Quinto capítulo


Suena la alarma anunciando que es hora de levantarse, arreglarse e ir al infierno disfrazado de "escuela". Es mi segundo día en la escuela —con éste, claro está— y ya quiero renunciar. ¡Ese lugar es de locos! En un momento soy reconocido por todos, en otro soy amenazado e intimidado, en otro estoy a punto de ser expulsado y en el final; ya le pertenezco a alguien como si fuera una mascota.

¡Que se pudran todos!

Las primeras clases fueron normales, nada fuera de lo normal. Escuche por los alrededores qué para después de vacaciones, la escuela tendrá una sorpresa para el alumnado. Genial, mi segundo día aquí y ya están hablando sobre las vacaciones. Siento que amo esto.

A la hora del receso le cuento a Hyung, Dae y Tao lo que me pasó el día anterior. Añadí una que otra cosa más, como decir que lo dejé sangrando y a punto de morir pero que me apiadé de su inútil ser, también como lo cacheteé por atreverse a despojar la virginidad masculina de mis hermosos y delicados labios de macho. Y ya al final, les dejé inconcluso el místico final sobre quien putas era ese depravado que se atrevió a hacer algo más que solo entablar una relación de amistad conmigo.

— ¡Oh por Dios! No, no, no...no puede ser cierto. —un dramático Tao es quien habla. — ¿Estás seguro?

—Sí, pero cuando sepa quien fue, no saldrá vivo de-

—Creo que tendrás que estar bajo mi jurisdicción. —Tao vuelve a interrumpirme más alterado que nada. Intenté no carcajearme por su dramática forma de expresar su sorpresa y angustia.

— ¿Por qué? —Está bien, no me reí.

—Porque así marca lo que- — ahora Tao es interrumpido por el sonido de algún teléfono celular. Nos miramos entre los cuatro, preguntándonos indiscretamente quien es el dueño de ese encantador sonido. — ¿De quién es? El mío no, yo lo tengo en vibrador.

—No tengo ese tono. —Responde Junmyeon, ay si, como si no escucharas esa música.

—Yo lo tengo en la mano. —Dae mese su teléfono, me quedo quieto por segundos, si a ninguno de los tres les suena el teléfono, y el tono es mi favorito entonces, eso quiere decir que, ¿tengo un acosador que sabe mis gustos y me está siguiendo en estos momentos? O la cosa menos probable, ¿será mi teléfono?

Soy yo...perdón, voy a contestar—Aviso, lo señalo y después miro el número desconocido; pego una mueca, si es un extorsionador grabaré su llamada y la expondré en internet para demostrar que conmigo no se juega, por mera malicia tomo la llamada—. Hola, ¿Quién-?

Kyungsoo.

—Sí, ¿Quién habla?

Soy yo, ¡Yixing!

—Xing... ¿Ge, eres tú? —Algo estúpido el preguntarlo cuando él ya se ha identificado, pero bueno, este es uno de esos momentos de estupidez de cada persona. No me pasa tan seguido así que debo aprovechar en todo momento.

¡Sí!

—Y por qué la llamada, espera, ¿no saldrá muy cara desde China? —Bueno, en realidad no es que a Ge le cueste pagar una llamada internacional, él tiene la suficiente economía para realizar llamadas de China hasta México. Yo no, él si puede eso y mucho más.

Junmyeon toca mi hombro preguntándome quien es la persona y yo solo le digo que se calle. Que no interrumpa mi momento de felicidad en este obscuro y cruel mundo infernal.

¡No! Porque estoy en Corea, ¡¿Puedes creerlo?! — Grita de emoción, solo cierro los ojos, es un amigo que no he visto en años, no puedo regañarlo por casi romperme el tímpano derecho por su energética voz. —El caso es, que estoy estudiando y por ahí me enteré, de que ¡tú! estabas estudiando... ¡Tú estudiando! —Prácticamente me gritó por segunda vez ante mi oído, algo mucho más fuerte que la primera y ahora sí, separo un poco el teléfono para no morir de alguna clase de muerte por grito. —Pensé que te estabas rebelando a tu padre, al final cediste.

