C18

—No le des todos los dulces que pida, solo puede comer tres al día. No lo consientas demasiado, ¿está bien? —indicaba Jungkook y el alfa asentía. —Bueno, me voy, cuida de nuestro bebé. —se dieron un pequeño beso antes de que el omega entrara al edificio.

Estaban frente al trabajo de Jungkook, el alfa se encargaría de cuidar del cachorro mientras su omega estaba en el trabajo. Era jueves, un día de escuela, pero el omega todavía no se sentía a gusto de enviar a su cachorro a estudiar.

Jungkook no quería que Yeonjun se exponga tan pronto a otros cachorros que no se han presentado, quizá no pueda controlarse, así que prefería esperar y llevarlo a la escuela la próxima semana. Yeonjun había ya faltado dos días, un día más no era problema.

—Bueno, vamos a casa. —informó Taehyung al entrar al carro. El cachorro que cuidaría estaba en la parte trasera en su silla especial. —¿Quieres música? —le preguntó y Yeonjun asintió.

—¡Supeeeee tunaaaaaa! —gritó el pequeño, su canción favorita.

—Bien, esa pondré. —Taehyung no quería admitir que esa música le encantaba a él también.

La música sonó por todo el camino, mientras el cachorro cantaba a todo pulmón y el alfa le hacía coro cuando correspondía.

Así fue su viaje hasta que llegaron al castillo verde que era la casa del menor. El alfa se bajó del auto y luego fue en busca de su cachorro.

Una vez dentro de la casa, Taehyung preparó una liviana merienda e hizo que el pequeño comiera, pero eso le hizo tener sueño a Yeonjun, por lo que ahora, el alfa lo estaba recostando en la cama y arropando, mientras los ojitos del cachorro dormitaban.

—Papá —lo llamó cuando el alfa estaba por salir de la habitación. —, ven. —extendió su brazo y con su manita comenzó a llamar al alfa. —Yeyu quele domil com papá. —el mayor lo miró y negó.

—No tengo sueño, pero me quedaré hasta que te duermas, ¿de acuerdo? —se acercó y tomó la manita del pequeño Yeonjun.

—No. —hizo un tierno puchero e intentó jalar a su papá para que se recostara a su lado. —¡Ven! —el alfa suspiró.

—Está bien, pero es que no tengo sueño. —se recostó a un lado del cachorro sin soltar la manita que lo detenía de irse. —Duerme tranquilo, papá te cuida. —el pequeño soltó a su papá al estar seguro de que no se iría de su lado.

El alfa llevó su mano al pecho del cachorro y empezó a dar palmaditas suaves y cariñosas para adormecer a Yeonjun. El cachorro estaba por dormirse cuando las palmaditas se detuvieron, abrió los ojos y miró hacia su papá.

El alfa se había quedado dormido.

—¡Líder de equipo! —le llamó uno de los miembros de su equipo. —La presentación para la junta estaba en el USB verde y no lo encuentro. —el nerviosismo en su voz, dejaba en evidencia su sentimiento de culpa.

—Tranquilo, yo tengo una copia en mi correo. —informó Jungkook, aliviando el estrés de su compañero. —Ahora, vamos a esa presentación y obtengamos un visto bueno.

Jungkook animó a su gente y todos entraron a esa oficina para presentar el nuevo juego que habían creado. El omega era el mejor en su campo, por algo se había vuelto el líder del equipo de programación.

Mientras él explicaba todo el trabajo que hizo junto a su equipo estos últimos meses, sus demás compañeros del departamento apoyaban con la presentación y ánimo moral.

El juego fue aceptado por el área directiva e incluso los habían halagado por la animación tan detallada que tenía, Jungkook logró que su programación haya obtenido un sí para ser lanzado al aire.

