C8
El alfa estaba en su oficina, sentado en el sofá central con un cachorro sentado a su lado, que se mantenía mirándolo fijamente y sonriendole cada que lo miraba de reojo.
—¿Qué edad tienes? —le preguntó para intentar distraer al pequeño. Yeonjun levantó cuatro de sus deditos y se los mostró al alfa. —Ya veo...
No sabía qué tipo de conversación tener con un cachorro de cuatro años. No podía mentir, su alfa se había encariñado con el niño. El sentido de cuidarlo estaba en él, aunque prefería fingir que todo seguía como hace cinco días.
—¿Por qué crees que soy tu papá? —el alfa tenía esa duda desde hace unos días, porque el niño lo había llamado papá desde el primer día que lo vio sin siquiera conocerlo.
—Papá huele yico. —respondió sin más, dejando sin una respuesta clara al mayor.
—¿Mi olor? —el pequeño asintió. —¿Te gusta mi aroma? —Yeonjun asintió y un segundo después, negó. —No te entiendo. —el alfa se recostó en la espaldera del sofá.
El pequeño subió sus pies al sofá para poder arrastrarse hasta llegar al alfa y sentarse en su regazo, colocando su cabecita en el pecho del mayor, sorprendiendo a Taehyung, que tenía los ojos cerrados.
—Yeyu ama a papá... —la vocecita del menor estaba tan cerca de su corazón que, Taehyung no pudo impedir que latiera de gusto.
El pequeño cuerpo que se apegaba a él, se sentía tan frágil, tan indefenso y el alfa sintió un aroma que hizo levantar las orejas de su lobo y esconder sus garras.
Yeonjun había logrado que el lobo de Taehyung y el mismo Taehyung, bajaran la guardia ante él. La calidez que le transmitía el abrazo de Yeonjun era inexplicable para el mayor, además de que sentir su cuerpo moverse en son de su respiración, lo tranquilizaba.
Lentamente, los brazos de Taehyung arroparon al diminuto cuerpo, una mano se mantenía en la espalda del pequeño, como protegiéndolo de caer, mientras que la otra se encargaba de acariciar los finos cabellos de Yeonjun.
Se sentía como cuidar de un pequeño conejo esponjoso. Las manos de Taehyung lo acariciaban con tanta delicadeza, como si temiera herirlo si lo hacía con más fuerza.
Yeonjun respiraba con paz, con tranquilidad y armonía. Su naricita buscando el casi nulo aroma del alfa, pues Taehyung solía usar bloqueadores de olor. Las manos que lo protegían y le brindaban caricias, terminaron por hacerlo dormir.
Sus ojitos se cerraron lentamente hasta que toda fuerza en su cuerpo se acabó. Taehyung no podía creer que estaba a gusto abrazando al pequeño Yeonjun.
No había rastro de molestia en él, lo que antes sintió asqueroso, le parecía no tan malo. El peso en su pecho lo hacía sentir, lejos de lo que usualmente pensaba, tranquilidad y felicidad.
Inclinó su cabeza para ver el rostro dormido del pequeño y se sorprendió de sus propios sentimientos. Su lobo movía la cola feliz al ver la calma que su aroma, por más escondido que estaba, aún lograba generar en el menor.
Regresó a su puesto y lentamente fue cerrando sus ojos, casi dormitando a la par del que se autoproclamaba su hijo, pero los toques a la puerta lo alertaron.
—Señor Kim —Taehyung miró la puerta cerrada. —, ¿Puedo pasar? —el alfa suspiró y apretó el agarre al cuerpo de Yeonjun.
Su alfa se negaba a permitir que alguien más estuviera en su territorio, era como si su oficina se hubiera convertido en su cueva y nadie, más que el infante, podía estar en ella.
Quizá pronto, el número de invitados permitidos a su "cueva", aumentaría a dos.
—No. Si tienes algo que decir, dilo desde ahí, pero sin gritar. —el secretario asintió aun sabiendo que el alfa no lo vería.
—La señorita Irene me pidió que le dijera que lo solicita en la sala de sesiones. —Taehyung frunció los labios. —Es urgente.
—Está bien, dile que iré en un momento. —el beta asintió y se retiró de la puerta.