—Sí, bueno... no del todo. —Me avergüenzo al recordar como prometía defender mi honor de un joven con solo preparatoria terminada, un rebelde sin causa más de este inmundo mundo.

Pero lo más interesante, es que estudias en ¡Neibor! —La sangre corre por mi oído, ese grito mató mi audición. Y a su paso me mató.

—Sí, si lo sé...es una mierda este lugar, ¿dónde estudias, Ge?

Sorpresa... ¿Dónde estás ahora?

— ¿Yo? En la cafetería de la escuela, ¿por? —Giro a todos lados, esto se siente como una película de terror; ¿Por qué me siento tan ansioso de la nada? Digo, siento como si mil y un ojos se posaran en mí, y eso, en muy mal sentido, se siente horrible.

Por nada, me tengo que ir. ¡Adiós!

—Adiós. — Cuelgo y mientras guardo el celular en el bolsillo del pantalón, tres pares de ojos me miran inquietantes, me dio miedo el solo sentir sus ojos en mí; es perturbador no saber si sonreír o no para que te dejen de ver porque acabas de comer algo que robaste de tu hermano y como era un poco de lechuga es probable que un pequeño trozo quede en mi diente.

— ¿Quién era? —Un muy interesado Jongdae pregunta.

—Uhm, alguien... ¿recuerdan aquella vez que le dije a papá que me iría a China?

— ¡Cómo olvidarlo! Casi le da un infarto al viejo; escuchar de su pequeñito un «Adiós no volveré jamás», lo dejó casi sin vida. —Jongdae aporta mientras se carcajea con fuerza.

— ¿Eso fue hace dos años no? — pregunta Junmyeon —Cuando te fuiste con un chico y papá llamo a la policía, las fuerzas especiales de corea, al FBI —Bueno, ahí ya exageró, pero fue casi similar a lo que sucedió—y después de recibir una tuya llamada diciendo que estabas bien, que estabas en China. —Aporta.

—Aun lo recuerdo—Jongdae sonríe sobándose la barriga—. Papá hizo una búsqueda en toda China para saber que aún no te robaban los órganos o te asesinaran.

— ¿Y recuerdas cuando dijo "estoy con un amigo" y todos pensamos que era gay? —Junmyeon pregunta burlón, esa parte sí que no la conocía. — Pero cuando uno de los investigadores que papá envió descubrió su ubicación lo encontramos con una china; la cual, te envidio hermano.

Ja, ja, aun lo recuerdo...pues aquel chico con el que me fui, es quien me habló.

—Al fin conoceremos a la persona que le trajo a Mei —suspira Jongdae— a la vida de Kyungsoo.

—Mei, ¿Qué habrá pasado con ella? —pregunto.

—Ni idea...—Junmyeon responde.

—Acaso ustedes son...—Tao me hace pensar que hemos dicho algo de más, creo que se nos salió algo que no debimos decir...creo, no lo sé bien. — ¿hermanos o algo similar?

Los tres nos miramos, creo que hemos abierto la boca de más. Si Tao descubre quienes somos; adiós orgullo, bienvenido Frozen. Guardamos compostura y alejamos el nerviosismo de nuestros cuerpos, y hacemos lo único bueno que sabes hacer: actuar, engañar, maldecir y amarnos como hermanos, pero esta vez, simplemente actuamos.

Un chasqueo de dedos y una nueva mueca toma lugar en nuestros rostros.

— ¿Qué? No, no, no... Simplemente nos conocemos desde hace tiempo, casi somos familia. —Con aquella seguridad desmedida Junmyeon intenta influenciar a Tao.

