C28
La mano amable que acariciaba su pequeño vientre de seis meses, era la de su alfa y amaba cómo su lobo se sentía seguro cuando Taehyung lo rodeaba de esa forma.
—Tae... —el castaño no detuvo el movimiento de su mano, pero sí comenzó una orna de suaves besos en el cuello y cabellos de su esposo. —Libera de tus feromonas para mí, por favor. —el castaño sonrió al escuchar la petición de su omega.
—Me siento como un dispensador de feromonas justo ahora. —se quejó, pero aun así soltó el tan esperado aroma a uvas frescas que deseaba su esposo.
—Eres todo para mí —dijo el pelinegro. —, incluso mi dispensador personal de feromonas. —el alfa no pudo evitar reírse de lo que decía el menor.
—Jungkookie, deberías ser más cariñoso con tus palabras, recuerda que soy tu esposo. —el omega se giró con lentitud y cuidado para ver de frente a su alfa.
—No me regañes... —los ojos llorosos hicieron doler el corazón de Taehyung.
—No amor, era broma, tú eres muy tierno siempre, también eres cariñoso, amable, dulce y encantador. —halagaba al menor mientras limpiaba las pequeñas gotitas que se deslizaban en su rostro.
Jungkook lloraba con demasiada facilidad, su sexto mes de embarazo llegó con cambios de humor y antojos extraños, pero Taehyung lograba bien satisfacerlo.
—Tae...
—¿Mmm?
—¿Puedes darme besitos? Quiero muchos, muchos besitos. —la tierna petición del omega causaba algo desconocido en el alfa, su lobo no sabía cómo controlar esas ganas de saltar sobre él que surgían cada que Jungkook le hablaba así.
—Solo besitos, ¿Sí? —Jungkook asintió repetidas veces mientras acercaba su rostro al del mayor para ser besado.
Taehyung le dio un pico en los labios y luego en las mejillas, después en los ojos y nariz, repartió pequeños besos en todo el rostro de su esposo, bajó al cuello y después a la clavícula para continuar su camino hasta llegar al vientre del omega.
—Kiki también quiere besitos. —dijo antes de llenar de besos la barriga de su esposo.
Jungkook comenzó a reír por las cosquillas que le causaba ser besado y porque el alfa soplaba para generar un ruido demasiado gracioso. Taehyung era muy juguetón con su omega y cachorro, amaba demasiado ser el causante de esa risa preciosa.
—Tae, espera, quiero ir al baño. —el alfa se detuvo y ayudo al omega a sentarse para luego bajar de la cama e ir al baño.
—¿Necesitas ayuda? —no pasaron ni cinco minutos y el omega ya estaba saliendo del baño con sus cejas fruncidas. —Fuiste rápido. —bromeó.
—Ayúdame despertando a Yeonjun y vistiéndolo, también llévalo a la escuela por mí, por favor. —el pelinegro se subió a la cama y se acomodó para volver a dormir.
—Sabes, creo que pedirme hacer eso como una ayuda para ti, significa que no lo ves como una responsabilidad para mí. —Jungkook abrió los ojos y miró fijamente a su alfa. —Yeonjun también es mi hijo, así que hacer eso es mi responsabilidad, no es como que por hacerlo un día ya me debes un favor. —Jungkook sonrió.
—Lo sé, solo hablé por hablar.
—Entiendo, pero a la próxima solo dime "despierta y viste a nuestro hijo". —Jungkook negó mientras mostraba su sonrisita de burla hacia el alfa.
—Eso es como si te ordenará hacerlo. —reflexionó y Taehyung se acercó para besarlo en la mejilla.
—Me gusta que me des órdenes. —el pelinegro abrió los ojos de nuevo y miró fijamente a su alfa, como si estuviera intentando descifrar si era en serio o no lo que le decía.
—Entonces ve, prepara a Yeonjun y llévalo a la escuela, también asegúrate de recogerlo en la tarde y traérmelo de vuelta, los quiero a los dos en casa antes de las cinco en punto. —Taehyung sonrió al igual que Jungkook.
—Sí, así me gusta. —sabía que su esposo solo estaba bromeando, pero amaba que Jungkook le siga el juego. —Pero recuerda que hoy es mi vuelo a Canadá. —Jungkook lo miró sorprendido, había olvidado por completo que su alfa iría a un viaje de negocios.
