Decimonoveno capítulo (2)
« T a o »
Me concentro completamente en la mezcla de colores. Los pequeños trazos comienzan a tener forma. Lo que antes era algo amorfo, ahora muestran la idea de lo que quiere ser. Las líneas negras retocan la tela, el pincel maquilla el blanco y tenue color, desde arriba hacia abajo, todo toma forma ahora.
Unos pequeños brazos pasan por mi cuello. El aliento chocando contra mi oído y los dulces rastros de besos con labial, detienen todo lo que pude hacer.
—Taozi. —susurra. Su voz es lenta, había matices de diversión y seducción. Retomo la pintura, muevo mi cabeza y como si fuera la indicación para que hiciera más fuerza, susurra una vez más mi nombre.
—Uhm. —Tomé mi tiempo, entrecierro los ojos y limpio la pintura. No, ese tono queda fuera de lo real.
—Canta para mí. —Ordena y presiona sus labios en mi cuello, provocándome un estremecimiento. Mi piel se erizó, desde el cuello hasta mis brazos y mi rostro, Minah jamás me dejará en paz si no obtiene lo que quiere.
— ¿Ahora? —Pregunto, dejo el trazo y la manta para limpiar en algún lugar cerca de la paleta de pintura, giro un poco hasta quedar frente suyo, sus labios marcan una enorme sonrisa, en serio, no puedo ganar contra ella.
—Sí.
—Mejor pongamos música. —Pido, señalo el pequeño reproductor de la sala y su negativa es casi inmediata.
—No, quiero escucharte. —suelta entre berrinche. Su voz salió en tono chillón falsete, sus movimientos exagerados de hombros y sus juguetones dedos que se golpeaban entre sí, me dejaron en claro que no podía replicar a nada de lo que ella deseara —Me quiero inspirar, canta para mí. —Su voz vuelve a ser normal, la emoción emanó al instante y sus brazos, que no sentí en qué momento se apartaron, regresan a mi cuerpo.
—Está bien, —Suspiro, ¿Por qué no? ¿qué más puedo perder que el simple tiempo? —hace poco me aprendí el "Ave María", no me sale del todo bien, pero lo canto con sentimiento. —Recibo un golpe por la broma—Ouch.
—Canta esa canción.
— ¿Qué canción? —Quito sus brazos sobre mí y ahora, tomándola por la cintura, me doy vuelta y quedamos frente a frente. En un movimiento rápido, ya está en mi regazo.
—Esa canción... la que dice: "Ya dime si quieres estar conmigo lalalala o me voy... lalalala"—comienza a tararearla y mi risa sale casi de inmediato. Claro que sé cuál es, pero me gusta cuan concentrada puede llegar a ponerse al no recordar bien algo. — ¡Ya sabes! ¡esa canción!
—No, no se cual es...no logro descifrar el ritmo. —respondo burlón.
— ¡Sí sabes! —golpea mi pecho suavemente.
—No lo sé, necesito algo para recordarlo...
— ¿Cómo qué?
—No lo sé, tal vez...—palpo mis labios y miro hacia el techo, esperando a que tome la indirecta. —Quizás algo como, no sé. —Era seguro que caería en la trampa. No se lo pensó al tomar mi rostro e inmediatamente, sin meditar o algo similar, une nuestros labios. Despegándolos segundos después. —Y dime, ¿en qué idioma lo quieres? Coreano, mandarín, inglés o ruso. Existen varias versiones.
— ¿Sabes ruso? —pregunta asombrada y niego.
—No, pero puedo improvisar. —Le guiño y recibo a cambio otro golpe junto a un sonrojo.
—Me gusta tu voz cuando cantas—sus palabras salieron sin filtro, hubo algo en su rostro mientras lo decía; la sinceridad, sonríe alegre y sus ojos se cierren por completo formando dos medias lunas. El encanto de Minah. —Es bastante varonil.
— ¿Estas insinuando que ahora mismo no sueno varonil?
— ¡No! No, nada de eso...es solo que cuando cantas ...tengo un tipo de deseo. — su voz bajó, sus mejillas se tiñeron y su cuerpo, poco a poco se volvió cada vez más tímido. Este es el momento, no puedo parar de sonreír como tonto.
—Debo inspirarte lo más pronto posible. —aclaro mi garganta y comienzo a cantar. —Ya dime si quieres estar conmigo o si mejor me voy, tus besos dicen que tú si me quieres, pero tus palabras-
No pude meter mi mano bajo su falda, o lo más importante, no terminé de cantar cuando la puerta se abre de repente y, por el absurdo temor, me vuelvo blanco por completo. La persona que menos quería ver en estos momentos aparece. Trago saliva nervioso, se me bajó la presión, lo poco que había comido ahora ha desaparecido y por si no fuera poco, sudor frío. Un sudor que recorre todo mi cuerpo y me ahuyenta para salvar mi vida.
Minah, toma una bocanada de aire, mira asustada a la persona que nos hace compañía sin invitación y finalmente, muerde su labio. ¿Qué mierda hace él aquí? Estamos en la jodida escuela.
