Honnie
« M i n h o »
"...Juro qué si no me bajas en este preciso momento, ¡morirás!"
Aun no entiendo mucho, ¿la persona que me matará es esta adorable cosita? La que justo ahora, está meciéndose en el columpio, mientras come de su paleta de hielo. Y que menea de vez en cuando su cabeza por la alegría. ¿Es en serio?
Vaya que el mundo tiene mucho sentido.
—Honnie, se me cayó...—Kyungsoo arma un puchero, y no puedo resistirme a sacar otra paleta solo para ver su alegre rostro. —Honnie, aun te voy a matar ¿entendido?, tenía examen.
— ¿Puedes hacerlo cuando termine de contarte algo? —Aww, Kyungsoo sigue siendo ese chico que conocí, no lo sé, no ha cambiado en nada, tiene el mismo rostro y toda la cosa.
—Está bien.
Tomo asiento en uno de los columpios, saco otra paleta y la pruebo. No suele gustarme la de limón, pero la de vainilla Kyungsoo me la ganó así que no me quedó de otra. Me acomodo el cabello, como si estuviera por dar un grandioso discurso y mirándolo suelto finalmente.
—Si te hubiera dejado, te hubieras convertido en mierda. —No quería entrar en temas controversiales pero bueno, de una u otra manera se iba a enterar de cómo estaba todo el asunto.
— ¿...Eh? —Y lo único que pude escuchar es el ¡paf! de la paleta al caer al suelo. O bueno, solo una parte. El palo aún estaba en la mano de Kyungsoo. — Honnie, s-se me cayó...—Y no puedo resistirme ante su tristeza y bonita carita, por lo que voy a comprar otras paletas más.
—Como estaba diciendo...—Le entrego la paleta y tomo mi lugar, Kyungsoo muerde con regocijo su nueva paleta de chocolate. —Neibor, funciona algo mal...
— ¿Pord? —Su lengua se congela y habla gracioso, yo solo me rio. Él me golpea, sostengo la mano cuando trató de golpearme por segunda ocasión ya que sostenía con ella su paleta. — ¿Qué? ¡Hadbla!
—Ja, ja, ja, ja, s-solo cállate, ja...—Aclaro mi garganta. —Cuando se hace la apuesta, ja, ja...Lo siento...Cuando se hace la apuesta, siempre se hace en tres semanas. —Me detengo, creo que no estoy hablando claro, en primer lugar, debería confesar de que trata "la apuesta". —Es decir que, dentro de dos semanas, con exactitud el lunes es cuando se finaliza.
—No te entiendo. —Muerde su paleta y se columpia.
— ¡Tú eres la apuesta!
El rechinar cesa. Miro a mi costado y el columpio donde antes estaba Kyungsoo, ahora está vacío, ¿habrá saltado? Volteo y justo frente mío esta Kyungsoo, con los brazos cruzados.
— ¿Cómo lo hiciste Honey? —Pregunto sorprendido. Si yo intentara eso, posiblemente caería. Sí, estoy guapo, fuerte y amo la adrenalina, pero saltar del columpio sí que perdería el equilibrio a la primera.
—Habla.
—Te apostaron. —Respondo inmediatamente—Es todo. —ruedo los ojos, eso es lo de menos, lo importante es de que trata todo. —Apostaron a que Kai te enamoraba. Apostaron en que saldrías de Neibor. Apostaron de qué harías todo, absolutamente todo lo que él quería y, sobre todo, que te botarían cuando más enamorado estuvieras. —suspiro, jamás creí que le contaría a alguien como eran las reglas del juego. —Querían ver cuánto rogarías por más.
— ¿Más qué?
—Una segunda oportunidad. — EL helado de limón que sostenía la paleta se derrite de poco en poco, Kyungsoo solo está ahí, enfrente de mí y mirándome para que suelte más información—Los otros, todos ruegan por una segunda oportunidad. ¿Sabes? quieren a Kai y lo que tiene, es eso. Ellos quieren ver cuánto es que te humillas por él. Siempre sucede eso.
