C19
—Vengo a buscar a mi hijo. —dijo el alfa azabache.
—¿Nombre del alumno y su grado, por favor? —la maestra de la entrada, que estaba como encargada de la seguridad de los alumnos, miraba al alfa apuesto y bien vestido que venía por su hijo.
—Jeon Yeonjun, tercer año. —por desgracia, el alfa sí sabía esa información.
La maestra se sorprendió al saber quién era el hijo del alfa, esta era la primera vez que veía al papá de Yeonjun.
—Espere un momento, iré a buscar a su hijo. —el alfa asintió y luego vio cómo la mujer ingresaba a las instalaciones de la escuela.
Unos minutos más tarde, la beta llegó con un cachorro dormido en sus brazos. Yeonjun estaba en su hora de siesta y no lograron hacerlo despertar.
—Está profundamente dormido, ni siquiera despertó cuando lo levantamos, debe estar cansado por jugar mucho hoy. —dijo con una aterciopelada voz.
—Está bien, gracias por cuidar de él. —la beta asintió y le entregó el cachorro.
Yeonjun arrugó la nariz al sentir el aroma desconocido del alfa, su lobito no estaba feliz de olfatear ese olor a maracuyá.
El alfa se fue de ahí con el pequeño cachorro entre sus brazos, estando ya lejos de la escuela, Yeonjun despertó al seguir oliendo ese aroma extraño.
—¿Papi? —preguntó por su papi Jungkook, porque era extraño no sentir el aroma a melón.
—Sí, soy yo, papá. —se presentó Yugyeom, la sonrisa amigable que le dio al cachorro, fuera de causarle confianza, únicamente lo hizo llorar.
Yeonjun luchaba por ser bajado, no quería que este hombre lo cargue, quería ver a su papi Jungkook y a su papá Taehyung.
No conocía a este hombre, le daba miedo.
—Tranquilo, tranquilo, soy papá. —intentó convencerlo, pero el niño solo tenía un papá y no era él.
—¡NO, PAPÁ NO, NO PAPÁ! —el llanto del cachorro alertaba a algunos civiles que caminaban por ahí, pero el alfa se inclinaba disculpándose por el escándalo.
—Ya hijo, vamos, te compraré un helado y dulces. —la misma táctica de Taehyung, pero no con el mismo resultado.
Yeonjun no quería, él solo quería ir a casa con sus papás.
El alfa llevó su mano a la boquita escandalosa del infante y la tapó, evitando que el llanto siga escuchándose, esa acción solo hizo que el pánico en el menor aumente.
Yeonjun sacó sus pequeños colmillos de alfa y mordió un dedo del mayor, haciéndolo retirar su mano de sobre su boca.
—No me muerdas, Yeonjun, soy tu papá. —el alfa quería poder llevarse al cachorro en silencio.
—No, Yeyu solo tene un papá. —el aroma que Yeonjun soltaba era amenazando al mayor, claro, al ser solo un cachorro, no causó nada en Yugyeom.
—Ahora son dos, Jungkook y yo. —el pequeño negó.
—Kim Tayum es mi papá.
Y el pequeño no mentía, él se sabía de memoria el nombre de su papá.
Nadie más puede ocupar el puesto de ser su papá, el lobo de Yeonjun, solo aceptaría a Taehyung como su padre.
Jungkook bajó del taxi, se apresuró a pagar la tarifa y salir de él para poder ir por su hijo.
La junta se había alargado por unos problemas que se encontraron en la programación de otro equipo y él tuvo que solucionarlo. No pensó que tardaría tanto como para llegar tarde por Yeonjun.
—Hola, vengo por Jeon Yeonjun, de tercer año, en el grupo C. —la maestra abrió los ojos sorprendida.
—Su padre ya ha venido por él. —al escuchar eso, Jungkook sintió su corazón detenerse.
Los temores que llegaron a su cabeza eran una tortura, prefirió suspirar y marcar a Taehyung. La esperanza de que él sea quien vino por Yeonjun, estaba presente en cada célula de su cuerpo, quería convencerse de eso, a pesar de que sabía que el alfa estaría trabajando todo el día de hoy.
—¿Taehyung? —El alfa había aceptado la llamada, apenas sonó el timbre de llamada.
—Sí, es raro que me marques los lunes a esta hora, ¿Tanto me extrañaste? —bromeó. Jungkook suele no llamarlo los días lunes porque sabe que el trabajo del alfa aumenta. Las manos del omega le temblaban, su respirar se dificultaba por la presión en el pecho. No podía ni hablar. —¿Pasa algo, Amor? —ya el tono del alfa era preocupado, el silencio del omega estaba inquietado a su lobo.
