Vigésimo cuarto capítulo
« J o n g d a e »
Estadísticas, números, mas estadísticas, otros números, palabras, más palabras. ¿Qué no se cansan de hacer lo mismo todas las benditas juntas?
Algunos tantos se me quedan mirando, yo solo los ignoro y continúo haciendo el dibujo de mi lindo hyung. Esas mejillas regordetas tan bonitas que tiene, sus labios que se abren de forma tierna cuando está sorprendido, o cuando los muerde de forma seductora. Mierda, mierda, no puedo ponerme duro con solo imaginarlo. ¿Algo está mal en mí? Dios, Minseok, ¿Qué me has hecho? Porque eres tan así de sexy, lindo, tierno, hermoso, sexy, ¿eh?
—Jongdae...—Carraspean. —El informe que debías traer, ¿Dónde está?
—Sí, sí, sí, aquí esta. —Señalo la carpeta negra y los demás me dan una mirada, lo recuerdo y paso al frente. —Como pueden ver en la gráfica, la línea azul es la venta del último año, la verde es de este año. Hubo un aumento de tres punto cero nueve por ciento, nuestra meta inicial era un dos por ciento...
Papá aplaude bajo y hace una mueca bastante graciosa; saca su lengua, la muerde, mira a todos lados y vuelve a aplaudir. En muchas ocasiones llega a ser bastante inmaduro. Retomo mi lugar y solo espero a que la junta termine y pueda terminar el dibujo de hyung.
Un corazón por aquí, otro por acá, palabras en inglés, en chino, japonés y coreano, todas ellas rodeando el lindo dibujo. ¿Por qué no hay colores? El negro no es muy lindo para colorear a mi Minseokiki, tal vez...
Doy un vistazo a la persona de alado y para mi sorpresa no hay nadie. Ni a su lado, ni al lado del de alado. Prácticamente estoy solo yo.
—Pero que-
—La junta terminó hace casi diez minutos, Dae. —Responde burlón papá. — ¿Qué hacías eh? Parecías totalmente concentrado, déjame ver.
—No es nada papá, debo ir a clases. —guardo cualquier cosa que implique a hyung y me levanto de mi lugar.
—Pero si tus clases terminan a las dos, y ya son las tres. —Lo miro sorprendido, ¿duró cuatro horas la bendita junta? Me sorprende no haber quedado dormido— ¿Quieres algo para cenar? Hoy cocino yo.
—Lo que sea que hagas, yo lo comeré. —Respondo y papá presiona mis mejillas.
—Uy~, por eso eres mi pequeño~. —Su voz se vuelve más aguda, me suelta al momento en que su teléfono comenzó a sonar, salió fuera y sin pensar más lo seguí, una vez que salgo de la sala de juntas papá se va hacia el lado contrario al mío y al subir al elevador recibo un mensaje de Ge.
De: Luluge :D
3:16 p.m.
Creo que nonna nos engaña, vigílala ''( •>•)''
A: Luluge :D
3:18 p.m.
No te preocupes, yo la vigilaré de cerca.
De: Luluge :D
3:22 p.m.
¡No tan cerca!
Salgo de la empresa y me dirijo al único lugar que se me es divertido: con nonna.
—Vamos nonna, — Y aquí estoy, con la mujer adulta más difícil de conquistar en el mundo, Dios, ¿Por qué Boram es tan recia al amor? — ¿Qué te cuesta? Solo debes aceptar, así de simple.
—Lo siento Jongdae la respuesta seguirá siendo no. —Responde divertida.
— ¿Porque no quieres salir conmigo? —Y aquí va lo de siempre. — Soy guapo, rico, educado, provengo de buena familia, ¿porque?
—Tú sabes la respuesta. —Responde con picardía y pongo mi cara de susto.
— ¡Sabes que haría cualquier cosa por ti! Incluso entraría al quirófano, —trago saliva. — y quedar como David Beckham. —suelto con miedo y el rostro de nonna se ilumina, di en el blanco.
— ¡Acepto! ¡Claro que sí! —Responde alegre.
—Ouch, ese es el precio de tu amor. Está bien, lo aceptaré.
—No es que sea interés, pero- ¿Oh? ¿Minseok-oppa?
—Boram-ssi.
Y mis mejillas arden, mi cuerpo se acalora y una enorme sonrisa aparece. Toma asiento a mi lado y volteo a verlo. Él mira al frente, aun sin prestarme atención alguna. Su rostro es sereno y completamente serio.
Sí que es hermoso.
Aun serio, se ve completamente hermoso.
—Oppa, te presento a Jongdae, mi novio. —suelta divertida en esta última frase, oh madre mía, me acaba de corresponder.
—Mucho gusto. —Me tiende la mano y trago seco.
—N-no somos nada, hyung. —Comienzo a reír falsamente. Boram me mira y después de sacar la lengua, hace junto a un pequeño gesto. —Nonna es muy bromista. Nada de novios. —Hago un ademan. —Solo amigos. —aclaro para que mi celoso hyung lo entienda.
— ¡Hey! Hace un momento te di el sí a tu propuesta.
—Debiste confundirte nonna. Yo solo vine porque Luhan lo pidió, solo por eso.
—Pero-
—He venido por el traje, Boram-ssi.
