordecedor ruino se escucha en la mesa. Miro desorientado el paquete de paletas. Las palabras en un mandarín perfectamente escritas y con un diseño bastante gracioso. Volteo a ver a los demás, y al igual que yo, toda su atención queda pasmada en aquellas bolsas de paletas que hay en su espacio personal. Después, se sienta a mi lado y la sonrisa de Luhan es mi premio por haber volteado, traté de comprender a donde iba todo esto, pero noté como él mantenía unos cuantos paquetes escondidos en su mochila.


— ¿Y esto, Lu-Ge? —Pregunta Minseok algo aturdido.

—Eso, mi querido Bollito, es la gloria convertida en dulce.

—Espera, ¿qué? — Digo algo perdido y Ge, saca un pequeño poster de lo que sería la empresa que produce el caramelo.

—Les estoy entregando un pedacito de gloria, mis queridos chicos, ¿alguna vez han tenido el gusto de probar la exquisita mezcla de algo totalmente extraño? —Todos negamos y la socarrona sonrisa aparece en los labios de Ge. —Les presento: El único. Magnifico. Increíble. Delicioso. Orgásmico... caramelo que romperá todas sus expectativas, importado desde China. —tomó aire, lamio sus labios y cerró los ojos porque pareciera que está sintiendo sus propias palabras —Un producto que lleva más de ocho años fuera del mercado. Y no, no fracasó el producto, claro que no, fracasó por una mala inversión. — suspira una segunda vez y poco a poco extiende más el poster que lleva en sus manos. —Culpemos a la economía, la mala administración, pero jamás, ¡jamás, escúchenlo! Jamás culparemos el producto. Bien, de acuerdo a todo lo anterior, les presento-

—Una paleta de fresa y nuez bi sabor crema con chocolate. —Lo interrumpe Dae y sé que lo hizo a propósito, creo que esperó ese momento porque justamente su sonrisa se estiró de aquella forman tan maldita que solo él sabe hacer con las comisuras de sus labios. Él ama provocarlo.

—Gracias por estropearme la presentación, Jongdae. Muchas gracias.

—Por nada, Ge. Para eso estamos los amigos, ¿Qué no?

—Como digas. —Suspira cansado y después vuelve la sonrisa. —Y como soy un casi santo, les regalo a cada uno un paquete de paletas. No deben agradecerme, además no me hace falta, tengo otras tres cajas en casa.

— ¿Por qué me das otra bolsa a mí? —Pregunto algo perdido y Luhan solo me guiña.

—Dásela a Jongin. —Otro guiño, y continua con su charla sobre como la paleta dejo de elaborarse y todo lo que tuvo que hacer por conseguirla.


Después de sonar el timbre, cada quien nos fuimos a nuestras clases (y edificios). Luhan por suerte comparte una clase conmigo, aunque, esta no es la ocasión. Llego al salón con bastante tiempo. Miro al frente, y espero a que el profesor se digne a entrar. Después de nueve minutos, la idea de que el profesor no llegará a tiempo, cruzó mi cabeza. Por qué siendo sinceros, éste profesor es muy cumplido en su horario, podré llegar tarde yo, pero él jamás.

Meto mi mano en el bolsillo del saco y encuentro seis paletas. Viajo en el tiempo, todo en lo sucesos de hace algunos minutos y recuerdo como Luhan nos metió mano a todos y dejó paletas a su paso. Doy un suspiro. Tal vez el sabor sea del más impresionante, tal como lo dijo Ge. Doy algunos pasos fuera del salón y me detengo frente a uno de los pequeños contenedores de basura. Comienzo a quitar la envoltura, miro el color de la paleta, que está dividida a la perfección en cuatro partes, y tiene el centro en espiral, mesclando esos sabores.


¡Oh, mi, santo, grial, de, la, inmortalidad! —Gritan, dando pausas en cada palabra y por mera curiosidad volteo en dirección a donde se escucha la voz. Me sorprendo al ver un chico señalándome. — ¿De dónde conseguiste eso?

¿Ah? —Volteo a todos lados. Meto la paleta en boca y al ver que soy el único parado y que hace algo; ya que los demás están entretenidos caminando, me señalo. — ¿Yo? —Tenía mis dudas, si no es a mí solo rascaré mi pecho y haré como que tengo mucha comezón.


El chico asiente frenéticamente, dejando atrás la graciosa expresión que puso al decir aquellas palabras, y endereza su postura. Acorta la distancia entre nosotros y sin cuidado alguno jala del palo de plástico, provocando que saque la paleta junto a un ruidoso «plop». Fue gracioso y me dio pánico a la vez, es decir, ni siquiera lo conozco y ya me está quitando las cosas que obtuve de buena manera, ¿qué le pasa?

Justo cuando estoy por golpearlo o maldecirlo, mi cabeza me pide que me detenga y que lo mire porque esta puede ser una buena oportunidad para mis ingresos diarios. Detengo cualquier movimiento y lo recuerdo. ¡Es el mismo chico que estaba siendo cariñosito con el de pelo rubio (antes morado)! Es el de la Deep Web.


—Pagaré diez mil wons por tu paleta. —La inspecciona, más que maravillado, se relame los labios por la ansiedad de querer sentir el delicioso sabor. Lo acepto, no estuvo tan mal el sabor que percibí los pocos segundos que la tuve en la boca. —No me importa que ya la hayas chupado.

— ¿...Eh?

—Quince mil, ¿es poco? —Aclara su garganta. —En ese caso, que sean veinte mil.

— ¿Cómo-?

—Llevo años buscando esta paleta, ¿sabías que desde el dos mil siete dejaron de...? — Blah, blah, blah, era la misma historia que hace poco había escuchado de Luhan, era como volver a tenerlo frente de mí, solo que, en una versión más adorable-masculina, rellena, castaña, y con los ojos más pequeños. Y que se diga de las orejas, parece que las tiene puntiagudas. Al parecer aún existen fans de esa empresa. —Así que, ¿Qué dices?


Si bien, yo, Do Kyung Soo, no soy un aprovechado en lo más mínimo. Mucho menos lo soy con la gente rica que me ofrece su dinero a la primera. No, no soy ese tipo de ser humano. Y si bien, puedo regalarle una de mis cinco paletas restantes. Como buen samaritano que soy, la respuesta no tenía que pensarlo dos veces. Yo solo quiero ayudar a mi prójimo.

Los principios que mis padres me ensañaron los tengo día a día, jamás me aprovecharía de nadie.