—O-oppa.
—Hyung...t-tú- y-yo...trabajo.
—Tienes siete segundos para que mi hermanita no esté en tus piernas, y puedas huir. —dijo sin chistar. Me caló y creo que no es momento para sonreír y tratar de explicar las razones del porque estamos en dicha posición. —Ya quedan cinco.
Un segundo, si no es que menos, es el tiempo que tardé en levanto a Minah, tomar el lienzo junto a las pinturas guardándolas en tiempo record, acomodar mi peinado, tomar aire y paso a un lado de Yong Guk; una despedida rápida, un lo siento en el aire y dos pasos restantes para poder salir. Todo eso transcurrió en ese mismo lapso de tiempo.
Paro a un lado de la puerta, aun con mi corazón acelerando al cien por ciento, realmente este tipo de situación me hacen valorar mi vida. ¿Debería dejar de ver a Minah porque su hermano me da más miedo del que alguna vez creí tener a causa de otra persona?
— ¿Cómo está mi hermanita consentida? —la tosca y gruesa voz de Hyung se deforma por completo cuando trata de ser cariñoso. Es totalmente espeluznante. Da más miedo ahora que hace un par de segundos atrás.
—Oppa, no tienes que volver a amenazar a Tao.
— ¿Por qué estabas en sus piernas? —pregunta ahora con su voz normal, dejando atrás sus infanterías y trago saliva. Es mejor correr. —No me digas que... ¡Te estaba obligando a-!
Y antes de que salga, me encuentre y me descuartice. Huyo. El peor día de mi vida, ¡y apenas son las ocho! —a trece minutos de ser las nueve de la mañana—, medición, casi soy asesinado.
— ¿Qué más? —pregunto a la nada y lo único bueno, es que el pasillo está vacío o cualquier persona vería lo loco que he quedado con la amena visita del hermano de mi mejor amiga.
Camino con todas las cosas encima, necesito encontrar un lugar donde concentrarme, terminar la pintura y ser libre de cualquier trabajo escolar. No tuve que buscar mucho, a unos cuantos pasos, encuentro el lugar perfecto. Está completamente vacío y nadie piensa caminar por el cuarto piso. Silencio, lo más perfecto que podría encontrar jamás. Me instalo y coloco todo. Tomo una brocha de la mochila —ya que la otra la dejé y ni de loco iré a recuperarla en éstos momentos—, en la paleta comienzo a poner un poco de pintura y bato la brocha con el color dorado. El color perfecto que colorearán las fibras de cabello.
Suspiro un poco, cierro mis ojos y visualizo su rostro en mi mente.
Un poco de negro para mezclar su cabello también. El afilado rostro, casi perfecto, tomando un poco de color. Me detengo un poco, nada mal.
El tono azabache para el traje, contorneando solo un poco de azul marino, la grisácea camisa con un toque de café, y casi listo.
Casi perfecto.
El fleco cayendo un poco por su rostro hasta detenerse casi al tamaño de su nariz. Dorado, un poco de rojo y negro. Me detengo y miro el reloj; nueve y veintiséis, ya casi es hora de desayunar. ¿Lo termino o lo dejo así? Solo falta su rostro y un poco más de color para dar la viva imagen animada de esa persona.
—Sehun. —No supe, solo salió su nombre en un vago suspiro y mi celular suena.
¿Un mensaje en el chat de la escuela? ¿Hace cuánto que no se mandan mensajes por aquí? Fue más curiosidad que nada, alejo la bolsa de brocas y meto la sucia para prestar más atención al teléfono. Un toque y me envía de inmediato al mensaje. Un video. Doy play y se reproduce casi al instante.
— You remember me? — repito las palabras que salen al iniciar, quedando estancadas por diez segundos, no se movieron o hubo ruido alguno, no, solo esas letras ahí, robando mi completa atención. — ¿Qué es esto?
Risas, lo único que se escuchan son risas. Algunos rostros pasando en cámara rápida. Algunos —casi todos— con una gran sonrisa, otros pocos disgustados. Y solo unos cuantos, llorando.
— ¿Qué les pasa? ¿Por qué envían este tipo de videos? —Pregunto, estuve a nada de cerrar el video, pero me detengo.
En la pantalla del celular aparece una chica en el baño. Empapada completamente. Llorando y pidiendo que paren, alguna más tira algo color marrón y la chica grita aún más. Suplicando que por favor se detengan. Su falda esta rasgada y su pierna, tiene varias heridas que le provocan sangrados. Unos cuantos cortos más se presentan en continuación a la escena anterior, de la misma chica sonriendo alegremente. El recuerdo de su felicidad. Un sonido bastante chirriante y aparece su rostro. Con aquella misma sonrisa burlona.
Se regresa la toma de la chica, solo que ahora no está en un baño, ahora esta justamente en el estacionamiento. Su antes largo cabello, ahora está completamente enredoso y corto; como si alguien cualquiera se lo hubiera cortado. Su rostro demacrado, lloroso y rojo. Señal de haber sido golpeada.