—Claro oppa, ahora vuelvo.
Nonna se adentra a buscar el traje. Volteo a ver a mi serio y amado hyung, con una de mis más que enormes sonrisas.
— ¿Te llevo a casa, Minseokikie? —dulcemente le pregunto y no responde. — ¿Quieres ir a comer algo? —Saca su celular y me ignora por completo. — ¿Qué pasa, hyung? —Soy ignorado de nuevo.
Teclea en la pantalla táctil y sonríe. Después un nuevo sonido aparece y mira de inmediato su celular, vuelve a sonreír y a teclear.
Eso me pone más que celoso, así que le arrebato el celular.
— ¡Hey!
— ¿Con quién te mensajeas eh? —Solo leo lo que estaba por enviar. «Entonces nos vemos a las 6», mi mandíbula se tensa y arrojo el celular en el mostrador.
— ¡Hey! ¡¿Qué te pasa, imbécil?! — ¡Me acaba de llamar imbécil!
— ¿Qué me pasa a mí? ¡¿Qué te pasa a ti?! —Prácticamente nos gritamos, así que bajo la voz. Solo un poco. — ¿Por qué te mensajeas con otra persona eh? —Hyung levanta una ceja y me mira con burla. ¿Esta es una pelea? Porque si es así, creo que no sé cómo reaccionar, estoy molesto, pero también triste, ¿Por qué Minseok no me consuela? — ¡Estoy celoso, hyung! —Se ríe en mi cara y eso me molesta bastante. —Ahora dame un besito y te perdonaré.
Paro el pico y cierro los ojos, Hyung siempre me contenta con eso. Abro un ojo y hyung está pegado al celular, mensajeándose con alguien.
La ira de nuevo, justo cuando estoy por arrebatarle el celular y dejarle más que claro a la persona que este sexy ser, ya tiene novio, llega nonna. Minseok aun sin verme o dirigirme la palabra, paga y se va. Pero solo se despide de nonna. Tal vez fue mi imaginación o realmente sucedió, pero creí haber escuchado de los lindos labios de hyung otro «imbécil» para mí.
Si es así, eso solo quiere decir una cosa: Estoy jodido.
•♦•
Cuatro horas. Cuatro malditas horas sentado y comiendo lo primero que veo. Miro el menú y soy interrumpido por aquellas palabras.
— ¿Algo más que desee ordenar? —Pregunta una de las meseras.
—Minseok, ¿a qué hora entra?
—A partir de las nueve.
—Oh... quiero este pay de piña, el de fresa y el de cajeta, ¡Oh! ¿Cuál es la especialidad de la casa?
— ¿Me pregunta por comidas o postres?
—Uhm... da igual, tráeme ambos.
—En un momento.
Estoy nervioso. ¿Qué habrá ocurrido para que hyung este molesto conmigo? ¿Hice algo malo? No lo entiendo, tan de repente su actitud. Ayer estábamos bien. ¿Qué paso? ¿Habrá sido porque no asistí a clases? ¿Será porque me puse celoso? O tal vez porque nonna dijo que éramos pareja. Mierda, ¡¿Cuál es la jodida razón?! ¿Acaso existe alguna razón? Argh, esto es muy frustrante y tengo mucha hambre.
—Aquí está, ¿algo más?
—Es todo por el momento. —Respondo rápidamente al ver todos aquellos platillos.
Comienzo a probar de aquellos postres. Simplemente deliciosos. El dulce sabor de la fresa y el empalagoso sabor de la cajeta, son lo mejor que he probado en mi vida. Recibo mensajes de un grupo al cual jamás me había metido, ni siquiera conozco a las demás personas, pero que aun así recibí ya que alguien agrego de forma masiva junto a otros tantos. Veo un último mensaje. Solo es un vínculo. Presiono e inmediatamente me envía a instagram. Solo una imagen y la ira, hizo acto de presencia.
Eran ellos. Kai está sonriendo. Su cabello está completamente desordenado. Una enorme sonrisa sobresale de sus labios. Podríamos decir que se estaba desnudo, muestra alegre su cuello encontrándose algunas marcas rojizas.
Detrás de él se encuentra alguien más, durmiendo y con solo una sábana cubriéndole. No es necesario investigar para saber quién era la persona con quien dormía. Y eso es lo que me llena de cólera. ¡El maldito esta profanando a mi Soo!
Me levanto y camino en dirección al baño.
—Lo voy a matar.
—Espera Jongdae, — ¿Acaso no entiende Junmyeon que mientras más me pida esperar más desesperado me vuelvo? ¡Eso es hasta por lógica! — Kyungsoo sabe lo que hace. No te preocupes.
— ¡¿Que no me preocupe?! —grito en cólera, oh es hasta imposible el que me pueda controlar, ¿qué acaso a Hyung no le importa como a mí? — ¡Cómo demonios no me voy a preocupar! El imbécil ese le hizo no sé qué cosas, aprovechándose de él.
—Jongdae, Kyungsoo no es ningún niño. Solo espera, y ve cómo es que actúa al final.
— ¡Mierda, hyung! —Grito histérico. —Un jodido hijo de mierda está por hacerle daño a mi pequeño. —Tomo aire. — ¿Y tú no dices nada? Él puede hacerle daño, ¡Hyung!