—No. —Sin sentimiento alguno, le arrebato la paleta. Notando como él seguía el rastro de esta en forma lenta, sintiendo que su alma se le es arrebatada. — ¿De qué me sirven veinte mil wons, cuando puedes robar un banco por mí?

—... ¿Ah? —perdió el habla por un segundo, pegó una mueca bastante extrañada contando que sus ojos son rasgados, y sus labios forma de una extraña "w", y el hecho de que frunciera el ceño; ya no sé si es sorpresa o molestia o cualquier cosa que exprese su rostro en estos momentos. —Hey, ¿estas intentando estafarme? Porque déjame decirte que lo estás haciendo mal. —suspiró, arrebató la paleta y la señalo para imponerse, vaya, casi sentí que me iba a golpear. — Yo solo lo hago por una bolsa de esas paletas, no por una sola y que además esta usada.

— ¿Y quién dijo que no tengo la bolsa?

— ¿La tienes? —Sus ojos crecen e inclusive pude notar un enorme y radiante destello de luz en ellos. Me sentía como un vendedor de drogas, ¿así se sentirá el tener en tus manos el vicio que vuelve locas a las demás personas? —Muéstramelo.


Y que lo dijera más que ansioso, no ayuda en mucha para darme a la idea de lo que estoy haciendo está mal, incluso que es ilegal. Digo, ¿es normal sentirme un traficante de paletas con nombre difícil de pronunciar? ¿Qué con el nombre Chuyktrüg-pop? ¿O era Choaugkrú-pop? ¿Por qué no dejarlo en Chuchu-pop? Me gusta cómo suena Chuchu-pop.

Unos cuantos pasos y llegamos a mi lugar. Ambos frente a la mochila y por un instante, las quisquillosas miradas de mis compañeros me hicieron sentir un verdadero traficante. Saco aquel paquete, que secretamente Luhan me dio para dárselo a Jongin. Kim Jongin, lo lamento, pero este paquete debe cumplir su misión, no me odies por favor. Siento que en cualquier momento llegará la policía y me encarcelarán por traficar...

Doy un vistazo al chico quien abre su boca a más no poder, sus ojos brillan de nueva cuenta y por un segundo creí ver como el empaque comenzaba a brillar manera, dando cientos de destellos de cientos de colores. Desde un azul, hasta un naranja fluorescente. Incluso pude sentir como se levitaba el empaque para llegar a las manos del chico.


—Déjame...Déjame besarte. —Hace un gesto un tanto lindo y se me es imposible no sacar un audible «aww». ¿Dónde puedo conseguir una preciosura como esta? Quiero dos hijos como él...—Es más, besaría todo tu glorioso ser. —dice con gran adoración y por un instante, me sonrojé. Que sean siete. —Creo que eso no demuestra lo que siento por ti en estos momentos, ¡Te hago un hijo! Espera, no tengo vagina, maldición...robaría un banco por ti, incluso le pondré tu nombre a mi primer hijo o hija... ¡Te hago un altar!

—No creo que-

— ¡Yah, Kim! —Gritan a su espalda y sin siquiera creerlo, el chico rubio (antes peli morado) tiene los brazos cruzados, el ceño fruncido y su respiración es tan pesada que hasta yo pude escuchar como exhalaba e inhalaba. O está cansado, o realmente debe estar molesto. — ¿Qué mierda haces eh? — ¿Así que los novios-no-novios-pero-si-amigos, también pelean y pueden maldecirse? Creí que eso solo pasaba conmigo y con Jongin.

— ¡Oh! Byunggie-Joo, te presento al amor de mi vida, te presento a...—Su alegría queda pausada y me mira, algo curioso— ¿Cuál es tu nombre?

—Kyungsoo. —respondo bajo en una pequeña sonrisa y por un instante creí que el chico con adorable sobrenombre estaba por matarme, enserio, este pequeño gatito (y lo digo por el chico que me declara su amor abiertamente aun sin conocerme, es tan lindo que parece un gatito, además de que su voz en un tanto agraciada) lo está provocando.

—Te presento a Kyungsoo. —Da un largo suspiro y se me es casi imposible no acariciar su hidratado y lacio cabello. Es como el gatito que siempre quise tener. Una risita y le entrego la bolsa de paletas. —Juro que te amo Kyungsoo-oppa. —Abro mis ojos, y por un instante el aire faltó en mis pulmones.

— ¡Yah! No puedes decirles oppa a los hombres. —Grita irritado el otro.

— ¿Byunggie-Joo esta celoso porque no le digo oppa? —Pregunta con un tierno tono de voz y hace una mueca que se me es posible olvidar que me acaba de decir oppa y saco otro «aww», es que simplemente, es lindo este chico.

— ¡Deja esas cosas para las chicas, Kim! —Le dice, o molesto, o celoso, o celoso molesto, o celoso irritado y de paso molesto. Solo encuentro identificar esos tonos de voz de esa forma.

—Ah, cierto. Lo olvidaba. Solo las chicas pueden decir eso. —Su voz cambia de repente, y ahora ya no tiene ese aire de chico lindo, si no, uno masculino. —Gracias Kyungsoo, y lo que necesites, el banco que quieras, solo dame tus datos y... ¡Hojoon-oppa! — Y en un instante cambia por completo de actitud. Se abalanza contra el chico de lentes de mi salón y este lo recibe más que alegre.


Unos cuantos gritos más por parte de «Byunggie-Joo», y con algo de ayuda de un chico alto y que por un instante me intimidó. Tenía mirada de seriedad pura. Era un tanto fornido y alto, ante todo. Después de una leve información sobre mi nombre —y sin omisión del oppa—, el chico que creí era intimidante, salió siendo todo lo contrario. Incluso sonreía a cada instante, y me pidió perdón si es que me había sentido incómodo con las amorosas palabras que me dijo el otro.

Unos segundos después, se despidió, y se cargó al chico —cuyo nombre no me dijo por abalanzarse contra su «Hojoon-oppa», y los otros olvidaron mencionarlo por intentar separarlo de su «Hojoon-oppa» — entre sus hombros, diciéndole que no se debía escapar de clases nunca más. Además de recordarle que estaba demasiado pesado y que le pagará la operación de hernia que tendrá a causa de cargar casi una tonelada de kilos.


Kyungsoo-oppa, ¡no te olvides de mí, nunca! —Podía escuchar sus gritos por todos lados. — ¡Kyungsoo-oppa!


