Vigésimo capítulo (2)

« K y u n g s o o »



Así que de las cosas tontas que he hecho en toda mi vida. Esto podría catalogarlo como "la cuarta cosa más estúpida que he hecho como juego". La verdad, día a día me sorprendo porque ya no me despierto y agradecer por un día más de vida, al contrario, me fijo una meta para ser cada día más imbécil.


— ¿Qué eliges hyung? ¿Prenda o beso?

—Solo fue suerte de principiante. —Quito el saco escolar y me maldigo mentalmente por haber dejado el suéter en la mochila. ¿qué pasó con mi determinación de no encuerarme y solo besar para sorprenderlo hasta humillarlo?

—Buena decisión. —Suelta casi burlón y eso es lo que me irrita de él.

—Paint it black. —Digo inmediatamente, esa canción ha sido una de mis favoritas. No creo que me gane en esta, salvo que me quede ciego no creo perder tan fácil.

The Rolling Stones... Como órdenes. —Diosito, ¿porque lo hiciste moreno, rico y con buena pronunciación en el inglés? ¡Dale errores, Señor, errores son los que merece!


La música inicia. Algo lento desde el inicio, pero en cuanto avanza, más notas rápidas dan lugar en la pantalla. Ya a casi mitad de la canción veo mis notas, ciento ochenta y siete, solo seis más que- un momento, ahora las mismas que Jongin.

Si continuamos así, nunca ganaré. Debo idear un plan que lo haga perder sin verme tan emocionado y obvio con la casusa de su derrota. ¿Y si lo golpeo? No, eso no, puede vengarse y golpearme. ¿Si le quito la guitarra? Se vengará y me la quitará después. Mierda, ¿Qué hacer en estas situaciones?


Ngh~. dios, he caído tan bajo.



"El jugador dos, es la caña."



Jongin se pone completamente rígido. Deja la guitarra a un lado y se abalanza contra mí. Su respiración se vuelve más lenta, me mira fijamente y sin decir nada, se queda así por un rato más. Iba a soltar un chiste para aliviar el ambiente, pero era imposible ya que Jongin esta tan cerca que estoy seguro y huele mi falso humor.


— ¿Qué? —Pregunto con falsa inocencia.

—No vuelvas a hacer eso. —Me advierte.

— ¿Qué cosa? —Pregunto de forma inocente y hago un pequeño puchero.

—Tu sabes qué cosa, hyung. —Gruñe con recelo y si me viera por dentro, notaria que estoy bailando por mero gusto.


Se separa mientras refunfuñando se aparta de los pantalones, algo que realmente me sorprendió ya que yo esperaba que iniciara con algo menos exhibicionista, digo pudo haberse quitado el suéter negro y después el sweater —sí, lleva ambos. Puto. — y así, de forma normal, hasta que una cosa llegara a la otra con el debido tiempo necesario. No el pantalón de un tirón.

La siguiente canción, Jongin la elige.

Lo diré porque siento que es lo más correcto y cierto, pero hasta el día de hoy esta es una de las mejores batallas que he tenido en mucho tiempo. Solía jugar con Yixing, pero él no sabía mucho y, por ende, él jugaba en el nivel fácil y yo en el experto. Así que era mejor para mí el jugar solo. Todo esto se volvió tan competitivo e inigualable que no supe en que momento quedé con solo bóxer. O en que momento Jongin quedo en solo un calcetín y su desnuda intimidad la cubría con la misma guitarra. Todo un sinvergüenza, ¡hasta yo tuve vergüenza de verlo!


Ngh~. —Si no fuera porque estoy tan metido en el juego, me habría burlado en su cara.

—Eso no funciona conmigo, niño. — Digo aun sin voltear a verlo. Toda mi atención está en el televisor y en mis ganas de hacerlo perder porque siempre seré competitivo no importa qué.

— ¿Enserio? —suelto un largo "Si" algo alterado, estaba por perder una nota. Mientras él, suspirando y riendo, se mantiene de lo más relajado. — ¿Y porque está despierto?

—Ah...—Doy un vistazo, y en efecto. Estoy por perder una nota y veo que mi amigo esta alegre. —Por la emoción del juego. —respondo rápido, cuatro notas las tomo antes de poder perderlas y doy un golpe duro contra el juego de Jongin para que se le rompan las cuerdas— Además, hace frio.


La venganza por su parte llega, la riña se apodera de nosotros y al final, sale un pequeño anuncio. Un pequeño anuncio que me hace más que feliz.


—Que mal, he perdido. —Responde con falsa resignación, se levanta y me deja a la vista su trasero, aquel descolorido blanco trasero.

— ¡Me estoy quedando ciego! —digo dramático, y Jongin solo bufa en lugar de reír.


Como cualquier exhibicionista, toma asiento no sin antes dejar que me deleite con su formado cuerpo —o solo sus piernas, espalda y trasero. Lo demás lo cubría la guitarra. Su cosita, la vergüenza de su ser, se escondía con la guitarra— mientras que con su diestra se acomoda el cabello, dejándolo algo salvaje.