—Sí, los papas de Kyungsoo han trabajado toda su vida al servicio de nuestra familia. Como sabrás yo y Suho-hyung somos hermanos. —El burro por delante, murmuro, Dae ignora— Cuando murió la mamá de Kyungsoo, nos hicimos una verdadera familia ya que nuestro padre lo quería como a uno y por eso es fácil para nosotros decirnos "hermano" aun cuando no somos nada más que amigos—Me mira Jongdae—. ¿Verdad, Soo?

—Claro Tao, y más cuando su madre desapareció, su papá solo nos tenía a nosotros, él es como mi padre; el mío se accidentó cuando tenía solo seis y murió. —Tao lo cree y lo sé porque tomó mi mano soltando un ligero "lo siento". Como me agradan las personas de buen corazón, me recuerdan que yo no lo soy y se siente feo, pero bonito a la vez.

—Ya entiendo, no te preocupes mi pequeño Soo...yo cuidaré de ti.

—Soy mayor que tú. —Aclaro, no me gusta mucho que me digan pequeño, me hace sentir más pequeño de lo que soy; eso es algo así como lo que destruye mi orgullo.

—Sigues siendo mi pequeño a quien debo proteger. —Tao toma mis manos— ¡Cierto! La persona que hizo- —Detiene su charla de la nada y con los ojos abiertos (más de lo normal, parecían los míos ¿acaso me estaba imitando?) me mira fijamente. Me muevo un poco y chasqueo los dedos, pero no reacciona. Los Kim están igual, por más que chasqueo los dedos ellos no reaccionan, ¿en serio se están burlando de mí?

—Tao...— miro a Junmyeon quien me señala— ¿Yo? ¿qué?

Soo...

Estoy a punto de voltearme, pero alguien me abraza por el cuello. Me tenso. Ronronea cerca de mi oído, y aquella respiración hace un recorrido por mi cuello provocándome unas mortales cosquillas para después simula darme un beso en el cuello. Solo conozco una persona que hace eso.

Ge~. —Regaño y sin mirar a la persona, le jalo la oreja. — No hagas eso.

Esperen un segundo, que no se supone que Yixing-Ge está en China. ¿Qué está pasando?

—Lo siento Dodo, pero llevo un año sin verte. —Comenta emocionado mientras se sienta a un lado mío, las personas que pasaban nos miraban y murmuraban cosas, otras parecían sorprendidas por algo. Si malditos, soy un especial. ES-PE-CIAL. — ¿Qué no me extrañaste?

—Lo siento—le doy un abrazo—, ¿mejor?

—Mejor. —Sonríe y después mira a las tres personas que nos acompañan, tres personas con la boca abierta y cara de susto. — ¿No vas a presentarnos? —Me codea y de más mala gana que de nada lo hago, suspiro y sin prestar mucha atención a sus rostros, espero que me escuchen y presten al menos, un poco de su miserable atención.

—Sí, ellos son, chicos cierren la boca están babeando—los tres la cierran—, muy bien ellos son: Tao, Jongdae y Junmyeon; chicos, él es Yixing.

—Mucho gusto, mi nombre es Zhang Yixing, —De forma decente, mi apreciable Ge saluda a todos los otros de mano. — pero ya que somos amigos, solo llámenme Lay, para acortar las palabras y entrar en confianza.

— ¿Por qué no me dejas decirte Lay? —cuestiono en mandarín. No quiero presumir, pero mi mandarín es demasiado perfecto para mi propio bien.

—Porque tú eres mi pequeño hermanito...y tú, —golpea mi nariz —me debes decir Ge.

—Tao, mucho gusto. —Tao le tiende la mano, habla en mandarín de igual manera y por un segundo me sentí celoso ya que su léxico es mejor que el mío pero después recordé que él es de nacionalidad China y ahora solo muevo mi cabeza para no quedar como tonto al maravillarme por el tierno timbre de voz que tiene.

—Jongdae, pero puedes llamarme por Chen, todos lo hacen, no hay mucha diferencia. —Yixing-Ge asiente.