Sonrío y solo agito mi mano en despedida. Él no me vio, pero Byunggie-Joo si lo hizo, y lo único que recibí por parte de él fue un casi gruñido.


— ¿Por qué un chico te está llamando oppa? —Pregunta Luhan curioso, me sorprendo al encontrarlo fuera de su clase. —Mi profesora aun no llega. Y por lo que veo, el tuyo tampoco. ¿Qué vez eh?

—Cosas, Ge. —Mira en dirección al pasillo y ahí se le puede ver el trasero del chico lindo, mientras que Byunggie-Joo lo nalguea y lo amenaza con el dedo, tal vez regañándolo por haberse escapado de clases o por llamarle a los hombres oppa.

Hmm... —pega su rostro en mi hombro derecho y deja caer todo su peso contra mi cuerpo. —Hmm...

—Ge.

— ¿Hmm?

— ¿Me puedes dar otra bolsa de paletas, por favor?



• ♦ •



Minho y yo nos encontrábamos sentados. Mirándonos fríamente. Calculando la debilidad del contrario. Sonriendo de forma socarrona al encontrar algún punto del otro. Solo para poder derribarlo.

Flexiono un poco mis piernas, hacia atrás para darle un estiramiento no tan adecuado. Muevo en círculos mis hombros y mi cuello cruje al hacer un simple movimiento en este.

Minho me imita y pasa su mano por su negro y sedoso cabello. Empuño mi mano contra la de él, y hace exactamente lo mismo. Nos miramos fijo por algún instante y después, su intensa mirada estaba sobre mí. Sonreí y cuando lo vi flaquear. Ataqué.


— ¡Toma eso Honnie! —Beso mi brazo con gran orgullo y puedo escuchar a Minho murmurar cientos de cosas. Maldiciendo mi fuerza sobrehumana y maldiciendo su flaqueza ante mi tierna mirada.

— ¿Tres de cinco? —Pregunta y asiento de inmediato. —Pero ahora con la zurda.


De nueva cuenta hacemos lo mismo. Un pequeño resoplido y ataque. Dios me dio este don, humillar a los fortachones es mi deber, esa es mi misión.


— ¡Toma eso, Honnie! —Grito victorioso y por un instante escuché a cientos de personas gritar mi nombre con orgullo mientras reciben el dinero por haber ganado la apuesta que hace algún instante hicieron. Pero, bueno, lo que me encuentro es a solo pequeños jugando en la resbaladilla y los columpios, incluso vi a un pequeño comer tierra. ¿Quién come tierra hoy en día?

—De donde... ¿de dónde sacas tanta fuerza, Honey?

—Siempre la he tenido, ¿o no lo recuerdas? —Pregunto y tomo asiento a su lado, recargándome contra su espalda. Si solo yo estuviera así de bien formado, creo que no le pediría nada a nadie, ¿Cómo se logra? ¿A quién debo pagarle para estar igual? ¿A qué santo tengo que rezarle?

—Recuerdo que siempre peleábamo- ¡cierto! Mis padres quieren tener una pequeña reunión contigo. —Voltea a verme, muestra sus dientes a la vez que comenzó a sonreír y suspira al final, me muestra la lengua y señala al niño que estaba todo entretenido comiendo un poco de la naturaleza terrestre. — Creo que te quieren adoptar...—Comenzamos a reír, es imposible no reírme, o tal vez sea el nerviosismo de querer volver a ver a los señores Choi después de años, o río por la idea de ser adoptado por mi casi tercera madre.

— ¿Cómo puede ser posible que después de tanto tiempo apenas puedan saber sobre mí? ¿Me estas ocultando de ellos? —Pregunto indignado y Minho se carcajea. —Hey, esto es serio. Ahora cuenta.

—No es como lo imaginas, es solo que, con todo esto de la universidad y la vida, es difícil comunicarme bien con ellos y pues, mamá me vino a visitar, entonces llegó sin avisar a mi departamento. Como yo no estaba fue de inmediato al de Tae-

— ¡Taemin! ¡Estabas en el departamento de Taemin! —Grito y no me importo que el niño que comía tierra me mirara con susto. ¡Santo Dios! ¡Algo así me indicaba mi corazón! Yo sabía que ese par se traía algo entre manos, no quise decir nada, pero ¡Dios! ¡No tienen una idea de cuantas historias imaginé en mi cabeza por ambos! El hecho de que Minho tratara de callarme con sus absurdas palabrerías de «no es lo que crees», «es mi vecino, solo eso» y «¿puedes callarte por el amor de Buda?».

—Por algunos asuntos fue que me encontraba en su departamento-

— ¿Entonces? ¿Cómo pudo saber mamá Choi que estabas ahí? —enarco una ceja, volteo y puedo ver como los ojos de Minho le secaron volviéndosele tan pequeños que hasta parece cómico, casi secándoseles por no haber parpadeado en un buen rato. Aparte de ver el sonrojo que no pasó desapercibido, Dios, seré ciego, pero para el chisme tengo escáner, nada se me escapa; ahora mismo, y a detalle, su ojo derecho tembló, siento que le va a dar una embolia si continua así, miren, ya hasta se le enchuecó el labio, válgame, debo hacer algo o aquí se me va a torcer.

—Bien, tú ganas, suelo ir al departamento de Taemin...seguido. —Su cara se acomoda, suspiro con alivio y continúo enarcando la ceja. —más seguido de lo que pudiera pensarlo incluso mi madre duda sobre si es mi tercer o segundo hogar el departamento de Tae...

—Bien, continúa, engendro traicionero.

— ¡Hey! No me llames "engendro traicionero" —pide, golpea mi pecho y si no fuera tan chismoso, no habría visto su sonrojo extremo diferente al leve que tuvo antes. — Tú llegaste tiempo después de que Taemin y yo...eh bueno...de que fuera sucumbido...

—"Sucumbido", claro, engendro. — Debo de ser brujo o lo brujo ya se me pegó de Jongin, no lo sé, pero mis ideas deben ser mejores que las predicciones de Nostradamus. —Continúa con tu charla, Honnie. —Jodida bipolaridad se escucha en mis palabras. Soy un maldito chismoso, pero es que si me noto emocionado él no hablará nada y así no son las cosas, necesito que él se sienta obligado de soltar todo, yo ya hablé de lo que me pasa, quitando unas cositas de mi papá, pero de ahí en más, soy un libro abierto para él.