— ¿Qué mierda? —suelto molesto. Es simplemente horrible.
Todos forman un circulo y hay distintos tipos de tomas, algunas rondando alrededor suyo y otras más, filmando más cerca o alejadas. No puedo seguir viendo, ¡realmente quiero que pare! Llega la desesperación y la impotencia viene a mí. ¿Por qué nunca hice algo por ella? Mínimo haberle advertido. ¿Puedo arrepentirme a estas alturas? ¿Puedo odiarlos a los demás cuando yo también, gracias a mi silencio, fue parte de todo?
La toma se vuelve de un rojo carmesí y la peor persona de todas, aparece. Siendo el jodido héroe de esta endemoniada historia. Siendo quien la defienda. Siendo su protector. ¡¿Por qué está haciendo esto de nuevo?! ¿Acaso no se cansa de siempre ser la persona que los lleve a la hoguera, mientras los vuelve ciegos?
—Kai. —Mi voz tiembla, la rabia es tanta que mi cuerpo se tensa y mis ojos sacan aquel sentimiento de enojo. La pantalla se convierte en una negra por completo. Dejando una fecha antes de obscurecerse y mis esperanzas de que el final llegue, se vuelven nulas. —12-12-12. —trago saliva.
De nuevo esas palabras en inglés, el jodido video no parece terminar nunca. Ahora aparece un chico, lo recuerdo. Le solíamos decir CNU, ¡Oh maldición! ¿Qué mierda les pasa? Él está feliz. Sonriendo a quienes son sus amigos. En un pequeño video de bienvenida. El "Especial Prodigio" le solían llamar. La mejor calificación jamás obtenida en un jodido examen de cuántica —y eso que nadie sabía sobre la existencia de dicho examen—, 120 preguntas y todas acertadas.
Todos quedaron asombrados al saber que el chico tuvo un examen erróneo —o no— y que lo contestó sin replica alguna, a pesar de no haber tenido conocimiento alguno sobre ese tema —o es lo que creíamos. Él estudiaba artes y solo era una simple materia de física—. Él se volvió lo más deseado en ese entonces, todos lo querían.
—Smile.
«No...por favor...no, déjenme...»
Se escucha. Se encuentra en el suelo, siendo pataleado por aquellos a quien creyó ser sus amigos, junto a otros más que jamás creyó conocer. Pedía, suplicaba y lloraba por piedad.
«Me quiero ir, d-déjenme...»
Sus palabras ya son bajas, casi no logro escucharlas bien. Su rostro está casi deformado por los moretones y la sangre. Insultos, gritos y risas resuenan por todo lugar. Las risas vuelven a aparecer. ¡Es una tortura seguir mirando esto!
«Por favor...acaben con esto...»
Fue lo último antes de que su salvador apareciera.
—Kai. —mi mandíbula se tensa.
Igual que antes, sale siendo el héroe de la historia. ¡Realmente no puedo soportar más esto! ¡Alguien debe darle su merecido a esta bola de imbéciles!
Estoy por cerrar el video, cuando esas palabras, esas jodidas palabras aparecen de nuevo.
— Who's the next?
Una enorme agrura aparece desde lo más dentro de mi ser, al ver la persona. Aquella de cabello negro, piel blanca y labios acorazonados.
— ¿Kyungsoo?
Mis lágrimas comienzan a parecer. Se suponía que yo lo cuidaría. ¡Qué nosotros lo cuidaríamos! ¿Por qué esta en el video?
Muerdo mi labio y aparece un pequeño corto de él mientras cantaba. El mismo de aquella presentación. Otra toma, donde cae al suelo en la cafetería y otra más, donde está completamente vestido con cascaras de huevos y de más.
Me levanto de mi lugar, pauso el video y corro hasta el elevador. Doy play y se reproduce. Unas cuantas imágenes pasan algo lento y desaparecen, otras toman su lugar. En todas Kai y Kyungsoo son los protagonistas, mostrando aquella cercanía. Saliendo de su auto, saliendo a comer, estando juntos y como si no fuera poco, besándose. ¿Cómo podemos dejarlos así? ¿Por qué Junmyeon-Hyung no hace algo al respecto? ¿Por qué me pidieron no hacer nada?
—Today, 10-12-14.
Una última imagen sale. De color carmesí y negro, es Kyungsoo. Sin vida en sus ojos y sonrisa. Su imagen modificada por el editor, me heló la sangre al reconocer aquel futuro próximo. Corro lo más que puedo hasta el edificio donde Suho-hyung tiene sus materias, y cuando llego, con respiración agitada y sin poder encontrar más palabras por decir, interrumpo la charla que mantenía con Lay.
— ¿Qué sucede Tao?
—Hoy es el día. —suelto rápido, en un hilo de voz y los ojos de ambos se abren por la sorpresa.
Sin decir palabra alguna, corremos en busca de Kyungsoo.
•♦•
« J o n g d a e »
—Min-eh.