— ¿Humillar?
—Kai les da todo. —Doy una mordida a mi paleta, y Kyungsoo muerde gustoso la de él. Hasta pareciera que la molestia que según tenía fuera solamente falsa, es más, ¿acaso estuvo sorprendido en algún momento en que le comencé a contar? —Todo lo que podrías desear, o todo lo que materialmente pueden comprar.
— ¿Es como si te vendieras?
—Prácticamente. —wow, jamás imaginé que Kyungsoo fuera alguien tan neutral; creí que ahora mismo estaría partiendo camino para encarar a Kai y soltarle uno que otro golpe, pero wow, no se parece tanto a cuando éramos pequeños. — Les da toda la riqueza que cualquier persona desearía tener. Los hace sentir personas que no son, les ilusiona. Esa es la trampa.
—Su dignidad por dinero...—Responde algo burlón, como si eso fuera lo más tonto que pudiera existir, y que, en sí, lo es. — ¿Qué más?
—Les trata como sus juguetes personales, ya sabes, hacen lo que él ordena, porque él les dio lo que más querían. Así es como funciona. —Hasta este punto mi paleta casi la he terminado y Kyungsoo sigue comiendo la suya, como si fuera lo más valioso de su vida.
—Así que, si yo "caigo", ¿él me dará todo lo que quiera? —Dice, es como si pensara en algún tipo de plan. Dios, esto es como el Kyungsoo que conozco, pero a la vez uno que desconozco, ¿qué está pasando? —Solo es salir con él, "enamorarme locamente", y disfrutar de la riqueza que JAMÁS en mi vida había imaginado...No suena tan mal.
— ¿Estás jugando? —Pregunto con ironía.
—Solo quería ver como reaccionas, Honnie...
Hablé de un par de cosas más, saqué a colación varias historias que a mi parecer han sido las más lamentables y por las que me siento un verdadero culpable al no hacer nada al respecto, él me consoló a la vez que me culpaba, pero bueno, después de todo eran cosas que no me importaban. Estaba demasiado ocupado con exámenes y trabajos de la universidad y preparatoria que en ocasiones no tenía ni siquiera el tiempo para prestar atención a los demás.
Nos columpiamos por un rato y al final Kyungsoo se detiene. Mirando cómo es que los niños más pequeños se divierten en las cosas más simples. Mirando con asombro estas, e incluso una simple lombriz de tierra se les hace aterradora y magnifica a la vez.
— ¿Recuerdas aquella vez que me picó ese bicho rojo enorme, que creí que me moriría? —Le pregunto y su risa me da a entender que, efectivamente, lo recuerda.
—Tuve que hacer que me picara a mí también, solo para que vieras que no te morirías.
—Nos llevaron al hospital porque saliste siendo alérgico. —Me burlo y recibo un golpe en mi brazo, provocando que tirara el resto de paleta que me quedaba.
—Era porque estaba enfermo, y la medicina me provocaba un efecto secundario.
Sonrió ante viejos recuerdos. Su risa resuena y sin querer, casi sin haberlo planeado, toco su rostro; «¿qué? ¿tan pronto te enamoraste de mí?» me dijo burlón, «Eso quisieras, es solo que tienes un moco» le respondí y él me golpeó una vez más. Vaya, tan fácil que es convivir con las personas y hay unos cuantos por ahí que se complican la vida con peticiones absurdas que arruinan todo.
Kyungsoo hurta en la bolsa para tomar una de mis paletas, y para que no me molestara, prometió que ya no me mataría.
Saco el celular y le muestro un video. El video que necesita ver.
—Eso es que te hubiera pasado si no te sacaba.
Kyungsoo deja atrás el columpio y se tira sobre el pasto. Está un poco húmedo, pero no es impedimento para que yo haga lo mismo.
