⌁. ࣪˖❛Uno ˖ 🎤
SeongHwa amaba los gritos que sus fanáticos emitían, el dulce coro que seguían por su voz.
Sin duda alguna, fue difícil conseguir una carrera bien marcada como idol. Pero viendo el fruto de sus esfuerzos y sacrificios en esos años, se sentía agradecido y más que animado. Dándolo todo cada que pisaba un escenario y con una sonrisa satisfactoria al ser el típico centro de atención.
Oh, él realmente adoraba ser el punto llamativo de miradas.
Es por eso que, finalizando su último baile, agradeció con sinceridad al público asistente y se llevó unos grandes aplausos por todo el estadio en modo de respuesta.
── Disfruten, que hay mucho más por venir. ── avisó con una sonrisa resplandeciente. Siendo poco a poco cubierto por los enormes telones.
El pelinegro soltó un suspiro y se sacó el auricular de la oreja, intentando regular su respiración con calma, se sentía algo exhausto.
── ¡Gran trabajo, SeongHwa-ah! ── aplaudió JongHo ni bien la plataforma lo bajó de la gran escenografía. ── Ahora puedes darte un reposo hasta pasada las siete de la noche, yo te avisaré con tiempo para el cierre del festival. ── comentó nuevamente, anotando quién sabe qué en la pequeña libreta con apuro.
Choi JongHo era su mejor amigo y mánager, su asesor de imagen y hábil consejero, acompañante de sus giras-conciertos y un hermano más para él. En resumen, no había cosa que JongHo no podría hacer, la confianza y el amor fraternal hizo de aquella amistad algo muy importante en su ajetreada vida.
Y volviendo al presente, con el pelirrojo detrás de él, SeongHwa solo quería lanzarse al primer sillón que viera para dormitar un poco. Su agenda de actividades estuvo rellena, por lo que tuvo que viajar a su natal Busan en plena madrugada y eso fue pesado, sumando a que no se detuvo ni a mitad de las prácticas en el estadio y las pruebas de vestuario para refinar los detalles.
── ¿Necesitas algo más? ── cuestionó JongHo, haciendo señas para que las estilistas betas salieran del camerino. ── Supongo que mueres de hambre, pediré un plato típico de aquí para consentirte. ¡Lo hiciste genial allá arriba!
SeongHwa sonrió de lado, dándole un largo trago a su botella de agua para recostarse en la silla plegable. ── Yo debería felicitarte a ti. No pensé que fuera posible volver a Busan después de tanto tiempo.
── Bah, era obvio que Park SeongHwa debía presentarse en este importante festival. ── le sonrió cálidamente. ── Y estoy feliz porque, si gustas, puedes tomarte un pequeño break y tener dos días de descanso con tu familia.
Los ojos del pelinegro se abrieron cómicamente, haciendo reír a JongHo.
── Eso me dice que estás más que de acuerdo con la idea.
── ¡Por supuesto! ── exclamó, sujetándose bien para no caer.
── Okey, hace media hora aclaré las fechas con el jefe por llamada. Eres libre por estos días y volveremos domingo por la noche.
── ¿Ya dije que te quiero con todo mi ser? ¡Joder, JongHo. Eres genial!
El aludido sonrió siendo estrujado por los brazos de SeongHwa.
── ¡Espera, idiota, arruinas mi camisa Gucci!
── ¡Park SeongHwa es genial, hyung! ── gritó un emocionado YunHo, todavía agitando el lightstick a pesar de que era inútil con la luz del sol en esa tarde. ── ¡No lo voy a superar nunca!
── ¡¿Pero viste cómo rapeaba Mingi?! ── le siguió HongJoong, con las orejas rojas y una inmensa sonrisa en la cara. ── ¡Si él me pisa yo le pido disculpas!
── Y aún falta J-Hope y Spear B. ── aplaudió eufórico y con la mirada brillosa. ── También mi poderosa IU y la reina Hwasa.
── No olvides a mi dios WonHo, mocoso.
── Sí, sí, pero TaeMin es superior. ── le retó desafiante.
── ¡Oye, eso no es cierto! ── HongJoong le encaró de inmediato, ambos dispuesto a un nuevo y -tonto- enfrentamiento.
── Claro que sí, nadie puede superar los perfectos bailes de mi crush.
── ¡Pensé que Park SeongHwa era tu crush! ── contratacó.
── ¡Ese no es el punto!
── ¡El punto aquí es que WonHo es mejor que tus novios que no saben que existes! ── habló rápidamente HongJoong, con una vena casi sobresaliendo de su cuello.
YunHo soltó un jadeo indignado. ── ¡Pues los tuyos tampoco lo saben! ── vociferó sin importarle que los demás estuvieran viéndolos. ── ¿Sabes qué? Mejor preguntémosle a JiSung. Él sabe de buenos gustos musicales y personales.
── ¡El hecho que se haya burlado de mi risa no significa que Sungie tenga buenos gustos!
── Pues ya veremos. ── le lanzó una mirada superior, intentando extender su brazo derecho para sujetar la manito del menor. Sin embargo, al no percibir nada a su costado, sus ojos se expandieron hasta quitarle el mínimo rasgo asiático.
HongJoong tragó saliva pesadamente al entender los gestos de YunHo. Moviendo su cabeza de un lado al otro para hallar algún rastro del pequeño. Él deseaba seguir viviendo por más años.
── ¿Ji-JiSung? Vamos, campeón. No querrás quedarte sin tíos...
── ¿Peque, me escuchas? Esto no es gracioso, me voy a enojar.
Ambos empezaron a llamarlo, con la desesperación a punto de estallar. Había demasiada gente por todos lados, empujándose levemente y otros conversando en sus propias burbujas. Esa sería una nueva y décima versión del film Una Misión Imposible.
Cuando se detuvieron, tan solo bastó un segundo para que HongJoong y YunHo conectaran sus miradas, y otro segundo más para que gritaran al unísono un muy fuerte: ── ¡¿DÓNDE ESTÁ JISUNG?!
Ellos probablemente están muertos, nomás no les han avisado.
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