— ¿Sí? —Abotona la camisa y aun en bóxer, se acerca cautelosamente. ¿Cuán suertudo puedo llegar a ser? ¿eh?
— ¿Qué somos tú y yo? —toma asiento en la cama en estilo indio, mientras piensa en algo.
Han pasado meses desde que estamos juntos, días completos, hemos hecho de todo y justo ahora, justo cuando terminamos de hacer aquello que solo las parejas suelen tener —también las que no, pero bueno, todo lo estoy relacionando a las relaciones establecidas entre las personas y no solo arrancones calientes— es que recuerdo como jamás me declaré o recibí de igual manera, una declaratoria por su parte.
Además, ayer me vi la película donde la protagonista está comenzando a salir con el protagonista y tienen una relación secreta donde nadie lo sabe, y en parte, en su mayoría, entendí el sentimiento de ambos ya que ¿tenían derecho de celarse uno al otro si es que alguien más iba a coquetearles? Al parecer, no tenían nada que reclamarse ya que, entre ellos, para el mundo entero, no había nada que los uniera.
Yo realmente no quiero ser una persona que se arrepienta por no tener nada con la persona que me gusta, o bueno, nada oficial y libre.
—Pronombres. —contesta divertido.
—¡Hyung!, —regaño— esto es serio. —pataleo.
—No sé qué quieras decir...—suelta algo avergonzado y sus mejillas se tiñen un poco. Oh, pero, ¿Qué tenemos aquí? ¿a un mentirosillo acaso? — ¿Por qué lo preguntas tan de repente, Jongdae?
—Porque —me levanto, un solo paso y estoy frente suyo, tomo sus manos y sin pensármelo más, hablo: — yo quiero ser algo más que solo un pronombre personal. —suelto con tono seductor, ni siquiera lo fingí, solo salió y ya, creí recibir burlas de su parte, pero lo que obtuve a cambio fue a Minseok-Hyung encogerse cada vez más de hombros.
— ¿C-como que-? —pide algo nervioso y muerde su labio fuertemente. Tomo su cuello y reposo mi cabeza ahí mismo, su cuerpo se pega al mío por cuenta propia y la emoción sale de mi sin poder controlarla.
—Como tu novio. —Respondo lentamente, y él alza la vista hasta fijarla en mí. — ¿Qué dices?
—Y-yo-
— ¿Tú, tú? —pregunto algo divertido.
— ¿Qué no lo éramos ya? —pregunta con voz monótona y sus palabras suenan con algo de dolor. Su cuerpo se separa, la mueca en su rostro me hace pensármelo dos veces antes de responder traté de dar una respuesta, pero de mi voz solo salen largos sonidos gutural y no sé cómo contestar eso.
Una enorme felicidad se crea en mi interior, y no sé cómo realmente reaccionar. ¿Reír? ¿Llorar? ¿No hacer nada? ¿Desmayarme? ¡¿Qué tengo que hacer?! Su risa resuena por toda la habitación, y su hermosa sonrisa de ardilla se queda en mis pensamientos. Cuando menos lo espero, ya me encontraba sobre la cama acolchonada mientras que él se mete de poco en poco en mis piernas y su antes casi abotonada camisa, ahora está a un lado de nosotros.
Me besa mientras ríe, y no sé realmente cómo reaccionar, estoy como en shock y en una baja de azúcar, creo que voy a morir. Sus manos sobre mi cuello, no piensan dejarme ir y aun sin reaccionar, vuelvo a escuchar su tierna risa. Se separa un poco y nos miramos un momento, o eso trato, realmente no puedo prestar nada de atención ya que no puedo parar de ver nada que no sea su rostro. Oh, por mi padre, soy el hombre más jodidamente afortunado del mundo.
Su divertida mirada me hace saber que este pillo me ha hecho algo malo, pero mi mente no piensa en nada más que su declaración.
—Sí que te deje pensando, ¿no? —pregunta divertido y no sé de qué hable. —vamos, tenemos que ir a la escuela. Ya casi es hora.
—Júrame que no es mentira. —pido. No responde, ríe.
Se levanta y toma de nuevo su camisa, la comienza a abotonar mientras me mira divertido y apenas caigo en cuenta que me ha bajado los pantalones ¡y ni siquiera lo sentí!
— ¡Tú!
— ¡Yo! —responde burlón.
— ¡Tú lo hiciste! Bollo del mal. —me levanto de la cama, los pantalones caen por completo al piso y quedo en bóxer.
—Yo lo hice...—repite divertido y se acerca solo para tentarme a más, ya que esa imagen de solo tenerlo en bóxer, despeinado y una camiseta sin abotonar por completo; es algo que nunca se tiene todos los días.
— ¿Qué le hiciste a mi adorable hyung? —pregunto con intriga y alegría.
Minseok levanta sus hombros y me da, como segunda respuesta, sus labios, para después salir huyendo cuando recibo una nalgada y una advertencia. Ya se nos está haciendo tarde.
•♦•
« S e h u n »
— ¿Cuánto tiempo nos queda?
— ¿Para qué?