Bien, no me mentiré, tal vez me sonrojé un poquito —casi nada— cuando vi por primera vez su miembro. Aunque eso es raro. Ambos somos hombres, y prácticamente tenemos lo mismo, algunos más o menos que el contrario. Pero es lo mismo. Tal vez lo que me causó conflicto fue el ver cómo es que este sin descaro alguno, se quitaba el calcetín mientras deja a la vista todo su glorioso ser, fue bastante lúcido.

Lo acepto, yo soy algo amador de mi cuerpo, pero lo hago en los momentos más indicados y con las personas más queridas, no dejo que cualquiera vea mi desnudez sin pagar nada a cambio, pero Jongin es un poco diferente a mí, a él pareciera que le da igual quien lo mire y toque, porque sí, me dan ganas de tocarle una nalga, pero no lo haré porque yo si lo respeto.


—Elijamos-

—Espera, tengo que ir al baño. —interrumpo, me levanto y por inercia levanta su ceja de forma interrogativa. — ¿Qué?

—Ah...—Se acerca sigilosamente, mirando a otro lado, es como si pensara algo y la verdad ya me hago del baño así que no me voy a poner a pensar cosas que no debo. —Yo creo que quieres ir por otra cosa. —Inquiere.

¿Qué? ¡Ja, ja, ja, ja! —Y esa fue la carcajada más falsa que fingí jamás. Tomo la guitarra, y la pego lo más que puedo a mi cuerpo mientras le sonrió. —Claro que no.

— ¿Enserio? —Pregunta interrogante.

—C-claro. —Me palmeo mentalmente, Jongin sonríe de medio lado y se acerca aún más cerca.

Así que-no te creo hyung. — justo cuando dice aquello, se levanta inmediatamente, me toma del vientre lanzándome al sofá una vez más solo para detenerse justo enfrente de mí.

— ¿Q-que haces? —Pregunto nervioso cuando se quita la guitarra y lo veo totalmente desnudo. Inconscientemente muerdo mi labio y la sonrisa sádica de Jongin aparece. Yo no quería hacerlo, por mi madre juro que iba a cerrar los ojos y soltar un mal chiste, pero levanté mis manos y suspiré cuando las bajé dándole una idea errónea al morenito éste de lo que no quiero.

Algo.


Abre sus piernas encerrando las mías entre las suyas, se desplaza un poco y por mi Santo Ángel de la Guarda, su miembro está ahora en mi pecho. Desvió la mirada hacia cualquier cosa que no sea al frente.

¿Cuándo fue justamente que la estructura del techo fue tan perfecta? Tan artística, dando un aire a la época barroca. Creo que debo renovar mi departamento y contratar un diseñador profesional. Y por supuesto, que le diré que quiero un ánfora similar a la de Jongin. Esos detalles, ese color, ese tamaño. Todo, es simplemente asombroso y perfecto. En definitiva, serán cuatro ánforas.


— ¿P-porque? — Jongin ahora está sobre mis piernas. Enrollando sus piernas en mi cintura. Sus brazos sobre mi cuello, nervioso paso mis manos hasta su torso solo para que no cayera. Y en lo que recuerdo, la guitarra ha desaparecido. ¿Cómo fue que llegué a éste punto? —E-espera... quítate-e.

— ¿Uhm...? no quiero.


Y justo antes de que pudiera reaccionar sus labios me privaron de cualquier idea. Cerrando mis ojos por la placentera y extraña sensación, que no entiendo aun porque los cerré, pero me sentía con el deber de hacerlo o parecer un imbécil al no realizar dicho acto. Dejando que él sea quien profundice aquel beso. Mientras con mi mano recorro aquella espalda, dejándome guiar por la sensación.

Jongin se pega un poco más, entre sus manos se enreda mi cabello con aquella facilidad, mientras aprovechando lo jala y el beso se hace más duradero. Mi mano, con vida propia, para hasta el desnudo trasero de Jongin, mientras con desesperación la estrujo.

Era como estar en el cielo.

Un cielo bastante gay.


—N-no...— cuando finalmente logro reaccionar, trato de sepárame. Esto no está bien. Ambos somos hombres, y al diablo que seamos hombres, ¡Simplemente no quiero y ya!

Shh~.


Y entre aquellos carnosos labios, cualquier idea o pensamiento desaparecen. Su lengua entrando tan deseosamente, haciéndome sentir mil emociones justo cuando vuelve a tomar de mi cabello, provocando que aquel amigo tan feliz, ahora este estallando de la emoción. Bajando lentamente en su cuello, dejando alguna que otra marca. Siendo absorbido por el remolino llamado Jongin.

Ahora, ha dejado atrás mi cabello, toma su diestra y sin invitación toca mi miembro por entre la tela. Masajeando lenta y tortuosamente, mientras dejo atrás su cuello y lo disfruto.

Gimiendo por aquella sensación, maldiciendo en lo más dentro de mí al jodido de Jongin por hacerme sentir esto, pero a la vez bendiciéndolo por saber cómo hacerlo.

Me estremezco al sentir los finos y largos dedos de Jongin acariciando mi sexo, dándome una jodida mirada de lujuria. Sus labios rozando los míos, mientras que, sin cuidado alguno, muerde mi labio, y a la vez uno su miembro con el mío. Haciendo que sea la mejor de todas las sensaciones.