—Y deja atrás esa mirada de miedo que pones, no soy ningún engendro traicionero, ¿entendido? —Estira su mano y nos miramos fijamente. —Esa mirada, Honey. Recuerda esa mirada no debe estar...—Suspiro resignado y con un movimiento de manos le digo que continúe. —Mamá está un poco encariñada con Taemin; cuando lo conoció y lo vio sin camiseta en mi departamento, creyó que era mi novia. Una novia muy, muy plana. —Comienzo a burlarme. Y Minho ríe conmigo. —Nos regañó a ambos al creer que no asistíamos a la escuela por estar manteniendo relaciones a toda hora...

—Dios, como amo a tu madre. —Y continúo riendo.

—Cuando descubrió que Taemin no es mujer casi muere de la vergüenza. — aclara la garganta y sonríe, ¡sonrió! ¡este bastardo sonrió porque debió recordar algo muy bueno que sé que no me dirá porque si lo hace es traición y entre nosotros no debe existir traición alguna! — Entonces se comenzaron a frecuentar, yo no lo deseaba, pero mamá hacia lo que quería de cualquier manera. — cambió la historia, estoy cien por ciento seguro de que me ocultó su relación con Taemin, la verdad ni me importa con quien sale, pero debe estar demasiado avergonzado para confesármelo de verdad. Minho, yo soñé que ustedes dos ya estaban, incluso, con planes de adopción, cuéntalo amigo, no me reiré o te miraré feo. —Entonces, yo me encontraba en el departamento de Taemin...haciendo... uhm...tarea, y mamá llego sin avisar. Comenzó a hablar con él sobre no sé cuántas cosas hasta que recibí un mensaje tuyo...

—Espera, solo en vacaciones te mensa- ¡¿Qué maldita tarea estabas haciendo?! ¡Tú engendro traicionero! ¡¿Te tiras al chico ahora-no-tan-lindo?! —Grito y me meneo para aparentar que estoy sorprendido, pero en realidad me emocioné tanto porque mis sueños se han cumplido, muy bien, muy bien, eso quiere decir que ahora Jongin me comprará una casa y un perrito mientras me pide ser su amo y darle bien bonito por el culo.

—Bien, bien, fui descubierto mini Sherlock Holmes. ¿Puedo continuar? —Hago un ademán, en realidad no me importa mucho que Minho salga con el engendro del demonio, solo me gusta molestarlo y sé que ahora está avergonzado. —Entonces, Taemin comenzó a sacar la plática sobre cómo no debía contestar tus mensajes, ya que cree que me usarás como estas usando a Kai. — Solté una carcajada falsa, creo que no puedo mentir cuando realmente estoy usando a mi estimado novio, para disfrutar el romance y las cosas que vienen con ello. —Mamá quiso saber más sobre ti, aunque aún no decía tu nombre...entonces Taemin comenzó a decir varias cosas sobre, pues, sobre ti. Desde que eres pobre y que solo sales con un rico por interés y eso...

— ¿Y tú crees que eso también?

—Claro que no, Honey. —Porque obviamente no es interés, es por una apuesta, ¿qué acaso no saben cuan competitivo soy?

—Bien, porque juro que te golpearía si lo creyeras, eh. —Lo amenazo.

—Continuo, mamá estuvo a punto de decir algo, hasta que a Taemin se le salió tu nombre y mamá grito más que alegre que te tenía que llevar conmigo lo más pronto posible, soltaba como te extrañaba y creo que Tae se puso un poco celoso. —Comenzamos a reír, me imaginé a Taemin haciendo berrinche porque su plan no salió como quiso.

—Una duda. —Me siento derecho, incluso mi espalda dolió, creo que ya me había acostumbrado a estar jorobado. — Porque razón, si tú eres mi amigo y Taemin el enemigo, ¿estas unido a él?

—No estoy unido a él, Honey.

—Entonces, ¿Por qué casi vives en su departamento? —Inquiero "vives", y puedo ver el nerviosismo en su rostro.

—No... no, has escuchado ese dicho sobre mantener a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más cerca, ¿no? Yo solo estoy deteniendo al enemigo, Honey.

Claaaro.

—Hey, Taemin puede llegar a ser peligroso, por eso es mejor mantenerlo quieto...


Después de algunos minutos peleando sobre porque jodida razón él debe mantenerlo quieto, llegamos a la conclusión de que Minho, siempre tiene la razón. Y también llegamos a un acuerdo, donde yo no diré más sobre el tema de Taemin, mientras nos concentramos en la visita que les prometió a sus padres y que es en menos de cuatro horas.

Simplemente genial.


—Solo quedan tres días...—soltó casi en un suspiro y detengo mis instintos de querer asesinarlo.

—Lo sé.

—Tú no te preocupes, yo te mantendré a salvo. —Da un largo suspiro y volteo a verlo. —No me gustaría que terminaras igual que los demás, Honey.

—Soy un hueso duro de roer, Honnie. No hay nada que cuidar.

Honey...

— ¿Sí?

—Solo no te enamores de él y saldrás victorioso de esto.

—Sera imposible que me enamore...— ¡Oh, Jesucristo! LO DUDE, Por un microsegundo lo dude. ¡Lo dude! ¿Estoy cayendo en los hechizos del brujo? —No me gustan los hombres...

— ¿Te estás dando cuenta que estas saliendo con uno desde hace casi tres meses, cierto? —Hace una expresión un tanto graciosa, donde entre cierra un ojo y el otro lo abre de más. Su mano queda detenida en el aire y su boca hace una mueca.

— ¿Y?, eso no quiere decir que este con él porque me guste, puedo estar siendo obligado y tú no vez eso. Además, nos estamos beneficiando, ¿Qué no sabes que casi consigo que me compre un auto?


Minho me lleva a mi departamento. Este día, me tocaba trabajar, después de la escuela, pero Dae me cubrió, y lo hizo por su propia cuenta. Al parecer se ha peleado con Minseok-hyung, o Minseok se enojó con él. Es raro todo esto. Siempre creí que Dae era el ser más heterosexual existente en el mundo. Pero creo que puedo equivocarme algunas veces. Además, ¿quién soy yo para juzgar? El amor es muy libre y todos tenemos el derecho de sentirlo.

Hasta Minho puede sentirlo con Taemin y no me importa en lo más mínimo que este último sea el amor de Jongin, total, ni me gusta Jongin del todo.

Y en vista de que ni Jongdae ni yo somos tan heteros como presumíamos, ahora solo tengo fe en la heterosexualidad de hyung. No creo que él me defraude.