—¡SÍ SE PUDO! —festejó con su equipo, los cuales gritaron felices por el logro. —¿Les parece bien si festejamos con una bebida? —todos estuvieron de acuerdo con ir a un restaurante para beber y comer. —Vamos, vayamos por unas bebidas. —tomaron sus cosas y salieron de la oficina.

Mientras todos estaban en el elevador, Jungkook le mandó un mensaje de texto a Taehyung donde le decía que iba a llegar un poco tarde, ya que iría a beber con los miembros de su equipo.

Después de enviar el mensaje, guardó su teléfono y comenzó a hablar con algunos de los miembros.

El elevador llegó hasta el último piso y todos salieron de él. Jungkook caminaba junto a la sub líder del equipo, que era la segunda al mando, después de él. La alfa estaba hablando sobre temas del trabajo cuando una voz desconocida para ella y casi olvidada para el omega, la interrumpió.

—¡JUNGKOOK! —el omega se dio la vuelta y sus ojos se abrieron por la sorpresa. —Hola, te he estado buscando... ¿Podemos hablar? —la alfa vio hacia su líder y este la miró.

—¿Te encuentras bien? —cuestionó al ver el rostro de Jungkook y sentir su aroma, el omega asintió.

—Ten, usa la tarjeta de la empresa para pagar, iré a la comida más tarde. —le entregó la tarjeta y la alfa la tomó, luego se fue junto a sus compañeros.

—Sabes que te-

—¿Qué haces aquí, Yugyeom? —la mirada del omega era de disgusto. —Creí que no te volvería a ver nunca. —el desprecio del omega hacia el alfa era evidente, incluso su aroma era de rechazo.

—Vine a verte y a nuestro hijo.

Jungkook se asustó al escuchar eso. No, no quería que el alfa supiese de Yeonjun, esa era su peor pesadilla.

—¿De qué estás hablando? —intentó fingir que no sabía, pero su aroma nervioso lo delató.

—Yeonjun... Sé que es mi hijo.

—No, no es así. —el alfa se acercó a Jungkook, pero este dio dos pasos hacia atrás. —No menciones a mi hijo.

—Hablemos, te invito un café. —la voz amigable del alfa ya no podía engañar a Jungkook.

Ya no era un inocente adolescente que caería fácilmente ante una mentira tan notoria como esta. El alfa era falso y todo lo que saliera de su boca lo era.

—No, no pien-

—Entonces iré a tu casa para hablar con Yeonjun y ese alfa que hace de niñera. —Jungkook fue interrumpido.

El miedo de que Taehyung y Yugyeom se conozcan fue más fuerte. Además, el omega no estaba dispuesto a que su cachorro se involucre con este alfa azabache.

Es por eso, que ahora, estaban en una cafetería, sentados frente a frente para hablar como seres humanos civilizados.

—Te prometí que nos casaríamos, ¿recuerdas? —la sonrisa que el alfa le mostró, no causó nada en Jungkook.

—¿Qué es lo que quieres? —sabía que no vendría por nada. —¿Por qué regresas ahora? —el alfa suspiró.

—Estoy viviendo en Australia y mi padre me dejará toda su herencia. —Eso no le importaba en lo más mínimo a Jungkook.

—Felicitaciones, pero sigo sin entender. —su tono monótono era de desinterés.

—Él no me la dará hasta que esté casado y tenga un heredero alfa. —ahora Jungkook entendía el motivo de su repentino regreso. —Jungkook, podemos tener la vida que te prometí. ¿Sabes? Solo quiero remediar todo y darte una vida digna, a ti y a nuestro cachorro. —posó su mano sobre la de Jungkook, pero apenas sintió su piel ser rozada por la del mayor, la quitó.

Su omega sentía un completo rechazo hacia el alfa. El roce fue como si le hubieran pegado un metal caliente a la piel.

—No es necesario, yo me he dado una vida digna, a mí y a mi cachorro. —se frotó una servilleta sobre su mano. —No lo vuelvas a llamar tu cachorro, él, es mío y de mi Alfa.