Provocando que mis instintos se alteren.


Quiero sentirte...


Y es en ese instante en que mi subconsciente despierta. Y patalea a mi lado más primitivo alejándolo. Esto se estaba poniendo tan bueno, hasta que reaccioné.

Tomo a Jongin de los muslos y ente una pequeña lucha interna conmigo mismo, hago que se quite de mí. Una vez que está parado me toma del brazo y me levanta e intenta besarme; cuando lo logra, se separa al ver que no le sigo.


— ¿Qué pasa? — pide bajo y con voz ronca, que me seduce con cada silaba. ¡Diablos! ¿Qué estoy pensando? ¡A mí ni me gusta!

—Tenemos clases. —Digo serio, como si no me importara que ahora mismo lo tengo desnudo frente mío, con una enorme erección al igual que yo. Claro que no.

—Oh...—Suspira, y pasa sus brazos por mi cintura. Tratando de controlarse y después habla calmadamente. —Ya son más de las siete. —comenta con deje de molestia.

—No puedo faltar.

—Hazlo por hoy, hyung. —Pide suplicante.

—Lo siento.


Y aun con una enorme erección, coloco mis pantalones y la camisa escolar. Jongin seguía parado, reaccionando ante lo que hice y hago. Quizás fue un golpe bajo a su ego.

Tomo la mochila, y con el saco cubro mi intimidad.

Muerdo mi labio por lo que estoy por hacer, pero en algún circuito roto de mi cerebro, mi lado primitivo hace de las suyas y a paso rápido me acerco a Jongin y uno nuestros labios. Dejándolo más que perplejo por mis descoordinadas acciones. Abro la puerta y salgo corriendo, no miré atrás o regresé, no, solo seguí la carrera de mi vida corriendo por todo el pasillo hasta el elevador y saliendo del elevador corrí por los pasillos restantes. Todo mi cuerpo ardía, pero el frio aire de Seúl, me hizo un enorme favor congelándome.

Tomo el autobús y miro hacia la ventana, ya casi termina la clase y yo apenas estoy entrando. Esto es malo.


— ¡Maldito Jongin! —grito, las personas de enfrente me miran desaprobatoriamente, ¡¿Y a ustedes que les importa, maldición?!


Algo abochornado saco el celular y veo que tengo, con exactitud, cinco mensajes. Tres de Minho preguntando porque no contesté sus llamadas y el mensaje anterior y el anterior. Uno de Sehun, avisando que no hubo clases por lo que no me preocupe en llegar y otro más de hyung, quien me preguntaba si es que había visto a Lay hace casi dos horas. Si, se le perdió.


¿Minho? Si, si estoy bien...Terminando un trabajo... ¿Sobre qué? Es sobre hacer una canción... Si el mismo, es un encanto Changmin... ¿Ahora? Claro, tengo que trabajar a las nueve...Bien, llego como en diez minutos.


O si Jongin, ahora estamos en el mismo juego.



• ♦ •



Lo peor de haber dormido poco y despertar temprano, es el no dormir mucho. ¿Lógica, que no? Aunque lo único bueno es que saldré pronto. Porque salir pronto de clases lo compensa todo. Absolutamente todo.

Pero ser arrastrado sin tu voluntad, justo cuando estas por salir es la peor de las situaciones. La peor y la más imperdonable. No saben cuánto estoy odiando estos momentos a Chanyeol desde lo más profundo de mí ser.


—Prácticamente estamos en exámenes. —Sehun implora arrodillándose, mientras Chanyeol lo regaña.

—Hyung, solo es un favor. Haré lo que sea. —Pone mirada seria. Tal vez esté hablando con la verdad. — Lo que sea.

— ¿Tu qué piensas Kyungsoo? —Me pregunta Chanyeol, y solo atinó a decir un simple «Como sea». Estoy luchando, luchando conmigo mismo para no quedarme dormido.

—Anda hyung, solo es dinero. Eso a ti te sobra-

—A ti también, —interrumpe, mis ojos se cierran, pero el ruido me espabila— no sé porque me lo pides.

—Sí, pero...nadie puede saber que me iré, solo nosotros tres. —informa casi amenazante. Bueno, a mi si me dio miedo.

—No puedo simplemente darte dinero y que repruebes... —Chanyeol lo regaña una vez más, sin dejar a tras sus duras palabras cada que la carita toda chistosita y bonita de Sehun se hunde en el arrepentimiento—Eso no es de amigos, Sehun-ah.

—Ya pasé mis materias, no hay porque preocuparse. Solo di que sí, hyung.

—Ah...—Suelta en frustración, Chanyeol se le queda mirando, analizándolo. —Kyungsoo tienes la oportunidad de que este niño haga algo sucio. ¿Qué eliges?

—Que coma tierra. —Respondo con superioridad y ambos se me quedan mirando incrédulos. Solo atino a alzar mis hombros, fue lo primero que por mi cabeza apareció al escuchar la palabra "sucio". Es más, ¿Qué no pueden ver que tengo sueño?