—Dime, por favor, dime que... —la voz se le fue un instante y sus ojos se cristalizaron. —Dime que Yeonjun está contigo. —el alfa se extrañó al escuchar aquello.
—¿No debería estar en la escuela? —vio su reloj y la hora indicaba que ya había salido hace más de 15 minutos. —Ya salió, ¿no dijiste que irías tú por él? —Jungkook dejó de funcionar en ese preciso momento.
El alfa siguió llamándolo, pero ya no escuchaba nada, su vista perdida en la nada, su corazón muriendo de a poco, y sus manos perdiendo la fuerza hasta que quedaron extendidas, inmóviles.
La maestra que había entregado a Yeonjun miró preocupada al omega, su piel pálida y sus ojos sin brillo daban la impresión de que no estaba vivo.
Y es que Jungkook se sentía sin vida, porque su cachorro lo era todo para él.
—¿Se encuentra bien? —la beta se acercó e intentó tocarlo, pero el pelinegro habló.
—¿Cómo era? —la miró, sin expresiones, con la vista borrosa debido a sus lágrimas. —El alfa que se llevó a mi bebé... —aclaró.
—Era pelinegro y tenía un olor a maracuyá. —Jungkook no soportó más y terminó por soltar el llanto que había estado aguantando.
La beta lo ayudó a mantenerse de pie y lo llevó a la dirección para poder ayudarlo y saber qué había pasado. Toda la conversación fue escuchada por el alfa, ya que la llamada seguía en curso.
Taehyung sintió a su lobo gruñir y aullar, estaba preocupado y enojado. Quien sea que se haya llevado a su cachorro, lo iba a hacer pagar y es que él, tenía una idea de quién había sido.
Tomó las llaves de su auto que estaban sobre su escritorio y salió de su oficina, rumbo al elevador, la sangre ardía en llamas por la adrenalina que sentía.
—Señor Kim, la reunión co-
—AHORA NO.
Gritó sin importarle quién era el que lo llamaba o para qué. El alfa que lo había ido a buscar para avisarle sobre la reunión con una de las marcas más importantes, fue rechazado sin tener la oportunidad de explicar nada.
El chico asintió y se giró para informar que el castaño no estaría en la reunión de hoy. No se iba a enojar ni nada, porque el aroma del alfa, era de preocupación, pero con un olor asesino que dejaba los vellos de punta.
Taehyung ahora mismo solo tenía en su mente a Jungkook y Yeonjun, los demás le daban igual.
El alfa llegó al estacionamiento y se subió a su auto, lo encendió y condujo lo más rápido posible hacia la escuela del menor.
Su cachorro estaba en peligro y su lobo estaba dispuesto a matar para recuperarlo.
—Entonces el alfa sí es el padre del niño. —repitió lo que Jungkook había dicho, aunque él dejó en claro que solo era su padre biológico y eso no le daba el derecho de llevarse a Yeonjun.
—Si es su padre, no debe haber problemas, seguro lo llevó a pasear. —habló la maestra que llevó a Yeonjun hacia el alfa y quien se lo había entregado.
Jungkook estaba con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, ellas no entendían que ese hombre no era el padre del cachorro. El omega no quería que su hijo esté con él, no sabía ni siquiera si sería capaz de hacerle daño o no a su bebé.
—¡Jungkook! —un alfa castaño abrió la puerta de la dirección e ingresó para arrodillarse frente a un omega que, al verlo, no pudo evitar soltar su dolor en un llanto desgarrador.
—Tae... —el lamento del omega hizo trizas el corazón de Taehyung.
—¿Qué pasó? —le preguntó mientras acunaba las manos del menor entre las suyas, para demostrarle que estaba para él.
—Se llevó a Yeonjun... —sollozó al decirlo. —Se llevó a nuestro bebé... —el mayor sintió su furia crecer y su corazón doler.
Taehyung no necesitaba una explicación, él podía deducir quién fue el imbécil que había hecho todo esto, incluso estaba seguro de que había sido Yugyeom.
—Escúchame, hey, amor, escúchame. —le acarició las mejillas, limpiando el rastro de su llanto. —Traeré a nuestro bebé. Lo encontraré y te lo traeré, ¿de acuerdo? —la mirada segura del alfa, le daba esperanzas al omega.