—¿Recuerdas de quién es la mordida en tu cuello? —sonrió burlesco el azabache.

—¿Cuál? Hace años que desapareció y mi cuello está disponible solo para un alfa y por supuesto, ese alfa no eres tú. —si el alfa creía que Jungkook sería como en el pasado, estaba muy equivocado. —Ni se te ocurra acercarte a mi Alfa o a mi cachorro, porque entonces, no descansaré hasta destruir tu vida.

—Ahora que tienes nuevo alfa, ¿tienes seguridad para hablarme así? Te recuerdo que ningún alfa te tomará en serio, si no aceptas mi propuesta, serás un omega miserable toda tu vida. —miró fijamente a Jungkook, que simplemente se rio de lo que escuchaba.

—Ahora que tengo a un VERDADERO alfa a mi lado —enfatizando la palabra. —, soy plenamente feliz y sobre ser un omega miserable, eso únicamente lo fui cuando estuve contigo. —se levantó de la mesa y el alfa lo siguió hasta salir de la cafetería.

Yugyeom lo tomó del brazo y lo giró para encararlo, el omega se mantuvo firme, no temiendo a nada. Él defendería a su familia de su pasado.

—Yeonjun es mi hijo, lo he sabido siempre. Nadie que no sea yo puede ocupar el espacio que dejé. —hablaba tan seguro de sí mismo.

—Te equivocas. Mi hijo no es tuyo y mi Alfa, es más de lo que algún día podrás ser tú —lo apuntó viéndolo con desprecio. —, él llenó por completo todo, incluso, le quedó pequeño el puesto. —Taehyung era más de lo que algún día Jungkook soñó encontrar en un alfa. —Ahora déjame —zafó su brazo del agarre del alfa. —, tengo una fiesta a la cual ir. —se giró y comenzó a alejarse del mayor.

Yugyeom estaba casado, tenía un omega y era al que había marcado. Su padre quería un nieto alfa y al saber que Yeonjun se había presentado como alfa, decidió usar al cachorro para su beneficio.

La realidad es que el alfa con olor a maracuyá, se había enterado del cachorro hace muchos años cuando vio a Jungkook embarazado, pero fingió no haberlo visto.

Lo ha estado vigilando desde entonces, necesitaba saber el género de Yeonjun para decidir si incluirlo a su familia o no.

—Necesito un hijo alfa, sea como sea. —susurró mientras veía cómo el omega desaparecía de su vista.

Taehyung dormía profundamente cuando sintió cómo algo húmedo se paseaba por su rostro, comenzó a abrir sus ojos, pero una lengua se asomó sobre su cara haciéndolo cerrarlos de nuevo.

—¿Qu- —se apartó y pudo ver al causante de la humedad en su cara. —¿Cachorro? —preguntó al pequeño lobo que movía su colita feliz por haber sido reconocido. —Te pudiste transformar... —se llevó la palma de su mano hacia su boca, sorprendido por lo que estaba viendo.

Yeonjun se había convertido en un pequeño lobo negro, su forma más vulnerable era algo que no mostraría ante cualquier persona, pero Taehyung era su papá, así que estaba feliz de mostrar su forma lobuna.

El cachorro se volteó, mostrando su pancita, esperando con emoción ser acariciado por su padre alfa.

—¿Te doy mimos? —habló cariñosamente, mientras llevaba su mano hacia la pancita del lobito y la rascaba. —Eres igual de lindo en tu forma de lobo, cachorro. —Yeonjun movía su patita trasera al ritmo de las caricias de su papá.

El alfa estaba recostado de lado, sosteniendo su cabeza con una mano y acariciando al cachorro con la otra. El pequeño lobo se liberó de las manos del mayor para acercarse a su rostro y comenzó a lamerle la mejilla.

—Ahg, debes saber que eres al único cachorro que dejó que me llene de babas la cara. —comenzó a reír.