—Ya que nuestro pequeño Kyungsoo, no tiene ideas buenas. Yo lo elegiré por él. —Chanyeol se rasca la barbilla y mira a todos lados. Los estudiantes entran y salen. En gran variedad. Hombres, mujeres, directivos, prefectos.


Cerca de nuestra banca, se acerca Kris. Algo sorprendido por vernos a los tres juntos. Toma asiento a mi lado y me sorprende que los cuatro quepamos. Las bancas son muy pequeñas, mi trasero grande y los mastodontes estos, abarcan mucho espacio.

«¿Por qué Chanyeol se ve tan concentrado?» me pregunta y le respondo con un simple «Hará que Sehun haga algo sucio». Y como buen amigo, piensa en apoyarlo.


—Has que toque a alguien. Creo que es asexual. —responde con una simpleza que casi no entendí el chiste en sus palabras.

— ¡Ah! Cierto, cierto. —responde sorprendido Chanyeol.

—Nunca lo hemos visto con alguien. O que haya tenido algo con alguien.

—Tal vez sea gay. —responde retador Sehun y miro sorprendido al par los cuales ni se inmutan.

Asexual. —Responden tanto Kris como Chanyeol al mismo tiempo mientras asienten por la explicita respuesta.

— ¿Qué? ¿Qué? No soy asexual. He tenido una vida sexual activa—Trata de defenderse. —Es simplemente que no estoy mostrando mis parejas públicamente, como ustedes.

—Cariño...Nuestro-nuestro pequeño, ¡no tiene sexualidad! —Clama con drama Chanyeol, con algunas lágrimas falsa en sus ojos y Kris pasa su largo brazo por mi cabeza hasta llegar a palmear la espalda del segundo alto. ¿Por qué todos son altos en este lugar eh? ¡¿Por qué?!

—Me conformaría con que fuera gay...pero, es lamentable... —suspira resignado Kris y la ira de Sehun aumenta, provocando que mi risa salga.

¡Aish!

—Está bien, está bien. —entre burlón algo alarmado Chanyeol lo detiene cuando Sehun se levanta. — ¿Tú que propones Yifan?


Busco en todos lados a la persona a quien Chanyeol le habla, pero nada. Quizás le hable a su amigo imaginario. Si uno ya no puede ser normal en éste lugar, o te salen locos o te hacen loco, hasta me da cosa la vida que tuvieron que vivir muchos; con sus enfermedades mentales y toda la cosa, que ya uno —Jongin— se anda encuerando, que ya otro —Baekhyun— se anda besando con su enemigo mortal —Chanyeol— y que ya fulanito —Tao— mantiene coito en el baño. Válgame, ya nada me puede sorprender en éste lugar.


—Que bese a la primera persona que salga. Y por supuesto que no cualquier beso. —Este levanta una ceja y me quedo sorprendido. ¿A Kris le dicen Yifan? Wow. Cosas que se aprenden.

—Hyung~. —pide casi suplicante.


Cientos de personas entraban y salían, hablando con sus amigos. Diciendo lo molestas o molestos que están por el momento, otros suplicando a que les haya ido bien en los exámenes. Hasta que veo a esa persona. Cargando un inmenso lienzo, tapado con una bolsa de papel inmensa, y con cinta alrededor para no ser visto por nadie, y bien protegido para la vista.

Doy un vistazo a Kris, quien, en algún momento de la charla, solo miraba a las mujeres pasar sin percatarse de que Tao está casi por tropezar con su propio bolso que le cuelga hasta casi sus rodillas, mientras protege aquel cuadro como si fuese su vida.


—Que bese a Tao. —El cuerpo de alado se pone completamente rígido. Después de unos segundos voltea a verme y solo sonrió, después ve a Chanyeol el cual se le asomó una inmensa y perturbadora sonrisa.

—Sí, ¡besa a Tao! —Grita más que alegre.

—No me gusta jugar con las per-

Asexual. —respondo bajo, interrumpiéndolo. Pero aun así siendo escuchado. Hasta el sueño se me quitó.

—Vamos Sehun-ah, demuéstranos que no eres asexual.

—Quizás parezca que estoy-

—Es solo un beso, tú ya me lo has dado antes. — ¿Acaso sentí sueño antes? Porque me acabo de despertar, o bueno, éste ser maldadoso que vive dentro de mí lo hizo y es quien habla para persuadir y obtener lo que quiere. —Y no creí que jugaste conmigo. —En todo esto, Kris no ha dicho nada. —Vamos~.

—Ni siquiera sé quién es Tao. —comenta Sehun, tratando de zafarse de esta.

—Es el que golpeó a Yifan.

—Soy tu hyung. —le reprime Kris.

—Ahora no cariño. — responde Chanyeol, sin prestarle mucha atención. —El chico alto, ese rubio. —Lo señala.

— ¿El que parece panda? —pregunta Sehun intentando identificarlo.

— ¡Ese mismo!

—No sabía que se llamaba Tao.

—Solo tendrás que ayudarle y besarlo. —sentencio y Chanyeol asiente varias veces. — ¿O tu qué quieres Kris? —pregunto con la más falsa inocencia posible.