—Mi bebé... Mi Yeyu... —se recostó sobre el hombro del alfa.
Taehyung lo abrazo fuertemente, tratando de transmitirle calma, pero era difícil cuando incluso él tenía una tormenta en su interior.
Se levantó con el omega en sus brazos. Jungkook se dejó sostener por esas fuertes y seguras manos que su alfa tenía. Al estilo nupcial, el pelinegro fue cargado y protegido por el castaño.
—¿Cómo fue posible que un desconocido se lleve a un alumno tan fácilmente? —preguntó el alfa, mirando hacia ambas damas.
—Él dijo ser el padre del cachorro. —respondió la beta.
—¿Y eso fue suficiente? Un alumno que siempre fue recogido por su padre, de pronto es recogido por un completo extraño o ¿Alguna vez vio a ese hombre venir aquí? —la maestra negó. —La negligencia laboral, es un delito. Espero estén preparadas para una demanda legal, recen para que encuentre a mi cachorro pronto o su sufrimiento no se limitará a una demanda. —ambas mujeres quedaron petrificadas por la amenaza del alfa.
Taehyung salió de la oficina con Jungkook en sus brazos.
—Llama al abogado. —ordenó la alfa, que era la directora del plantel.
—¿No creerá en sus palabras, verdad? —la mujer de mayor edad la miró enojada. —Ese alfa es el padre biológico del alumno. —intentó razonar.
—Debiste cuidar tus acciones, ese alfa que se acaba de ir es un gran empresario, no ganaríamos una demanda a menos que tengamos al mejor abogado. —suspiró la alfa y la beta la miró preocupada. —Es una suerte que tengamos padres de familia importantes —la escuela era privada y mayormente era para celebridades o personas adineradas. —, llama al mejor abogado del país si es necesario, pero no podemos perder prestigio por el cachorro de un omega sin importancia como ese.
Alguien debía saber que ese omega, podía no ser importante para todo el mundo, pero era importante para Kim Taehyung, y él haría lo que fuera por su familia.
—Bien, llamaré ahora mismo.
—En ese cajón están los expedientes. —la beta abrió el cajón y sacó varias carpetas en las que venía la información de los padres de familia, sus direcciones y sus números de teléfono.
Buscó entre los números de teléfono y marcó al número del presidente de una de las firmas de abogados más grandes y prestigiosas.
—¿Señor Min?
Taehyung se encontraba ya en la habitación del omega. Jungkook no había parado de llorar todo el camino hasta su casa.
El alfa solo veía cómo el omega se hacía bolita sobre su cama, intentando encontrar rastros del aroma de su cachorro, creyendo que eso podría ser un consuelo para él.
—Iré a buscarlo, te lo traeré, pero por favor, quiero que te mantengas fuerte. Si tú no estás bien, mi preocupación será doble. —se sentó en la cama y comenzó a acariciar los cabellos del omega, que no podía dejar de liberar sus lágrimas. —¿Puedes prometerme que estarás lo más tranquilo posible en lo que voy a buscarlo? —Jeon cerraba los ojos al sentir las caricias de esas manos amables que lo tocaban como si fuera lo más delicado del mundo. —¿Puedes hacer eso por mí y Yeonjun? —el omega asintió débilmente. —Traeré a nuestro hijo, te juro que usaré todo lo que está a mi alcance para encontrarlo y traerlo de vuelta a nosotros, por favor, cree en mí. —el pelinegro asintió una vez más.
Taehyung sonrió y se inclinó para darle un suave beso en la frente a Jungkook, despejándola de los rebeldes cabellos que la cubrían.
El mayor se levantó con la intención de salir de la habitación e ir en busca del idiota y rescatar a Yeonjun. Sus pasos se detuvieron al sentir que Jungkook había atrapado su mano con la suya.
—Cuando lo encuentres —su voz salió con un volumen bajo. —... Rómpele la cara por mí. —refiriéndose a Yugyeom, el alfa sonrió.
—Lo mataría, juro que lo haría si me lo pides. —el omega lo soltó y negó.
—Solo quiero que no vuelva a pensar en acercarse a nuestra familia. —el alfa entendió al omega y tomó su petición, como una orden directa.
—Haré que ni siquiera pueda pensar en algo otra vez. —después de haber dicho aquello, salió de la habitación.
El omega estaba débil, el vínculo que tenía con su cachorro era más fuerte que el de Taehyung porque el suyo se creó desde que Yeonjun estaba en su vientre.
