◖🍥 ،، Seis
Yeosang bajó lentamente a su pequeño, observando ahora cómo HongJoong y YunHo se atragantaban con todos los bocaditos que estaban en las mesas del bufet.
¿Acaso no podían avergonzarlo menos? ¡Quería unos minutos de tranquilidad!
Sin soltar la manita de su bebé, fue como se aproximó hacia esos dos animales que parecían a punto de hibernar por todo la comida que ingerían, y les dedicó una de sus miradas amenazadoras, esas que les daba más miedo que el documental de asesinos seriales o la película de «El Exorcista».
YunHo fue el primero en dejar la fuente con los brownies, dándole un "disimulado" zape en el cuello a HongJoong para que dejara de masticar y pasara el pedazo de la mini hamburguesa por la garganta rápidamente.
── Oh, hermanito bello~ ── habló melosamente, compartiendo una de sus mejores sonrisas mientras se limpiaba la comisura de los labios con la manga de su chaqueta. ── ¿Ya nos vamos?
── ¡Por supuesto que sí!── interrumpió HongJoong, rodeando los hombros del doncel y sonriéndole igual de tenebrosamente dulce.── ¿Cierto, Yeosang-ah?
Pero el pelirubio, en un ataque también "disimulado", extendió inesperadamente su brazo y su mano se estampó contra el abdomen de HongJoong, lo suficientemente duro como para que éste lo soltara y luchara por no quedarse sin respiración.
── Ouch. ── bisbiseó YunHo con la nariz fruncida, compartiendo el dolor ajeno.
Por su salud integral, él no diría absolutamente nada más hasta llegar a casa. Y era porque Yeosang enojado le daba más pánico que las canciones malhechas tercermundistas que Lalisa intentaba poner o ver la saga entera del film «Saw» cuando llegaban los 'jueves de película'.
── Pero sí, nos vamos. ── dijo Yeosang al fin, sonriendo inocentemente como si nada hubiera pasado.
Cuando HongJoong dejó de boquear y se dedicó a avanzar con un YunHo fastidiándole con pellizcos, ambos se detuviera cuando chocaron con la menuda espalda del doncel, mismo que fue detenido por el cuerpo de SeongHwa y le bloqueó el camino.
Yeosang juntó toda su valentía y alzó la mirada, chocando al instante con los orbes del pelinegro, pero antes de siquiera decir algo, agradeció que JongHo les interrumpió el momento vital de su huida.
── SeongHwa... ── carraspeó acercándose con cautela. ── Tienes que decir unas palabras de agradecimiento en veinte minutos y ni siquiera estás listo. El festival finaliza en menos de una hora.
El aludido exhaló con fuerza, totalmente disgustado con lo escuchado. Él jodidamente no quería hacer eso, no justo ahora. ¿Pero qué más daba? Era parte de su trabajo y por más que actualmente quisiera mandar todo a la basura, era imposible.
Con la pesadez abarcando su cuerpo, se acercó al rostro de Yeosang y le habló al oído: ── No puedes salir de aquí aún y lo sabes.
El doncel retrocedió un paso e intentó no arrugar su entrecejo ante la molestia de esa orden tácita. Decidido a responder lo más calmado posible para evitar otra escenita con su hijo presente, habló: ── Tengo días muy ocupados, mucho que estudiar, trabajar y... ── inconscientemente bajó su mirada hacia JiSung -quien tenía los ojos sobre SeongHwa- y suspiró con una extraña tristeza que le bajaba cualquier emoción fuerte. Una especie de melancolía y ternura abrumó su corazón ante la mirada soñadora y brillante que su pequeño le dirigía al pelinegro. ── Y hacer demasiadas cosas importantes con mí hijo.
SeongHwa relamió sus labios con la última frase; afligido, inquieto y desesperado por retenerlos. Necesitaba que se quedaran, necesitaba seguir viendo y entablar algún tipo de conversación con JiSung, necesitaba de tiempo tranquilo y alejado del resto del mundo. Después de todo, tras esos reflectores y centenares de seguidores, él quería aprender a ser papá.
── SeongHwa-ah. ── le recordó JongHo nuevamente, no quería molestarlos ni interrumpir algo que parecía demasiado delicado a los ojos de su mejor amigo. Sin embargo, era su responsabilidad estar presente durante el contrato.
── Dame unos segundos.── la frase fue clave para su privacidad, por lo que el pelirrojo salió con el celular en mano y llevando a HongJoong y YunHo afuera también.
── ¿Ya nos tenemos que ir, papi? ── preguntó de repente el castañito con algo de desilusión en su voz. Era muy temprano, JiSung no quería.
── Claro que no, campeón. ── le respondió para inclinarse un poco con el cuerpecito del menor. ── Ustedes me esperarán un poco más, tengo algo pequeño pero importante que hacer si no quiero meterme en problemas.