—Calma, Dae.
— ¡Estoy jodidamente enojado! ¡Molesto! ¡Celoso! ¡Preocupado! ¡Alguien le está haciendo daño a mi Kyungsoo! —Suspiro algo más relajado. —Mínimo debo castrar al idiota de Kai, solo para asegurarme de que no le hará nada.
—Dae, Kyungsoo puede tomar sus propias decisiones, no eres su padre. —Hyung suspira algo cansado. —Eres su hermano; mamá pato, tu hijo ya está mayorcito como para saber lo que hace.
—Kyungsoo es mío, mío, solo mío, de nadie más. —repito una y otra vez hasta que escucho el suspiro cansado de hyung y su suplica sobre detenerme de algo que ya sabe a la perfección. —Por eso estoy celoso. El solo es mío, es mi hi-
Y sí que tengo una jodida suerte de perro. La puerta del cubículo se abre y sale nada más y nada menos que mi precioso, adorable, lindo y bello, Kim Min Seok. Como ingrediente sublime, no me miró y me esquiva al pasar casi a un costado para ir al lavamanos y mirarse fijamente en el espejo.
Cuelgo e inmediatamente trato de decir algo, pero la mirada que me obsequia con cariño, me deja helado por completo.
—Minnie-e.
La puerta se cierra y realmente estoy jodido.
• ♦ •
— ¡¿Qué?! ¿Kyungsoo enfermo? —Escucho a lo lejos.
—Así es. —Respuesta que me hace gruñir al destino.
—Pero solo hay tres personas. — Vaya, ¿Dios me está dando una señal o es el demonio al que le pedí un favor quien me lo está cumpliendo? ¿Puedo tratar éste día como mi día de suerte para arreglar los celitos de mi novio? — Y hoy se ha llenado casi por completo. Lo lamento, pero tendrán que hacer doble trabajo chi-
— ¡Yo puedo trabajar! —Hablo desde la penumbra, dentro de poco en poco mientras levanto mi brazo derecho en ofrenda a la ayuda necesitada y las cuatro personas se me quedan mirando una vez que salgo. —Necesito un empleo y ustedes ayuda. ¿Genial, que no?
— ¿Qué no eres-? —Me señala uno de los empleados.
—El mismo, ¿y qué dice?
— ¡No! —Responde Minseok-hyung de inmediato.
—Oh, hyung. No sea egoísta, me he quedado sin dinero. —le guiño el ojo, ¡já! ¡ni yo mismo me lo creí! Qué bueno que no me carcajee por la mentira que solté— Además, quiero aligerarles la carga. — ahora me dirijo hacia los demás y hacerles pensar un poco sobre la ayuda que les estoy por proporcionar, así como voltee a ver a mi próximo jefe en turno para dejarle en claro que el hecho de que me contrate no es una opción, es una necesidad. —Es más, si gusta jefe, no me pague este día, que sea de prueba y después puede darme su respuesta. —Todos se dan mirandas cómplices, asienten y sonrió en mis adentros. Los tengo en la palma de mi mano.
—Está bien...
Atender, coquetear, atender, caminar, reír por compromiso, atender, celarme. ¡¿Porque hyung le sonríe a alguien más?!, caminar, tomarle de la mano a mi Minseokikie, perseguirlo, atender, caminar, coquetear por compromiso, ser nalgueado por alguien, subir las escaleras, atender, perder de vista a hyung. Golpear de forma escondida casi secreta, a quien toco el trasero de Minseok, malditos enfermos. Golpear a alguien más, sin que se den cuenta, atender, atender, sentarme, reír, terminar el turno de trabajo y...
—Contratado.
— ¡No!
— ¡Felicidades!
— ¡Bienvenido!
—Gracias, gracias. Mañana, ¿a qué hora se supone que inicia mi turno?
—Oh, pues, puedes llegar después de salir de la escuela, y tratamos tus horarios.
— ¿Puedo venir con Minseok-hyung? — Levanto la mano una vez más y después, cuando todos se me han quedado mirando por la sorpresa de lo que estoy diciendo, señalo a la persona más amada de mi vida. —Compartimos las mismas clases.
— ¡Por supuesto! Xiumin, tu obligación es traerlo mañana mismo, sano y salvo para hablar. —indica mí, ahora, jefe. — ¿Aceptas?
— ¡Claro que acepta! —Respondo por hyung. —Vamos hyung, tenemos que ponernos de acuerdo.
Tomo su mano y lo saco a rastras, obligándolo a que suba al auto. Enciendo la calefacción y hyung sigue aún callado, más que aburrido.
— ¿Qué sucede Minnie? —Trato de tocar su rostro, pero golpea mi mano.
— ¿Puedo irme ahora? Se me hace tarde y mañana tengo clases. —no soy un experto, pero el tono de su voz parece realmente molesto; y después vienen mis pensamientos sobre qué es lo que hice mal, pensamientos que me han atormentado desde que ingresé a Mounter para esperarlo al salir e ir a una cita juntos. Tomo un poco de aire y después, cuando noto su indiferencia, tomo su mano.