—Para las vacaciones, llevo como siete veces repitiéndotelo. —Respondo irritado.
—Apenas me estás hablando. —levanto la cabeza y miro a Taeyeon algo perdida, vaya, creo que no hablaba con ella en primer lugar, ¿A dónde se habrán metido los demás?
—Bien, lo siento...pensé que eras Tiffany. —me disculpo y ella solo rueda los ojos. — ¿Cuánto tiempo nos falta para las vacaciones?
— ¿Por qué tan interesado, Sehun-ah?
—Solo responde, nonna.
—Como tres meses. —responde mientras hace cuentas mentales, mueve su cabeza y afirma constantemente. —Sí, las vacaciones serán en febrero.
Bien, haciendo cuentas, si me voy en esta semana, tendré por lo menos dos notas bajas. Por lo de las ausencias, no tendría problema alguno. El viaje duraría entre ocho a diez horas, si no es que hasta menos. Todo depende del clima y la aerolínea. Maldición, estamos en diciembre.
Tendré que pedirle prestado dinero a Kai si no quiero que mis padres se enteren de mi fuga. Pero eso sería condenarme —de nuevo— y realmente ya no quiero pasar más problemas como aquella vez. A Kris...no es una buena opción, y mucho menos a Baekhyun. ¡Chanyeol! Él es perfecto, lo único que tendría que hacer seria conseguirle una cita con la profesora de la vez pasada, hasta eso que Chanyeol es más fácil en los préstamos, no pide mucho y da demasiado, sin duda alguna él es mi única solución.
Pero, ¿cómo sabré dónde está? ¿Y si voy a Beijín y él está en Shanghái? Nunca me dijo donde exactamente estaría. ¡Y ni siquiera tengo su número! ¿Cómo podría toparme con él en ese país tan enorme como lo es China? ¡no, eso es casi imposible!
Y si lo encuentro, ¿qué le diré?
«Hola hyung» «¡Qué casualidad! justo no tengo dónde dormir, ¿puedo quedarme contigo por el resto de mi vida?» «Mis padres me han enviado a China...me odian, ¿puedo vivir contigo para siempre?». ¡Dios! Esto es muy frustrante. ¡¿Me miraré tan urgido de su amor?!
— ¿Tenemos exámenes la semana siguiente? —ahora bien, si hacemos cuentas referentes a los próximos exámenes, es posible que las notas de mis calificaciones bajen más de lo que normalmente mantengo. ¡Y que importa!
—Tres que se suponen son sorpresa, dos ya dichos por los que "debemos" estudiar y otros dos posibles.
—Gracias Tae-
— ¿Eh? —una interrupción, una voz sorprendida y volteo a verla.
—Ah, —¿en qué momento se fue Taeyeon? — perdón Sully...es que estaba hablando con Taeyeon y creo que se fue sin despedirse así que imaginé que continuaba aquí.
—No hay problema —mece su mano, toma su teléfono y en un chasquido de dedos alguien llega hasta pararse frente de nosotros. — ¿Por qué preguntas?
—Solo, por curiosidad... —el desconocido chico toma la bolsa de Sully y en una cortante indicación, se va. — ¿Cómo sabes lo de los exámenes sorpresa?
—Secreto~. —Me guiña y sin despedirse, se levanta para ir detrás de quien tomó su bolso.
Tal vez, si me voy hoy mismo, podré llegar el domingo y estar presente para los exámenes. Aunque solo estaría con hyung como dos días... ¡Argh! Que dilema. ¡Yo quiero estar mucho más con él! ¡Dos días son nada!
—Los días que se harán los exámenes, ¿Cuáles son? —pregunto mientras anoto en la libreta un cronograma improvisado. Siendo rodeado por cientos de garabatos. No soy bueno en esto, hasta yo mismo me estoy sorprendiendo de las ganas que estoy poniendo para que todo cuadre a la perfección.
— ¿Qué examen? —la gruesa y grave voz de hyung me asusta.
— ¿A dónde fue Sully? —Cierro los ojos, creo que me acabo de perder en mí mismo si hace rato que salió, me estoy volviendo loco-
—Salió hace como cinco minutos.
—Ya lo recordé, perdón, estoy divagando demasiado y olvidé por completo que se había ido hace-
—Sí como sea —me calla, mueve su mano y rueda los ojos. ¿Para qué le doy explicaciones a una persona como Baekhyun? — Supongamos que me interesó lo que dijiste, pero ¿a qué exámenes te referías?
—Sully comentó que habrá exámenes sorpresa en la semana siguiente, pero no sé cuándo serán por eso le pregunté-bueno, te pregunté, porque una vez sabiendo las fechas podría armar mi horario y así puedo irme a china sin pensar en nada de exámenes y todo eso.
— ¿Iras a china? —Ugh, creo que hablé de más. —Yo voy contigo, este lugar me tiene algo sofocado. —Acomoda su saco y mira a todos con una mueca.
—Kris-hyung, no puedo llevarte conmigo.
