Decimoséptimo capítulo (2)
Agua. Caliente y relajante agua. Paso el jabón por mi cuerpo y este cae conforme el agua avanza. El shampoo que estoy usando es totalmente distinto al usual, el olor bastante masculino me hace pensar de más.
—Así que de ese Taemin, es de quien hablaban—suspiro resignado. Dejo que el agua abrace y caiga por mi cuerpo, en realidad me gustan más los jabones que tienen un olor más simple, no siempre quiero demostrar lo hombre que soy en un producto de belleza, pero ¿qué le puedo hacer? Es lo que hasta el momento tengo.
No quiero salir de estas cuatro paredes, ni alejarme de la relajante agua, ¿saben siquiera de cuanto es la tarifa del agua en mi hogar? Debo durar lo menos que pueda para que las cuentas salgan lo más rebajadas posibles.
Una figura se nota por el borroso cristal de la puerta, toca un par de veces y abro. Sin pudor alguno. Dejando que se deleite con mí desnudes, me mira sonriente y cruzo los brazos, está interrumpiendo mi hora de baño.
Digo, estoy tratando de no pensar cosas y Minho viene a interrumpirme como si fuera importante toda esta situación, es más, ¿no estaré soñando? Quizás y nunca ocurrió todo esto, así que solo debo esperar a que la alarma suene y todo se vaya a la mierda de una vez por todas.
—Se me olvidó entregarte la toalla. —suelta sonriente mientras muestra aquel pedazo de tela y se me queda viendo sin apartar la vista en ningún momento. No se sorprende en lo más mínimo al verme, si no mal recuerdo, toda mi infancia me la viví en el exhibicionismo como forma de educación y amor propio (todo es gracias a mi madre), el Minho de aquella época apoyaba la moción así que creo que a éste Minho no le afecta en nada mi desnudez. — ¡Ah! —Exclama sorprendido, como si recordara algo—La ropa esta en mi casillero, tengo que seguir con la clase y tú también tienes clases. No las puedes saltarte, ¿entendido?
—Como digas Honnie. —respondo y cierro la puerta.
Tomé un par de minutos para poder, finalmente, terminar la ducha y cierro la llave del agua. Tomo la toalla y cubro mi intimidad. No lo sé, me siento un poco raro, me estoy cubriendo después de salir cuando normalmente nunca hago eso, sí, definitivamente éste es un sueño.
Camino hasta la puerta y veo claramente la silueta de otra persona. Creí que Minho ya se había ido hace rato.
Abro la puerta y nada. Todo está completamente vacío —o solo en esta zona amarilla, en las otras se escucha el ruido de las personas... Maldita Neibor, tú y tus regaderas separadas por zonas—. El casillero está abierto, dentro mi uniforme junto a los zapatos, calcetines y un bóxer. En la banca del centro, hay una toalla con una nota «Honey 💖», todo esto me está haciendo dudar completamente de la veracidad del día, ¿estaré completamente despierto?
Será sueño o será verdad, que importa ya. Tomo la toalla, seco mi pelo y después, justo cuando creo que ya estoy del todo limpio quito la que me cubría solo para colocarme el bóxer que Minho ha dejado. No me afecta mucho eso de usar ropa de alguien más, pero creo que se tomó la molestia de ir por un par ya que se encontraban aun en su bolsa de empaque.
Me pongo la camisa del uniforme, aquella de manga larga y blanca, estoy por abotonarla, pero me detengo. Paso una mano por dentro del bóxer y rasco. Una de mis pompis me dio comezón, debe ser por el material de la tela, muy Calvin Klein y todo, pero mi piel es tan sensible que si no son del mercado no puedo ponerme nada o luego me comenzará a dar comezón como ahora mismo. Bajo un poco el bóxer que se sube y lo noto.
Recargado en los casilleros del final. Sin nada que cubra su pecho y con solo el pantalón del uniforme. Brazos cruzados, aquellos pulposos labios entre abiertos. Su lenta respiración. El rubio cabello cubriendo parte de su frente y poco de sus ojos, dejando a libertad las raíces negras. En su mirada, hay algo indescifrable, porque estoy un poco ciego y no logro ver del todo la parte de su rostro.