Enciendo el auto y arranco. Después de casi veinte minutos, se atreve a hablar. Algo alarmado al ver calles distintas a las que suele recordar. Aun pegado en la ventana, viendo el nombre de algunas calles, tal vez para cuando quiera escapar regrese por estas mismas.
— ¿A dónde vamos? —Pregunta asustado.
—A casa.
—Pero por aquí no queda mi departamento. —Su voz tiembla.
—Vamos a mi casa. —Respondo alegre y veo cuando hyung se pone totalmente recto y con cara de susto.
— ¿T-tu casa-a? —Tartamudea, yo afirmo. Me abria quedado más embobado viendo su hermosa carita, pero después chocaríamos y eso es lo que menos quiero en estos momentos, bueno, más adelante espero chocar piel con piel, pero en la habitación, no en las calles rumbo a mi querido hogar. —C-con tu fa-familia-a.
—Así es.
— ¡Bájame! ¡Me quiero ir!
—Hyung~. —Le reprimo y por algunos minutos, el silencio se hizo presente.
— ¿Porque-e? —Pregunta de la nada. Y es lindo cuando tartamudea, es un encanto.
—Porque quiero que conozcan a mi novio.
Y eso fue más que suficiente para casi chocar y salir de la carretera. Paro el auto y Minseok aprovecha para besarme incontables veces. Tal vez habría cumplido ese sueño de tener sexo en el auto, mientras estamos perdidos en la carretera, pero, hyung se notaba bastante cansado, por lo que muy a mi pesar nos tuvimos que separar.
Llegamos a la gran residencia. Dentro de uno de los fraccionamientos más caros de todo Gangnam-gu, el de vigilancia me deja entrar sin pretexto alguno. Mi adorable chico mira asombrado las enormes mansiones de este lugar. A solo diez minutos, llegamos a la entrada de lo que sería nuestra casa. Estaciono el auto y partimos a caminar. Abro la puerta y me sorprende que las luces aun estén encendidas, se supone que ya son más de la una de la mañana, tal vez papá este esperándome.
Minseok se queda mirando asombrado todo. Inclusive abrió sus labios por la sorpresa. Tomo su mano y lo guio, tal vez y con suerte encuentre a todos despiertos. Caminamos hasta llegar al living principal.
— ¿Jongdae? —Hablan a mis espaldas.
— ¿Oh? —Volteamos y hyung se sorprende al ver a una más que atractiva mujer en una corta bata de dormir, algo transparente y que dejaba ver a la perfección la ropa interior, en otra ocasión habría comentado cuan bien le queda su pijama, pero antes de abrir la boca recapacité mis palabras. —Jiyeon-ssi.
Mi mano es presionada fuertemente, volteo a ver a hyung y él se encuentra mirando fijamente a nonna, sus labios están en una línea recta casi perfecta. Su respiración es más violenta y lo único que puedo hacer es chillar internamente. Hyung se ve adorablemente sexy cuando esta celoso.
¡Debo dejar de verlo adorablemente sexy a cada momento!
Oh, madre de Jesús, se me está bajando la presión por la excitación, ¿qué está mal en mí?
—Te presento a mi novio, Jiyeon-ssi. —Jalo un poco a hyung para que este frente a ella y la presión de mi mano desaparece, después aparece una pequeña sonrisita, mira al suelo y esto es tan hermoso. Hyung es hermoso.
— ¿Tu novio? —Pregunta más que indignada. —Ahora no simplemente me engañas con mujeres, si no con hombres. ¡Soy tu jodida esposa, Jongdae! —Y las lágrimas van apareciendo. — ¿Crees que yo estoy feliz de que cada día llegues con alguien distinto a casa? ¡A nuestro hogar! —Y hyung suelta mi mano. —Y sé que es mi culpa por no poder tener hijos, pero... aún sigo creyendo en nuestro amor...
—Nonna, no es-
—Me he cansado, tú ya no eres el mismo... ¿Sabes que te amo? —Y hyung está más que preparado para hablar, pero Jiyeon continua con sus palabras robándole la intención para que no se le interrumpa, mantengo silencio y espero a lo que continuará. —Y te perdonaré porque soy una estúpida enamorada, Así que... —Y lo dice con tanto sentimiento que me pone la piel de gallina. —Solo... ven...
Silencio.
—Has mejorado, nonna. —Suelto con simpleza y ella se me queda mirando. Haciendo una mueca con sus labios. —No te preocupes, con hyung no debes fingir. —Y se queda bloqueado completamente.
— ¿Tú lo crees? Yo digo que las lágrimas son lo de todo. —Responde ella, mientras cubre su cuerpo. —Aún sigo viéndome sexy con esta ropa, buenas noches. —Se despide no sin antes amenazarme. —Ya es tarde, tu padre se quedó hasta muy noche esperando a que llegaras. Te tengo vigilado niño.
Ya que hyung no reacciona, lo tomo de la mano y lo jalo por todo el transcurso hasta llegar a mi habitación. Inmediatamente quito mis ropas y quedo en solo bóxer. Él aún se queda reaccionando lo sucedido. Así que como buen pronto-a-ser-esposo, lo ayudo a desvestirse.