Uh...—Cambia esa sorprendida expresión por una de aburrimiento. — ¿Solo un beso? Hagamos que aproveche.

—Bien, ya los has escuchado ¿no? Ahora, ¡hazlo! —Chanyeol se levanta y a su paso toma de los hombros a Sehun hasta empujarlo y dejarlo casi al frente de Tao.

— ¿Algo que decir? —pregunto a Kris quien hasta el momento no ha dejado de ver la escena en la que Sehun se acerca a Tao, ayudándole con el lienzo. A lo que debemos agregar el enorme sonrojo que a mi Panda amigo, se le creó cuando se le acercó. —Puedes simple-

— ¿Las ojeras de Tao son de nacimiento o son a causa de la falta de sueño? —Y ese es Chanyeol, interrumpiendo nuestra pequeña charla de la verdad.



• ♦ •


« S e h u n »



Suspiro, y emprendo mi camino. Hyung se queda parado y me alienta a que continúe. A paso firme, me detengo frente al Panda. Quien hasta el momento no me había notado —ni a nadie, ese cuadro le obstruía la vista—. Así que solo hago lo más necesario, choco contra él.

Antes de que pudiera caer al suelo y lastimarse o algo similar, lo tomo de la mano —ya que era la única parte de su cuerpo que podía tocar, todo lo demás estaba escondido—. Lo jalo y justo en ese momento está por tirar el cuadro, pero lo logro detener.


—Cuidado. —Su rostro se vuelve uno de absoluta sorpresa y sus mejillas se colorean. Debe hacer frio, las mías también se sienten congeladas, espero y no se coloreen igual.

—O-oh...

— ¿Puedo ayudarte? —pregunto algo coqueto y él asiente. —Eres Tao, ¿cierto? —ahora que lo pienso, lo he visto en algún lugar, ahora mismo no recuerdo donde, pero sé que lo he visto.

—Sí. —responde algo bajo, casi desinflándose y eso me causa gracia. — ¿Q-que? —Pregunta apenado.

Ja, ja, ja, n-no, nada...es solo que...es gracioso el sonido que haces.

— ¿Cuál? —y lo dice de la misma forma, casi desinflándose. Provocándome que la risa saliera sin poder controlarla.

—Ya, lo siento, ja, ja, ja...solo, solo no lo vuelvas a hacer.

— ¿Por qué? —Y lo vuelve hacer.


Esta vez, dejo el cuadro en algún punto del césped y relamo mis labios. Me acerco más a él, y sus mejillas se tiñen de nuevo. Cuando prácticamente estamos frente a frente, me detengo y escucho el ruidoso sonido que provoca al pasar saliva.

Iba a decir algo como «Mi amigo, el de allá, me retó a besarte para poder darme el dinero que necesitaba» pero creo que estaba de más y el ambiente puede verse forzado así que solo haré lo necesario para complacer tanto a mi compañero de beso como a mis amigos.


— ¿Puedo?

S-sí...


Y sin más, lo tomo del mentón. Es bueno que ambos seamos altos, así no tendré que encorvarme. Cierro mis ojos. Siendo sincero conmigo mismo, no se siente tan mal. Sus labios encajan —por así decirlo—perfectamente en los míos. Sabe exactamente cuándo hacer un movimiento y que no se sienta tan obligado. Sus labios moviéndose lentamente, mientras algo apenado toca mi lengua con la propia. Bastante ofuscada esta sensación.

Me separo un poco, tomando algo de aire, pero uniendo nuestros labios de forma automática. Mientras mi mano para hasta su cintura de forma natural, como si esto fuera algo normal. Mi mano desocupada, recorre todo el camino desde su espalda hasta su cabello. Aquel suave y teñido cabello, que como por arte de magia, las fibras de cabello se enredan de forma voluntaria en mis dedos. Empujando para tener más de él. Sintiendo como algo dentro de mí se alborota, pero en alguna parte del beso. Mi mente dejo de pensar en cabello rubio y lo suplantó por hebras de cabello castaño.

Un chico que tiene un aspecto bastante singular. Aquel que se cree el hombre más fuerte y genial, pero que le teme a su vecina. En un momento dejé de pensar en el Panda y solo pensé en como seria estar con hyung. ¿Se sentirá lo mismo o será mejor? Ya lo hemos hecho antes, pero, si estuviera en éste lugar haciendo lo mismo conmigo, ¿Cómo sería?

Al separarnos. La respiración del Panda se vuelve irregular. Sus mejillas están teñidas por completo, y sus labios hinchados. Paso mi dedo índice por estos, y quito algún rastro de saliva sintiendo su estremecer.


—Quizá sea algo estúpido, pero ¿quieres ser mi amigo?

¿Eh?

— ¡No ese tipo de amigos! —Niego cualquier idea que allá tenido a mis mal entendidas palabras y sonrió. — Seamos amigos-amigos, ¿Qué dices?

Ujum...

—Gracias, Tao. —Involuntariamente mi cuerpo se abalanza contra el de él y le doy un abrazo.


Después de la vergüenza que tuve por hacer cosas locas— lo juro, no soy ese tipo de persona— lo acompaño hasta su salón, ya que se suponía que tenía que entregar el trabajo, el cual era nada más y nada menos que el cuadro que llevaba con gran esmero.

