|•65•|Doble Bendición
Esteban
Siento que los días han pasado tan rápido. Hoy ya un mes ha pasado. Me siento en la cama listo ya mirándola subiendo la bragueta de su pantalón alto y campana abajo concentrada, se agacha atando sus deportivas blancas y arreglando la camisa blanca por dentro. Ahora hoy domingo en la mañana vamos al parque que el sol no esta tan caliente. Hicimos planes para comer helado y dejar a Gabriel jugar. Lo tengo en la cama jugando.
Se pone delante del espejo untando algo en su cara que hace que se tapen sus lunares del rostro.
—¿Que te pones mi cielo? —capto su atención.
—Esto es base mi amor. ¿No te gusta?.
—Te vez mas hermosa natural. Pero ya así también te ves hermosa.
Mi teléfono suena y lo cojo de las manos de Gabriel. Es el número del arquitecto.
—Si buenos días ¿En que le puedo ayudar arquitecto? ¿Todo bien? —me mira mientras se hace media coleta.
—Venga quiero enseñarle su casa señor, solo nos falta el jardín trasero.
—Enserio. Lo han echó rápido —me mira atenta.
—Sabiendo que quería su casa lista contrate mas mano de obra.
—A perfecto, nos vemos en minutos.
Cuelgo.
—¿Que pasa amor?.
—La casa esta lista, solo falta el jardín trasero —sonríe.
—El parque lo dejamos para luego. Nos vamos allí ahora.
...
Aurora
Se le ve tan feliz mientras conduce y nos acercamos. Miro atrás al niño hablando cosas que solo él entiende. Estoy tan feliz, en este mes las cosas han tomado su lugar de una manera increíble. Aunque ha finales del mes pasado el niño nos dio un susto con mucho vómito y fiebre constante pero ya esta sanito.
También le comente a Esteban que me quiero casar por el civil. Que sea algo intimo con algunos amigos de mi ámbito laboral y el también quiere lo mismo. Nereida puso el grito en el cielo pues quería que fuera en la iglesia. Pero para que en la iglesia si da igual. Lo importante es saber que nos amamos y un papel o las palabras de un sacerdote no cambiaran y aportaran nada. Ambos elegimos el civil. Algo privado, tendremos nuestra fiesta como los demás hacen. Él quiere que sea para final del mes que viene que es mi cumpleaños. Dice que así serán dos fechas especiales. Un día treinta uno como el día que nos conocimos.
—¡Llegamos mis amores miren! —abri mi puerta sacando al niño cargándolo.
Lo primero que veo adelante es un gran jardín adelante, parece que han hecho la casa más para atrás. Y más ancha. Nos recibe el arquitecto, tiene una forma arriba en forma de cupula.
—Buenos días señor.
Caminamos juntos mirando cada detalle. Esta todo más grande y mucho mas amplio. Las columnas tiene un diseño muy bonito aunque no están pintadas aún. Ahí dos pasillo a cada lado como diseño y otro para seguir adelante amplio. Seguimos y esta la sala dando vista al jardín de grandes ventanas de cristal. Caminando un poco más la cocina con dos barras, esta grande y amplia para poner todo lo que lleva y saliendo de esta fuimos al pasillo de las habitaciones. La principal de nosotros tiene gran vista de parte afuera al jardín, arriba en el techo forma de un cubo de mayor a menor. El baño con bañera y otro con solo ducha. Me parecía todo muy exagerado. La que mas me gusto fue la del niño, me imagine poniendo todo en su lugar y el baño pequeño. Miramos el de los invitados. De tamaño normal con baño también dentro.
—Aurora quiero que veas lo que he mandado hacer también —me toma de la mano ayudándome a cargar a Gabriel.
En este pasillo pasando por el baño de las visitas habían dos puertas más. La primera era grande. Le miro.
—Esta es para nuestro futuro bebé —sonríe. Me le acerco feliz dejando un beso en sus labios.
—Esta hermosa. ¿Y esa otra puerta?.
—Para el otro bebé —sonríe aún más abriendo la puerta del lado, en el ancho era muy parecida. Me gusto mucho la decoración del techo y las formas de las paredes como con granitos.
—Me encanta todo mi amor pero... ¿No crees que esta todo muy grande?.
—¿No te gusta? —me mira fijamente.
—Claro que si mi amor. Me encanta todo cariño. —sonrió.
—¿Ya viste mi oficina y la sala del comedor?.
Toma mi mano y fuimos a ver eso que el quería. La verdad quede encantada con todo. También había un pequeño estudio según el para que los niños jueguen y otro por la cocina donde irán las cosas de la limpieza. Me imagino ya pintada y con sus cosas dentro. El arquitecto nos llevo parte atrás al jardín aun habían cosas con las que trabajaban.
—Te imaginas nuestros pequeños corriendo por todo este jardín. —acaricia mi mejilla dejando un beso en mi frente abrazándose a mi. Cargue a Gabriel que quería venir a mis brazos.
...
Esteban esta muy feliz con nuestro hogar y yo más de verlo así.
—En tres días ya lo terminaremos todo. Conozco pintores que le puedo recomendar y diseñadoras de casa —nos hablo el señor arquitecto.
—Lo de los pintores se lo agradecería. Pero lo de diseñador no —contesto mi amado. Mirándome pues le había dicho anterior que quiero decorar con su ayuda la casa para que cada rincón tenga una historia. Hacerlo juntos a nuestra manera. Con cosas sencillas y delicadas que sean especial para nosotros.
La mañana ha ido volando y tengo mucha hambre.