El alfa se recostó sobre su espalda y cargó al lobo para dejarlo sobre su pecho. El lobito se recostó un rato, dejando que su papá lo acaricie y le dé besitos en la cabeza.

Yeonjun comenzó a moverse hasta que Taehyung lo liberó y se bajó de encima suyo. El alfa vio cómo el mini alfa se sentaba sobre sus dos patas traseras para levantar las delanteras y luego mirarlo con la cabecita un tanto inclinada a la derecha.

—Tierno. —expresó el alfa ante tal imagen. —¿Tienes hambre? —al escuchar eso, el cachorro se puso sobre sus cuatro patas y comenzó a mover su colita feliz. —Vamos, te prepararé algo. —Yeonjun comenzó a ladrar de gusto al ser consentido por su papá.

Taehyung llevó al cachorro hasta la cocina, donde le cocinó pequeños trozos de carne para alimentarlo.

—Vaya que comes muy bien. —decía mientras veía al alfa menor devorar su comida. —Es raro, ya es tarde y tu papi no ha llegado. Quédate aquí un momento, voy por mi teléfono. —a pesar de la orden, el cachorro siguió al alfa hasta la habitación donde había dejado su móvil. —Te dije que no me sigas, termina tu comida. —dijo una vez volvieron a la cocina.

Mientras Yeonjun terminaba de comerse todo lo del plato, el alfa prendió su celular y vio las notificaciones de varios mensajes, siendo los de su omega los primeros en presionar.

Leyó el mensaje que le informaba que llegaría tarde porque iría a beber con sus compañeros y él supuso que algo bueno había pasado, así que sonrió orgulloso.

Luego salió del chat que mantenía con el menor y vio otros más, pero había uno de un contacto que no tenía registrado. Entró a la conversación para saber de quién se trataba, pero lo que se encontró fue una fotografía de su omega sentado con otro hombre y este, le estaba tocando la mano.

—Lo vi en el restaurante, ¿seguro que es solo tu omega? —leyó el mensaje que acompañaba la foto. —Si no lo fuera, estaría preocupado de que esté con otro hombre. —respondió aun sabiendo que no lo escucharían.

Taehyung eliminó la conversación sin siquiera tomarse la molestia de responder y bloqueó el número desconocido. No le importaba en lo más mínimo que quisieran dejar mal a su omega, él confiaba en Jungkook y sabía que no era el tipo de persona que dejaba a su cachorro con su alfa para ir a verse con otro hombre.

No cuando Taehyung sabía el amor que Jungkook le tiene a su cachorro y a él. La persona que envió la foto sin duda lo hizo con malas intenciones y no conoce al pelinegro, de conocerlo, sabría que no lograría cambiar la imagen que el alfa tiene de él.

—¿Terminaste? —levantó el plato que quedó completamente limpio. —Ve a jugar, lavaré esto e iré en un momento contigo. —tal como dijo, lavó los trastes y luego fue a ver a Yeonjun a la sala.

Taehyung sonreía mientras veía al pequeño lobo correr de un lado a otro, en busca de la pelota que él le lanzaba. Yeonjun estaba tan feliz, su lengua fuera de su boca y salivando de emoción al perseguir la pelota, pero ahora quería jugar con el lobo alfa.

—¿Qué? —lo miró cuando el cachorro se detuvo a verlo y le ladró para llamar su atención. —Estoy jugando ahora mismo. —le respondió al entender que quería jugar con él. Yeonjun ladró y luego dio una vuelta sobre su propio eje. —No, no voy a transformarme en lobo, ya soy demasiado adulto como para hacer eso. —su cachorro sabía cómo convencerlo.

Yeonjun se echó al piso, colocando su cabeza sobre sus patas delanteras y bajó las orejas, alzó la mirada, sus ojitos llorosos mirando fijamente al mayor, demostrando el sufrimiento de no poder jugar con su papá lobo. La cereza del pastel fue el llanto que dejó escapar.