—Yo pago tu boleto, pago la comida, pago todo y nos quedamos en la casa de-
Para de hablar, los celulares de todos comenzaron a sonar. La risa de muchos se hace presente y alguno que otro se mantiene callados. La sonrisa de Kris fue simple. No le dio bastante importancia, solo permaneció quieto mirando los rostros de todos y con solo eso, fue más que suficiente para no ver el mensaje que todos recibimos. Él ya sabía de qué trataría, de eso estoy más que seguro, yo también debí de saberlo o al menos, deducirlo. Es la segunda semana.
Muerdo mi labio y me levanto del asiento, no pienso dejar que a Kyungsoo le hagan esto. Sonaré egoísta, pero no quiero que Luhan me odie por eso. Salgo del salón y comienzo a buscar por los pasillos ese pequeño cuerpecito. Pero nada. En su salón ya todos habían salido. ¿Qué es lo que esperabas del receso, Sehun?
— ¡A desaparecido!
— ¡El maldito que lo esté encubriendo lo pagará!
— ¿Quién podría ayudarlo? ¡Es un jodido especial!
— ¿Cómo lo supo? ¿Quién mierda le dijo? —preguntó molesta una de las chicas, el grupo que la seguía estaba igual de enojados.
—Pero no saldrá vivo en la salida.
Mi respiración se regula, todo está vuelto un caos. Kyungsoo ha desaparecido. ¿Quién lo habría hecho? ¡Ni idea! ¿Y saben qué? ¡Eso es lo mejor de todo esto! ¡Estoy tan agradecido con la persona que lo haya hecho, que haré lo que quiera si así me lo pidiera ahora mismo!
Todos están molestos. Esto no puede estar pasando, él no pudo desaparecer así de la nada. Nadie preguntó la razón por la que me encontraba en un salón ajeno a mis clases, todos estaban tan molestos con el bastardo gran héroe que están a nada de perder la cabeza.
Camino a la cafetería, el lugar estaba igual o peor que en los pasillos. Todos se preguntaban y especulaban, ¿Quién puede tener los suficientes huevos como para ir contra las reglas del juego? Sin lugar a dudas es el mejor día para planear mi huida a otro país, dejando las cosas como están, no creo que pueda tener algún remordimiento después.
Un par de pasos y encuentro a un muy mal humorado Jongin. Literal, echando humo por las orejas. El ceño arrugado y sus labios tan pegados uno con el otro en una mueca de disgusto total.
— ¿Sabías que tenemos examen la semana que viene?
—Ahora no Sehun-ah. —Responde algo cansado, su plan ha sido estropeado.
—Quería contártelo, después de todo, no quiero que seas llamado a la dirección una vez más por no presentar examen alguno.
•♦•
« J o n g d a e »
En la vida existen cientos de reglas establecidas. Otras tantas creadas por el hombre. Entre estas últimas, se encuentran unas pocas para la sobrevivencia en un espacio geográfico. En específico: Neibor.
Entre esas distinguidas reglas, tenemos la más típica de todas: no meterse en sus asuntos.
Eso de tener a Kyungsoo en la escuela es una cosa realmente para recordar. Desde el momento en que nos llamó felices de la vida en su primera clase del día, diciendo que era especial para todos sus compañeritos, cuando le hablamos sobre el significado oculto al ser nombrado de dicha forma y su burlona respuesta de "Hagamos que ellos crean todo lo que quieran creer" junto al pedante tono que usó imitando a quien quiera que este imitando con un simple "cambiemos éste lugar de mierda, ¿qué dicen?".
Sinceramente, a veces no sé qué piensa mi hermanito. Cada idea loca que se le cruza por la cabeza me pone los pelos de punta.
—Tú búscalo por allá y yo lo buscaré por acá. ¿Entendido?
—Yixing, tu tendrás que quedarte aquí, por si es que aparece. —indica Junmyeon.
—Tao, tú y Mi tendrán que buscarlo en el segundo y tercer piso. —el par asiente y enseguida van en dirección a donde les han indicado. Yo y hyung, nos alejamos de Yixing y comenzamos a buscarlo.
— ¿Crees que tendremos que avisarle a papá? —le pregunto y él saca su celular.
—No sé tú, pero yo le estoy avisando a mamá.
—Entendido.
Saco el teléfono y comienzo a marcar el número de Soo, es desesperante el no encontrarlo, él tenía tanta confianza en lo que sucedería, y en como escaparía o cuan exagerado estábamos siendo; pero ahora, justo en éste momento hay un miedo y un temor al no saber dónde demonios se ha metido, si está bien o si debo partirle el culo a unos cuantos.
Quizá si le marco a papá, él pueda hacer algo que- ¡No! Él no debe saber absolutamente nada de lo que pasa en éste lugar hasta que encontremos una forma más práctica de arreglar toda la mierda de tradiciones y cosas absurdas de éste lugar. Además, estoy más que seguro que papá hará alguna cosa dramática como llamar a la policía hasta que su pequeño salga sano y salvo y sin ni un solo rasguño o todos los que participaron caerán a la cárcel por años. Eso, además de exponernos como culos no expondrá como los hijos de Jung Yunho y todo lo que hemos hecho hasta ahora será nada. No, mejor que papá no meta sus narices en esta ocación.