Se recuesta sobre mis piernas, y mira el video con los audífonos puestos. Lo único que puedo hacer, es dejar que lo vea, mientras miro como es que se divierten los pequeños. Se creó una pequeña riña con niños de seis años. Al parecer alguien jalo la trenza de su pequeña amiguita, y uno de ellos responde que fue él, entonces el amigo lo golpea.
Cuando el niño problema está en el suelo, uno más grande se mete en su lugar y golpea al pequeño amigo. Estoy por pararme y detener la pequeña pelea, pero cuando menos lo espero el niño amigo, golpea con toda su fuerza al más grande. Tomándole la mano a su pequeña amiguita, se la lleva corriendo.
—No hacen tan mal Photoshop, ¿lo del pegamento y de los huevos, no fue tan intencional? Es interesante. —Suspira, y me muestra el video, pausado justo donde él está cubierto de cascaras de huevos. — Tuve que pagar un buen dinero para que el uniforme quedara como nuevo. Debo caer entonces, el maldito de Jongin debe pagármelo.
— ¿Ahora estás jugando, cierto? —Me da una mirada de perrito perdido y niega, ¿es enserio? —Te estoy advirtiendo, prácticamente te estoy hablando de un futuro cierto ¿y tú lo tomas como algo simple? —digo molesto.
— ¡Honnie! ¡Es una oportunidad única! Para poder tener todo lo que Jongin puede ofrecerme, tendría que trabajar toda mi vida, y posiblemente nunca tenerlo, ¿eso no es una oportunidad para ti también? —Exhalo de forma ruidosa, en señal de que estoy molesto. Muevo mi mandíbula y la risa de Kyungsoo me hace mirarlo con odio.
— ¡No!
— ¿Qué? —Pregunta burlón.
—No.
— ¿Qué? —vuelve a reír.
— Te odio.
— ¡Te amo! —Grita a los cuatro vientos, y solo ruedo los ojos. No lo entiendo.
—Adiós. —Le arrebato el celular.
—Espera, espera, Honnie, no es cierto. —Niega con las manos. —Es solo que me quedé pensando, ¿Por qué lo hacen? ¿No se arrepentirán? Es como si arruinaran los sueños de los demás...
—Todo lo toman como una simple broma. — Suspiro, ahí está la pregunta que alguna vez me pregunté—Son unos inmaduros, esa es la razón.
— ¿Por qué no hacen algo el director y prefectos?
—A ellos les importa menos, —río burlón, aún recuerdo al chico estrella cuando metió una queja del acoso escolar pero la junta de directivos la desechó inmediatamente antes de que los padres se dieran cuenta del hecho, en aquellos días era parte del consejo estudiantil y con siete personas de doce, nos obligaron a no decir nada fuera del instituto o las consecuencias serían peores. — es solo gente pobre. No harían nada por detener su ida.
—Oh...
—No me gustaría que pasara lo mismo contigo, Honey.
• ♦ •
—Me gustaría saber algo...
— ¿Qué cosa? —Pregunto bajo, casi en un susurro, el ajusshi de alado me calló hace rato y no quiero que lo haga de nuevo.
— ¿Qué relación tienes tú con el chico lindo? —Pregunta mientras come de las palomitas.
—Ninguna.
—Sí, claro...—Enarca una ceja y es la verdad. Entre Taemin no hay nada. —Como digas.
Exodo. Tal vez esperé mucho de esta película. Sorbo del popote, odio los cines por una simple razón. Las bebidas nunca tienen hielo, o están lo suficiente frías para diez minutos. O bueno, en este cine nunca tienen hielos, ¿Por qué justamente tuvimos que venir aquí?
Vuelvo a mirar la película, como un poco de las palomitas con extra mantequilla. Bostezo y me acerco a Kyungsoo.
— ¿Qué? —Pregunta aun sin despegar la vista de la gran pantalla.
— ¿Por qué preguntabas sobre Taemin?
—Voltea. —Solo eso. Suspiro y me pongo rígido. No lo hice, ya sabía de qué se trataba.