El lobo de Jungkook estaba agonizando por la idea de haber perdido a su cachorro. El omega no tenía fuerzas ni para pararse, odiaba su género en estos momentos, pero también amaba serlo porque así fue que pudo concebir a ese espectacular niño.
Taehyung estaba en el auto, conduciendo directo al aeropuerto, Jungkook le había hablado acerca de la plática que mantuvo con Yugyeom y sabía las intenciones del alfa pelinegro.
—Llama a Yoongi. —le ordenó a la AI que tenía en el auto y a los segundos ya estaba marcando al alfa de mirada felina.
—¡Tae! —respondió animado, no estando al tanto de la situación. —¿Qué pasó? Desde que tienes omega, te olvidas de tu primer amor. —al no escuchar la típica respuesta por parte del castaño, supo que algo no estaba bien.
—Necesito que me ayudes con una demanda. —la voz de Taehyung estaba más sería de lo normal, eso hizo que Yoongi se diera cuenta de que estaba molesto.
—Claro, ¿Quién fue tan idiota como para meterse contigo?
—La escuela donde estudian Soobin y Yeonjun. —el alfa se sorprendió.
—¿Qué sucedió?
—Secuestraron a Yeonjun. —Taehyung fue tan directo que Yoongi se atragantó, asustando a su omega que estaba a su lado.
—¡¿CÓMO QUE SECUESTRARON A MI SOBRINO?! —Jimin se preocupó al escuchar lo que su alfa había gritado.
—La maestra se lo entregó sin siquiera comprobar si realmente era su padre, el idiota volvió y se lo llevó. —Yoongi gruñó al saber bien quién era el idiota.
—La escuela me llamó para una guía legal, ahora entiendo, tú eres el demandante. —confesó el mayor.
—¿Los apoyarás? —preguntó por mero protocolo, él sabía la respuesta.
—Tonto, no tienes ni por qué preguntar eso, sabes que estaría de tu lado aunque los contrarios sean inocentes. —Taehyung sonrió sin ganas, le parecía conmovedor, pero el dolor y preocupación no lo dejaron sonreír adecuadamente.
—Te lo dejo, voy camino al aeropuerto, ese idiota seguro intentará sacar a Yeonjun del país y llevárselo a Australia. —el alfa azabache solo aseguró que podía confiar en él para el tema de la demanda y colgó.
Min Yoongi era el presidente de una de las mejores firmas de abogados del país, nadie, asesorado por él, perdía el caso. Si alguien quería pelear legalmente con uno de sus amigos, no tenía oportunidad alguna.
—¿Cómo está eso de que Yeonjun fue secuestrado? —preguntó Jimin a su alfa.
—Tal parece que al padre irresponsable se le dio por querer tener tiempo en familia. Se lo llevó de la escuela y Taehyung cree que va al aeropuerto, recuerda que Jungkook dijo que el tipo le mencionó que vivía en Australia. —resumió el mayor.
—¿Padre? —preguntó ofendido y su alfa asintió, porque al final, era el padre biológico. —Aaaa, te refieres a don esperma. —Yoongi sonrió por la broma de su esposo. —Está loco si cree que podrá hacer algo, no sabe con quién se está metiendo. Si se mete con mis amigos, se mete conmigo. —el alfa alzó las cejas, él sabía que su omega era de temer.
Jimin era una bella persona, pero no toquen a su gente porque ahí, esa bella persona puede volverse el verdugo más cruel de todos. Él no era como Yoongi, el omega era vengativo.
—Dame tu teléfono, el mío lo dejé arriba. —Yoongi acató la orden y le dio su móvil.
Jimin usó su huella para desbloquear el teléfono de su esposo y presionó algunos botones para después marcar.
—¿A quién llamas? —el alfa fue silenciado por el pelirrubio cuando la otra persona respondió.
—Irene, don esperma apareció y se llevó a Yeonjun.
—¡¿CÓMO QUE SE LO LLEVÓ?! —el grito histérico de la mujer, orilló a Jimin a alejar el teléfono de su oreja.
Habían pasado varios días desde que Jungkook se encontró con Yugyeom y por supuesto que todos ya sabían de la existencia de ese alfa al cual, no sintieron merecedor de ser llamado "Papá" y fue Jimin quien le dio el sobrenombre perfecto.