—Junmy-

— ¡Te conozco! —Interrumpe alegre Yixing, gritando con su buen coreano y casi callando a Hyung con su mano para que no le interrumpa su momento. —El Primer Lugar...el de Empresas, ¡comparto clases contigo! — Clama emocionado, sus pequeños ojitos chinos se vuelven tan lindas medias lunas que por un momento me puse a rectificar su belleza. Xing-Ge tiene bonito cutis, aunque a veces parece medio ido.

— ¿Enserio? —Pregunta Junmyeon. —Yo no te he visto en ninguna antes.

—Compartimos clase—hace puchero—, estoy a dos mesas detrás de ti. —Ahora suena un poco decepcionado— En comunicación...

—Lo siento...no te recuerdo. —Hyung le responde apenado.

—No te preocupes Ge, —Como buen chismoso, entro en su conversación—no recordaría el nombre de la chica con la que durmió anoche. —le digo a Yixing, quien está extrañamente un poco triste por no ser recordado.

—A ti también te conozco—Le dice a Tao—. Eres el de Wushu, el que golpeó a Kris.

— ¡Fue un accidente! —Se defiende Tao, un poco cansado se toma de los cabellos y explica la situación—: Yo estaba entrenando, él estaba en el lugar y momento equivocado cuando mi palo salió volando y lo golpeó.

—Y a ti te he visto en algún lado...—Ahora se dirige a Jongdae—Eres Chen. —Comenta sorprendido, como si hubiera descubierto la quinta maravilla del universo; por su parte Dae le responde con un «te lo acabo de mencionar». —Mi prima me dijo que te matara cuando te encontrara. —Advierte sonriente.

— ¿Por? —le pregunto.

—Se enteró de que salía con ella y con otras dos aparte de ella. —Bueno, no me sorprendo en nada, esos son mis hermanos.

—Son Kim, —suspiro — ¿qué más podrías esperar de unos mujeriegos?

—Pues tú eres Do, son un problema andante—Se defiende Dae y le gruño. Eso no es cierto. —, son puro impulso y adrenalina.

— ¿Lo dices por el horno?

Una simple pregunta, y muchos asentimientos. O bueno, en realidad solo fueron dos por parte de los Kim, Tao ni en cuenta con el horno.

—Yo estaba ahí, y en menos de tres minutos, el horno estaba hecho polvo...bueno, no lo vi, pero cuando salí Dodo estaba hecho una furia. —Todos escuchaban atentos su anécdota— Y cuando entré él estaba relajado y con el horno destruido... cuando los vi me preocupé, pensé que esa cosa había explotado y corro hasta donde se encontraba. Un tanto asustado le pregunto "¿Estás bien? ¿Qué paso? ¿No te paso nada?" entonces me abraza y solloza. ¡Pensé de lo peor! posiblemente se estaba muriendo o tenía una herida imposible de sanar, pero me dice "Ge~, ellos dicen que no se cocinar, me sentí triste y rompí su horno...ahora ellos tampoco cocinarán".

Todos en la mesa comienzan a reír, Jongdae parecía que le daba un ataque epiléptico, Junmyeon se tocaba el estómago pues le dolía de tanto reír mientras que Tao lloraba de la risa.

Que malditos burlándose de las desgracias ajenas. Ay sí, ay sí, muy gracioso, muy gracioso. No me causa ninguna gracia. ¡Maduren, con un carajo!

—Y lo mejor de la historia es cuando Soo me dice "Ge, me duele mi piecito". —Todos ríen aún más, el diafragma de Junmyeon ya no aguanto más y ahora lloraba mientras se tocaba el estómago mientras pide porque se detengan; Jongdae seguía con el ataque, a Yixing le faltaba el aire y Tao, no paraba de llorar mientras reía.

—Me largo. —me levanto y a pasos largos me alejo de aquel cuarteto, Xing sale corriendo por mí; me abraza por la espalda y todos en la cafetería se quedan mirando el espectáculo. Sí, perros, soy un especial. ES-PE-CIAL, ¿Por qué les sigue sorprendiendo eso, eh? —Ge, suéltame.