Miro el reloj y solo faltan 6 minutos para que el receso termine, todos aquí se han vuelto locos. Pero aquí lo más importante y lo que todos se preguntan es: ¿Quién podría haber ayudado a un especial?
— ¿Si?
— ¡¿Dónde está?! —preguntan con prepotencia. ¿Quién mierda se creen?
—En el baño, cagando, ¿Y tú? ¿Dónde estás?
— ¡Mira imbécil! O lo dices, o te obligaremos a que lo digas.
— ¿Qué? Solo porque sabes mi número, y no te tengo registrado. ¿Crees tener el derecho de poder amenazarme? por favor, ya tu amenaza se fue por el caño junto a mi mierda. —Bufó y sonrió. —Ya me sé el truquito del secuestro, no soy tan estúpido para caer dos veces. —comento burlón, y escucho una maldición por el otro lado. —Jódanse.
—Tú conoces la tradición, entréganoslo. —me advierte y yo solo comienzo a buscar en cada salón de la zona oeste. Es casi imposible el encontrarlo, digo, ¿Quién demonios entra a esta zona? ¡Aquí solo hay fantasmas! O eso escuché, ya que antes eran dormitorios y hasta que una niña cayó resbalándose y muriendo, clausuraron los dormitorios y construyeron lo que hoy se conoce como zona oeste.
—Tu tradición me la meto por-
Frente a mí, se encuentran la novia-amiga de Tao. Con la falda del uniforme levantada y dejando a la vista la diminuta y casi-inexistente panti azul. La camisa del uniforme desabotonada, mostrando el sostén que hace juego con la panti, Dios, creo que aquí no debí entrar en primer lugar.
Sentada en el escritorio y tocándose sexymente. Su mano derecha, rozando de poco a poco su parte intima. Mientras suelta alguno que otro gemido. ¿Dios, porque me haces esto? A mí, un cordero enamorado.
Si Min-eh me viera, o se decepcionaría de mi o haríamos un trio. Por favor, Señor, que elija esta última. Aunque eso sería traición al Panda... ¿Se nos permitiría una orgia, señor?
— ¡Te estoy hablando, pedazo de idiota...! ¡¿Quieres morir?! ¡Contesta! —el pequeño sonido me distrae. Maldita sea, uno ya no puede crearse una nueva filia porque ahí están, jodiendo como siempre.
—Lo que digas. —suelto bajo y con simpleza para después colgar.
La amiga-novia, mete su mano y un gemido agudo sale de sus labios. Por favor, quiero darles privacidad, ¡juro que quiero hacerlo! Pero esto es algo que no se debe hacer en lugares públicos y a la mierda todo eso de que somos libres de hacer lo que se nos hinche la jodida gana, cosas intimas de este tamaño no se deben hacer.
Estoy por entrar y hacerle el grandioso favor a la amiga, de taparla y darle la reprimenda de su vida porque sus valores morales están por los suelos y así realmente n ose puede ayudar. La respeto, respeto su sexualidad y estoy consciente que no me están llamando en ningún momento pero, vamos, que hasta hace un par de días atrás las chicas me atraían como las llamas del infierno a los pecadores, así que no puedo más con este martirio. Iba hacia ellas, juro por mi padre que solo iba a darle un susto para que se tapara y aprendiera que esas cosas no se hacen en los salones, pero alguien más se me adelanta.
Y no es justamente una persona esperada como Tao. Era una chica. Cabello largo y algo ondulado, castaño y algo dorado en las puntas. El fleco recto. Cuerpo delgado y con ojos deseosos, ¿Cómo pude verle los ojos? Oh, con esta vista perfecta hasta los granos del rostro puedo ver. Toma a la chica de la nuca provocándole un pequeño gemido de dolor o placer. Y con una sonrisa algo sádica plantada en los labios, la besa.
Oh Dios, perdona a esta alma pecadora. Esta oveja enamorada, que estaba por perder los estribos y cometer adulterio.
No hubo mucho más que ver, el timbre hizo de las suyas resonando por todo lugar y el par de mujeres, se separan. Solo para volverse a besar de nuevo. Y por un momento la idea de grabarlas paso por mi cabeza. Uno nunca encuentra tan fácil porno lésbico —gratis y sin internet—, y esto es tan caliente, pero no creo que ellas acepten mi humilde petición.
Tal vez, algún día traeré a Min-eh por estos lugares deshabitados para probar nuestra suerte. Y ponerle seguro a ambas puertas, no quiero que nadie se deleite con mi bollo.
— ¿S-si? —pregunto al tomar la llamada.
—Soo ya apareció, y tienes clases. —informa Junmyeon, dos pasos y estoy lejos del lugar del pecado. No hubo despedida o una larga charla de cómo se encontraba nuestro pequeño hermanito, solo era esa indicación y muy a mi pesar tuve que hacerme responsable de mis tareas estudiantiles.