Bebo toda la Coca-Cola, meto un puño de palomitas a mi boca. Y solo dejo que pasen algunos minutos. El señor de lado se estaba quedando dormido, así que doy un sorbo más a mi bebida para después robar de los nachos de Kyungsoo y comer más palomitas hasta que no pudiera solo para rematar y beber más.
Se acabó mi comida, se acabó mi refrescante bebida.
—Honey, ahora vuelvo. —Le susurro.
— ¿A dónde vas? —Pregunta asustado.
—Al baño...—Le muestro el vaso vacío. Moviéndolo. —Ya surtió efecto.
— ¿Quieres que te acompañe? —Niego.
—Volveré rápido.
Me acerco a Kyungsoo, le susurro un «No dejes que nadie gane mi lugar», no era necesario ya que no creo que nadie entre a la sala a mitad de la película y decida sentarse en mi lugar solo porque se le dio la gana, pero bueno, él asiente, ni creo que me haya prestado tanta atención por mirar al frente así que me levanto.
Subo las cortas escaleras. La luz aparece, cegándome. Camino y doblando a la izquierda, siento como alguien me sigue. Unos cuantos pasos más y entro al baño. Camino hasta el último mingitorio, el más alejado a la puerta. Volteo, solo para ver los cubículos y están vacíos.
Bajo el cierre, hecho la cabeza hacia atrás y solo me libero. El tarareo de una canción, me hace sonreír. Fue como un impulso.
—Estabas tardando. —Hablo mientras subo el cierre.
—Solo me aseguraba de unas cuantas cosas. —Responde con simpleza.
—Eso es interesante. —Camino hasta el lavabo y lavo mis manos. Di un vistazo al espejo, él estaba ahí, con sus brazos cruzados y mirando mi espalda con una clase de molestia.
— ¿Qué haces con él?
— ¿Con mi Honey? ¿Y en un cine? No lo sé, creo que, viendo una película, pero aun no me queda muy clara la razón.
—Tsk. —chasquea los dientes, la molestia ahora es más notoria.
— ¿Qué sucede Taemin? —Doy media vuelta y lo encaro. — ¿No te agrada?
—No. Déjalo. Aléjalo. No lo quiero. —suelta.
— ¿En serio? Pues no me importa, sabes que no lo haré. —Suspiro cansado. —Ya lo hemos hablado. No tienes ningún derecho de meterte en mi vida.
—Si tengo derecho. —casi con tono autoritario me lo dice en la cara, da un paso al frente y burlo, no sé qué clase de idea llegue a su cabeza, pero juro que no haré lo que me pide. —Y siempre lo tendré.
—Solo olvídate de Kyungsoo, ¿quieres? —Paso saliva. —Sigue usando a Kai todo lo que quieras, olvídate del mundo si así lo quieres, pero déjame ¿sí?
—No quiero.
—Taemin, ¡para de una vez por todas! Déjalo en paz o haré que lo dejes. —Lo amenazo y éste bufa de forma burlona.
— ¿Enserio? ¿Y qué harás...?
— No te gustará lo que haré. —Advierto. Tomo una servilleta de papel y seco mis manos.
—Tú sabes que si...
Antes de que pueda decir algo más, empujo a Taemin hasta uno de los cubículos. Ya cuando estamos dentro, mis manos se meten sin permiso debajo de playera. Él me toma del cabello y me acerca hasta su rostro, haciendo todo lo que quiere y sin solicitarlo siquiera con anticipación. Solo fue un rose. Ni siquiera fue un beso por completo, un simple rose que lo provoca para conseguir más.
Tal vez fue mi error comenzar todo, no lo negaré, él me pide ser así, me grita con fuerzas que lo odie. Pero después ahí estamos, como ahora, mirándonos, para saber quién cederá primero, iba a perder, juro que ya me sentía un perdedor después de cautivarme con su rostro y cada una de sus facciones, pero en un suspiro su fortaleza cayó. Se abalanza y me besa con lentitud.