—No mi pequeño Soo... regresemos, no fue intencional contar lo que paso, —me presiona un poco más hacia él. —pero realmente no podía más.

—Bien, pero que sea la última vez. —le advierto.

—¡Claro! —y simula besarme el cuello otra vez, ahora sin mucho drama toma mi mano con aquella ternura de hermanos, que mueve involuntariamente todo mi sagrado y perfecto ser—, ahora volvamos.

Es ahí en ese momento, en el cual regresamos a la mesa, que los Kim nos miran sorprendidos al tomar asiento. Y no solo ellos, los cientos de miles de ojos estaban más que atentos a los movimientos que realizábamos, me sentí interesante en este momento. Me sentí más especial de lo que ya soy.

—Tú, lo has convencido. —Hyung señala a Yixing, aun sorprendido. Es de más decir que su voz se escuchó graciosa en la que denotaba un cierto tono de asombro.

—Sí.

— ¡Wow! Cásate conmigo —Suelta en un grito, y disimuladamente le toma la mano, Ge por su parte se ruboriza; ¿y quién no? ¡Hasta yo me sonrojaría si tomaran mis manos!

—Ni su papá lo ha podido convencer. —suelta Dae burlón, enarca una ceja y nos mira divertido. — ¿Acaso lo enamoraste? —Ese tonito burlón es el que chinga.

— ¿Qué no lo sabían? Kyungsoo y yo estamos casados—Lo dice y los tres retienen la respiración, es hora de actuar—, acaso...acaso Kyungsoo no les ha contado; en China... yo y él...te odio, Soo. —Me "golpea" en el pecho— ¿No les has contado a tus amigos de lo nuestro? Acaso, ¿ya no me amas? —se recuesta en mi hombro y finge llorar.

— ¿Qué? No, no, cariño...no, claro que no...Yo te amo como la primera vez. —tomo su rostro entre mis manos, nos miramos por unos segundos y noto el rastro de lágrimas que recorren por sus mejillas. Ge es tan buen actor. — ¿Cómo te lo demuestro?

Bésame...bésame como en las telenovelas—Tao y los Kim están morados por no respirar—. Solo así sabré que me amas. —Aquella mirada picara fue lo que recibí al denotar sus palabras, mueve su cabeza con lentitud y drama; sonríe a medias y finge sufrir de la nada.

—Todo sea por nuestro amor. —Y más actuado que la mismísima obra que el príncipe Encantador en la película de Shrek, miro al cielo, presiono mi mano derecha contra mi frente y hablo sin más.

Inclino mi cabeza y me acerco lentamente a los labios de este, Junmyeon suelta un chillido nada masculino, Tao cierra los ojos e infla sus mejillas, Jongdae por otra parte está —petrificado— procesando la escena.

Ge y yo soltamos la carcajada, nuestros labios estuvieron a cortos centímetros de tocarse cuando Junmyeon se desmayó. Obviamente no lo haríamos, ni que fuéramos homos, solo nos gusta jugar con ello.

Ja, ja, ja, ja, ¿en serio lo creyeron? —pregunto.

—Suho-hyung es la respuesta. —dice Tao.

Después de intentar despertar a su "Suho-hyung" —A palabras de un preocupado Tao, que nunca dejó de mencionar la palabra «Suho-hyung» en ningún minuto—, comenzamos a burlarnos de él. Ge les dijo que lo nuestro no era cierto—cosa demasiado obvia, pero por alguna aclaración, Ge se adelantó a dejarlo más que en claro —. Agregó que el solo me quería como a su hermano pequeño y me abrazo con fuerza estrujándome y a punto de matarme en aquel cariñoso abrazo. De esa clase de abrazos que te asfixian y por más que pidas, no te sueltan ya que "estas sintiendo mi cariño, siéntelo" y ahí sí, no puedo negarme mucho que digamos. Eran de esos abrazos que te estrujan y te quitan la vida sin pensarlo dos veces.