— ¿Qué sucede hyung? ¿Realmente le creíste a Jiyeon-ssi? —no hay respuestas, solo él en silencio y reservando cualquier cosa que me quiera decir porque no ha procesado del todo la situación en la que se ha encontrado inmiscuido de forma indirecta en esta ocasión, suelto una pequeña carcajada porque ¡Diablos! ¡Hyung es condenadamente chulo y hermoso! —No te preocupes, ella solo es la Ama de llaves. —Detengo el toqueteo que hago para quitar su playera. —Bueno, es una de las tres Amas de llaves que hay en este lugar. —rio al solo recordar de cuantas me ha salvado haciéndose pasar por mi pareja y ahora los pantalones son los que están a punto de desaparecer. —La razón por la que actuó de esa manera fue para salvarme el pellejo. No sabes la clase de personas que me han seguido, necesito una coartada para alejarlas. —Y aquí es el momento de deshacerme de mis prendar y quedar en igualdad con mi querido hyung. —A mejorado bastante. Antes era lamentable su actuación. —Estoy por quitarle los pantalones al levantar sus piernas, pero me detiene. — ¿Qué-?
—T-tú... yo cre-eí...—Hace puchero y es imposible no gritar como colegiala. —E-ella era tu-tu...—Y sus ojos se cristalizan, muerde su labio y me siento culpable, así que solo atino a besarlo.
Lo tomo libremente de su cintura, pegándolo. Muevo mi cabeza y cierro mis ojos. Plasmo nuestros labios, y ahoga un pequeño sollozo en estos. Me separo, beso sus regordetas y hermosas mejillas. Comienza a hipear y lo abrazo fuertemente. Sus ojos están cerrados, pero aun así las lágrimas salen con libertad. Delineo sus labios, y aprovechando la situación, meto mis manos entre sus calzoncillos. Tocando tímidamente su trasero. Sonrió. Antes de que pudiera reaccionar ya me encontraba en el suelo.
— ¡Y dormirás en el suelo!
— ¿...Eh?
—Lo que oíste. —Me lanza una almohada.
—Min-eh, que-
— ¡No me hables y duérmete! —Se tira sobre la cama y cuando trato de hablar me calla lanzándome otra almohada. ¿Qué mierda pasó?
Me recuesto sobre el suelo, pongo una de las almohadas entre mis piernas y solo miro debajo de la cama. Solo esperaré hasta que hyung duerma profundamente, me levantaré y dormiré con él.
Tal vez hubo algo hoy que lo puso realmente molesto y atacó conmigo. Bueno, es lo que debo aguantar por mi pronto-a-ser-esposo.
Suspiro.
¿Realmente estaba por hacer aquello? ¿Perder la apuesta? Digo, respecto a presentarle a Yunho a hyung, bueno ¿qué importa? Es una simple apuesta. Pero, una apuesta que se llevara mi dignidad arrastrando. Muerdo mi labio. Difícil decisión.
Que va, si me voy yo a la mierda, todos se irán conmigo, incluidos Junmyeon y Kyungsoo.
Esto lo decidirá el destino. Si mañana papá nos mira, le presentaré a mi adorable novio y le diré la verdad. Si no, le contaré toda la verdad a hyung, cuando Kyungsoo pierda.
Bueno, ya ha pasado un par de minutos, tal vez ahora Minseok se encuentre dormido y... Esta despierto. Con los brazos cruzados. Negando a cualquier esperanza. Labios fruncidos. Y regreso a mi lugar. Creo que está molesto por lo de Jiyeon. Tal vez aun este procesando la pequeña —pequeñísima— mentira de los esposos. Pero, ¿y si me odia mañana? ¿O pasado mañana? ¿O pasado, pasado mañana? O aun peor, ¡para siempre! ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo viviré? ¿A quién le daré cariñitos? ¿A quién le daré besitos? ¿A quién...?
—Ven a la cama. —interrumpe mis pensamientos, esta orden fue gloria.
—Sí señor. —En tiempo record me subo a la cama.
—Abrázame. —Me ordena y yo más que contento le obedezco. Paso mi mano por su cintura y lo pego aún más a mí. —Y no te dejo dormir aquí porque te extrañe o te quiera, no. Lo hago porque tengo frío. —advierte.
—Entendido, señor.
—Uhm...
— ¿Puedo darle besitos en el cuello? —Pregunto y respira ruidosamente, casi como si estuviera molesto. Tal vez no debí de haberlo dicho...
—Hazlo, no porque me guste ni nada. Solo lo hago para obtener más calor. —Sonrió.
— ¿Puedo quedarme en su vida para siempre? —Pregunto de nueva cuenta y hyung mueve su cabeza, negando, suspiro decepcionado, yo realmente quería estar...
—Hazlo, no porque te quiera en ella, sino porque pareces muy entusiasmado en la idea. Y no soy un maldito para destrozar tus esperanzas, solo no quiero tener frío. —Se da media vuelta y quedamos frente a frente. Yo con una enorme sonrisa de gato y él con el ceño fruncido.
—Sí señor. —Muerde sus labios y eso me pone...— ¿Puedo besarlo?
—Ah...—Se sonroja y me abstengo a pegar el grito por lo tierno que se ve. Dios, voy a morir de tanta hermosura y dulzura junta. —Haz-
—Ya sé, lo haré no porque quiera sino porque tiene frío. —Ruedo los ojos.