No dije nada ni él me preguntó algo respecto a lo que hicimos, casi como si lo hubiéramos aceptado como un error, así que las explicaciones quedaron de más.

Salgo y casi corriendo llego hasta donde Chanyeol y los demás me esperarían.


— ¿Y bien? —pregunto algo agitado.

—Nunca creí que eso fuera posible...— Kyungsoo responde algo perdido. —Casi lo violabas en un beso... ¿Siquiera eso es posible?

—Bien, ya sabemos que siempre no es asexual. —secunda Chanyeol y después suspira. —Solo me queda decir, wow... pobre chico, lo dejaste traumado y-y desvirgado... —Cuando dice esto último, Kris suelta un bufido.

— ¿Y a quién le interesa? —Pregunta con molestia Kris.


Quizás crea que fue algo malo lo que hice, y como buen samaritano hará que ese pobre chico sepa la verdad y que no caiga en la trampa de nuevo. Tal vez me obligue a que le diga la verdad al Panda, y pedir perdón.

¡Pero vamos! que Kris no es ningún samaritano. Él es todo lo contrario a eso. Él y Kai, pueden ser todo, menos buenas personas.


—Me largo. —Avisa Kris e inmediatamente se levanta.


Los tres lo miramos. Aquel andar que lo identifica, pero que por algún motivo parece perdido hacia la dirección que desea tomar, en pasos recios y furiosos, manos en los bolsillos de los pantalones, cuello gacho y perdido. ¿Irá al baño? ¿Al salón? ¿Su auto? Lo que sea. Volteando a la derecha o a la izquierda, es como si se encontrara en un gran dilema. Pero al final decide por ir al frente y entrar al estacionamiento.


— ¿Qué le sucede a hyung? —pregunto y estos solo alzan los hombros.

—Esta como de genio.

¡Já! —ríe de la nada Kyungsoo, iba a decir algo, pero se adelantó por lo que me mantuve callado. —Me acordé de un chiste, ¿lo quieren escuchar?

— ¡Sí! —Exclama alegre Chanyeol.

—Pero antes, solo quiero mi dinero. —Les digo entre aegyo, y estos ponen una mueca bastante graciosa.

—Ten niño, no lo vuelvas a hacer. —inmediatamente Chanyeol lo pide en cuanto me entrega un cheque, firmado y con la cantidad. —Solo, no lo vuelvas a hacer. —Sonrió victorioso. Mi próxima víctima está cerca. Nunca creí que los consejos de televisión funcionen en la vida.

Hyung, hyung, hyung~ — Digo entre aegyo y su rostro se convierte en uno de terror. —Te quiero hyung~.

—Para Sehun, detente...das escalofríos. —Se arropa con sus propias manos y tiembla.

Hyung~ —me siento a su lado y subo mis piernas en su regazo, mis brazos los cuelo en su cuello y no me separo por más pellizcos que me meta. —Te quiero, Kyung-eh~. —Comienzo a mecerme y hacerle cariñitos hasta que se harta.

— ¿Qué quieres? —pregunta resignado y sonrió. Me acerco a su oído y le susurro lo que más deseo en la vida. — ¿Por qué?

Kyung-eh~. —repito con voz algo chillona y lo golpeo levemente su pecho.



• ♦ •

« K y u n g s o o »



— ¿Así que él trato de hacértelo?

—Es lo que dije.

—Él trato de poner su sucia cosa en tu delicado cu-

—No lo digas o te golpearé. —Advierto y Dae se calla al segundo.

—Pero esto es serio, nadie puede hacer-

¡Hyung!

—Kyungsoo, eres el más pequeño de mis-

— ¡Hey! El pequeño soy yo. —Exclama Jongdae, pidiendo la atención que robo de hyung, haciendo un intento de aegyo. Es más malo haciéndolo que Sehun.

—Sí, pero vamos, ¿Quién parece más joven? —pregunta con obviedad y Dae solo bufa.

Pues a él lo consienten más. —Dice bajo, en un mohín con sus labios.

—Haremos algo divertido. —la emoción salió de mis labios, la sonrisa se plantó en ellos y el par me mira con algo de miedo.

— ¿Harás algo como "enamorarlo"? —pregunta con obviedad y ruedo los ojos. Acaban de robar mi idea por completo.

— ¡Enserio! ¡Bwa-jajaja! —O si, tal vez no fue la mejor idea. Y la risa de los Kim me lo hizo saber.

— ¡Bien, bien! Solo fue algo que se me ocurrió. —Suelto un golpe y pega en el hombro de Junmyeon mientras la oreja de Jongdae la tomó sin querer mi mano derecha.

—Está bien, Soo. —pide Dae mientras se limpia las lágrimas, golpea mi mano y se aleja del agarre mientras soba su oreja—Hagamos algo mejor.

— ¿Qué propones? —pregunto algo abochornado.

—Bien, en lugar de alejarlo. Como lo estamos-estás haciendo ahora, dejémosle creer que has caído. —sonríe algo sádico y eso me da miedo. —Será genial ver como se cree el "amo y señor" y que después se derrumbe, ¿Qué les parece?