Tao estuvo a punto de decir algo cuando se quedó petrificado otra vez, ¿este es el día de los petrificados o qué demonios?

— ¿...Qué le pasó? —Me pregunta Ge, quien sigue abrazándome. Tan bonito que es el mundo de nosotros dos que no nos importa lo demás.

—No sé, creo que ni respi-

Creí haberte dicho que te quería en mi mesa—esa voz. ¡Es la del pervertido de ayer! Volteo encontrando a la bastarda persona; bueno, vi primero unos pantalones bien fajaditos y después de subir la vista supe quién era realmente. —, rápido.

— ¿Deseo Negro? — ¡Juro que casi me da un infarto! No es por mentir, pero hasta me dio ñañaras su mirada, disculpa, ¿me estás viendo a mi o mi apreciado y precioso amigo aka Yixing?

Rápido—Repite una vez más, me jala deshaciendo el abrazo de Ge y provocándome una inevitable caída al suelo—, él es mío...nadie toca lo mío. —Le dice advirtiendo a Ge. — Tú conoces el trato.

—Creo que te has equivocado de persona—Ahora Yixing trata hacer razonar al Deseo, mientras se levanta del lugar y sonríe un tanto divertido. —, él no puede ser tuyo—me toma del brazo alejándome del moreno; buen, esto ya se está tornando raro, en primer lugar porque hablan tanto de ser suyo o no, digo, soy un ser humano, ¡Hello! El Código civil no acepta la esclavitud en estos días. —, aléjate Kai, antes de que te metas en problemas.

—Ge, ¿Qué pasa? —pregunto y antes de que pudiera responder a mi duda, el Deseo Negro habla casi de inmediato y con un tonito de molestia que me advierte a prestarle toda la atención del universo.

—Pasa, que, o te vienes conmigo, o tendrás muchos problemas—Ahora parece molesto—. Y eso es lo que menos quieres ¿verdad, Kyungsoo? —asiento—Ahora, ven conmigo. —Doy un pequeño paso y Yixing me detiene.

— ¡Déjalo, Lay! Es un maldito especial, ¿por qué protegerlo? Ya lo reclamé.

Aguanten, ¿acaba de decir "reclamé"? Espero tener mucha cerilla en mis oídos como para tener una mala idea recibida de sus palabras. Obviamente no soy ningún objeto para que pueda ser "reclamado".

—No, no lo creo... ¿Tú? ¿Un especial? —Y ahora me señala— ¿Enserio? —Pregunta ingenuo. — ¿eres becado? —Afirmo—Tú, Jun- —Los Kim sonríen maliciosos ante el gran secreto que Lay está a punto de difundir.

— ¡D-Do Kyungsoo! — lo interrumpo y él me mira incrédulo— conseguí una beca en Neibor, tengo un promedio de 9.2, y no sé porque debo decir mi promedio pero por si te quedan dudas, ahora puedes quedar impresionado, desde que llegue me han hecho saber soy un jodido especial, que en cualquier caso no sé porque mierda soy un jodido especial—lo digo tan rápido que tengo que parar para tomar un poco de aire, hablo más calmado ya—; y sé que si no quiero meterme en problemas, lo siento, Ge... pero debo irme con él. —Me alejo y sigo a quien me ha proclamado como "suyo," volteo y Yixing, quien aún sigue en el mismo lugar procesando la información que le acabo de dar, no me detiene o hace algún escándalo. —Te lo explicaré, Xing-Xing. —le grito y él solo atina a sonreír.

Kai —nombre o sobre nombre de Deseo Negro, lo acabo de saber cuándo Ge lo mencionó—se detiene frente a una mesa, a lo que yo le imito. Él toma asiento y todos en la mesa voltean a mirarme. Tres de estas son las populares, Toeyun y sus dos fieles acompañantes quienes se ríen bajo. Después están Bacon y Wu, los cuales después de verme Bacon estira la mano y Wu le entrega unos billetes.