Sus brazos sobre mi cuello, aferrándose como si su vida valiera de eso junto al leve movimiento de caderas que me despierta casi de inmediato. Mis manos bajan, y se sitúan justo donde el pantalón inicia. Y de un leve empujón lo alejo, recobrando la compostura y a sabiendas que nada puede seguir de esta manera. Sus ojos casi llorosos que me provocan querer acercarme de nuevo porque no soy esa clase de hombre que hace sufrir a los demás, pero vamos, es Taemin de todas las personas. Sus labios hinchados que me piden a gritos volver a besarlos y sus mejillas sonrojadas, que me hacen saber que lo he hecho bien.
—Lo siento Tae, pero no lo haré.
• ♦ •
—Tengo un dueto que son mis hermanos. —Kyungsoo estaba acostado en el sofá de mi departamento, hablando rápido y después repitiendo lo que dijo, pero de una manera lenta para que pudiera comprenderlo, ¿qué tanto me he perdido para tener esa clase de noticias tan extrañas?
— ¿Hermanos?
—Hermanos de otra mamá. ¿Si me entiendes no? —Asiento. No comprendo del todo lo que me cuenta, pero ya estoy tomando la idea, aunque para ser sinceros no sé a qué vino todo eso. —Tal vez los conozcas, son Kim Junmyeon y Kim Jongdae. ¿Te suenan?
—No, jamás los había escuchado nombrar.
—Bien, pues ellos me dijeron que me alejara de Jongin lo más que pudiera. Y hasta el momento, he escuchado sus palabras.
—Ya me están agradando. —Comento dejando una pequeña risa al final, volteo a donde esta Kyungsoo y pide que continúe con aquello que me quiere decir.
—Pero hay algo que me está incomodando desde algunos días, — mueve su cabeza, pega una mueca y después de tomar un cojín del sofá entre sus piernas, me mira fijamente—¿Por qué siento que el chico lindo nos está persiguiendo? Tal vez sea mi paranoia o algo por el estilo, pero casi siempre lo veo cuando ambos salimos...
Creo que es un buen momento para quedarme callado y esperar a que él continúe hablando porque no sé si podré contar libremente todo esto del rol de no pareja que estamos teniendo Taemin y yo.
— ¿Tu sabes la razón?
Asombroso, Kyungsoo no ha cambiado en nada, yo bien sabía que él no pararía de hablar hasta sacar todas sus dudas así que qué bueno que guardé silencio, vaya, ahora él hablará más y cuando le ofrezca comida olvidará lo que me preguntó para dar entrada a un nuevo tema de conversación.
— ¿Vas a hablar o mejor me voy? —Bueno, creo que si cambió algo.
—Taemin y yo, tenemos algo así como... —me detengo, lo miro, me mira, me juzga y le tengo un poco de miedo porque me miró feo así que intento hablar, pero de una manera en la que diga todo sin tener que decirlo todo—como que, yo y él nos entendemos de mala manera... — wow, sí que es difícil hablarlo, hasta ahora no había tenido la necesidad de contarlo—Y podría decirse que él y yo, somos algo así como capitán y sub-capitán...
—Tú y Taemin tienen una relación y él está celoso. — Vaya, capta muy fácil las cosas— Listo, lo comprendo.
—No, no, no, nada de eso. —si bien, es cierto que de vez en cuando Taemin llega a sentirse diferente a solo odio, esta esa delgada línea en la que no somos más que compañeros de escuela que hacen cosas que no se deben hacer porque somos un tanto diferente, ¿puedo decir todo eso sin revolverme? — Podríamos decir que no estamos saliendo y que Taemin, no es lo que aparenta.
— ¿Por qué lo dices?
—Es algo raro. —Me acomodo mejor en el banco. Y Kyungsoo bebe de la malteada que hice a su petición por ser un invitado. —Todos en Neibor saben que Kai y Taemin tienen una relación. Son como una pareja-no-legal, ¿me entiendo? Algo muy diferente a lo que Taemin y yo somos.