—El idiota fue en busca de Yeonjun a la escuela y se lo llevó, necesito que hables con tu papá. Según Taehyung, le dijo a Yoongi que iría al aeropuerto, el muy desgraciado está pensando sacarlo del país. —la alfa sentía su sangre hirviendo de enojo.
—Claro, ahora mismo le digo a mi padre, ese idiota no sabe con quienes se está metiendo. —la vanidad de la alfa, la hacía aún más encantadora. —Mi padre lo matará cuando se entere, si es que Taehyung no lo hace antes. —los esposos estaban de acuerdo con lo dicho por la alfa.
Taehyung tenía un don y era ser amado por todos a pesar de ser odioso.
El alfa era tan serio y gruñón que cualquiera pensaría que a todos le cae mal o lo detestan, pero la realidad estaba lejos de ser esa.
Toda persona que lo conociera, terminaba encantada con su esencia, le temían, pero lo apreciaban. El alfa era una persona hermosa que era imposible no amar y envidiar.
Y el padre de Irene no era una excepción, el alfa adoraba a Taehyung como su propio hijo, razón por la que incluso deseaba que se casara con Irene, pero cuando Taehyung le dijo que la alfa no le interesaba de forma romántica, solo pudo desistir.
Ahora, el abuelo Bae, tenía un bisnieto más por parte de Taehyung. Irene sabía que su padre haría hasta lo imposible por encontrar a ese cachorro.
—Te dejo para que hables con tu papá, gracias Irene.
—Taehyung es como mi hermano, no puedo solo quedarme sin hacer nada. —se despidieron y terminaron la llamada.
La alfa llamó a su padre, que era el jefe de policía del país, una orden suya y cerraban todos los aeropuertos si era necesario.
—Papá, no te alteres por lo que te voy a decir. —preparó el terreno para soltar la bomba que traía consigo.
—Hija, ahora estoy trabajando, llámame des- —justo ahora estaba en una reunión con los jefes de policía de cada estado.
—Es sobre Taehyung. —ella sabía que así, no importaba qué estuviera haciendo, el alfa iba a atender la llamada.
—Dime, ¿qué le pasa a Tae?
—Le secuestraron a su hijo. —el alfa se paró y golpeó la mesa enojado, asustando a los que estaban en la reunión con él.
—¡¿QUÉ?!
—Necesito que cierres el aeropuerto, el alfa que se llevó a Yeonjun es el padre biológico, quiere sacarlo del país. —el alfa presionaba con fuerza sus dientes. —Su nombre es Yugyeom, olor a maracuyá y cabello negro, eso es todo lo que sé por Jungkook.
—Está bien. Ya mandé la orden, cerrarán los aeropuertos y las salidas de autobuses. Tengo la información completa del alfa, será fácil ubicarlo. —El abuelo Bae tenía a la mano los expedientes de todos los ciudadanos y no fue difícil buscar a Yugyeom entre ellos.
Si alguien se metía con Jeon Yeonjun, se metía con todos ellos, porque desde que Taehyung presentó al omega como "su omega" frente a sus amigos y familiares, Jungkook y Yeonjun se volvieron parte de la manada que conformaban todos; los Min, los Bae, los Wang y los Kim.
—Me dolió que no me llamaras para ayudarte, hijo. —el abuelo Bae había llamado a Taehyung después de que hablara con los oficiales de todos los aeropuertos y estaciones de bus.
—Perdón, te iba a marcar, pero llamé a Namjoon y mis padres estaban de visita por lo del embarazo de Jin, así que se alargó la conversación. —se disculpó. —Necesito tu ayuda, tío Bae. —el alfa mayor suspiró.
—Irene me ha contado —Taehyung no sabía cómo es que la alfa se había enterado. —, lo encontramos en varias cámaras de seguridad públicas, todo indica que se dirige al aeropuerto de tu padre, es todo un idiota. —Taehyung sonrió con malicia. —Hijo, no olvides poner los pies en la tierra, no dejes que tu odio nuble tus pensamientos. —aconsejó el alfa.
—Gracias, tío Bae, estoy a cinco minutos del aeropuerto.
—Yo estoy ya aquí, si llega antes que tú, lo retendré hasta que llegues. —el alfa castaño sonrió.
—Gracias.
—Nadie se mete con mis nietos. —el abuelo Bae amaba a los todos los cachorros de sus hijos e hija.
Él solo tiene una hija, pero Jimin, Taehyung, Jin y Hoseok, eran como sus hijos, así que los hijos de estos, eran sus nietos también.