Taehyung pensó en qué hacer; si dejar a Yeonjun dormir en el sofá mientras iba a ver lo que la alfa quería o si se lo llevaba en brazos hasta ahí.
Bueno, el cachorro no quería soltarlo y el lobo del alfa tampoco estaba feliz con la idea de dejar al pequeño sin ningún tipo de protección.
Así que el castaño, acomodó el cuerpo del menor, de forma que sus bracitos estén rodeando su cuello, su cabeza recostada en su hombro y sus pies estén estirados. Taehyung sostenía el cuerpo de Yeonjun con un solo brazo, para poder usar su mano derecha y abrir la puerta.
La vista era todo un espectáculo para sus empleados. Taehyung, el alfa "detesta niños", tenía en sus brazos a un cachorro profundamente dormido y no parecía estar molesto por la situación. El rumor de que es su hijo real, comenzó a expandirse y no faltó quién que tome una fotografía de la hermosa imagen.
El alfa caminó imponente con el cachorro en sus brazos y el menor se sentía seguro y protegido. Lo más importante, es que Yeonjun se sentía amado por su papá.
Taehyung llegó al área donde se hará la sesión de fotos y ahí estaba Irene, la alfa se dio la vuelta cuando una beta del staff le informó que Taehyung ya había llegado.
La sorpresa de Irene, al ver a su amigo cargando a un bebé, no se pudo disimular, todo su rostro gritaba que estaba sorprendida y emocionada.
—¿Y esto? —la alfa intentó acariciar al menor, pero la mano de Taehyung fue más rápida e impidió esa intención. —¿No me dejas ni tocarlo? —el castaño no respondió nada, solo miró a otro lado. —Solo falta que me gruñas. —se burló la mayor.
—Nunca me permitiría actuar tan primitivo. —la alfa fingió darle la razón y solo sonrió. —¿Y por qué querías que venga?
—Oh, eso, sí —tomó el brazo del alfa para jalarlo hasta hacerlo sentar en una silla que decía el nombre de la alfa. —, necesito que te sientes aquí y le des consejos a Jungkook, lo noté muy nervioso en el camerino, así que tal vez tu presencia ayude. —eso era mentira, Irene solo quería que el alfa vea la preciosidad que tenía como omega.
Aunque aún no era su omega.
—Cómo fotógrafa, ese es tu trabajo, es poco profesional encargárselo a alguien más. —Irene frunció los labios y luego asintió sarcástica.
—Sí, lo sé perfectamente. —sé llevo la mano a la boca, escondiendo su sonrisa. —Es solo que, como la otra vez me pediste que tomase las fotos en tu lugar porque la modelo no paraba de llorar, creí que no lo verías mal. —el tono que usó fue con inocencia fingida y la pelinegra sonrió victoriosa al ver que el alfa solo bajó la mirada hacia Yeonjun.
—No hables tanto, despertarás a Yeonjun y fue difícil que se duerma. —usó de excusa al pobre cachorro.
—Usar a tu hijo, qué astuto. —Taehyung no dijo nada, no negó lo dicho por la alfa, lo que causó la sonrisa de felicidad de la mayor. —Ya vuelvo, le diré a Jungkook que puede salir. —el castaño asintió.
Taehyung acomodó a Yeonjun de manera que ya no esté con la cabecita recostada en su hombro, sino que esté sentado en su regazo y con la cabeza recostada sobre su brazo.
Yeonjun giró la cabeza para que la luz del set no molestara sus ojitos, esta acción no pasó desapercibida por el alfa, que llevó su otra mano al rostro de Yeonjun, para protegerlo de las luces que podrían incomodar su sueño.
Irene llegó corriendo hacia Taehyung, que se limitó a girar el rostro para verla, sus manos se mantenían en la misma posición, protegiendo a Yeonjun.
—Ya viene, ya viene, ya viene. —repetía mientras daba golpecitos al hombro del alfa. Taehyung solo le susurró que guardara silencio para no despertar al niño, la alfa se disculpó.
—¿Por qué te emociona tan- —Las palabras de Taehyung quedaron en pausa cuando sus ojos captaron al omega más hermoso que había visto.
Irene sonrió al ver que Taehyung no apartaba la mirada de Jungkook. El alfa podría haberse desbocado de la impresión que se le notaba en la cara, la pelinegra había cumplido con su cometido.
