-El es el hombre que peleó contra kyubi, es quien uso sus habilidades para proteger la aldea durante su ataque, el mundo piensa que está muerto, pero en verdad ha estado en este estado durante casi diecisiete años -Naruto abrió sus ojos con sorpresa -¿el cuarto? -Hiruzen asintió -selló a la bestia en ti porque no había otra opción, el chakra Uzumaki es el único chakra tan denso para soportar el sellado, en ese momento existían sólo dos Uzumakis en la aldea, la primer persona era una excelente shinobi rango s que mantenía a raya el poder del zorro sellado en su interior, ese día todo salió mal, alguien los atacó aprovechando su debilidad, estaba embarazada y dio a luz -

Naruto asintió entendiendo la razón por la que fue el sacrificio -¿dónde está ella? -el anciano lo vio con tristeza -esa es la razón por la que fuiste elegido, murió después de que extrajeron al zorro de su cuerpo -el rubio giró su mirada al rubio, con curiosidad levantó su mano con miedo bajo la mirada atenta de los presentes, con su dedo tocó la mano del cuarto, sonrió al sentir calidez de su cuerpo, nunca había tocado a otra persona más que al anciano tras de él, Hiruzen en algún momento tomó su mano, los siguientes toques fueron golpes de los aldeanos y el ataque de maldito sujeto aquel día -su nombre era Kushina Uzumaki -el pequeño levantó la mirada un poco con sorpresa -si sólo habíamos dos Uzumakis, puede ser que ella… -Hiruzen sonrió -era tu madre -el rubio abrió sus ojos demasiado, sus labios formaron un leve puchero, bajó el rostro viendo la mano del rubio mayor frente a él -¿quién… quién fue mi padre? -el anciano soltó el aire que mantenía tomando un poco de valor -estás tomando su mano -el pequeño se quedó en shock un momento analizando lo que acababa de escuchar, sus labios temblaban en un puchero, su padre estaba con vida, sus ojos se cristalizaron, pero no salió ni una sola gota, levantó la mano del rubio mayor, la colocó en su mejilla con cariño -va a… -el tercero lo vio con cuidado, pensaba que reclamaría, gritaría o haría un problema, pero a diferencia de lo que creyó se veía sumiso y débil, cerró sus ojos con pesar, estaba roto y se aferraba al pequeño rayo de luz que le ofrecía su vida, aunque estuviera en cama sin abrir los ojos -los doctores piensan que es probable, su cerebro ha mostrado movimiento, como puede ser hoy o en años -Naruto sonrió ligero aferrándose a su mano.

-Por el momento se hizo pública tu condición como su hijo, ahora la aldea dejará de dañarte, pero hay un riesgo latente, el motivo por el que no sabías esta verdad y estuviste alejado de tu padre, no fue kyubi, sino Iwa, el Tsuchikage y su gente odian a tu padre, juraron vengarse con él o su descendencia -el pequeño escuchaba sin voltear a ver al anciano, respiró con cansancio, le habían dado un motivo para vivir, para seguir adelante, no le importaba más, sólo su padre, cuando despertara quería hacerlo orgulloso, a como diera lugar se haría fuerte, no lo deshonraría, ni a él ni a su madre, dieron su vida con orgullo, no lo haría por la aldea, le importaba una mierda, lo haría por este hombre que le dio la vida y se aferraba a la suya esperando y deseando que lo hiciera por él.

-Le pedí como favor especial al líder Uchiha aceptarte en su clan -el pequeño abrió sus gemas con sorpresa y miedo -debes saber que no eres un chico cualquiera, eres un doncel, un hombre con características femeninas y una matriz que puede tener hijos, si algún loco o Iwa se entera te tomarán como máquina de crías, tu clan era sumamente deseado por sus niveles de chakra y otras características- el rubio mordió sus labios con miedo, gracias a kami les daba la espalda, no quería que vieran sus expresiones, aunque temblaba y eso era evidente -para asegurar tu protección te he comprometido en matrimonio, en lo que el líder elige a una pareja adecuada, quedarás bajo su resguardo y vivirás con su familia -Naruto bajó el rostro con molestia -pero papá despertará, ¿por qué? no entiendo, el clan Uchiha es de los que más me han dañado-

Itachi cerró sus ojos con vergüenza, Hiruzen era consciente, respiró con cansancio -las cosas son distintas ahora Naruto, dales una segunda oportunidad -el pequeño giró su mirada acuosa, no sabía nada de la muerte de parte del clan, recordaba al líder y se llenaba de terror -Fu… Fugaku-sama me advirtió que no me quería cerca de su barrio, de su gente, ni de su hijo -Itachi negó con fastidio -mi padre fue asesinado junto a un grupo de miembros del clan hace unos días, murieron en manos de Danzo, no debes preocuparte por eso -Hiruzen talló su rostro con cansancio y frustración, ¿tanto daño le habían hecho? la respuesta era sí, el pequeño levantó un poco la vista observando que el rostro en blanco del Uchiha a pesar de lo que dijo estaba imperturbable, bajó su mirada, la regresó a su padre, se sonrojó al pensar que estaría cerca de él aunque sea un poco, tal vez podía verlo, entró en conciencia, no era nada para nadie, asintió débilmente, no tenía más opción, sólo esperaba que su padre despertara antes y pudiera salvarlo de su vida de mierda -bien -el tercero sonrió más tranquilo -en este momento te irás con Itachi, te llevará a su casa y quedarás bajo su protección, ahora que ya saben quiénes son tus padres, te entregaré parte de la herencia de ellos para que no tengas más problemas económicos -Naruto hizo una mueca, asintió.

-Quedaste fuera de los equipos, pero aún puedes ser un shinobi, te entregaré el legado de tus padres para que comiences a familiarizarte -el rubio giró con sus ojos muy abiertos, el anciano le entregó tres pergaminos, los tomó, los abrazó con fuerza, los metió en su chamarra con velocidad, giró su mirada hacia su padre, levantó su mano, la besó con cariño -¿pue… puedo venir a visitarlo? -Hiruzen sonrió -le hará bien escucharte -Naruto sonrió ligero, tenía papá, asintió más contento, dejó un clon, diario vendría o mandaría un clon, no quería dejar a su papá solo, no quería que despertara y él no pudiera estar a su lado -vámonos -Itachi habló dándose la vuelta, el pequeño comenzó a seguirlo con vergüenza.