La llamada finalizó y Taehyung aceleró para llegar pronto al aeropuerto de su padre. Yugyeom no tenía ni idea de que el padre de Taehyung era el dueño del aeropuerto al que pensaba usar para huir.
Obviamente, sus planes se vendrían abajo y Taehyung no tardó en pedirle a su padre un favor.
—Papá, te enviaré una foto, este tipo es el que tiene a Yeonjun, va directo a tu aerolínea, no permitas que suba a ningún avión, por favor. —Taehyung había ordenado a la AI llamar a su padre.
—No te preocupes, cariño, ese alfa no subirá a ningún lado. —ambos se pusieron de acuerdo y Taehyung le envío la foto antes de bajar de su auto, que ya estaba estacionado frente al aeropuerto.
El padre del castaño no tardó en hacer llegar una orden a sus trabajadores sobre no vender ni un boleto al alfa de la foto.
Yugyeom no tenía escapatoria.
Yugyeom al fin había logrado llegar al aeropuerto, Yeonjun no paraba de quejarse y querer ser bajado. El alfa no sabía por qué su aroma no lograba calmar al cachorro si era su hijo.
El hecho de que tuviera su sangre, no hacía que exista un vínculo del cual aprovecharse, pero eso no lo entendía el azabache.
—Cálmate, nos vas a meter en problemas si sigues así. —lo regañó con voz dura al ya estar harto, el cachorro se quedó llorando en silencio por el miedo que tenía.
El alfa mayor entró al aeropuerto y en seguida sintió varias miradas hacia él, pensó que era por el cachorro quejoso que tenía entre sus brazos.
—Disculpe —una linda omega se acercó a él. —, hay una promoción de viaje para padres y cachorro, ¿gustaría aprovecharla? —el alfa se detuvo a verla.
—¿Por qué no tiene el uniforme de esta aerolínea? —preguntó desconfiado y la omega sonrió divertida.
—No pertenezco a esta empresa, solo vendemos viajes promocionales, nuestros registros no se relacionan con los de aquí, aunque sí usamos su pista de despegue. —el alfa vio la oportunidad de regresar a Australia sin tener que ser detectado.
—Está bien, sí lo quiero.
—¡Bien! —La chica sonrió feliz al haber conseguido su primera venta del día. —Acompáñeme por aquí, por favor. —la omega lo guio hacia un cuarto que nombró como su oficina.
El alfa entró y luego de eso, la puerta se cerró detrás de él, giró rápidamente y se asustó al no ver a la omega, solo la puerta.
Una luz tenue se prendió y pudo visualizar al alfa canoso que estaba sentado frente a él. Yeonjun sonrió al ver a su abuelo Bae, pero este le indicó no hacer nada, el cachorro entendió la seña y se mantuvo quieto.
—¿Qué hace? —preguntó con temor el azabache. —Tengo un cachorro. —usó de escudo al menor.
—Sí, puedo verlo. Ese cachorro no es tuyo, ¿por qué lo tienes? —Yugyeom no sabía cómo es que sabía eso el anciano.
—Soy su papá.
—¿Seguro? —una tercera voz apareció.
—¡PAPÁ! —gritó alegré el cachorro al ver la aparición de su padre alfa.
—Creo que deberías bajarlo ahora mismo, no tienes derecho a siquiera verlo. —apretaba los dientes y sentía su sangre subirse a su cabeza, sus puños añoraban remodelar el rostro del alfa azabache.
—¿Y tú quién te crees para decirme si está bien o no? —preguntó ingenuo a la realidad.
—Yeonjun ya lo dijo, soy su padre. —la sonrisa de felicidad de Yeonjun no tenía precio y la sonrisa de satisfacción del alfa castaño al haberlo dicho, tampoco. —Suelta a mi hijo, ahora. —su voz tenía un tono firme y demandante. El alfa pensaba negarse, pero las luces faltantes fueron encendidas.
Tres policías armados aparecieron, estaban pegados a la pared con sus armas listas para disparar.
—¿Sabes que lo que haces es un delito? —Yugyeom, irónicamente, fue quien pregunto.
—Soy el jefe de la policía estatal, yo solo veo el delito de secuestro de un menor. —habló el abuelo Bae.
—Soy su padre, no es un sec-
—¿Tienes algún documento que compruebe eso? Ante la ley, Jeon Yeonjun es únicamente el hijo de Jeon Jungkook. No tienes derecho alguno a llevártelo como lo hiciste. —El alfa canoso era quien hablaba. Taehyung no perdía de vista a su cachorro.