— ¿Estas tratando de decir que-?

—Así es Soo, sal con él. —comenta alegre y yo me estremezco por la simple idea.

— ¡Yo no voy a salir con un hombre!

— ¿Qué hay de malo con salir con un hombre? —ahora es Junmyeon-hyung quien aprovecha para decir su inconformidad. — ¿Eres homofóbico o algo singular?

— ¿Qué? No, no, claro que no... es solo que, no me atraen los hombres en lo más mínimo. — en un solo segundo mi propio cerebro me dijo «¿En serio? ¿Me lo juras?» —Bueno, no niego la idea de salir con alguien de mí mismo sexo en un futuro, pero no creo que esa persona merezca ser Jongin.

—Bien Soo, debes de entender algo: Ayer casi te metes con un hombre, y aunque no diste detalles, apuesto a que te dejó duro. —Bien, tal vez Dae tenga un punto a su favor, y hasta quizás puede que me haya leído la mente cuando les conté mi gran anécdota del día de ayer. —Así que, aunque no lo quieras aceptar, te pusiste así y fue por el mismísimo Kai.

—Pero me voy a sentir muy gay...—digo entre deprimido.

—Si es por eso, yo lo haré contigo. —Hyung demuestra su compañerismo. Eso sería genial, pero no quiero arrastrarlo conmigo. —Yo también saldré con un chico. ¿Qué dices?

—Pero-

—No te preocupes Soo, es más, creo que ¿Lay? ¡Sí! Él estaría encantado con ayudarnos. —cierto, Yixing nos ayudaría ya que es nuestro amigo, aunque tendríamos que contarle todo quienes son ellos en la vida real. —Yo le preguntaré

—Está bien, pero ¿qué haríamos?

—Eso es lo de menos Soo. —Y otra vez esa mirada aterradora de Dae me hace tragar saliva.



• ♦ •

« S e h u n »



— ¿Sehun? ¿Qué haces aquí?

¿Quién es cariño? —preguntan desde dentro, en aquel idioma y justamente la voz de una mujer.

—Alguien, ahora vuelvo. —Hyung entre cierra la puerta y sale. — ¿Qué haces aquí, Sehun-ah? —Cruza ambos brazos y espera una respuesta.

—Oh, si...este, se suponía que vendría a China con los chicos, pero al final eligieron Japón, cuando me había dado cuenta yo ya estaba aquí...Antes de ir al hotel me asaltaron en el taxi...

—Pero, ¿Cómo supiste donde vivo? —Pregunta.

—Como sabía que estabas aquí, le pregunté a Kyungsoo tu dirección...Y llegué aquí en autobús. —Sobo mi cuello por el nerviosismo, solo espero que me crea.

¿Con quién hablas cariño? —Sale una delgada mujer de unos veinticinco años si no es que menos. Creo que he perdido. Ella es hermosa, y con mirada encantadora me dio directo en el razonamiento de perdedor. — ¿Quién es él, Luhan?

Es un amigo. —Responde hyung y se da media vuelta para encarar a la mujer, se acerca un poco y le susurra algo, a lo cual ella sonríe y asiente.


La mujer se me queda mirando y después asiente. Saca su celular y se lo entrega a Luhan. Pasa una de sus delgados brazos por el hombro de hyung y le acomoda el cabello.

La sola idea de creer que hyung vino a China solo por ella, hace que mi interior cree agruras.


— ¿Dónde fue exactamente que te asaltaron? —pregunta hyung.

—Tome un taxi en el aeropuerto y de ahí fue.

—Ya estoy haciendo la denuncia. —Hyung suspira algo cansado y entra. Cuando ve que no lo sigo se detiene. — ¿No vas a entrar? debes de estar algo cansado.


Solo muevo la cabeza en una afirmación, y todo en mi interior da saltos de felicidad. La mujer, la cual ha soltado a hyung es quien prácticamente nos dirige dentro.

El pasillo por el cual pasamos es algo corto. Doblo a la izquierda y me encuentro con la sala y una mesa. En esta están dos personas sentadas. Dos niños.

Los niños de unos cuatro años...bueno en realidad no soy muy bueno para adivinar edades. Así que no sabría realmente qué edad tienen cada uno, pero al menos un estimado. Algo de lo que puedo estar seguro es que son gemelos o eso, donde nacen dos en un solo parto.


— ¿Tienes hambre? —pregunta hyung, y solo asiento. Algo tímido. —Siéntate a mi lado.

—Ajá.

¿Quién es el Gege? —pregunta la niña.

Es un amigo.

Pero no sueles traer amigos, Ge. —le recuerda el niño y hyung responde un «Él vino solo, yo no lo traje»¿Es amigo tuyo de Corea? —pregunta asombrado y hyung asiente con la cabeza.


La mujer sirve un plato más, y con una amable mueca me pide que coma. Yo solo asiento e inicio a comer. La comida fue algo callada. Hasta que la puerta se abrió y los pequeños niños salieron corriendo.