—Antes de irte asegúrate de dejar el olor de tus feromonas en el nido, tanto como para que no se elimine hasta que regreses. —Jungkook amaba el olor de su alfa, pero desde que está en cinta se ha vuelto adicto al aroma de uvas frescas.
—¡SÍ SEÑOR! —saludó de una forma militar antes de despedirse con un beso e ingresar al baño.
—No creo aguantar tanto tiempo. —se quejó a murmullos mientras acercaba la prenda hacia su nariz e inhalaba el exquisito aroma.
—¡AAAAAA PERO SI ES MI PRECIOSO YERNO! —gritó el padre de Taehyung al ver que Jungkook era quien tocaba el timbre. —Pasa corazón, papá está cocinando algo delicioso. —refiriéndose a su esposo, Jungkook ingresó a la casa y tan pronto como entró, sintió el agradable aroma de su alfa, era débil, pero ahí estaba.
El hogar de su alfa, aquel en el que había crecido, no sabía cómo explicar lo que sentía.
—Gracias por invitarme, estaba aburrido en casa. —Con Taehyung en un viaje y Yeonjun en la escuela, la casa del Omega se sentía muy vacía.
—Eres bienvenido siempre, aunque seré honesto, Taehyung me suplicó estar pendiente de ti, igual lo iba a hacer aunque él no me lo pida. —Jungkook sonrió, amaba sentirse tan querido por sus suegros.
—¿Y qué es lo que prepara? —el segundo padre de Taehyung salió de la cocina para responder.
—Vi lo mucho que te gustó la pasta de la última vez, así que eso preparé, también hice Waffles, Taehyung asegura que no puedes comer sin Waffles como parte del menú. —las mejillas del menor se tornaron levemente de rosa.
—Últimamente las cosas dulces se han vuelto mi obsesión. —confesó apenado.
—Eso es más fácil de satisfacer, el que la tiene difícil es Yoon, Jimin solo come platillos que tengan polvo de oro comestible. —Jungkook se unió a la horda de risas.
Y pensar que antes no tenía a nadie más que a él mismo, ahora tenía a tanta gente a su alrededor, Taehyung sin duda era el sol que trajo la luz a su vida.
La comida con sus suegros fue amena y entretenida, estuvo conversando hasta que llegó la hora de ir por su primogénito al colegio.
—Papi —Jungkook miró hacia abajo, sin soltar la mano de su hijo. —, ¿Papá me odiará cuando nazca mi hermanita? —el omega se sorprendió ante tal pregunta, pero guardó la calma.
—¿Por qué preguntas eso? —su pequeño suspiró antes de responder.
—Niwoon me dijo que su mamá dice que yo seré odiado porque no soy hijo de mi papá. —el mayor no sabía exactamente qué estaba sintiendo, por una parte, estaba enojado, pero también le preocupaba que su hijo esté siendo lastimado.
—No hagas caso a eso, tu papá te ama mucho y no dejará de hacerlo nunca. —Yeonjun asintió.
—Sí, BinBin me dijo eso después de que le jaló las coletas a Niwoon, la hizo llorar mucho. —Cada día Jungkook se convencía de que Soobin era totalmente la copia de Jimin. —Le dije que no estaba bien golpear, pero él dice que no la golpeo.
—¿No la golpeó? —el infante negó.
—No, me dijo que solo la ayudaba a acomodarle el cerebro. —Jungkook casi soltó una carcajada.
—Hablaré con tu maestra, esas cosas que te dijo Jiwoon no son correctas—cometiendo un error al pronunciar el nombre de la alfa, pero su hijo no lo corrigió.—, son hirientes así que no está bien que las digan los niños a sus amigos.
Yeonjun asintió, él entendía perfectamente qué estaba bien y qué no lo estaba, pero no podía ir en contra de Soobin porque su amigo lloraba cuando lo hacía y por supuesto, no le gustaba verlo llorar.
Padre e hijo subieron al auto y le indicaron al chófer a dónde ir, el beta que fue contratado por Taehyung para que Jungkook no tenga que caminar tanto, empezó a conducir cuidadosamente hasta llegar al hogar de los Min.
Una vez en la entrada, Jimin recibió a ambos pelinegros para hacerlos pasar, Yeonjun fue directamente al cuarto de su primo, mientras su padre y tío se quedaban en la sala.