Y por alguna razón, ya no quería que se deleitaran al ver mi desnudes. Ya no tengo tanta confianza como hace un momento atrás. Ahora hay algo que me dice cuidado y algo más en mi interior que trata de decirme que el sueño puede ser mejor si todo lo tomo a la ligera y con broma, ¿Por qué teniendo un rubio perfecto decidió teñirse las raíces negras?
Saco mi mano lentamente y mi agitada respiración se hace presente. Cuanto más la saque, él avanza. Y cuando menos lo espero, ya está frente mío. Creo que ya no hay broma alguna que me saque de la incomodidad o vergüenza que estoy sintiendo en estos momentos. Trago saliva, ahora está embriagándome con su aroma, pasando sus frías manos por mi pecho, ayudándome a abotonar la camisa.
—Yo puedo solo. —suelto avergonzado. Este sueño ya no me está gustando.
— ¿Con tu sucia mano? —Saco por completo la mano que no supe porque motivo jamás moví y miro el suelo avergonzado. No sé qué me está pasando, no sé qué me pasará, quizás sea el hecho de haberme visto un par de video porno (por educación sexual, no por morbo) antes de dormir que justo ahora en mi sueño estoy proyectando casi todo, teniéndome a mí como protagonista y a Jongin como antagonista.
Termina, me sorprendo en el momento que roza su mano con mi parte produciendo una chispa de electricidad. Debió ser un error, no creo que le guste tocar la parte intima de un hombre, es decir, él tiene uno propio, ¡Porque rozó el mío! Paso salva y recuesta su cabeza en mi hombro oliendo descaradamente mi cuello, provocando que mis mejillas ardan. Pero ardan de coraje, no por otra cosa...Creo.
Me petrifico al sentir como algo húmedo delinea mi cuello y una mano acariciando la zona en la cual tuve comezón hace un momento. Dejo de respirar y siento su aliento choca contra mi oído.
—Aunque el sabor es delicioso—con su dedo hace unos pequeños dibujos sobre mi muslo, me estremecí de la peor manera, hasta saqué un suspiro ahogado, casi creí morir—, el olor no me es apetecible. —se separa y camina, dejándome atrás. Olvidándome.
Nota mental:
No volver a ver pornografía en las noches en días de escuela. Puedes llegar a imaginar cosas que no se deben imaginar.
•♦•
«
— ¿Por qué siento que el profesor Shim odia a papá?
—Porque lo hace.
— ¿Porque?
—Ambos se enamoraron de la misma persona y Yunho salió vencedor.
— ¿Esa fue la razón por la que el grupo se desintegró?
—En parte, la primera fue que los aclamados y ricos Jung, —ríe, estoy seguro que hizo cara al referirse al apellido— se irían del país. Y esto último fue la gota que derramo el vaso.
— ¿Quién es la chica?
—Era—suspira—, tengo que colgar.
— ¡Espera! —Grito desesperado. —Eso no se hace.
—Lo siento Soo, pero solo prometí tres cosas.
Maldito sea el momento en que decidí hablar sin pensar antes. Si solo hubiera preguntado lo más importante que anoté en mi libreta de notas, juro que la intriga no me estaría matando en estos momentos.
— ¡Te quiero! —dice cantarín.
—Yo, ya no. —respondo molesto.
—Estoy a punto de llorar. —me advierte.
—Está bien... ¡Te quiero~!
»
Solo cuarenta minutos para salir de la escuela —y después regresar en pocas horas, es lamentable mi vida—. Hyung salió del salón, y fue por material. Justo ahora me encuentro en la parte del final, donde soy espectador de todo lo que sucede.
Noto como todos murmuran sobre algo importante. La ida de alguien y la gloria de no sé quién. ¿Qué clase de sueño trata ahora esta nueva escena? Esto se escucha interesante, tengo que estar al tanto de todo lo que pasa a mí alrededor.
Todos se callan cuando Jongin se levanta de su lugar, haciendo un ruidoso sonido. Muchos sonríen con malicia, otros pocos agachan la cabeza y los que sobran optan mejor por oír música mediante sus auriculares. El chico de lentes, el que aún no sé me su nombre, está molesto por alguna razón ya que hace presión en su lapicero y tensa la mandíbula.
Uy. Algo interesante está pasando y si es o no un sueño, no puedo perderme nada de lo que sucederá. Saco el celular y presiono en el icono de cámara, todo estará tan malditamente grabado o en mi celular o en mi cabeza.