— ¿Por qué llegas con este? —un furioso Jongin tapa la entrada de MI departamento.

— ¿Qué no tienes casa propia? — ¿qué demonios? ¿Cómo consiguió entrar aquí? ¡nunca le indiqué a nadie que lo dejara pasar! — Además, quien te dejo entrar, ¿eh? —Pregunto molesto y puedo ver perfectamente cuando frunce más el ceño y Minho le sonríe socarrón.

— ¿Qué hace este aquí? —Pregunta, siendo despectivo al decir «este». Dios, hombres celosos.

—Solo vinimos por ropa, iremos a ver a mis padres. —Le responde divertido y por un instante creí escuchar los pensamientos de Jongin sobre golpearlo hasta que pida perdón. —Ellos lo aman. —Hace hincapié en la palabra «lo aman», aww, yo también los amo, fueron mis padres postizos desde pequeño después de todo.

— ¿Qué hace este aquí? —Ahora me mira a mí, queriendo que le dé la verdadera respuesta.

—Minho ya lo dijo: Iremos a ver a sus padres. —Levanto mis hombros y puede ver como su quijada se desencajaba. Debe estar muy, pero muy molesto y celoso.

— ¿Y quién te dijo que podías ir eh? —Me toma del brazo y me jala a su lado, metiéndome a mi departamento y cerrando la puerta en las narices de Minho. —Porque yo no lo recuerdo.

—Pues yo no recuerdo haberte pedido permiso. —suspiro— Porque, ¿sabes? no te pertenezco. —Lo provoco y en ese momento me lanza contra la puerta, hubo un sonoro ruido sordo, debo soportarlo, pero en cuanto quejé por el dolor, la furia apareció casi sin control. Se pega por completo a mí, y puedo sentir la tensión y la molestia en él; la verdad no estoy preparado para las relaciones toxicas, pero con gusto le voy a romper la boca en estos momentos.

—Me perteneces desde el momento que probé ese lindo culito tuyo, me perteneces desde que te reclamé...—Jodida mierda, no debo ponerme duro, no debo. Maldición, no debo...tengo que golpearlo, eso es, debo golpearlo y no calentarme porque no soy ningún masoquista que disfrute estos agarres tan hermosos, nada de eso, ahorita mismo le parto la madre. —Me perteneces desde la primera vez que te besé...—Y sin avisarme, me besa de forma ruda y profunda. Mordiendo mi labio fuertemente, jalándolo sin compasión e introduciendo su lengua que excava en mi cavidad intentando encontrar algún tesoro escondido. Y al final se separa, con un ruidoso y húmedo sonido, incluso arrebato mi respiración y hasta pude sentir un mareo por lo increíble que fue. Pasa su dedo pulgar, rozando mis labios, mirándolos fijamente. Oh, Dios, quiero quince de esos. —Y si digo que no irás, es porque no iras ¿entendido, nene?

—No me jodas, puto celoso. —Digo rápidamente, y respiro por varias veces hasta equilibrar mi respiración.

—No soy un celoso, nene, solo reclamo lo que me pertenece. — ¡Y todavía tiene el descaro de sonreír dulcemente! ¡Piérdete antes de que te parta tu hermosa carita! — Ahora, discúlpate con ese imbécil y dile que no podrás, que invente alguna excusa o qué sé yo, pero no podrás asistir porque ya tienes planes. — para sus palabrerías, sonríe otra vez y se señala. — Conmigo.


Suelto un bufido convertido en risa. Una risa falsa y arrogante, me alejé de él. Entré a mi habitación, cambié mi ropa, Jongin cubre la puerta de entrada, con sus brazos cruzados y enarca una ceja al verme con ropa distinta.

Me paro enfrente de él. Lo muevo y justo cuando esta por detenerme, hablo.


—Es una lástima, nene, porque yo no le pertenezco a nadie.


O si, Kim Jong In, siente mi furia. No te golpeo por respeto a mi sagrado hogar además tengo prisa y no quiero que me lleven a la cárcel en tan bello día.

Paso a un lado de Jongin y saliendo, a la primera persona que me encuentro es a un risueño Minho. Pasa su brazo por mi hombro y pude sentir la mirada de Jongin taladrando en mi nuca.

Minho le dice un burlón «Después te lo traigo, quizás no hoy, pero si pronto». Queda de más decir que Jongin azotó la puerta, realmente está molesto. No hablamos nada de lo que acababa de pasar, «lo quiero ver llorando» dijo él después de que subimos al auto, «te lo prometo» respondí con confianza, vamos, después de todo soy Do Kyungsoo, mientras no sean cosas ilegales, puedo hacer todo.

Después de la divertida —e incómoda, ya que Taemin se encontraba ahí presente— reunión, regrese a mi departamento cerca de las once de la noche. No sé cómo pude volver a ser un niño después de tanto tiempo, pero el mero hecho de estar ahí, mi vida regresó casi sin esperarlo.

Mamá Choi, me recordó cuanto es que amábamos el mambo. Creo que ella me instruyó en amar este género. De hecho, por eso, fue que llegué tan tarde. Y lo único que puedo recordar es como Taemin me miraba con odio cada que mamá Choi me sacaba a bailar, mientras sonaba aquella canción con la que inicio todo. Chivirico. Una canción fenomenal. Siendo repetida una y otra y otra vez, cansando a los demás, pero no a nosotros.

Doy un largo suspiro y la música comienza a reproducirse en mi cabeza, porque eso de que ya no me trataran como un niño y que me dieran como bebida algo de alcohol fue lo más emocionante en mi visita.

Como amo a la madre de Minho.

Y el señor Choi se ve tan distinto sin bigote. Es como un Minho más adulto.


Estabas en la cárcel~...—Muevo todo mi sexy cuerpo, paso la llave y la puerta se abre de forma casi inmediata. Sigo moviéndome, y la música sigue reproduciéndose...ver a mamá Choi, me hizo recordar viejos tiempos. —Pobre de ti, pobre de ti~...


Lentamente voy desprendiéndome de mi ropa. Primero inician siendo los zapatos, de ahí, el pantalón desaparece. Un calcetín se bajó, pero de inmediato lo acomodo. La música sigue reproduciéndose en mi cabeza y, por ende, mi cuerpo se mueve por sí solo.

La letra sale de mis labios. La ropa esta por desaparecer por completo.