Su lobo estaba rasguñando por rescatar a su hijo y llevárselo a su omega para que pueda aliviar su dolor.
—Suéltalo. —interrumpió Taehyung, usando su voz de alfa.
Yugyeom acató la orden sin oposición alguna, su lobo sintió temor.
—¡PAPÁ! —el pequeño pelinegro corrió hacia su padre alfa. El mayor se agachó para recibirlo entre sus brazos. —Yeyu estaño a papá. —sus ojitos comenzaron a cristalizarse y su puchero hizo aparición en sus pequeños labios.
—Tranquilo, papá siempre vendrá por ti. —lo apretó aún más, dejándole en claro que estaba ahí por él. —Mi vida —lo alejó y lo vio fijamente a los ojos. —, ve con tío Namjoon a casa —el menor negó. —, ve, papi está muy triste, necesita verte para estar feliz. Papá tiene que hacer algo, así que, ¿puedes ir y cuidar de papi por mí? —una puerta trasera se abrió y apareció Namjoon.
—¿Yeyu cuda de papi? —el alfa asintió. —Bien, peo papá no tades, ¿shi? —sus ojitos seguían hinchados y rojos, pero ahora estaban con un brillo hermoso.
—Iré a casa tan rápido como pueda. —sonrió para demostrar que no mentía.
—¿Lo pometes? —levantó su meñique y el alfa sonrió de ternura.
—Lo prometo. —unió su meñique al del cachorro y sostuvo entre sus brazos al ponerse de pie.
Taehyung le entregó a Namjoon al cachorro que tenía entre sus brazos y lo vio irse, Yeonjun se despedía moviendo sus manitas hacia su papá y Taehyung le sonreía genuinamente.
La sonrisa dirigida al menor desapareció, apenas Yeonjun dejó de estar en su campo de visión, pues la puerta fue cerrada. Namjoon había ido solamente para recoger a Yeonjun y llevarlo con Jungkook lo antes posible.
—Sabes... —se giró hacia el alfa. —No suelo golpear o causar problemas. —informó, mientras metía su mano izquierda a su bolsillo y buscaba algo.
—Ya tienes al cachorro, ¿ya puedo irme? —Taehyung sonrió divertido por la falta de comprensión que tenía el azabache.
—No pensaba hacerte nada con mis propias manos, realmente no me gusta manchármelas con basura —sacó unos anillos gruesos de su bolsillo y se los puso en los dedos de su mano derecha. —, pero si mi omega me pide un favor, yo lo tomaré como una orden. —se acercó.
El abuelo Bae veía todo desde lejos, no interfiriendo y estando orgulloso del castaño.
—¿Qué quieres decir?
—Mi omega me pidió romperte la cara y eso es lo que haré.
—Ese hijo de p- —no pudo terminar, pues el puño de Taehyung impactó en su cara.
El castaño no se detuvo ahí, comenzó a dar golpe tras golpe al alfa que yacía en el suelo. Yugyeom no podía ni defenderse, pues los golpes eran constantes y certeros.
—¿No deberíamos detenerlo? —le preguntó un oficial al señor Bae.
—¿Detenerlo? —preguntó sin despegar su vista de Taehyung. El alfa seguía golpeando a Yugyeom sin hacer pausas.
—Podría matarlo si continúa golpeándolo así. —sonó preocupado el oficial.
—¿Qué piensas de mi hijo? —miró al oficial. —Él no renunciaría a la libertad que comparte con su omega, por un alfa sin importancia. —el alfa uniformado lo miró con duda. —No lo matará, quizá lo deje con algunos huesos rotos, suficientes como para decir que cayó de las escaleras mientras intentaba huir. —ese sería el reporte policíaco. —Dejemos que mi hijo le enseñé por qué nunca debe siquiera pensar en acercarse de nuevo a su familia. —el oficial asintió y regresó a su posición.
Después de un rato, Taehyung dejó de golpearlo. Yugyeom aún tenía signos de vida.
El castaño se levantó y caminó hacia el abuelo Bae, mientras se quitaba los anillos para limpiarse los nudillos, que estaban manchados del líquido color carmín, con el pañuelo que traía en su bolsillo. El alfa canoso le sonrió y le levantó un pulgar en aprobación.
—Ese es mi hijo. —halagó, a pesar de que el alfa no era realmente su hijo.