—Solo un rato. —se rindió.

El alfa se transformó en un enorme lobo café, sus ojos siendo dos esmeraldas preciosas. Yeonjun se levantó y fue corriendo a rodear las patas del gran lobo.

El alfa bajó su nariz para comenzar a olfatear a su cachorro, siendo él quien lo había reconocido como suyo, incluso antes que el humano. Taehyung se recostó en el suelo y dejó que Yeonjun comenzará a jugar con sus orejas.

El cachorro las mordía cómo buscando iniciar un juego brusco, el alfa se dejaba mordisquear por el pequeño, sus mordidas no dolían.

Yeonjun se aburrió de no causar una pelea divertida entre su papá y fue a atacar su cola. El lobo menor mordió la cola del lobo mayor y este se levantó para gruñirle, como diciéndole que eso no se debe hacer.

El cachorro se puso en guardia, bajando su cabeza y alzando su trasero, mientras su cola se movía divertida, pues era una pelea en la que no había riesgos. Él sabía que su papá no le haría daño nunca.

El lobo café soltó un bufido y decidió seguirle el juego al menor. Taehyung también se puso en guardia y comenzó a "atacar" al cachorro, Yeonjun se lanzaba a morderlo, pero el mayor era más rápido y terminaba por esquivarlo.

El alfa salió corriendo y el menor corría detrás de él, sintiéndose poderoso por hacer huir a un alfa mayor. Taehyung se detuvo y giró para ser ahora él, quién persiga y Yeonjun sintió que se lo iba a devorar. Sus pequeñas patas cortas no lograban conseguir una velocidad mayor a la que tenía.

El lobo marrón ni siquiera corría con toda su velocidad.

En su desesperación, el cachorro se intentó meter bajo el sofá, pero no logró entrar por completo debido a su gran estómago. Al sentirse preso del suelo y el sofá, comenzó a llorar.

El mayor se dirigió a él y lo mordió, sin llegar a herirlo, para sacarlo de debajo del sofá. Una vez fuera, lo mordió del cuello y lo cargó en su hocico.

Yeonjun se sentía humillado por haberse trabado en aquel lugar, dejó que su papá lobo lo lleve hasta la alfombra, donde se recostó y soltó al cachorro entre sus patas.

El diminuto lobo negro se quedó viendo los ojos del alfa marrón y luego acercó su nariz hasta la del mayor, rozándola. El lobo mayor sacó su lengua y comenzó a lamer al lobito, dándole mimos.

Luego de un rato, el cachorro comenzó a hacer trucos frente a su papá, tratando de sorprenderlo porque creía que el mayor no podría hacer lo que él sí.

Taehyung soltaba ladridos de sorpresa y emoción, aumentando la felicidad del cachorro.

Luego de un rato, el lobo negro se acercó al café y se recostó entre sus patas, bostezo y se quedó completamente dormido en unos minutos. El cachorro estaba tan calmado y hecho bolita entre las patas delanteras de Taehyung, que el alfa no fue capaz de volver a su forma humana.

El lobo marrón recostó su cabeza sobre el cuerpo del pequeño cachorro, siendo su peso muy cómodo para Yeonjun, y se durmió.

Liberando sus feromonas para dejar en claro que ese era su territorio y nadie podía ingresar sin su permiso.

Nadie que no sea parte de su manada.

Jungkook llegó después de ir a beber con sus compañeros, él no bebió tanto, pero aun así su compañero, que no bebía, se ofreció a llevarlo a casa al igual que a todos los integrantes del equipo.

El omega no se negó porque todos irían, el alfa que lo había llevado, caminaba detrás de él, cuidando sus pasos para que no cayera. El omega era el último en ser dejado en su casa.

—¿Está realmente bien, líder de equipo? —Jungkook asintió. —Me iré una vez que esté a salvo en su casa. —era el encargado de proteger a la persona más valiosa de su equipo.