—¿Cómo va el embarazo? —Jungkook fue el primero en preguntar.
—Cada día odio más a Yoongi. —el menor soltó una risita cómplice. —A veces me siento mal porque en serio que no es voluntario, simplemente me molesta, el otro día solo suspiro y casi lo quería fuera de mi casa. —Ambos empezaron a reír. —¿Y tú?
—Todo lo contrario, quiero estar cerca de Taehyung todo el tiempo, me pongo ansioso cuando no está. Estos días han sido una eternidad sin él. —Jimin lo entendía, así fue él cuando estaba embarazado de Soobin. —Si no siento su aroma me pongo triste y cuando no lo veo empiezo a pensar que me ha abandonado, sé que no es así, pero no puedo convencer a mi lobo de que no nos han abandonado. —Jimin suspiró.
—Así fue mi primer embarazo, había días en los que obligaba a Yoongi a quedarse en casa. Cuando pensaba en que saldría del nido me ponía a llorar, es vergonzoso recordarlo. —dijo con las mejillas rojizas.
—Entiendo eso, cada mañana le suplico a Taehyung que se quede, casi siempre se queda, pero hubo un día que tenía una reunión a la que no podía faltar y aunque lloré me dijo que iría, así que lo obligué a ponerse y quitarse todas las ropas del closet, luego las puse en la cama y le dije que se acostara ahí para que dejara su aroma... —Ambos se miraron incómodos.
—¿Lo hizo? —Jimin sonrió al preguntar.
—¡LO HIZO! —gritó Jungkook y el rubio comenzó a reír. —No sé por qué te cuento esto, luego lo usarás para molestar a mi Tae.
—Yo también te cuento cosas vergonzosas de Yoongi. —el rubio se encorvó de hombros.
—Pero yo no lo molesto con eso, él me da algo de miedo. —Jimin lo miró confuso.
—¿Por qué te daría miedo? Puedes decirle a Taehyung para que lo moleste, ya que no puedes hacerlo tú. —A veces Jungkook no sabía si Jimin se casó con Yoongi por amor o para hacerle la vida difícil.
—¿Supiste lo que pasó en la escuela? —el mayor asintió. —Cada día Soobin se mete en más problemas por mi hijo, siento eso. —Jimin negó en desacuerdo.
—No es culpa de Yeonjun, Soobin toma la decisión de actuar así. Mi hijo tiene un temperamento algo fuerte, además de que su síndrome de Héroe se activa cuando se trata de Yeonjun, así que no te disculpes. Recuérdalo y así cuando mi pequeño vaya a pedir la mano de tu hijo, no seas tan cruel con él y dile que sí. —Jungkook sonrió ante lo dicho por el mayor.
—El problema no seré yo, el problema será Taehyung. —Jimin volteó los ojos con fastidio. —Él detesta la idea de que los niños sean amigos, así que odiara si algún día se casan.
—Si no deja que se casen en el futuro, le voy a arrancar las pestañas una a una.
Ambos omegas comenzaron a reír, luego la plática se desvió hacia temas del embarazo, también sabían que Jin estaba preparando la fiesta de revelación de sexo de ambos, ya que el mayor de los Park era el único que sabía el sexo de ambos bebés.
Los días restantes pasaron rápido, pero para Jungkook fueron un siglo.
—¡Amor, llegué! —escuchó desde su habitación, Jungkook sonrió a la idea de que su alfa volvía ya a casa. —¿Dónde están mis amores? —Escuchó desde la habitación de Yeonjun cómo el cachorro soltaba fuertes risas ante la visita del castaño. —¿Y papi Kook? —el omega solo escuchó los pasos de su alfa y cómo la puerta se abría. —Amor, te dije que no deberías estar frente a la computadora. —Jungkook se giró, dejando a la vista su ya no tan pequeño vientre.
El alfa corrió hasta quedar frente al menor y arrodillarse para poder besar el abultado vientre por sobre la tela de su camisón. Jungkook sonrió mostrando sus dientes tal como lo haría un conejo y acarició los cabellos de su alfa.
—¿Cómo estuvo tu viaje? —El alfa levantó la camisa del omega y se adentró en ella. —¿Qué haces? —preguntó sonriendo y sintiendo los labios de su esposo besando la piel de su gran barriga.