—No. —Niega y su mano toca delicadamente mi pecho. —Hazlo porque yo estoy avergonzado por pedirlo...
Sonrío y él sonríe. Esto es más que perfecto. Arrastro lentamente mi cabeza sobre la almohada y toco sus labios. Hyung inmediatamente cierra sus labios y sus mejillas se tiñen aún más. Nos separamos lentamente y nos miramos fijamente. Uno nuestras frentes y él se mueve solo para besarme.
Una de mis fantasías es hacerlo en esta casa. Justo en mi habitación. Más específico, en esta cama. Aún más específico, con esta persona. Pero tal vez mañana lo haga.
Y faltaremos a clases.
Toda la semana.
Y la siguiente.
Y la siguiente...
Aún falta el living, la cocina, el cuarto de hyung, de papá, las más de quince habitaciones de huéspedes, los baños, la sala estar, el comedor, el cuarto de juego, el jardín, el despacho, y de paso, la casa de tío Yoochun.
• ♦ •
—Despierta. —Un beso. —Despierta...—Otro más. —Vamos, despierta Jongdae. —Debo traerlo a casa todos los días. Me gusta esta forma de despertar.
—Uhm...Min-eh...
—Ya se nos hizo tarde.
—Faltemos, ya tengo nuestro itinerario para todo el año. La escuela no forma par-
— ¡Levántate! —Me jalonea y tira al suelo. — ¿Perdón? —Hace un pequeño puchero y aun con el dolor de cadera me levanto, le comento que me encuentro bien, que aquella caída no fue nada para éste chico rudo y sexy que tiene enfrente. — ¿Te dolió?
—Claro que no hyung. ¿Nos bañamos? —Inquiero, tal vez primero profanaremos el baño. Después la cama...
—Ya lo hice, entra rápido. —pongo mala cara y él solo ríe.
Tomo una ducha de menos de cinco minutos. Salgo casi de inmediato, con solo una toalla y encuentro a hyung pulcramente cambiado. Con mi ropa. Mi ropa que le queda perfectamente, y me hace suspirar. Como desearía arrebatarle mi ropa.
— ¿No te vas a cambiar? —Pregunta seductor. Bien, la cama será la primera. — ¿Quieres que te ayude? — ¿Cómo se puede obtener una erección con solo cuatro palabras?
—...Yo-
— ¿Tú qué, Jongdae? —Oh madre de Jesucristo, acabo de tener un orgasmo seco, solamente porque me llamó por mi nombre, ¿es posible eso o era mi propia y pervertida imaginación la que me hizo creerlo de esa manera? — ¿Estas duro? —Y que hable tan sucio, sin pena me pone aún más...— ¿Puedo ver? —Trago seco.
Minseok se levanta de su lugar. Y camina de forma casi despistada hasta quedar frente mío. Me sonríe ladino y pasa su mano por la toalla. Acaricia un poco y saco un pequeño gemido.
Quita la toalla y me avergüenzo, o no tanto. Bien, estoy más que caliente y que él se relama los labios no ayudan en mucho. Hace que crezca aún más.
Creo que ahora soy un maldito caliente mañanero.
—Tenemos que bajarlo...—habla con una jodida inocencia que me hace llorar porque no lo soporto. ¡Mierda! ¿Cómo puede ser un pervertido y poner esa cara? Esto debe ser cosa del diablo...
— ¿Me ayudarás? —Pregunto y él se señala a sí mismo.
— ¿Cómo lo haría? —Pregunta inocentemente, y tal vez le habría creído que no sabe de qué hablamos, pero su mano masajeando mi pene, me hacía saber otra cosa. — ¿Mano o boca? —Y Dios, esto es demasiado. ¡Ni siquiera puedo hablar!
—...B-bo- —Y una leve nalgada me hace reaccionar. — ¡Tú! ¡engendro del mal! ¡Argh! —Caí otra vez. — ¡Tú~!
— ¡Yo~! —grita alegre y sale corriendo mientras cierra la puerta.
Me visto lo más de prisa que puedo. Ni siquiera me seco por completo, solo quiero ir detrás de ese inocente diablillo. Una vez que termino salgo corriendo y choco contra el pequeño cuerpo de hyung. Una sonrisa diabólica aparece en mis labios y justo cuando estoy por atacar a mi presa, me percato de la persona que hay en mí alrededor.
—...Dae. Asusté a tu amigo. —Hace un puchero y niego con la mano.
—No es mi amigo, hyung. —Sonrió y me pongo a un lado de Min-eh, aclaro mi garganta. —Jaejoong, te presento a Minseok, mi-
— ¡Oh Dios! ¡Kim Jong Dae!, sabias que- ¿Oh? ¿Xiumin? —Y aparece Junmyeon interrumpiéndome. — ¿Qué haces aquí Xiumin? ¿Dae te hizo algo? —Pregunta alarmado, y justo cuando esta por golpearme lo detengo.
—Les presento a mi novio. —sentencio.
