YoonGi llegaba de un día cansado, otra vez. Manejar y estar al pendiente de varios lugares al mismo tiempo era cansado.

Pero al llegar a la sala sonrió, música a un volumen bajo, JungKook jugaba con JunSeo en su espalda, y TaeHyung bailaba con JinShim, de la cocina salía un aroma espectacular, quizás era la sensación a hogar que le proyectaba ver a todos sus hijos jugando allí mismo. Seguían siendo niños. Sus niños... y así deberían quedarse...

- No creo que quieran quedarse como niños para siempre- la voz de su pareja le sorprende por la espalda. Le mira con una sonrisa enamorada, aunque sabe que debería avergonzarse por pensar en voz alta.

JiMin esta mirandolo con una sonrisa, sus prendas delatan que en cuanto llegó, dispuso a hacer la comida, sus prendas deportivas y sus cabellos un poco revueltos.

- Hola...- le sonríe, han pasado siete años y JiMin sigue teniendo ese efecto sobre él. Con una mirada puede pedirle todo y él se lo daría sin oponerse. En medio del pasillo se abrazan y YoonGi comienza a caminar hasta la sala donde los niños, no tan niños, jugaban y bailaban juntos.

- ¡Papi!- la pequeña JunSeo salta de los brazos de su hermano a los brazos de YoonGi, quien la recibe sonriendo por ver la felicidad en sus ojos.

- Tú, conmigo papá- JungKook susurra para JiMin, quien no puede evitar reír ante el comentario de su hijo.
Los días de baile se volvieron una rutina, sobre todo cuando las niñas llegaron, bailaban y reían durante toda la tarde, incluso en algunas ocasiones por las noches en sus pijamadas, JungKook y TaeHyung pedían bailar aunque sea una canción.

Al ritmo de la canción que sonaba por los parlantes, las tres parejas bailaban con diversión, sobre todo con los pasos exagerados de TaeHyung.

- Cómo en los viejos tiempos, Kookie- JiMin dijo sonriendo, y abrazando a su hijo quien le miraba con una sonrisa- Me gustan tus rulos...- dijo ganandose un sonrojo de su hijo- ...quizás decida hacerlo con mi cabello también...- le susurró.

TaeHyung farfulló y dejó de bailar, mirando mal a su papá Minnie, JinShim solo se le quedó mirando, sabiendo lo que venía.

- ¿Y yo?¿Cómo me veo?¿Genial, verdad?- las preguntas de TaeHyung resonaron en la sala, YoonGi sonrió y JiMin soltó una pequeña risa, celos gritaban el ceño fruncido y el puchero de Tae.

JinShim rió y JunSeo mostró su sonrisa infantil ante el ambiente.

- Los dos se ven muy guapos, ¿no crees que el celoso debería ser papá Yoon?- preguntó divertido.
Sus pequeñas pelirrojas cubrieron sus bocas con ambas manos, su padre Yoon estaba con una ceja alzada, mirando a JiMin incredulo.

- No me miren a mí- YoonGi dijo bajando a la pequeña que tenía en sus brazos. Yendo hasta JiMin para hacerle cosquillas.

- Ups... creo que debo ir a terminar la comida- JiMin escapó hasta la cocina, JungKook y TaeHyung rieron hasta rodar por la alfombra. Las niñas, abrazaron al pelinegro para evitar que fuera detrás de papá JiMin.

Las risas en la estancia abundaban, sabían que no todo el tiempo tendrían esos momentos, que habían días serios, sobre todo cuando había algun problema.

JungKook y TaeHyung no solían meterse en problemas, pero lo hacían para defender a sus hermanas. Ellos lo habían prometido cuando eran unos niños y sus papás les dijeron sobre la llegada de sus hermanas a la casa.

Y los pocos problemas se derivaban a alguna pelea, en la cual los niños Min-Park se involucraban.
YoonGi y JiMin decidían en algunas ocasiones no castigarlos, sabían que los golpes no resolvían nada, pero sus niños siempre eran obedientes ante todo, y por ello hablaban con ellos cuando esas situaciones se presentaban.

JinShim había aprendido a quererse como era, a pesar de ser diferente a todos, muchos se burlaban y otros la criticaban, pero al terminar la escuela sabía que sus padres la abrazarían y que sus hermanos le cumplirían cada cosa para animarla, y que sus mejores amigos no la abandonarían.
JunSeo era una niña que por otro lado no le tomaba importancia, había tomado mucho de la personalidad indiferente de YoonGi.

Sus papás eran sus héroes y siempre sabían que hacer, a sus cortos seis años sabía que el mundo era raro y estaba loco, pero que eso no debía quitarle su alegría. Sus papás eran felices y sobre todo sus sonrisas eran contagiosas.

- Laven sus manos, vamos a comer...- JiMin anunció aún sobre la música. Todos le miraron y los menores corrieron hasta el baño, quien sería el primero de llegar a la mesa.

YoonGi se acercó y se acercó a los labios de su pareja con un solo objetivo, besarlo.

JiMin le sonrió.

- Cuenta diez segundos...- le susurró antes de sujetarlo por el cuello de la camisa y unir sus labios con una lentitud que mataba a YoonGi. Cada vez que JiMin lo besaba...

1

2

3

.... se sentía muy bien, podía definirlo como la mejor experiencia del día...

4

5

6

... era un momento tan íntimo, aunque fuera un roce fugaz, pero era algo que disfrutaba...

7

8

9

... pero al mismo tiempo, tenía muy poco, cuando solo anhelaba más...

10

... unos pasos se escucharon acercarse.

- ¿Cómo haces eso?- le preguntó al momento de mirarlo a los ojos.

- Solo sé algunas cosas...- murmuró con una sonrisa divertida y dejó un último beso en la mejilla pálida, para dirigirse a la cocina y servir los platos de cada uno.

YoonGi sonrió al ver a los mayores llevar los platps con comida caliente y la pequeña que llevaba las servilletas de todos...

Sí... esa era su familia...

********
¿Cómo les va?
He estado algo ocupada, pero quise traerles algo bonito hoy.

Este un cap pequeño, de cómo es la vida de los Min-Park, un día normal...

Gracias por amar mis fics y apoyarme.
Cuidense esta semana, y aprovechen cada minuto para divertirse y seguir sus sueños...

Nos leemos...

Yk...