Un hombre trajeado entra con la niña en brazos y al niño arrastrando de su pierna, algo gracioso, sonreí y tanto hyung como la mujer lo hicieron, el hombre iba a decir algo ya que solo salieron unas cuantas palabras, pero se detuvo cuando me vio.


¿Quién es él? —pregunta en aquel idioma, algo perdido y tratando de recordar si es que me conoce, pero fallando.

Es el amigo de Luhan. —Dice con gran emoción la mujer y mis celos hierven cuando pasa la mano despeinando aquel casi perfecto cabello de hyung.

Oh, no sabía que Luhan tuviera amigos.

Ni nosotros~. —responden al unísono los pequeños.


El hombre hace una mueca bastante graciosa, y toma asiento, pero antes dejando a los pequeños en sus respectivos lugares. Se vuelve a levantar solo para caminar hasta la joven mujer y plantarle un sonoro beso en sus delgados labios, sorprendiéndome. Pero sorprendiéndome aún más cuando le dijo un "Ya regresé amor" y recibiendo a cambio un "Ya te vi", junto a las muecas de asco de los menores y de Luhan.

La cena avanza de forma normal, y mi timidez se hizo presente cuando me pidieron presentarme. Y hacerme cientos de preguntas en chino y yo contestándolas en coreano mientras hyung las traducía.

Entiendo el chino casi a la perfección, pero lo único que se decir es "Hola, mi nombre es Oh Se Hun, soy de Corea y tengo diecinueve años" y "Mesero". Es lo único que necesito en mi vocabulario, lo demás llega por su propia cuenta.


Luhan, ¿Por qué no se queda tu amigo contigo? —pregunta la mujer y por alguna extraña razón siento agruras por el solo pensar que mientras no está Zhoumi, tiene una aventura con hyung.

¡¿Qué?! ¿Por qué? —Exclama y me causa risa, parece un niño haciendo berrinche.

Porque es tu amigo.

—Ella tiene razón, hyung. —La mujer se me queda viendo, algo sorprendida por el haberle entendido. —Solo lo entiendo, no lo hablo.

Dijo que no sabe decirlo, pero si entiende lo que decimos. —Responde Zhoumi, y agradezco el no haber dicho que solo vine para ver a hyung.

Eso es bueno. —sonríe. —Cariño, ahora ayuda a tu amigo. —Y justo cuando dice esa palabra lo más dentro de mi ser arde de celos.


Tomo un poco de agua y controlo mi respiración.


¡Pero mamá!


Y eso fue lo único que basto para bañar a hyung por completo con el agua que escupí. ¡¿Es su mamá?! ¡Es su mamá! ¡Su mamá! ¡Me encelé por causa de mi suegra!



• ♦ •

« J o n g d a e »



—Minnie~.

Uhm...—responde algo somnoliento.

—Te quiero. —Voltea inmediatamente y se me queda mirando.

— ¿Qué sucede? —Pregunta algo alterado.

—Nada, es solo que... —suspiro— ¿Qué pasaría si decimos libremente que nos queremos? Digo, ¿crees que nos odiarán o dejarán de tratarnos cómo hasta ahora? No solo en Neibor si no, digo, fuera, ya sabes, andar en la calle y con la sociedad, ¿crees que nos odien?

— ¿Por qué lo dices?

—Es solo que... con esto de Soo y eso. — Mis brazos los coloco sobre su cuerpo y me acerco mucho más, hasta ahora que lo pienso, todo lo que hemos hecho desde chicos y actualmente jamás pensamos en las consecuencias, después de todo Papá siempre esta con nosotros—Estoy algo preocupado por él, es lo que pasa. No quiero que termine como los demás.

—Yo tampoco quiero que sea lastimado. — Sus heladas manos tocan mi cadera y siseo un poco porque el calor que me arropa sufrió un cambio por un momento— Es nuestro amigo. —Y por largos minutos todo se quedó en silencio. Un confortable silencio.

—Minnie~.

—¿Uhm...?

— ¿Si yo te mintiera, que pasaría?

— ¿En qué? —pregunta algo adormilado.

—Es que vi una película, donde son unos ladrones, pero se esconden asiéndose pasar por personas respetables, y uno de los ladrones se enamora de una bella chica que es algo adinerada. Pero después descubre que él es un ladrón y su amor no pudo ser porque, según ella, se sentía traicionada, por eso pregunto.

—No lo sé. — cierra los ojos y se acurruca contra mi pecho, su aliento me golpea y sin esperar a más, lo abrazo—Tal vez te quiero mucho y te perdonaría.

—Yo también te quiero, Minnie.


La mejor forma de saber las cosas es preguntando de forma indirecta. Eso me hace sentir bien y es correcto, nadie sale lastimado.


— ¿No me estarás mintiendo, cierto?

—No. —respondo de forma automática pero sincera.

—Eso es bueno...porque si no, estás muerto. —Bueno, tal vez hubiera sido mejor no haber preguntado. —Es mentira. —Su risa resuena por toda la habitación provocándome un enorme revoltijo en mi estómago. —Ahora a dormir.

—Te amo, Minnie~.

Y como única y melodiosa respuesta, recibo sus bellos, angelicales y leves ronquidos. Por eso es que amo a este cachetón precioso.



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