Este momento lo imaginé un poco más diferente, aunque ya con el solo hecho de que Jaejoong estuviera presente era lo que equiparaba el hecho de los globos y los fuegos artificiales que mi imaginación creo para cuando les presentara mi relación con Minseok a todos mis familiares, pero bueno, aquí estaban ellos, dándome una simple expresión; nada especial, solo parecían estar perdidos mientras se preguntaban (y me preguntaban) si no estaba jugando con lo que estaba diciendo.
Una sola afirmación y sus gritos fueron la segunda respuesta exagerada.
Y queda decir que hyung no dijo nada, Junmyeon miraba asombrado y Jae daba saltitos de felicidad mientras abrazaba a Min-eh y decía no sé cuántas cosas en varios idiomas.
Después de algunos minutos, Junmyeon da sus felicitaciones y hyung me pellizca porque no estaba preparado mentalmente, aún. Jae seguía abrazándolo y eso me ponía celoso o bueno, esa necesidad de alejar aquello que me creará problemas el día de mañana era lo que me llamaba para pedir, de la forma más amable posible, que se retirara un par de kilómetros lejos de la persona con la que salgo actualmente, no hubo golpes ni mucho menos malas palabras, solo mi petición.
— ¿Quieres que te muestre unas fotos de cuando era pequeño? ¡Era un encanto! —Chilla. —No sé qué le pasó, y quedar así...—Me señala y sin reparo alguno, la indignación me acompañó para gruñirle y soltarle uno que otro mal gesto. —Una disculpa por parte de toda la familia, sé que esperabas algo mejor y lo que te venimos ofreciendo es esto...pero creo que es fiel y si no te sirve, no dudes en regresarlo en cualquier momento.
— ¡Hey! Soy atractivo y guapo. —Me defiendo y Jae vira los ojos, «Y espera a que le responda con sinceridad sin herirlo, ¿puedes creerlo?» murmuró a Minseok-hyung. — ¿Verdad Min-eh?
—Pues...—Y las estruendosas carcajadas de los que son mi familia, se hizo presente.
Pregunto por papá y a creo que los dioses están a mi lado. Al parecer ya se fue desde hace un rato. Jae prácticamente lo corrió con su llegada, o bueno, papá huyó de Jaejoong. Para mí que estos dos se traen algo.
Justo ahora estamos tomando el almuerzo, solo porque somos obligados, si no, ni saldríamos de la habitación. Ya que íbamos por al mismo lugar, Jae nos llevó; le iba a comentar sobre mi plan de mantenernos pegados en casa, pero creo que Hyung me mataría por ventilar nuestra sexualidad así de simple frente a un actor. Junmyeon iba en la parte del copiloto mientras que hyung y yo en la parte de atrás.
Me di cuenta de que Minseok es fan de Jae. Le pidió su autógrafo. Se tomaron fotos. Más fotos. Un par de fotos con Junmyeon y conmigo. Y al final intercambiaron números. Jaejoong le explicó que era nuestra madre. E incluso lo traumó con su anécdota de la forma en que salimos de sus entrañas. «¿Recuerdas que mi madre nos abandonó?» pregunto cuando salimos del auto, esa historia se la conté hace ya bastante tiempo, creo que cuando aún no sabía aquello que sentía por él, pero que de una u otra manera quería que él supiera sobre mí; «¿Qué no habías dicho que era un hombre simple que fingía ser tu madre para provocar a tu padre?» él me cuestionó de regreso cuando Jaejoong se despidió de nosotros para ir a su edificio donde dará clases. «Así es» dije simple, su corto «Él no es un "hombre simple" es Kim Jaejoong» respondió conteniendo la emoción.
Tomé su mano.
— ¿Qué-e? —Mira asustado a todos lados, trata de zafarse, pero lo tomo aún más fuerte de la mano. —No-o...
— ¿Qué? —lo interrumpí, sus dedos se enlazaron con los míos y casi sin querer, la palma de su mano comenzó a sudar. — Quiero entrar a clases de la mano de mi novio.
Y se queda completamente congelado.
Es tan tierno que haga eso, así que no me resisto y beso esos lindos labios fresa que tiene. Tan rojos y pequeños que se acercan a lo más bello del mundo.
Todos aquellos que estaban en ese momento cerca, nos miraron asombrados, creo que hasta uno que otro se detuvo porque no podía creer lo que estos dos sujetos tan enamorados y guapos, estaban haciendo. Había de todo, personas en shock como personas murmurando, hubo un par de chicos y chicas que se negaron a aceptar lo que la mayoría de la carrera estaba presenciando.
Así es malditos. Ya tiene dueño.
• ♦ •
« C h a n y e o l »
—Así que... —tomo un respiro, lo miro y espero a completar lo que mi cabeza mira pero que mis labios no pueden sacar— tú y él, ahora son...
—Novios.
—Nada. —Jongin mira de forma triste a Kyungsoo y me carcajeo, ¡esto es tan hilarante que casi creo que es mentira todo!
La puerta se abre y sonrió de forma casi inmediata, pero después hago una mueca al ver a Baek con el hermano del Primer Lugar, la risa se termina y el temor comienza, ¿me estoy haciendo una clase de chico bipolar? Esta tristeza que siento no es nada normal en mí.