Y justo cuando estoy por bajar el bóxer, solo para irme bailando desnudo hasta la ducha, me detengo al ver a Jongin con los brazos cruzados y juzgándome con la mirada.


— ¿Oh? Creí que ya te habías ido. — Quito por completo el bóxer, que va, ya me vio desnudo unas cuantas veces, una más no nos avergonzará, ¿cierto? — ¿A qué hora llegaste?

— ¿Qué haces? —Su voz se vuelve más ronca y noto su mirada fija en mi trasero. Jodido pervertido. Paso mi mano, y sacudo mi nalga solo para verlo tragar duro.

—Voy a ducharme, estoy algo sucio. Minho no paró ni un solo segundo, aun cuando le dije que ya me había cansado. —me estiro un poco y con mi vista de águila, pude ver perfectamente como un pequeño bulto comenzaba a crecerle en los pantalones, que bueno que trae los pantalones color azul claro porque si hubieran sido más obscuros ni un vistazo podría darle —...Quería que me quedara con él, pero tengo algunos asuntos que hacer aquí. La familia Choi es insaciable...

— ¿La familia Choi? —Pregunta y puedo percibir un bajo tono de irritación. ¡Oh, pero que mal pensados salimos!

—Claro. Yo solo los visité para complacerlos, ¿acaso no lo sabias? —Su respiración se vuelve más ruidosa.

—Kyungsoo...

—Hace tanto, que no me sentía tan lleno en esto... ¿has sentido esa sensación, Jongin? —Le pregunto y a paso lento, comienzo a acorralarlo. —Ese placer de hacerlo, el disfrutarlo como si no hubiera algo igual en el mundo entero, ¿lo has sentido? —ahora ya estamos más cerca el uno al otro.

—Kyung...

—Es que Jongin, me sentí tan bien, tan plenamente bien conmigo mismo, que cuando caí rendido, mi cuerpo pedía por más...Y ya sabes lo que dicen, al cuerpo lo que te pida...—Muerdo mi labio y Jongin me mira ahora con odio puro, bueno, que jadeara cuando terminé de hablar fue el punto para que su rabia apareciera de nuevo.

—Kyung...—Su tono es de molestia pura, su pecho sube y baja e incluso pude notar como luchaba consigo mismo para decir las palabras correctas y que claro, no las puede decir. —Soo...

— ¿Sí, Jongin? ¿Quieres que te cuente más? Con mucho gusto. —Mis manos paran hasta llegar a sus pectorales, tan duros y bien ejercitados. ¿Cuánto tiempo tendré que usar de mi vida, para tenerlos similares a los de él? Argh, odio hacer ejercicio. —Minho es el mejor en esto, él, él, él...—Suspiro. —No lo puedo describir. Es simplemente sensacional. El señor Choi, se lo tenía más que escondido, pero no lo negaré, me fascinó...—Muerdo mi labio y sus ojos se agrandar, casi queriéndose salir de sus cuencas. Reprimo mi risa, y continúo. —Aunque claro, teniendo una madre como la señora Choi, cualquiera sería un experto.

— ¡¿Su mamá?! —Pregunta exaltado y afirmo con la cabeza.

—Claro, su mamá es tan buena en este ámbito, que... es imposible no serlo teniendo semejante maestra, de las mejores. — soy un maldito, no debí suspirar ni mucho menos debí jadear o, pero eso no es nada, no debí soltar ese gemido, Dios, ¡yo odio las relaciones tóxicas, ¿Por qué esto se siente tan bien?!— Tal vez por eso Minho tiene esas piernas tan resistentes y marcadas, su madre debe ser la causante. —inclino mi cabeza colocándola sobre su hombro en el cuenco del cuello y sonrió libremente ahora que no me ve. Comienzo a suspirar y puedo sentir claramente cómo es que tiembla. —Hasta puedo afirmar que Minho es mil meces mejor que tú en-


En un segundo Jongin me toma de la cadera y me pega por completo a él. Levanto mi cabeza y volteo a verlo, ahora tiene una sonrisa de incredulidad estampada en el rostro. Bufa al repetir las últimas palabras que dije. Mis mejillas se tiñen en el momento que él bajo su mano hasta situarla en mi trasero. Masajeando esa sudada parte por el baile y que por un instante sentí como todo volvía a calentarse.

Intento separarme un poco, pero se me es casi imposible al sentir su mano en mi espalda, la cual me mantiene firmemente pegado a él, chocando mi flácido miembro contra el bulto duro de él.

Oh, pero, ¿Qué tenemos aquí? ¿Un chico malpensado que tiene como defecto ser celoso y caliente? Sí, creo que eso lo describe a la perfección.


— ¿Con que mejor que yo?

, eso justamente dije. —Trago pesado y mi pie por un instante dio uno de los reflejos golpeando su pie.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro de que es mejor que yo? ¿Acaso tienes los fundamentos suficientes para afirmarlo? —Comienza a caminar en otra dirección, prácticamente llevándome entre sus manos, ya que era rara la ocasión que podía sentir el piso. —Y si solo es un «casi seguro», déjame demostrarte lo equivocado que te encuentras, nene.


Susurra en mis labios. Y al sentir como sus labios rozaban los míos lentamente, asome más mi cabeza para que pudieran tener su cometido, pero al ver las ansias que tenía, se aleja. Deleitándome con aquella característica risa burlona y melódica. Argh, como odio a este humano tan sexy y bueno en lo que hace que me da rabia tener que dejarlo dentro de estos días, ¿Por qué no puede solo besarme si tanta gana tiene, así como las tengo yo?


—Demuéstramelo... —pido casi en un susurro, y al ver la lasciva sonrisa que puso me separo de él. —Baila mambo para mí.


Un segundo...

Diez segundos...

Treinta segundos...

Un minuto seis segundos después...


¿M-mambo? —Pregunta desorientado y me abstengo a reírme en su pervertida cara.

Ajá.

— ¿Estábamos hablando sobre mambo...? —Pregunta perdido y vuelvo a asentir.

—Sí, solo mambo hablábamos los dos.

—Mambo...—Se gira, pasa su mano por su cabeza, jala sus cabellos, se sienta de cuclillas, se levanta, me señala y dice «mambo» una y otra y otra vez.

—Sí, mambo. ¿O que pensabas tú? —Paso mi dedo por mis labios, muevo mi cabeza y dando una apariencia tierna, es que hablo. ¡Incluso fingí mi voz! Jesús, soy un gran actor.