—Estoy bien, no bebí tanto, además mi Alfa está en casa, ¿quieres pasar a tomar un poco de café? —ofrecía mientras ingresaba la llave y giraba hasta abrir la puerta.

El olor que se filtró en la diminuta apertura, hizo que Jungkook cierre la puerta y se gire en dirección al alfa, que lo miró sorprendido.

—Mejor no, es mejor que te vayas, perdón, otro día te invito un café. —sonrió nervioso y el alfa solo asintió.

Él también había sentido el aroma de un alfa cuidando su territorio, sabía lo peligroso que era ingresar a esa casa, podría no salir vivo de ella. Se dio la vuelta y caminó hasta su auto. Jungkook ingresó a su casa una vez que se aseguró de que el menor se había alejado.

El omega abrió la puerta y entró, con sigilo se quitó los zapatos y se deslizó hasta la sala, sus pies en punta, evitando hacer ruido o ser descubierto.

—Oh mi... —se tapó la boca con la palma de su mano.

La imagen de un gran lobo marrón enroscado y de un diminuto punto negro siendo protegido con todo su cuerpo, fue vista por el omega. El alfa había rodeado a Yeonjun con su cuerpo, el cachorro estaba profundamente dormido, tanto que no sintió cuando el mayor cambio de posición.

El hocico del lobo mayor estaba cerca del cuerpo del lobo menor y dormía, aunque no tan profundo, pues al percatarse de la presencia de un tercero, sus ojos fueron abiertos.

—¿Taehyung? —El alfa movió la cola para dejar en claro que sí era él. —Eres hermoso. —se acercó y se arrodilló para poder acariciar el pelaje del mayor. —Nunca había visto a otra persona en su forma lobuna. —confesaba mientras continuaba sus caricias.

El alfa se dejaba acariciar, era su omega, él era más que bienvenido a su territorio, él incluso era el dueño de ese territorio.

—¿Yeonjun? —miró a la bolita de pelos oscuros que estaba pegada al estómago de su papá. —Dios, tan pronto y pudo convertirse en lobo. —el cachorro buscó su mano al sentir su aroma.

Taehyung se levantó al ver que su cachorro había vuelto a su forma humana y se había dirigido a abrazar a su papi omega. El alfa también volvió a ser humano.

—¿Cuál es la buena noticia? —preguntó el alfa, apenas se puso de pie. —Si fuiste a beber, es porque algo bueno pasó, ¿verdad? —el omega asintió feliz mientras también se ponía de pie con ayuda de la mano que en alfa le ofreció.

—¿Papi feli? —preguntó el menor. Jungkook le sonrió y asintió.

—Aceptaron mi propuesta, el juego será publicado. —dijo, ocultando su verdadera emoción.

El alfa no lo pensó dos veces cuando lo elevó en lo alto y luego lo bajó para poder abrazarlo y dar vueltas con el omega entre sus brazos.

—¡FELICITACIONES MI AMOR, ERES REALMENTE GENIAL! —gritó realmente feliz por el logro de su novio. —Mi omega es realmente superior, perfecto, encantador y mío, mío, mío. —decía mientras lo apretaba más entre sus brazos.

—No es la gran cosa. —el omega reía por las acciones del alfa y el cachorro estaba sonriendo de solo ver cómo sus papás se abrazaban. El alfa lo separó y lo tomó de los hombros.

—¿Cómo no? Has trabajado duro durante meses en ese programa, guías a tus compañeros de equipo, los instruyes en las programaciones, incluso no dormías lo suficiente con tal de detallarlo todo lo posible. —sus ojos fijos a los del omega. —No desmerites tu esfuerzo, lo que has logrado lo tienes bien merecido, has luchado por eso, claro que voy a estar feliz y orgulloso de que estés recibiendo las recompensas de tus esfuerzos. —comenzó a quitar los mechones de cabellos de su frente. —Mi omega es un gran líder de equipo, has logrado llevarlos al éxito, ellos también están felices de que los guíes, pero no más que yo, porque eres mi omega y cuando obtienes el éxito, nadie es más feliz que tu alfa. —besó la frente del menor.