Taehyung no lo sabía, pero todos sus amigos deseaban su felicidad y era un pensamiento unánime, el que ese omega pelinegro era el camino hacia ella.
—¡Jungkook, cariño, qué precioso te ves! —habló la mayor al tiempo que se ponía de pie para atraer al omega.
—Gracias... —respondió tímido el pelinegro.
—Taehyung, ¿cierto o no que es el omega más hermoso de la historia? —La alfa se dirigió al castaño, que desvío su mirada de Jungkook hacia la alfa.
—Le queda bien el vestuario. —regresó en sí, antes de admitir que lo que la alfa dijo, fue lo mismo que Taehyung escuchó dentro de sus pensamientos.
—Aburrido. —bufó la pelinegra. —Bueno —dirigiéndose a Jungkook. —, es hora de que te luzcas, Taehyung estará aquí por si necesitas ayuda con las poses para las fotos, es el mejor fotógrafo de aquí, así que seguro será más de ayuda que yo. Si necesitas algún consejo, puedes dirigirte a él. —Jungkook asintió a lo dicho por la alfa, antes de que esta se fuera a hablar con los del staff para darles indicaciones.
—¿Crees que esté bien que haga esto? —se acercó al alfa. —Oh, Yeonjun se durmió, debe estar cansado, perdón por causarte molestias. —el mayor miró hacia abajo y comprobó que el niño seguía dormido.
—No es molestia, en realidad, creo que mi alfa está encariñado con Yeonjun. —no admitiendo que él también lo estaba. —Generalmente, los niños me temen, así que quizá el hecho de que tu hijo no me tenga miedo, hace que mi lobo baje la guardia. —El omega se preguntaba cómo es que el alfa era con su hijo Soobin.
Jungkook acercó su mano para mover los cabellos de Yeonjun de su rostro y sonrió al verle mover su naricita, había sentido el aroma de su padre omega.
—Él tampoco es muy amigable con los alfas, en realidad, les gruñe a todos los alfas y betas, más cuando se me acercan. —Sonrió al recordar una graciosa situación del pasado. —Una vez tuve un pretendiente, él quería emparejarse conmigo y le iba a presentar a Yeonjun, pero él le gruñó apenas entró a la casa —se rio bajo, repitiendo la escena de su hijo gruñéndole a un alfa e impidiendo que ingrese a su territorio. —, rechaza a todos sin motivo, por eso me pareció raro que se encariñara tan rápido de ti. —Taehyung sintió a su lobo erguirse orgulloso de ser aceptado por el cachorro del omega.
—Supongo que estamos en la misma situación. —confesó el mayor.
—¡Jungkook, cariño es hora! —La alfa llamó al omega y este se despidió de su bebé con un beso en la frente.
Cuando Jeon beso a Yeonjun, Taehyung pudo sentir el olor a melón en Jungkook y sabía que ese era el olor de su lobo porque su propio lobo se puso como loco al sentirlo.
El alfa reprimió sus instintos y solo vio al omega yendo hacia la alfa para iniciar con la sesión de fotos.
Taehyung sabía que su lobo estaba deseando ser el alfa de esta familia, ya era hora de ser honesto consigo mismo y no intentar engañarse como con los demás. Apenas llevaba unos cinco días que se reencontró con ambos y su alfa estaba encantado con el cachorro. Los siete meses que no los vio, los recordaba debido a su diseño, el cual, Jungkook aún no sabe que él y su hijo fueron la inspiración.
Yeonjun era un gancho perfecto para que Taehyung terminara cayendo ante Jungkook, solo necesitaba un empujón más y lograría que el alfa termine ciegamente enamorado de su papi.
El primer paso ya estaba hecho, Taehyung veía atractivo al omega, no solamente eso, incluso llegó a cruzar por su cabeza que nunca había visto a un omega tan hermoso. Si Jin y Jimin escucharán sus pensamientos en ese momento, podrían sentirse ofendidos.
—Solo fue el momento... —se autoconvenció.
Holiwilis ♡
Actualizo antes de entrar al trabajo porque sí Jajaja
Espero este capítulo les haya gustado, siempre escribo esta historia con mucho cariño :3
Bai, gracias por leer, las amo lunitas 💜✨
*Mali fuera*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top