— ¡Mambo! ¡Yo solo pensaba en mambo! ¿En qué otra cosa, si no?

—Bueno, ahora me iré a bañar, si gustas puedes seguir pensando en mambo. —suelto burlón y de un momento a otro, su expresión cambia rápidamente.

— ¿Eso es una invitación?

—Tómalo como quieras...—Digo, exactamente en el momento que abro la puerta del baño.


Bien, no es tan malo el burlarme de él a pocos días de terminar todo.

Tal vez pueda aprovechar y pedirle que me compre un convertible, ¿o me veré muy obvio?



•♦•



Hoy era el tan llamado «Día: "D"». ¿La razón? Ni yo mismo tenía en concreto el porqué del nombre. Pero de tres cosas si estaba más que seguro.

La primera: Hoy el plazo de tres meses termina.

La segunda: Minho, Hyung, Minseok, Tao, Luhan —algo desorientado—, Dae, Yixing, secretamente Chanyeol-Baek, y de paso Sehun-ah, me tienen fríamente vigilado. No puedo hacer ningún movimiento sin que ellos estén presentes.

La tercera y no menos importante: No he obtenido mi convertible aún. Tal vez sea muy tarde para pedírselo. Pero, en serio, quiero uno...


—Yo mismo puedo cargar mi mochila, ¿sabes?

— ¿Qué? Me gusta hacer ejercicio con las mochilas, ¿no lo sabias? —Minho voltea a todos lados, en busca de algún ser que intente hacerme daño. Sonrió ante su intento de "guardaespaldas". — ¿De dónde crees que sale este formado y bien tonificado cuerpo? No creo que de un gimnasio. ¿O sí?

Como digas. —Nos detenemos en mi salón. Antes de poder entrar, Minho inspecciona el lugar por lo menos dos veces continuas. Como mi mala suerte es tan pésima, pude encontrar a Jongin mirándonos, enarcando una ceja y frunciendo los labios.

—Si presionas el número uno, —entrega un teléfono para momento después, arrebatarlo porque solamente me estaba demostrando que es lo que debía hacer. —de inmediato llegará la policía, solo presiónalo en caso de que intenten hacerte algo, ¿de acuerdo?

—Lo he escuchado de tres personas más, lo he aprendido a la perfección.

—Bien...recuerda el número. —Me advierte, gritando entre el pasillo mientras camina de espaldas y me señala.


Camino hasta llegar a mi lugar. Jongin como era de esperarse, se encuentra a mi lado. Me sonríe y después gira a verme mientras me hace platica. ¿De esta gentil forma es como termina con todas sus relaciones pasadas? ¿O suelen hacerlo antes de terminar? ¿Les da un convertible y después los bota? Por favor, por favor, por favor que sea esto último. Uno negro. O azul. Pero el negro sigue pareciéndome sensacional. ¡Jesucristo! No me puedo poner de acuerdo en el color del auto...


—Así que, ¿quieres dar un paseo? No creo que le interese mucho al profesor que faltemos. Creo que ni lo notará. —Sus dedos comienza a hacer círculos en la palma de mi mano y me sonrojo de inmediato.

—No...no puedo, recuerda la beca. —Respondo algo nervioso.

Si lo obligo a que no diga nada, no lo dirá, ¿Qué te parece? Solo será un simple paseo. —la dulzura plasmada en aquellos labios era casi tan tentadora y verdadera que por un segundo lo creí. — Realmente tengo algo importante que decirte.

—En verdad, no puedo y tampoco debo. — Pero soy Do Kyungsoo, y yo no creo en nadie. —¿Qué te parece mañana? Si, hoy estoy totalmente apartado para Luhan.


Y lo único que recibí como respuesta fue un sonoro «Ujum» mientras arruino sus planes. El profesor entra y todos comenzamos a prestarle atención, o al menos yo lo intenté. Jongin seguía mirándome fijamente y eso era un tanto incómodo.

Según la información que recibí el día de hoy a escasas 5cinco de la mañana, eran solo advertencias. Entre ellas se encontraba la más importante —y remarcada con plumón rojo, ya que el rojo es de peligro—, se encontraba escrita con un perfecto Hangul, lo siguiente:


"Pase lo que pase, no te encuentres a solas con Kai, bajo ninguna circunstancia o motivo. Queda totalmente prohibido un encuentro solitario entre ambos".


Si, incluso estaban remarcadas para tomarle mayor importancia.


—Sabias que si tomas una menta y Coca-Cola, tu-

— ¿A qué viene eso? —Pregunto algo perdido y Tao solo alza los hombros.

—Es solo que quedamos muy cerca, ya sabes, clase a clase. Bastante cerca, así que decidí acompañarte.

—Uhm... ¿sabías que comparto clases con Kris? —Detiene sus pasos. Y sonrió en mis adentros. —Es solo que siempre creí que era de esos cotizados que no te hablan porque no lo mereces, pero me agrada, ¿a ti no?

—Yo solo me dirijo a mi clase, no sé porque lo sacamos al tema... ¡Oh, ese es mi salón! Bien, adiós, Soo-hyung...


Prácticamente sale corriendo, cuando estoy por entrar al salón escucho perfectamente como grita: «¡Recuerda el número!». Eso solo es en mi segunda clase. No sé porque siento que las siguientes dos, serán peores. Maldito número, ya me tiene loco, no sé cómo será en las siguientes, no sé si pueda resistirlo más.

Tal vez solo deba mandarlo todo a la mierda y listo, sufrir una vergüenza en público y seguir con la vida.


— ¿Por qué siento que estas evitándome? —Pregunta Jongin y me sorprendo, no comparto esta clase con él.

—No sé a qué te refieras.

—Nene, estas comportándote extraño conmigo. ¿Sucede algo?

Nope...todo perfecto...—Digo algo nervioso, ¿a qué maldita hora llegará el profesor?

—Entonces hablemos fuera un momento-

—No, lo siento, pero tengo clases. Adiós Jongin. —Me despido con la mano y de inmediato me instalo en mi lugar.


Doy un largo suspiro y cuando veo que se dirige a mi asiento, recuesto mi cabeza, me coloco los audífonos y le subo el volumen hasta que una pequeña advertencia sobre lo que me puede ocurrir con tanto sonido.

Jongin al notar que no pienso prestarle atención sale algo molesto.

Doy un suspiro y el profesor entra a clases.

Séptima cosa importante, y esa estaba remarcada con plumón rosa, es solo que los colores fuertes ya estaban ocupados.