Jongin camina de con su peculiar arrogancia hasta los lugares del final y grabo. Se detiene, no en cualquier lugar. Claro que no. Se detiene justo frente a mí.
Levanto el celular y haciendo zoom, su rostro queda grabado junto a la pequeña espinilla y el bigote mal afeitado que brota levemente. Me quita el celular y lo deja caer con fuerza sobre la mesa. Me ofrece una de esas miradas que me hacen pasar saliva nervioso porque recuerdo lo que no quiero recordar por el maldito amor a Dios, ¿Quién se cree que es? Sus ojos tienen una chispa bastante familiar y peligrosa. Suspira cansado. ¿Si sabes Jongin cuánto vale mi hermoso teléfono, pedazo de imbécil?
—Kyungsoo.
— ¿Qué sucede Jongin? —Este bufa, ósea, entiendo que odie su nombre, pero a mi vale tres jodidas hectáreas de verga lo que odie o no. Yo lo llamaré de la jodida manera que quiera. Le habría llamado "Deseo Negro" pero es muy largo para estos momentos.
— ¿Sabes? no sé cómo hacer una tesis y tampoco quiero hacerla. —Me comenta de la nada mientras los otros nos miran atentos (y grabando) a todo momento. ¿Por qué no puedo grabar yo también? Esto se pondrá interesante. Tal vez el chico de lentes se lance y todos se golpeen contra todos. Eso sería fantástico. Bueno, si quiere ayuda yo si me atrevo a golpear a mi estimado amigo de tez humilde.
—Eso es malo. —Respondo con sinceridad—Ya que vale el treinta por ciento de nuestra calificación. —los espectadores sonríen con malicia. —Deberías prestar más atención a clases y menos a ya sabes qué.
—Hazlo por mí. —ordena.
—Hazlo tú mismo. —ríe con falsedad y toma asiento en mi mesa. Los espectadores (mis queridos compañeros de clase) bufan incrédulos, el chico de lentes esta rojo del coraje, pero ¿de qué? ¡Seguro y no trajo su celular para grabar como le partiré la cara a este Deseo! Te comprendo amigo, a mí me acaban de quitar el celular nada más por los suyos, ¿quieres que los golpeemos a todos por parte igual?
—Verás, Do Kyung-mierda-Soo, te estoy ordenando no preguntando. —no supe cuando fue exactamente cuando Jongin se pegó tanto a mi oído que comenzó a susurrar lo más bajo para los otros pero tan claro para mi persona mientras me miraba directamente a los ojos al terminar. ¿Estas retándome, maldito? Porque yo también puedo susurrar y mirarte a los ojos cuando se me jodidamente ocurra.
—Oh pobre, Kim Jong-imbécil-In, es lamentable que lo entiendas a las malas...—Estimado Jongin, aléjate un metro porque te voy a reventar las jetas de un chingadazo si sigues comportándote como un acosador escolar— nadie me ordena.
El ambiente de este lugar se vuelve denso. Jongin me toma del saco y me levanta en el proceso. El chico de lentes se levanta de su asiento y los que graban tienen una gran sonrisa gatuna o ratuna, cualquiera de las dos, plasmada en sus voluminosos y cuidados labios. Los que se colocaron los audífonos dan pequeñas miradas de disculpa y arrepentimiento, está bien que me "haga el tonto", sé de qué está tratando todo esto, ¿acaso imaginan que los Kim jamás me hablarían de, no solo las violaciones sino también del bullying?
Doy una mirada altanera a Jongin y el ceño fruncido de él se hace más notorio. ¿Acaso creen que los Kim no me han intuido correctamente la posición en la que me encuentro? Por nada del mundo caería en las estupideces de niños, por favor, somos universitarios, ¡estamos en la grandiosa Neibor!
— ¿Qué? ¿Piensas golpearme? —pregunto y me rio. Viro hasta una de las cámaras y guiño. —Solo inténtalo.
—Solo obedece. —pide a lo bajo, gruñe y hace mayor presión al saco.
— ¿Tienes otra opción? —respondo bajo, retándolo.
Según Jongdae este será el momento en que él me debe enamorar para que yo haga absolutamente todo lo que me pida. Creo que ha quedado más que claro que aquí nadie se va a enamorar de los malos tratos, ¿cierto?