• ♦•
« K r i s »
— ¿Qué le ocurre señor Choi? ¿Por qué interrumpe mi clase? —clama el profesor y sin dudar, miro hacia la persona que acaba de ingresar al salón. Doy un vistazo a Kai y su enojo es tan notable que, si continúa haciendo más presión en la mandíbula, tendrá dolor de cuello después.
—Solo, necesito algo...
—Sea lo que sea, por favor salga de mi clase.
—Sera algo, rápido- ¡Kyungsoo! —lo dijo rápido, todos ahogaron el reclamo y de inmediato doy un vistazo a mi espalda, Kyungsoo se señala sin creérselo, abriendo sus ojos y preguntándose si es realmente a él a quien busca. —Vamos Soo, tenemos que irnos. —No pidió permiso, no avisó a más, solo lo tomó de la muñeca y lo obligó a brincarse las clases. Vaya, ahora sabemos quién fue la persona que lo ocultó.
—Minho, tengo clases y-
—Ya tengo un permiso, ahora vámonos. —Señala la hoja dorada y la mece de un lado a otro entre el viento.
—Pero, ¿Por qué-?
— ¿Por qué no te vas Minho? —pidió Kai, sus planes no serán arruinados una vez más. Minho ya los interrumpió una vez, no dejará que lo vuelva a repetir. — Tenemos clases ahora mismo.
—No es algo que te interese Kai. —le responde de forma casi arrogante. —Además, ¿no crees que es muy raro que te interese la educación de alguien más? Metete en tus propios asuntos.
—Minho, tengo- —Y antes de que Kyungsoo termine, el capitán de vóleibol, lo carga como si no fuera nada. Un paso, y todos murmuran, a Minho jamás le interesó alguien.
Kyungsoo le estaba diciendo las mil maneras de matarlo si no lo baja en ese momento, pues tenemos un examen en puerta. Minho por su parte, aun con Kyungsoo en sus hombros, y resistiendo a las patadas y golpes de puño que este le propicia, le entrega el justificante al profesor y saca a Kyungsoo del salón sin dudárselo.
Todo se queda en completo silencio. Doy un vistazo a Kai y la cuenta regresiva se hace presente.
Tres.
Dos.
Uno.
Un estruendoso sonido y la mesa junto a las cosas de Kai están en el suelo. Comienza a hiperventilar por la ira, y de una patada tira la silla. Todos callaron, nadie, ni el mismo profesor, soltó el aire porque era probable que la furia de Kai aumentara con cualquier sonido o ruido que apareciera y que no fuera provocado por él.
Y aquí terminó todo para mí. Tomo mis cosas, dejó la hoja blanca de la prueba sobre la mesa del profesor, camino rumbo a la puerta para después arrepentirme y regresar hasta donde el profesor se encuentra.
—Quiero diez. —ordeno en un susurro y él, sin dudárselo, asiente temeroso. Toma la hoja con mi nombre entre sus manos y la mete a su portafolio de inmediato, para que ninguno de los demás estudiantes viera lo que ha hecho.
Salgo y a escasos metros de la puerta de salida, me encuentro con el Panda. Lo escaneo por completo. Tal vez él me sirva. Después de todo, no tengo nada más que hacer, ¿acaso no merezco diversión?
—Hey, marica. —lo llamo, el tono de mi voz salió en un matiz autoritario y detiene su paso, vaya, que si es marica. Toma la correa de su mochila, mira a todos lados y al solo ser el único, responde.
— ¿Qué mierda quieres Wu?
—A mi auto, ahora. —dictamino.
— ¿No podemos dejarlo para otro momento? —pregunta, mira su reloj y después la puerta de salida.
—Ahora.
Suspira cansado, pero aun así me sigue. Entramos al auto y nadie nos mira. Las cosas que llevaba en mano las mete dentro con aquella confianza que jamás le otorgué, pone su cuadro en la parte de atrás y toma asiento en el copiloto. Movió su mano indicando que estaba listo y antes de replicarle o sacar sus cosas del auto, me pide que entre de una vez por todas. Que va, esto será más divertido para mí de cualquier manera, tomo lugar en el piloto y arranco.
— ¿A dónde vamos? —pregunta sin apartar la vista de su teléfono.
— ¿Sabes qué es BDSM? —pregunto y por primera vez en el rato que llevamos dentro, deja atrás su aparato para levantar la vista y pensar un poco en lo que dirá.
— ¿No es eso de sumisión y amos? Algo como el sadomasoquismo.
—Algo similar.
— ¿Por qué la pregunta? —me mira fijamente, como si realmente no supiera lo que haremos una vez que el motor se apague. El Panda puede llegar a ser un condenado inocente a veces.
—Estuve saliendo con una chica que se le daban bastante la sumisión... y digamos que, aprendí lo necesario en los lugares a donde solía llevarme.
—Y una mierda tu vida sexual, Wu.
—Hoy estas de suerte. —le guiño y su rostro se deforma por completo.
Bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo.
Mis nuevas seis palabras favoritas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top