—Ah...—Deja a tras la malteada, se toca la barbilla y habla. — ¿Cómo un free?
—Algo así. — Aplaudo porque ¡Dios! ¡Qué rápido es para captar las cosas! — Todos sabemos qué si Taemin pide algo Kai se lo da. — suspiro, es ahora cuando me entra ese coraje porque el imbécil de Kim está haciendo sus sucias jugadas con mi amigo. —Así de sencillo.
— ¿Y qué tienes que ver tú con Taemin?
—Que yo soy la única cosa que Kai no le ha podido dar a Taemin. —Oh, creo que todo salió tan rápido y fácil que no dudé en mentir en la respuesta. Que va, quería contar mi vida de una u otra manera, y aquí estamos, sacando los trapitos al sol. —Tae, puede aparentar ser una persona que no es. Y todos caer en eso. Puede ser la persona más inocente del mundo o la más maliciosa de todas. —Tomo un poco de la malteada de Kyungsoo. —Lo único bueno que podrías hacer a su lado es evadirlo. Ignorar el hecho de que nos sigue y que está en todos los lugares donde estemos, él se aburrirá después y nos olvidará.
— ¿Cómo es posible que el chico lindo, sea lo que dices?
—Tiene distintas facetas con las personas, ¿sabes? la primera vez que lo conocí, fue alguien en extremo distante. — Ahora que lo recuerdo, la primera vez que ingresé a Neibor y que lo conocí pensé que era una chica—Estaba en el punto en el que me ignoraba y que, sin mentir, llegué a pensar que tenía autismo. —Rio al solo recordarlo, dejo la malteada y Kyungsoo me sigue mirando. Atento a lo que estoy diciendo. Como todo ser chismoso que es. — Pero eso cambió, recuerdo haber ido a la biblioteca, busca un libro y lo que me encontré fue a él y Kai dando rienda suelta a sus pasiones. — río, cada vez más parezco a mi madre con sus expresiones de señora, Dios, creo que dejaré de ir a casa por un buen tiempo o de lo contrario seré mucho más igual a ella—Y me sorprendió ver al chico con el cual comparto una clase y mesa, actuar de esa forma.
— ¿Y después? —Pregunta.
—Después de esa escena, lo encontré en uno de los edificios de otra facultad. Había un especial, —suspiro —y Taemin lo golpeaba como si el pobre chico fuera solo un trapo. Solo miré, callé y me di media vuelta. Ignorándolo desde esa vez. —wow, ahora que hago memoria, sí que me comportaba como un imbécil en aquellos días, espero haber madurado al menos en algo hoy en día. —Pero algo cambió en él. Desde que sintió que no le prestaba la atención de antes, él se mostró como realmente era.
—Un demonio...—Sus ojos se abren de más, y es gracioso el verlo todo asustado e intrigado.
—No, más bien me demostró el chico mimado y malcriado que es.
—Je~.
—Quería que todo lo que pidiera se le complaciera. Quería usarme. Quería que fuera otro Kai para su diversión, y como logras ver, jamás pudo. — Kyungsoo se burla, me apunta y después murmura un «¿Cuánto ejercicio haces al día, Honnie?» —Y bueno, ahora todo era distinto, hacía hasta lo imposible por estar cerca mío. Desde ingresar al mismo club deportivo que yo, ir al mismo gimnasio, a la misma cafetería, vivir en el mismo edifico e incluso, comprar la misma ropa que yo.
— ¿Obsesionado?
—Algo así, lo dije, es un malcriado.
— ¿Y entonces? —enarca una ceja, como si quisiera decirme algo, pero solo mirándome fijamente, la verdad no sé qué es lo que trata de decirme así que respondo un vago «voy solo dos horas al día», pero él rueda los ojos y suspira —Sigue contando. — no pidió, me obligó a hacerlo— Es interesante.