—Bien—prácticamente en un grito me suelta después aplaude porque ha obtenido lo que quiere—, acepto que seas mi tutor. —golpea mi hombro de forma delicada en unas cuantas palmadas y afirma después de darse la vuelta y repetir lo mismo, regresa a su lugar como si nada hubiera sucedido.
Los espectadores se quedan aun procesando lo ocurrido. ¿En verdad pasó lo que creen que pasó?, yo aún proceso mis palabras. ¡Jamás dije algo sobre ser tutor! ¿De dónde saco eso? Es más, ¡Jongin vamos a partirnos la madre ahora mismo si quieres, eh!
—Debe ser una broma. —Fueron cinco voces incluida la mía las que hablaron cuando el moreno sexy ese tomó lugar en su asiento y comenzó a leer su libro de la materia.
•♦•
Lo malo de ser pobre es que, si no quieres caminar tomas el bus, porque ni para la bicicleta alcanzas. Pero si no llevas contigo dinero —o en mi caso billetera—, tendrás que caminar de regreso a buscar lo más valioso que tienes en la vida que en mi caso es la photocard firmada de Hyunbin.
Ingreso a Neibor —ya me había sentido en la gloria cuando salí, pero olvidé mi billetera en el casillero de Minho—, maldiciendo a mi mala suerte por todo lo que cierto o falsamente ha sucedido. Subo al elevador, presiono el botón con el número cinco pero por alguna extraña razón, me dejó en el cuarto piso, todo es tan extraño como si se tratara de una película de terror. Algo así como la masacre de Texas o similar.
En este piso hay ocho escaleras de emergencia —cuatro que dan al piso de arriba, una que da hacia la parte de fuera del edificio donde hay más escaleras en el debido caso de más emergencias y las restantes al piso de abajo—, las primeras dos están cerradas. Camino por los desiertos pasillos.
Recuerdo haber escuchado de Tao que éste piso de co-curriculares, suele llenarse principalmente los fines de semana, aunque también suele repartirse para algunos salones de artes y música. Aunque estos, suelen salir pronto los lunes por lo que la sencilla idea de algo oscuro perturba a más de uno. También recuerdo que Minseok comentó que antes éste edificio eran las habitaciones de las primeras generaciones de Neibor y que después de las remodelaciones todo cambio mucho.
Camino más de lo que hubiera deseado y llego a la tercera puerta, la cual mágicamente está cerrada. Estoy por darme vencido, pero veo un alma pasar —y no, no era ningún muerto—, era un chico. Lo sigo y entra por la última puerta de emergencia, subo las interminables escaleras casi detrás de él, esto se ve sospechoso.
Continúo siguiéndolo y cuando llegamos al quinto piso, de manera sospechosa voltea a todos lados. Abre una puerta y nervioso, cierra al entrar. Mi instinto de supervivencia me dice que vaya por la billetera y olvide lo que acabo de ver...pero, la duda de saber que hay me mata. Y claro que no quiero morir.
Abro la puerta y entro. Es un simple salón de audiovisuales, hombres y mujeres sentados, un cañón encendido, las luces apagadas y solo se ven la palabras en la pantalla, Deep Web. Camino un poco más y un chico, un poquito más alto que yo, me detiene.
—Ya lo sabes.
— ¿Qué cosa?
— ¿Eres nuevo? —Asiento—Debes pagar una cuota si quieres aprender.
—Pero no tengo conmigo mi billetera.
—Lo siento hermano, será a la próxima. —Con su mano me indica amablemente que me retire.
— ¿Aceptas transferencia bancaria?
—Por supuesto.
Una vez que le transfiero el dinero, tomo asiento en la parte de atrás. Un chico bastante lindo pasa al frente. Parece perdido, lleva la camiseta de la escuela por fuera —la cual debo decir le queda grande—, tiene fuertemente tomada la tela entre los puños. Da una sonrisa gatuna —no como las de Jongdae que dan miedo—, de esas bonitas y un poco tiernas. Toma una paleta y comienza a hablar.
—Bien, en la clase anterior querían saber cómo entrar a la deep web. Entrar a lugares ilícitos no es lo mío pero todo sea por enseñar.
Comienza a hablar de todo lo que haremos, paso a paso. Hablando también de lo que ocuparemos —y haciendo propaganda del precio normal de cada material y/o programas y como con él serán más baratos—, sin usar los programas básicos y simples de uso común —juro que solo fue una vez por deseo al conocimiento que morbo que ingresé, el peor lugar si es que alguien me pregunta, un video fue lo que me destrozó por completo—y hasta trató temas de traducción y no abrir cualquier cosa con el idioma base. Todos toman nota, alguno que otro graba y anota alguna cosa relevante. Yo simplemente escucho, no por nada soy un especial.