¿Yo también puedo hacer lo mismo? Es decir, estirar mi mano y que el chico Wu me dé dinero de inmediato. Trataré, y si no entiende la indirecta, haré como si estuviera haciendo estiramientos. Que oso quedar como un pidiche, antes pobre que lambiscón.

—Siéntate. —Me ordena Kai, miro por toda la mesa y el único lugar libre es a lado de Sehun, camino hasta aquel lugar pero soy detenido por el agarre de Kai en mí. — ¿Qué haces? Te dije que te sentaras—me dice autoritario—. Ahora: siéntate.

—Pues déjame decirte, que el único lugar libre es a lado de Sehun—suelto su agarre—. Ahora, si me disculpas.

Todos en la mesa se ríen bajito, me doy la vuelta, estoy a punto de caminar cuando alguien pone su pie y caigo de boca al suelo.

— ¡¿Quién mierda hizo eso?! —Me levanto hecho una furia—¿Quién-?

—Yo, ahora cállate y siéntate. —El jodido de Kai pega un mueca, y antes de decirle algo decente, le pide a Toeyun que cambie de lugares—Ahora, siéntate.

De mala gana me siento a lado de aquel negro y prepotente. Siempre creí que las personas de color humilde eran buenas personas, pero ese ser humano sí que es despreciable; seguramente es de esas personas que se sienten por ser "diferente", ya saben, por su tono. Sin racismo, he conocido gente de color mejor y más bonito, que no se sienten la gran mierda.

—Gracias, Toeyun—es lo que digo después de instalarme en el lugar y un «Es Taeyeon» es lo que recibo por parte de la chica—. Lo siento, Taeyeon—dicho esto, noto como Sehun tapa su boca para no reírse. ¿Qué les digo? Este chico me agrada. —Entonces...iré por mi comida.

Me levanto, pero Kai me detiene. Otra vez. Ya me estoy enfadando de tanta detención.

—Solo porque es tu primer día, te daré una comida merecedora de llamarse como tal. —Adiós pobreza, bienvenida ensalada para vacas.

Acepto e inmediato me entrega su ensalada César con el jugo natural de naranja. Él por su parte, pide uno más y en menos de un minuto, ya lo tiene en la mesa.

—Disfruta Kyungsoo, mañana inicia lo mejor. — ¿Más comida gratis? Eso me gusta. Ya me estar agradando estar con ellos.

Después de un rato en la mesa, todos comienzan a contar anécdotas sobre sus empresas, además de que se burlaban de Sehun. Hablaban de cosas sin sentido. Bueno, en realidad no entro en sintonía con sus charlas por lo que solo me hago tonto, asiento a cada cosa que me preguntan y los ignoro por completo; me cagan, hablen sobre pobreza, salarios mínimos y ahí si sabrán lo que es bueno en esta vida.

—Kyungsoo. —Sehun es quien me habla y todos detiene su charla, si putos, me llamó. — ¿Ya tienes con quien o como hacer la coreo? Si gustas, yo puedo ayudarte.

—Gracias Sehun, —Pero que buena persona me acabo de encontrar por aquí, ¿Quién lo diría?— pero un amigo me va a ayudar.

— ¿Quién? —Pregunta Taeyeon interesada. Pues ahora ya no diré nada, bien que me responden bien feo y me tratan de la patada.

Uhm... No sé si lo conozcan, su nombre es Yixing; —Aunque para ser sinceros, aun no le pregunto—Zhang Yixing, pero creo que le dicen-

—Lay. —Continúa Kris— ¿Lay es tu amigo?

—Sí, ¿lo conoces?

— ¿Qué?¡¿Quién no lo conoce?! Es un Zhang—Bacon interrumpe como todo entrometido—. Sus padres tienen un 4% de las acciones de Neibor. Es la tercera persona más poderosa en este lugar.