—Estoy contándole un secreto a kiki. —Jungkook sonrió enternecido. —Auch, parece que no le gustó que le ocultáramos cosas a su papi koo. —concluyó al sentir cómo le daban un golpe por su bebé.
—Tae, ni me diste beso a mí. —se quejó el omega, haciendo que su alfa descubra su rostro. —Me dejaste solito por veinte meses. —el alfa sonrió levemente ante la exageración de su esposo, realmente solo fueron tres días.
—Hola amor, te extrañé cada segundo que estuve lejos de ti. —se levantó lo suficiente para llegar a los labios de su marido y besarlo. —Aunque has estado haciendo lo que quieras, te dije que si ibas a trabajar en la computadora usaras la manta y el protector en la pantalla. —regañó al menor, que hizo un puchero. —No hagas pucheros que me los beso. —levantó el rostro del menor, tomándolo de la barbilla, y lo besó.
—Tae, quiero beber leche de plátano. —el alfa asintió.
—Espera, solo pondré la seguridad y voy a buscarlo. —el omega no entendió, hasta que vio cómo el alfa sacaba la manta y se lo colocaba en la barriga, también colocaba el protector en la pantalla para evitar que la radiación afecte al bebé. —Tampoco deberías tener estás cosas que pueden reflejar la radiación. —quitó los objetos que Jungkook tenía en el escritorio.
—Cariño, no es tan- —el alfa lo miró fijamente.
—Lo investigué, es malo que un omega embarazado este tanto tiempo frente a una computadora, tu trabajo es prácticamente ese, así que es mejor cuidarte y también a nuestro bebé. —Jungkook no dijo nada más.
Él podía ganar cualquier discusión con su alfa, pero jamás podría ganarle a Taehyung cuando se trataba de algo relacionado con su cuidado. El alfa era muy insistente y terco cuando era para cuidar de sus cachorros u omega.
—Bien, lo dejaré así, ahora ve por mi bebida. —el alfa asintió y salió de la habitación.
El omega continuó trabajando en su próximo proyecto, hasta que su alfa llegó junto a Yeonjun para disfrutar de un vaso de leche de plátano.
La noche llegó y Taehyung ya estaba acostado en la cama, sobre el nido que Jungkook había preparado. El omega salió de la ducha con una bata azul océano que hacía juego con la del alfa.
—Ven, mi amor, vamos a dormir. —Jungkook sonrió felizmente antes de subirse a la cama y pegar su espalda al pecho del mayor. —¿Me extrañaste? —el menor asintió. —Yo también te extrañé, lo único en lo que podía pensar era en ti, Yeonjun y kiki. —sus manos comenzaron suaves caricias sobre el vientre del pelinegro.
—Te extrañé, pero no estuve solo, Jimin venía por las tardes a tomar el té, su pancita está tan pequeña. —dijo con ternura.
—¿Yoongi venía? —el omega negó.
—Jimin no quería incomodarme al traer un alfa, así que siempre le decía que se fuera. —Taehyung se burló internamente, pero no sé atrevía a hacerlo en voz alta porque él no estaba en una situación tan distinta.
—Mi papá también dijo que te vino a ver. —Jungkook asintió.
—Vino a verme, a veces también me ayudaba a llevar a Jun a la escuela, igual me ponía crema y me masajeaba los pies. —los besitos en su nuca lo hacían cerrar los ojos por el placer.
—Mi papá solo hace eso por mi otro padre, por Jin y por ti, realmente te ama, incluso siento que te ama más que a mí. —Jungkook soltó una risa burlona.
—¿Y quién no? —volteó su rostro para ver a su alfa, que le besó los labios rápidamente.
—Esa es una gran pregunta, ¿Quién no amaría a este omega precioso? —ambos sonrieron mientras sus miradas se mantenían fijas a los ojos del contrario. —Te amo. —soltó como un suspiro que sonaba más bajo que un susurro.
—Te amo.
Y ambos se abrazaron con fuerza para poder dormir, la familia crecería pronto y tanto omega como alfa, amaban la idea.
Holiwilis, ¿Me extrañaron?
Perdón por desaparecer 🫠
La verdad pasaron muchas cosas y también perdí la inspiración.
Pero he vuelto y espero que les haya gustado este capítulo, es cortito pero bonito jsjsjsjs
Nos leemos pronto, gracias por leer y esperarme, las amo preciosas lunitas :3
*Mali fuera*
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