— ¿Y porque ocultar la IP? —pregunta una de las chicas.
—Principalmente para no ser descubiertos, ya que este lugar es ilegal y tiene perversión como capital. Aunque también se hace para que no te la robe esta y te metan en algún tipo de tráfico cibernético.
— ¿Y la nube para que nos ayudaría?
—Para mantener tu información segura, y no ser rastreado.
— ¿Y tú eres algún tipo de nerd que sabe mucho o un hacker roba bancos? Porque, simplemente no pareces ninguno de los dos. —le dice un chico alto. El otro sonríe con falsedad y se sienta sobre el escritorio.
—Robar un banco, es la cosa más estúpida. Cada minuto se cambia la contraseña, para poder entrar a la base de datos lo haces en 10 segundos, averiguar la contraseña 30 segundos, la transferencia en 15 segundos independiente a la cantidad, y solo 6 segundos para salir. Dime, ¿Quién moriría por solo un segundo?
— ¿Tú en cuanto lo harías?
—57 segundos, y una paleta de fresa y nuez bi sabor crema con chocolate.
— ¿Eh? —hasta yo me desconcerté por su respuesta, ¿qué no hablábamos de bancos?
—Si tú me traes una bolsa de esa paleta, yo robaré un banco para ti.
Me iba a quedar un poco más, pero por lastima tuve que salir cuando recibo una llamada, papá me está esperando en mi departamento, tiene algo importante de que hablar. Me despido del chico que me cobró y camino hasta las regaderas, justo en el lugar al que debí de haber llegado en primer lugar.
Ahora que lo pienso, ese chico debió hacer algo con el sistema del elevador, digo, si nos dijo que si se puede robar un banco no dudo que pueda hacer mucho más.
El baño es el lugar más vacío de toda Neibor, ni un solo ruido se escucha. Todo es paz, amor y tranquilidad. Sin perder más tiempo o de lo contrario iniciaré a filosofar sobre el silencio absoluto de la universidad, tomo mi billetera, abro y la foto de mi ídolo sigue intacta; iba a besar la fotografía pero lo dejé para otro momento, camino hasta la salida, pero algo me detiene.
Hay ruidos. Sonidos extraños pero muy familiares. Entre tanto silencio existió algo que finalmente perturbara. Mi trauma llegó cuando traté de averiguar que era aquel familiar ruido que emanaban las regaderas más allá de mi espacio de felicidad, todo por ser curioso, bien dice el dicho que la curiosidad mató al gato.
Frente a mí —bueno, no tan literal, estoy escondido pero aun así puedo ver la escena—, se encuentra Tao besando a —ya todo el mundo sabe el odio mutuo que ambos se tienen y es sorprendente lo que veo— Kris. En un beso pasional desprenden sus prendas — ¡solo parpadeé y ya estaban sin ropa! —, quedando en solo bóxer.
Kris se separa de mi amigo y rápidamente va por un bolso negro. Saca un pequeño dildo color azul y un botecito gris, la sangre se esfuma de mí ser. Ya quiero despertar.
Besa Tao con la misma intensidad de hace rato y con brusquedad le da media vuelta, dejándolo frente a los casilleros. Baja su bóxer y deja fluir un poco de la sustancia del botecito e inmediatamente mete el dildo por su trasero. Sacándolo y metiendo en repetidas ocasiones, provocando que los gemidos de mi amigo se hagan presentes. No, por favor, lo estoy relatando tan fácil que creo que es mentira, ¿acaso me vi una porno con esta escenografía para proyectarla en estos momentos?
Paso saliva nervioso, tal vez esto es una pesadilla. ¡Si, eso es! ¡Aún sigo dormido! Y no estoy aquí, Minho no existe y realmente está muerto y no vivo, no sé nada nuevo sobre la Deep Web y aún sigo siendo 350 000 Wons más rico. ¡O mejor aún! Este par no está haciendo lo que veo que están haciendo. ¡Sí! ¡Es momento de despertar Kyungsoo! Ya has soñado mucho, hermoso. Cuando cuente tres despertaré en mi hermosa habitación, con el sol escondido porque es muy temprano para que salga y la alarma sonando.