— ¿Tercera? ¿Quién ocupa el primer y segundo lugar?

—La segunda soy yo. —responde Kai, con una sonrisa de suficiencia, alzándose el cuello y casi mirándose las uñas a su paso. — Y la primera, los Jung. —lo último lo dice con recelo y yo rio en mis adentros.

Maldito ego que aumenta de forma pasiva en el que ahogo mi egocentrismo, mismo que no puedo presumir de mi apellido, así que todo se vuelve interno y satisfactorio.

—Nadie sabe sobre los Jung—chismea Bacon—. Solo se sabe que tiene tres hijos, los cuales; por supuesto, no estudian en este lugar...todos sabemos que el señor Jung otorga muy pocas becas, solo han sido tres los beneficiados, tú formas parte de ello. — ¿Acaso los Kim son aquellos becados?—Son unas ratitas nerds que no salen del salón de estudios. Tan patéticas.

—Entonces, Bacon—Sehun se ríe y el nombrado me da una mirada de furia. — ¿Qué?

—Es Baekhyun, imbécil—estuvo a punto de maldecirme más, pero con una mirada de Kai basto para callarse. Uh, le tuvo miedo al morenito, uh, se le culío.

—Entonces, ¿cómo por qué tú y Lay son amigos? —Pregunta interesado Wu. — Responde. —Con estos chicos no existe la clase de cosas humildes como "me lo podrías decir, por favor", nada de eso, ellos solo ordenan y ordenan y vuelven a ordenar una vez más.

—Hace como dos años, me fui con él a China, pensábamos vivir ahí...pero tuvimos que regresar a Corea—Todos en la mesa escuchaban interesados la historia—sus papás, ¿Cómo decirlo? No podían aceptar-

—Tú y él...eran, ¿pareja?

— ¿Qué? ¡No! —pongo cara de asco—No, no, no, la razón por la que nos fuimos hasta allá fue para —me detengo—"aventurar", además de que estuvimos un tiempo viviendo con su novia y la prima de ella...era el único escape que teníamos. —Y no es que me guste hablar de mí, no me gusta, LO AMO, AMO HABLAR DE MI VIDA; escúchenme, soy la única persona en la cual pensarán todos los malditos días de sus despreciables y adineradas vidas.

—Espera—me interrumpe Wu—, ¿Lay tiene novia?

Tenia...—uhg, como odio ese momento en el cual me quedo callado para dar pase al incomodo segundo donde nadie me pregunta más cosas que el mismísimo pasado. —cuando llegamos a China, él tenía planeado pedirle matrimonio a su novia.

Después de la interesante y encantadora charla sobre Lay, los treinta minutos de almuerzo terminaron, todos comenzaron a levantarse de su lugar para proceder a retirarse, como era más que obvio hice lo mismo, me dispuse a irme pero alguien me detuvo.

—Bienvenido a Neibor, especialito—Me lo dice al oído, casi susurrando y de la nada me golpea el estómago sofocándome. Todos miran el acto y ríen de lo que ha hecho. ¡Que perros! —. Seré bueno. —Me tira y todos pasan sin inmutarse, Sehun me mira y un lo siento sin sonido alguno sale de sus labios.

—Hijo de- —Me levanto y tomo a Kai por el cuello de la camisa escolar—Lo vuelves a hacer y-

— ¿Y qué? ¿Quieres meterte en problemas? —Sonríe ladino—Y eso es lo que menos queremos, ¿cierto?

Lo odio. Odio que sepa algo de mí. Lo odio, maldito niño rico.

Le voy a maldecir el resto de mi vida, maldito riquillo de pobre corazón. Seguro sus papás no lo quieren y ese es el único método que tiene para sacar su frustración de hijo no deseado. Esos tipos los he visto más de lo que se podrían imaginar.

Ugh, los odio a todos.




Notas finales:

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