—Debo irme. —el alfa mayor asintió, sabía que tenía urgencia por ir hacia su omega. —Muchas gracias, pá Bae. —el mayor le sonrió feliz por el apodo.
—Ve con tu familia, yo me hago cargo del resto. —Taehyung le sonrió y salió por la puerta trasera.
Al salir se encontró con su padre, el dueño del aeropuerto.
—Namjoon sigue en el auto, te está esperando. —informó, el alfa mayor no quería que su hermano conduzca en ese estado inestable. —Todo está bien ahora, cariño, todo está bien. —lo abrazó.
Y solo en los brazos de su padre, el alfa se permitió ser débil, volvió a ser un cachorro. Su padre Heechul era quien mejor lo entendía y más protegía.
—No los protegí bien. —se lamentó, la mano amigable que frotaba su espalda le brindaba apoyo, una lágrima se escapó y deslizó por su mejilla.
—Sabes que eso no es verdad, no podías prever esta situación, no es tu culpa, cariño. —lo sacó de su cuello y acunó su rostro entre sus manos. —Los protegiste muy bien, lograste recuperar a tu cachorro y ahora solo debes llevarlo con Jungkook. —el alfa estuvo de acuerdo con su padre.
—¿Seré un buen alfa? —el beta le limpió el rastro húmedo de su lágrima y después le sonrió con cariño.
—Ya lo eres, créeme, eres un buen alfa y un buen padre. —lo beso en su mejilla. —Ve a reunir a tu omega con su cachorro, seguramente ambos se extrañan. —Taehyung asintió en acuerdo.
—Gracias papá, te amo. —el beta sonrió aún más alegre al escuchar lo dicho por su amado hijo.
—También te amo, ahora, ve a reunir a tu familia, los tres lo necesitan. —se despidieron con un abrazo y Taehyung corrió hacia afuera.
Ubicó el auto de su hermano y se dirigió a él. Una vez llegó, Namjoon quitó el seguro y dejó que el alfa ingresara a los asientos traseros donde estaba Yeonjun esperando por su papá.
—Te dije que lo llevaras. —regañó al mayor, pero recibió gustosamente entre sus brazos al menor.
—Lo mejor es que seas tú quien le lleve a su cachorro. —el alfa tenía razón. Namjoon sabía que Jungkook estaba vulnerable, había la posibilidad de que lo ataque si entraba a su casa y más si tenía al cachorro. —Lo sabes, por eso mejor esperé.
—Vamos, no tengo ánimos de discutir. —Namjoon solo blanqueó los ojos y puso en marcha el auto.
Taehyung estaba frente a la casa verde con Yeonjun entre sus brazos. Abrió la puerta e ingresó a la casa, que estaba infestada del aroma agrio del omega.
Taehyung se dirigió a la habitación donde estaba su omega y abrió la puerta, Jungkook miró hacia ella y sus ojos se cristalizaron al ver a su alfa con su cachorro en sus brazos.
—Mi bebé. —extendió sus brazos y Taehyung se acercó. Yeonjun se lanzó hacia los brazos de su papi. Lo había extrañado demasiado. —Perdón, perdón, no bebí llegar tarde. —el cachorro se apartó y miró a su padre omega, que estaba hecho un completo desastre.
El pequeño alfa le acarició los ojos rojos a su papi y limpió las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas, con sus deditos.
—Papi no tene cupa, Yeyu ama muto a papi. —lo besó en su mejilla. El alfa veía feliz el hermoso momento. —No cupes o Yeyu llola. —eso hizo sonreír al pelinegro mayor.
Taehyung se acercó y se subió a la cama, se sentó en el borde, pegando su espalda a la cabecera para después abrir sus brazos y recibir a ambos seres amados por él, entre ellos.
Su aroma a uvas se dispersó por todo el lugar y Jungkook soltó su olor a melón, dejando de lado su aroma agrio, un nuevo aroma se sumó al ambiente.
Un delicioso y tierno aroma a naranja dulce fue el nuevo ingrediente para la mezcla que se sentía en el hogar Jeon.
La familia estaba reunida y ahora, y en el futuro, solo les espera mucha felicidad.
Holiwilis ♡
¿Qué les pareció este capítulo?
Este es el capítulo dramático, obvio es leve, ya que quería mantener lo soft y se solucionó rápido porque no quería que sufran tanto ♥
Espero les haya gustado :3
Este es uno de los capítulos más extensos, si es que no es el más extenso de todos JAJAJAJA
Gracias por leer, las amo ♡
*Mali fuera*
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