—Chismoso. —Kyungsoo rodó los ojos una vez más y rio. Se veía medio tonto al hacer aquello, y ahora más porque lo hace con más burla. —Bien, tal vez solo creas que se obsesionó, pero no es así. Taemin es alguien a quien debes tener cuidado. Cuando no consigue lo que quiere, hace hasta lo imposible por obtenerlo.
—Wa~, se escuchó tan cliché la frase.
—Está bien, está bien. Solo ten cuidado, ¿quieres? No me gustaría ver cómo es que te hacen daño... No se los perdonaría, Honey.
—Oww~, ¿esto es una declaración de amor? —Suspiro, y miro hacia el techo.
—Me has descubierto. —Tomo su mano. —Te amo Honey, te amo como nada en el mundo. ¿Te casarías conmigo?
—Oww~, Honnie. —Quita su mano. — Aun no estoy listo para una relación...
— ¿Me estas rechazando?
—Lo siento, pero la vida es cruel...
•♦•
—He hecho cosas absurdas en mi vida...Cosas que ni tú mismo imaginarias.
—Yo he vivido una vida, uhm, normal.
—Una vez me vestí de Cenicienta. —Dejo atrás el libro y le presto mayor atención.
— ¿Enserio?
—Y de Bella... — suelta asustado, pareciera que está sorprendido, pero en su lugar solo me está advirtiendo con sus redondos ojos y su mueca—Nunca hagas apuestas conmigo, Honey. Nunca pierdo.
— ¿A qué viene eso?
— ¿Recuerdas a mis "hermanos", los Kim?
— ¿El primer lugar y el otro...? Sí, si los recuerdo.
—Apostamos a que saldría con Jongin. —Me quito los anteojos, y lo interrogo con la mirada. O bueno, traté lo más posible para demostrar mi desacuerdo con mi rostro. —Apostamos a que saldría con Jongin, y haría que él hiciera cosas absurdas a mi lado. Similar a lo de la Cenicienta...
—...Oh.
—Sí, tal vez seamos un poco inmaduros y eso de "apostarme" no sea la mejor opción...
— ¿Y aceptaste?
—Uhm...—Se levanta y da unos cuantos brinquitos en la cama. Es como si fuera un niño. —No. —se detiene, abraza una almohada y niega unas cuantas veces más, murmurando cuan cansado es la escuela como para hacer absurdos retos de los que no podría obtener nada salvo una humillación. —No acepté. No quiero jugar esta vez.
— ¿Por qué? —Ahora se sienta en la esquina de la cama para después rodar y lanzar al piso tanto almohadas como su mochila y una que otra libreta que sacó para hace la tarea.
—Quiero terminar el año sin mucho drama. —Deja de rodar y se tira sobre la cama al finalizar sus palabras. —Después, disfrutaré de como todo se pone de cabeza...—Suspira, mira su reloj y sonríe. —Ya es hora de las tutorías.
— ¿Por qué se pondría de cabeza eh? Honey, ¿por qué?
—Por cosas...Después te contaré, ¿sí?
Se levanta y camina hacia la puerta. Deja un «Ya conozco la salida, no te preocupes» junto a un «¿Por qué no vives con tus padres? tengo ganas de verlos». Sonrió y vuelvo con el libro al escuchar la puerta cerrarse. Miro a la ventana y ahí está Kyungsoo, despidiéndose con un ademan de manos al notarme. Abro y le imito, escucho un «¡Comes lo que preparé!», le grito un fuerte «sí» y da la media vuelta.
Cuando se aleja, cierro la ventana, y me dispongo a terminar de leer. Unos cuantos minutos más, y golpean la puerta, como si la fueran a tirar. Me levanto de mi lugar y sonrió, hoy tardó en llegar.
— ¿Sí?
—No lo quiero aquí.
—Es lamentable para ti, él seguirá viniendo.