Ambos parecían ser muy cercanos y justo cuando Baek me mira, intenta evadirme lo más posible, wow, eso me está hiriendo. Comienza a sonreírle y es justo cuando Kyungsoo se da cuenta que pasa su mano rozando la mía, Kai da un golpe separando nuestras manos y mirándome de una forma retadora casi como si me estuviera viendo como una amenaza, wow, hilarante, creo que vuelvo a ser yo de nuevo cuando Kai y Kyungsoo están a mi alrededor, pero me deprimo en cuanto llega Baekhyun, demasiado interesante.
Kyungsoo lo golpea y Kai lo besa. Kyungsoo lo separa y Kai lo besa otra vez. Kyungsoo empuña su mano y el hermano del primer lugar noquea a Kai.
—Dije que lo iba a matar. —Y lo vuelve a golpear. Kyungsoo de un simple golpe lo tira. — ¡Soo...! —grita casi entre pucheros.
—Mierda, Dae... ¡Lo mataste! —Y es el turno de mi preciado amigo para regañar a su amigo porque al parecer a asesinado a su novio, y eso que no llevaban ni un día saliendo y ya es viudo; el hermano del Primer Lugar se acerca a donde Kai está en el piso y con una mueca, se levanta para cruzar sus brazos y mirar a Kyungsoo.
—Aun respira. —Responde casi con molestia al escuchar a Kai quejarse.
Kyungsoo toma al hermano del Primer Lugar y lo saca a rastras. Una vez que Kai se levanta, sale corriendo tras ellos. Soltando entre el aire que no confía en ese humano. Por lo que solo quedamos nosotros dos.
Incómodos los dos.
En un incómodo lugar.
Y en una incómoda situación.
— ¿Y qué harás en navidad? —Fue lo único que pude decir. O lo único en lo que pensé.
—Iré a la casa de un...amigo...
—Oh...
— ¿Y tú? ¿Qué harás en navidad? —Pregunta y se sienta un costado, mirándome fijamente. Se relame, algo nervioso, los labios y sonríe porque sabe que esa sonrisa es lo que más me enloquece.
—Creo que, dormiré hasta muy pronto. O vaya a visitar a mis padres, e intercambiar regalos...algo así. No tengo muchas opciones. —Miro al frente, justo donde está el pizarrón. —No tengo a nadie con quien salir mañana...
—Tal vez, pueda... —Mi celular comienza a vibrar, y Baekhyun detiene lo que estaba por decir. — ¿No piensas contestar?
—Oh si, ya casi. —Tomo la llamada y siento un enorme regocijo en el momento en que la voz femenina resuena por el parlante interno y dando una pequeña mirada a mi costado, la alegría llega de poco en poco hasta explotar en una gran y emocionante actuación. — ¿Si?... ¡Claro que estoy libre!... Mi casa está libre... Oh, eso me encantaría... ¡Hoy mismo estoy disponible!... —Trato de sonar lo más erótico posible, sin fallas, sin voz temblando, no, ahora me estoy convirtiendo en un maldito coqueto de mierda. — ¿Sex and sexy? Eso me encantaría...Uhm... Sabes que me encantaría... —Solo un pequeño vistazo y ahora mi acompañante esta sereno, callado y atento a la charla. — ¿Qué llevas puesto? ...Ah cierto, los principios...Bien, la espero en mi casa profesora...—Y Baek voltea a verme. —Adiós Jihyun-ssi.
—Acaso era...
—Ya sé que haré en navidad, Baekhyun.
—Oh...
—Espero y te diviertas con tu amigo. —soy un jodido actor de primera, ¡no dude en mí voz! ¡Estuve fenomenal! Casi me caigo de rodillas porque sentí que mis piernas temblaron como gelatina al levantarme firmemente. — Yo lo haré con la profesora Kang.
—Espera. ¿Qué? ¿La profesora?
—Sí, esa misma.
— ¿Acaso eres imbécil? —Jala mi brazo y quedamos frente a frente.
—No. Solo aprovecho la oportunidad.
— ¿Oportunidad? ¡¿Cuál jodida oportunidad?!
Oh, como desearía tomarlo de su menudo cuerpo y estamparlo contra la pared mientras lo beso, tocar desde fuera hasta lo más dentro de su ser, recorrer con mi piel cada parte suya y marcarlo como si eso fuera suficiente para alejar a cualquiera que lo mire.
Que nos acariciemos por puro y mero instinto, mientras le digo que no me interesa del todo la profesora Kang. Que solo lo hago porque Kyungsoo me aconsejó. Que me siento celoso porque esta con Taeyeon. Que si pudiera le haría diez hijos —dos gemelas, unos trillizos, cuatro niñas y un pequeño varón, el más pequeño—, y vivir felices por el resto de nuestras vidas.
Pero, no, lo, haré.
—La oportunidad de estar con la mujer que amo.
Y no dijo nada. Absolutamente nada.
—Creo que debemos hacer lo mismo, ¿no lo crees?
¿Me puedo arrepentir ahora que he visto su carita toda hermosa y preciosa tan triste?
—Ah, tú ya lo haces...
—No. No lo hagas...
Me alejo del lugar, dándole la espalda y justo antes de que salga por la puerta, me detengo. Aclaro mi voz un poco, y gracias a que no se rompió o flaqueé, le hago saber que esto va en serio.
—De cualquier manera, no somos nada.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top