Vamos guapo, cierra los ojos y cuenta conmigo, ¿quieres?
¡UNO!
— ¿Lo quieres? —Solo recibe un gemido como respuesta, ya quiero despertar.
¡D-DOS!
—Pero que promiscuo me saliste. —su voz se vuelve más ronca y mi piel se enchina. El peor sueño que he tenido en mi vida.
¡TRES!
—Te partiré en dos. —y antes de ver como lo hace, huyo.
Salgo corriendo al momento de escucha eso último, sueño o no, el ver a mi amigo copulando con alguien más no es un fetiche que deseé comenzar a tener. No me importó el ruido que pude haber provocado en mi partida, solo quiero despertar.
Corro como si mi vida se valiera de eso. Bajo las escaleras en tiempo record. En este instante me importó una mierda si el elevador funcionaba o no. Yo sigo corriendo. Esto es aún más traumático que el haber conseguido una erección a causa de Jongin, al menos sé que él tiene el trasero un poco blanco y no me interesa en particular saber el color de los traseros de los demás.
Me detengo en el tercer piso cuando escucha esas maravillosas palabras. Esas que me hacen saber que la vida existe y que los sueños son realidad. Suspiro aliviado. Tal vez fue una mala jugada de mi cabeza. Sonrió de nuevo al escuchar esas encantadoras palabritas que salen como oración. Mi respiración se estabiliza y el sudor que apareció por la carrera desaparece lentamente como si fuera magia. Camino a paso lento y los veo, peleando como niños pequeños. Uno maldiciendo al otro y después de tanto fastidio, este le responde.
— ¡Jódete, imbécil! —grita furioso Baekhyun, y sonrió ante su expresión de enojo.
— ¡Fue tu culpa, niño de preescolar! —le responde molesto el de ronca voz.
— ¡¿Quién fue el que empezó?! ¡Tú estúpido! —le da un golpe Baek al más alto y este solo resopla. Mi sonrisa no se puede destruir por nada del mundo, esto es tan hermoso que es imposible no dejar de admirar tal inigualable sensación que emanan estos dos seres místicos.
—Pegas como niña. —le reta el alto y la ceja del Baek se vuelve una "v" por completo. ¿Qué puedo decir? ¡Este par es lo mejor que puede existir en la vida!
—Muere pedazo de alto idiota. —y se abalanza contra Chanyeol, tirando golpes por doquier.
Una dulce y bella imagen, no hay nada más hermoso que esto. Baekhyun dejando roja la cara de Chanyeol y este último tratando de separarse lo más que pueda del pequeño. Ambos tirados en el suelo y golpeándose entre sí, maldiciendo por el hecho de haber nacido. Doy unos pequeños pasos, casi acercándome a ellos y pasar desapercibido que ambos se están moliendo a golpes. Camino y casi los paso cuando me petrifico por lo que veo.
A escasos dos pasos de mí, Baekhyun deja de repartir golpes y lo que hace ahora es repartir besos. Este sueño es del demonio. Aun sin notar mi presencia, y el hecho que están en el piso donde transita el director, los maestros y prefectos, Chanyeol toma a Baek de la cintura y lo coloca sobre él, abrazándolo con sus inmensos brazos y pegándolo más a su cuerpo.
Voy a ir a misa, juro que me iré a misa si me despierto ahora mismo.
Baekhyun quien dejo atrás el rostro del más alto para besar sus labios lentamente. Sonriendo entre el aquel absurdo beso y gimiendo porque la mano de Chanyeol está tocando sin descaro alguno su trasero.
Paso saliva, el peor sueño que en mi jodida vida he tenido.
Estoy por salir corriendo y dejar atrás a estos dos que aún no me han notado. Pero para mí mala suerte, recibo un mensaje. Ahora todos dejamos de hacer lo que malditamente estamos haciendo, yo dejo de vivir y ellos los besos.
Nos miramos, sus almas saliendo por un lado cuando me enfocan.
De: Honnie
4:07 p.m.
¡Mañana iremos a cine! Hay una película que quiero ver y solo la quiero ver contigo.
Te quiero ♥
Y lo único que podemos hacer los tres es sonreír. Sonreír como si con eso olvidáramos lo que paso en este lugar. Sonreír con complicidad y correr.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top