Sí, Jungkook había conseguido al mejor alfa de todos. Confirmando que el puesto le había quedado muy pequeño, pero ahora, nadie que no sea Taehyung, podía ser su alfa.

—Tengo que decirte algo. —habló seriamente.

Taehyung sonrió, sabiendo que seguramente se trataba de algo relacionado con la foto que le enviaron.

—Escucharé todo lo que quieras decirme, sabes que mis oídos, siempre anhelan tu voz. —no quería que el ambiente sea tenso.

—Se trata del alfa que me mordió... —Taehyung no iba a mentir, la sonrisa se le borró. —Él volvió. —el alfa suspiró.

—¿Papá? —Yeonjun llamó a Taehyung al sentir el aroma agrio de su papi, pensó que había peligro y eso causaba el miedo del omega.

—No es nada, cachorro. —Taehyung lo cargó en sus brazos. —Hablemos cuando Yeonjun se haya dormido, ¿sí? —llevó su mano a la nuca del omega y luego lo invitó a inclinarse para que pueda besarle la frente de nuevo.

—¿Estás molesto? —preguntó preocupado el menor.

—Sí, pero no contigo, jamás contigo. —estaba enojado con el alfa que estaba perturbando a su omega.

—¿Aún quieres estar conmigo?, ¿No me odias? —lo tomó de la camisa para detenerlo, pues el alfa estaba por llevar al alfita a su cuarto.

—Amor, si algún día no quisiera estar cerca de ti, posiblemente sea porque un zorrillo te orinó, pero volvería a abrazarte después de un baño de tomate, y jamás podría odiarte, en serio, para ti jamás habrá una gota de odio de mi parte. —lo tomó de la mano. —Estoy enojado con el idiota ese, odio al idiota ese, quiero alejar al idiota ese, pero ninguno de esos sentimientos son hacia ti, jamás. En mí, solo hay amor para ti y Yeonjun. —el menor se acercó y plantó sus labios sobre los del mayor.

—Gracias, gracias por confiar en mí y por aceptar escucharme. —dijo pegando su frente con la de Taehyung.

Yeonjun ya estaba dormitando sobre el hombro del mayor.

—La confianza es algo que se gana y cariño, tú la tuviste desde el día que me enamoré de ti. —Le sonrió tan bellamente, transmitiéndole la calma que Jungkook necesitaba.

Jungkook no sabía si había salvado el mundo en su vida anterior o si hizo algún acto heroico para merecer al mejor alfa de todos. Estaba agradecido, estaba feliz y se sentía bendecido.

Después de que llevarán a Yeonjun a su cuarto, ambos se fueron a hablar a la sala. Jungkook le explicó todo a Taehyung.

Le contó toda su historia e incluso le platicó lo que había hablado con él en la cafetería, el alfa en esa parte le dijo que alguien le había enviado una fotografía. Taehyung le mostró la foto, que seguía en su galería, y el menor confirmó que ese era Yugyeom.

También le habló sobre la propuesta de regresar y todo lo relacionado con el alfa.

La calma, antes de la tormenta, estaba por llegar a su fin.

Holiwilis

Solo nos quedan 2 capítulos más ㅠㅠ

Espero este les haya gustado, es uno de los más extensos que he escrito jsjsjsjs

Admito que la parte en la que Taehyung y Yeonjun se hacen lobos, es una de mis favoritas de toda la historia, solo por esa parte fue que hice la historia un omegaverse cambiaformas (no me suele gustar cuando se transforman en lobos).

En fin, nos leemos mañana lunitas lindas, las amo ♥♥♥

*Mali fuera*

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