—Tengo hambre mi amor —me queje riendo pasando mis brazos por su cuello. Este se echó a reír mientras el pequeño nos mira atentos desde el auto con la puerta abierta agarrado de la orilla.
—Mi amada tiene hambre pues vamos a comer a algún restaurante ¿quieres?.
Asentí feliz. Nos despedimos de los trabajadores y subimos al auto. Me sentía muy mareada. Y con razón, no nos dio tiempo a desayunar. Solo al pequeño.
—¿Que te pasa mi amor? —me mira preocupado conduciendo.
—No lo se, me siento muy mareada, y cansada es que no desayune —me puse la mano en la frente cerrando los ojos.
Esteban
La observó preocupado. Se ve muy pálida y me dice que tiene calor aún el aire encendido.
—¡Detente el auto por favor! —no bien lo detuve asustado cuando abrió su puerta agachándose al piso vomitando sin parar. Me asuste tanto que salí también. Por suerte aquí no ahí mucho tránsito apenas íbamos saliendo a la ciudad.
—Mi amor acá estoy —me agache a su lado sobando su cabeza mientras sigue vomitando. Agarre el pelo que se le pasa adelante. Se puso más pálida, fui al auto sacando toallas del bolso de Gabriel que me mira atento.
La ayude a limpiarse mientras se reponía. Con mi ayuda se pone de pie y cae entre mis brazos con los ojos entre abiertos.
—¡¿Aurora mi amor?! ¿Que te pasa? —abrí su puerta con cuidado poniéndola dentro y subí rápido destapando una botella de agua ayudándola a tomarla.
—Estoy muy mareada mi amor. Y con ganas de seguir vomitando. Tengo mucha náuseas —le puse el cinturón y empecé a conducir a la clínica. Su voz se escucha muy apagada.
Agarre su mano con mi otra libre sintiéndola fría. Mirando a Gabriel que nos mira en silencio pasando su mirada de aurora a mi.
...
—¡Necesito atención urgente por favor! —abrí la puerta del auto con Gabriel en brazos mientras se la llevan en una camilla dentro. Se había vuelto a desmayar. Como era una clínica me dejaron entrar con Gabriel donde una doctora le esta haciendo la revisión. La conectaron un suero. Alumbra sus ojos con una linterna pequeña.
—¿Que síntomas presentaba? —pregunto la doctora.
—Vómitos en exceso, mareo, palidez, y sudores. Decía que sentía calor estando el aire del auto encendido y se ha desmayado.
Deje a Gabriel con una enfermera sentados en el sofá acá en la habitación mientras me le acerque para hablarle mas cerca mirando como abría de apoco sus ojos.
—Que bueno que despierta señorita. Su pareja me comentaba los síntomas que ha presentado. ¿Como se siente? —se mira el suero conectado y luego a mi haciendo una mueca.
—Mejor pero siento que todo me da vueltas y sin fuerzas.
—Comprendo ¿Desde cuando siente estos síntomas?.
—Hace unas semanas ya vengo sintiendo estos síntomas. Muy cansada, mareos, vómitos, sensibilidad en algunas zonas de mi cuerpo. —agarro su mano acariciándola con la mía.
—¿Se ha hecho la prueba de embarazado? —ambos nos miramos.
Aurora
—¿Se ha hecho la prueba de embarazo? —miro a Esteban. Que me mira fijo y seguro me reclamara por no decirle estos síntomas que he estado sintiendo.
—No ...no aún no yo... —su mano sigue acariciando la mía.
—Le haré una prueba de embarazo en un examen de sangre. Puedo estar casi segura que es eso —sonríe y siento mi corazón bombardear con fuerza.
¿Embarzada ya?
—¿Por qué no me habías dicho de esos síntomas? —me pregunta serio cuando la doctora se va con la prueba de sangre para el examen.
—No le di mucha importancia. Manche la semana pasada aunque no me bajo del todo el período.
—¡Aurora por Dios! ¿Como te sientes? —entra mi amiga viniendo a nosotros.
—Estoy bien cariño —sonríe.
Esteban la llamo porque se preocupó por como estaba. Mira a Gabriel y lo toma en brazos.
—¿Ya te están haciendo analices?.
—Si —le sonreía.
—Tú amiga aquí presente no me dijo que hace una semana ya ha tenido estos síntomas y otros que solo indican que puede estar...
—¡Embarazada! —grito mirándonos a ambos abrazando a su pecho más a Gabriel que sonreía sin entender.
El suero se iba acabando y mis nervios a flor de piel. Esteban también esta muy nervioso caminando de un lado a otro. La doctora volvió con un sobre blanco quince minutos después.
—Aqui están los analices. Son muy seguros —abre el sobre leyendo sonriendo haciendo que me sentara en la cama con las manos sujetas a la de él.
—Esta usted embarazada joven. ¡Felicidades sera madre! —todos nos quedamos callados mirándonos. Hasta que empecé a llorar sin poder contenerlo. Sentía como cuando pides perdón y sientes un alivio inmenso en el alma.
—¡Mi amor, un bebé! —me abrazo y escondí mi rostro en su pecho llorando de pura felicidad.
—Dios mio gracias —empecé a llorar mas fuertes abrazándolo mas a mi persona sintiendo que él también llora. Y se nos une en abrazo Nereida.
—¡Felicidades Amiga! —chillo feliz.
—Mamá —me separe cargándolo abrazándolo a mi pecho también.
—¡Voy a hacer Mamá mi amor! ¡Voy a tener un bebé! —sonreí llorando a la vez. Como no me di cuenta.
Mi sueño se había hecho realidad. Voy hacer mamá. Seremos papás.
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