«Ignora a Kai en cada propuesta que dé.
Y por más cómoda que sea, ponerse a hacer otra cosa».

Incluso estaba en cursivas.

Doy un último suspiro y presto atención a lo que dicen a mí alrededor.


— ¿Has notado algo fuera de lo normal? —Pregunta Luhan mientras escribe mis respuestas en una libretita. Respondo con un vago «no». —Bien, la siguiente pregunta es: ¿Recuerdas el número?

—Uno.

—Bien, bien, tienes buena memoria niño ojón. —mira la siguiente pregunta y hace una pequeña mueca. Me le acerco y miro esta, la letra es un poco distorsionada pero aun logro notar lo que trata de preguntar.

—Dos veces, Jongin intento acercárseme dos veces, creo que ya se cansó. —Asiente y escribe la respuesta.

—Esta va por parte de Dae, ¿te duele el cu-? No pienso continuar con esta, saltémonosla. Entonces-

—Entonces, nuestra clase es ésta, ¿ya terminaste con tu interrogatorio?

—Sí, dentro hagamos de cuenta que no sabes nada entendido. Y por si se da la casualidad de que hables de más, yo estaré ahí para cubrirte. —Me da instrucciones y yo lo miro con mi serena expresión.

— ¿Y sabes de que me cubrirás?

—No, pero creo que debe ser de algún delito que hiciste. Ponlo a mi nombre todo lo que hayas hecho, —se acerca y comienza a susurrarme. —Todos creen que soy el hijo de Yunho...tengo más privilegios que nada. —Me confiesa divertido. —Bien, hagamos lo nuestro.


En esa y en la siguiente clase no hubo movimiento alguno de Jongin y su tropa de seguidores. Así que me sentí libre por un minuto, incluso me sentí más relajado por el hecho de compartir clases con Ge.

Pero la vida es dura y las clases pasaron más rápido de lo que pude haber pensado, para cuando menos lo esperé, ya era el receso.

Siendo resguardado por dos personas —Luhan y Tao—, llegamos a la cafetería. No hubo movimiento alguno por nadie los siguientes diez minutos y contados, después de haber entrado. Y cuando menos lo esperábamos, Jongin apareció.

Caminando hasta nuestra mesa de forma firme. Como si estuviera a punto de decir algo importante y que no puede esperar más. Cuando se detiene a mi espalda, Minho lo detiene.


—Aléjate Kai, él no quiere que te le acerques más. —Le advierte y puedo sentir el aura densa en ambos.

— ¿Y quién eres tú para hablar por él? Que tenga conocimiento, él es libre de decir lo que quiera. —Quita el agarre de Minho, y lo golpea a su paso. Ya saben, hombro a hombro, chocó con furia mientras se imponía y caminaba, nadie dijo nada, todos callaron.

—Kai, me agradas, pero sea lo que sea, retírate por favor. —Habla calmadamente Ge y paso saliva con gran nerviosismo, ya quiero que todos se golpeen para poder desquitar el coraje un rato y no perder la beca.

—Solo quiero hablar con Kyungsoo. —Estuve por girarme y decirle «¿Qué quieres?» pero la mano de Dae me detuvo.

—Ya sabemos que quieres hacer con él, Kai. —Habla hyung de forma relajada y puedo sentir los ojos de los demás en dirección a nuestra mesa. Wow, sentí la protección de mi hermano mayor y fue lo más nostálgico y hermoso. — No lo permitiremos.

— ¿Y qué es lo que crees que le haré eh? —Pregunta molesto.

—Solo, solo vete, ¿quieres?

—Solo denme una buena razón y me iré, solo eso. —pide el cínico éste, hasta coraje me dio.

— ¿Una razón? ¿Me estas pidiendo una maldita razón? Tú, hijo de-

—Lo sé todo, Jongin. —Interrumpo a Dae quien estaba a punto de nombrar a todos los ancestros de Jongin. — sé lo de la apuesta, sé lo de los tres meses y sé, que hoy es el final para todo. —Justo ahora que quería que hubiera más ruido que nada, se queda silencio la cafetería. ¡Jodida mala suerte la que me cargo!


Wow, no debías callarte, maldición; esto no sucedería si solo Jongin actuara como en mis sueños. Se supone que ahora era su turno de mentir y hablar sobre cómo era posible que él hiciera eso, pero ¡no, maldición! ¡Éste maldito moreno decidió callar!


— ¿Acaso creíste que ellos no me lo dirán jamás? —pregunto burlón, no saben cuáles eran mis ganas de soltarlo de una buena vez, lo tenía atorado en la garganta desde que todo esto comenzó, desde que él se me acercó. — Fue algo tonto si lo hubieras creído. Solo vete y-

— ¿Crees que todo es un juego? —Pone esa expresión de querer llorar o será que yo quiero llorar. ¡Culpo al maldito ambiente de este lugar! — ¿enserio lo creías?

—...Yo-

Está bien.


Estoy por decir algo más en el momento que se giró y dio un par de pasos para egresar por donde había llegado, pero me quedo callado al verlo arrodillándose.

Nadie me habló sobre esto.

Todos me contaron que estaba sucediendo, que pasaría después de los tres meses, pero en cambio acabo de quedar en shock.

¿Por qué no lo predijimos antes?


—Do Kyung Soo.


Todos ahogamos un grito. Incluso vi como Chanyeol se cayó de la silla. Uno de los chefs tiró la langosta y los platos cayéndosele a alguien junto a la charola. El aire fluyó de forma lenta y silenciosa, queriendo ver lo que seguirá a continuación. Mis ojos se salían de su lugar, Luhan dejaba un audible «aww», Minho recibió un mensaje. Y el tiempo se detuvo.

Jongin está arrodillado, como cuando alguien se le declara a alguien, pero ese alguien no tengo que ser yo, porque a mí me dan pena ajena todos esos soldados caídos que lo hacen; por favor, corazón, no te aceleres, búrlate, no te emociones. Saliendo mi nombre de sus labios. Sonrojándome al instante de solo pensar en aquello y viendo como sus mejillas se tiñen y suda furiosamente.


Me gustas.


Otro grito ahogado por todos en la cafetería.


—Do Kyung Soo, ¿Quieres ser feliz a mi lado?


Un mareo, y creo que Dae está morado de no respirar, Minho tiene los ojos más pequeños, y Luhan volvió a soltar otro «aww».


¿Quieres salir conmigo?






Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top