Un segundo fue el tiempo que le bastó para ingresar su cuerpo dentro del departamento, colgar sus manos en mi cuello y pagar su cuerpo. Todo lo pudo hacer en un segundo, sus labios se pegaron a los míos y respira violentamente. Voltea a verme y en el momento que intenta dar un segundo paso hacia adelante, tomo la puerta con intención de cerrarla.
—Adiós Taemin, tengo que hacer trabajo. —lo alejo, él queda en el pasillo. No necesité más palabras que decir para cuando él entendió las cosas. Claramente no iba a permitir que hiciera las cosas a su manera.
—Aléjalo. —Advierte, y le cierro la puerta casi en las narices.
Amenazas como esas no me importan.
• ♦ •
La ira se apodera de mí ser. Camino y me detengo justo en aquel auto rojo carmesí. El conductor sale del mismo y me sonríe. Como si no hubiera hecho nada. Como si fuera una gran sorpresa el que lo haya buscado con tanta desesperación.
Era la ira y el coraje mezclado dentro que me quemaba hasta el punto de no poder controlar más todo el odio que sentía por él, lo tomo del cuello del uniforme y estrello contra el capote del auto; él ríe. Su burlesca risa hace que la ira aumente.
— ¿Qué? ¿Por qué tan amoroso? —Pregunta burlón, tomo sus hombros y lo presiono fuertemente contra el capote.
—Tu capricho ha sido demasiado.
— ¡No es ningún capricho! ¡Y tú lo sabes!
—Claro, entonces, aléjate de Kai. —Me evade la mirada, bufo y sonrió con diversión. —Como me lo imaginaba, un solo capricho.
—No eres un capricho...
—Déjalo en paz, ¿quieres? —reacciono, esto es tan absurdo que hasta me siento un imbécil por seguir en toda esta historia donde no seré algo o alguien de relevante importancia, dejé mucho tiempo así que Taemin aprovecha para lanzarme un puño.
— ¡No eres ningún maldito capricho! —Grita molesto. —Te lo he dejado claro...—Lo dice casi en un susurro.
—Actúas como si fuera un capricho.
—No quiero que te le acerques. No me gusta que se conozcan. Me pone celoso.
—... No quiero que lo vuelvas a hacer, ¿entendido? — ordeno, no hay respuesta de su parte. — ¿Entendido? —repito una vez más.
—Justo ahora lo odio...
—Es una advertencia Tae, no lo vuelvas a hacer.
Corro a salvaguardar a Kyungsoo, pero antes de poder hacerlo o tratar, Kai ya estaba a su lado. Preguntándole más que exaltado porque razón está sangrando. Y, sobre todo, quien mierda le hizo aquello. Mirando a todos los que pasan, juzgando y advirtiendo de como los haría sufrir si no hablaban de lo ocurrido. Advirtiendo que el maldito que lo hizo, la pagará.
Y sonreí.
Esto es mejor de lo que pensé.
Acomodo el bolso. Y sigo mi camino.
No fue alguna actuación. Fue real. Su preocupación no fue fingida. Y eso me agrada, pero me preocupa a la vez.
Creo que, por el momento, Honey puede abusar un poco.
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¿Qué onda racita? ¿Qué hacen? Yo debo hacer un ensayo desde la semana pasada y no he hecho nadaaaaaaaaa. Y es para dentro de cuatro horaaaaaasss, aaaaahaaaaaahhhh me woa morir, ahorita me chuto las 15 hojas de la revista (que es de donde sacaré mi ensayo) y lo haré lo más rápido y eficaz posible ♥
Se me cuidan ♥
Besotes ♥
Nota bien rarita que se me ocurre contarles, hoy en la mañana mientras me lavaba mis suculentos dientillos, me di cuenta que llevo más de tres años sin besar a nadie ajajakakajajjajajaja no sé a que vino eso pero weeeeeeeey, es hace un chingo, y eso que fue, según mis recuerdos, por estar jugando a la boteshaaaaaaa. Pregunta, ¿eso me hace ser virgen de labios de nueva cuenta?
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