── ¿Como el tío Yun y el tío HongJoong? ¡Ellos siempre hacen renegar a papi!
SeongHwa soltó una pequeña risa nasal, observando de reojo la forma en que Yeosang intentaba no cohibirse.
── Parece ser que tus tíos son un desastre, y fueron ellos mismos quienes te trajeron a un lugar demasiado concurrido y peligroso... ── habló lentamente, en cierto tono que tanteaba lo disconforme que estaba.
Yeosang bufó indignado mientras que rodaba los ojos. ¡Él tampoco tenía la culpa! Es más, puede que sean un tanto inmaduros, infantiles y distraídos. ¡Pero nunca le habían hecho pasar algo tan terrible, descabellado y preocupante!
Bueno, al menos no en algo que tenga que ver con JiSung.
── Igual los quiero mucho, mucho, mucho. ── sonrió enormemente, dejando que su papá SeongHwa le acariciara la mejilla con suavidad. ── ¡Como a ustedes!
── Me alegra eso, no sabés cuánto.── también intentó sonreírle, solo que fue con un atisbo de murria inexplicable en su pecho.── Pero ahora debo cambiarme, no tardaré mucho.
Cuando Yeosang y JiSung quedaron completamente solos en la cafetería, luego de que SeongHwa le indicara gestualmente al doncel que no debía moverse de ahí. HongJoong y YunHo entraron con cierto cuidado, intentando recordar todos los modos de defensa habidos y por haber. Todavía no querían, ni estaban listos para lidiar con un Yeosang enojado.
── Nos vamos a casa. ── fue lo único que dijo el pelirubio, avanzando de prisa mientras los otros dos se miraban fijamente y sin comprender. ──¿Qué no oyeron?
Ok, su voz fue menos dócil. Era una clara señal de advertencia.
── ¿Qué? P-pero mi papá-
── Tú tampoco estás en derecho de discrepar, cielo. ── le interrumpió tratando de ser firme.
Yeosang nunca había sido mano dura o estrictamente cruel con su pequeño. Pero lo que éste había hecho era de por sí, algo muy terriblemente malo. Dejando de lado el hecho de que buscó a SeongHwa y le dijo toda la verdad, claro.
── ¿Por qué te escapaste así de la vista de tus tíos? ── se puso de cuclillas y le tomó ambas manitas.
De tan solo recordar lo sofocado que estaba con el pavor y la preocupación puñalando su garganta, el temblor en sus manos y los ojos llorosos, tuvo más razón de querer regañar a JiSung. Pero a la vez quería estrujarlo entre sus brazos y dispersar la fea pesadilla en la que se vio envuelto.
Porque de cualquier manera, su bebé estaba ahí otra vez, junto a él como siempre. Irónicamente siendo hallado junto a su otro padre, o quizás siendo JiSung quien encontró a SeongHwa.
Qué vueltas daba el mundo, con situaciones tan estúpidas y una travesura que tal vez les cambiaría la vida.
El abultado labio inferior del castaño tembló, y aunque Yeosang no quiso doblegarse, tampoco deseaba que su bebé llorara. Ya lo hablarían en casa, con mucha más calma y en un ambiente sosegado.
El trayecto de regreso había sido hasta el triple de pesado. Y sino fuera porque el jefe de Yeosang en aquella cafetería no le hubiera prestado la vieja camioneta durante el resto del día hasta la mañana siguiente, ellos estarían apretados y casi asfixiados por el calor dentro de esos autobuses, que para variar, estaban atorados en una enorme congestión vehicular.
JiSung se había quedado dormido ni bien pisaron la estación central de tren en Daegu, y fue un alivio que estuviera recostado cómodamente y con la cabecita apoyada en el regazo de un silencioso YunHo la mayor parte del tiempo hasta hace unos minutos.
Porque cuando el antiguo auto frenó indicando la llegada al hogar Kang, todos sabían que debían de bajar ya.
── ¿Quieres seguir descansando, Sungie? ── cuestionó HongJoong al verlo refregar sus ojitos con las manos hechas puñitos. ── Ven, puedo cargarte hasta la habitación. ── se ofreció, o intentó hacerlo antes de que Yeosang asegurara todo de la camioneta y abriera la puerta principal.
── Cielo, ve a lavarte las manos, por favor. Pediré pizzas para cuando los abuelos también lleguen de visitar a la tía Moonbyul.
── ¡Allá voy, papi! ── gritó eufórico, la frase había sido suficiente para que todo el cansancio se esfumara del cuerpecito de JiSung y corriera rápidamente hasta el baño.
Yeosang lo sabía, debido a que no contaban con una gran estabilidad económica y siempre ahorraban y costeaban lo necesario para mantenerse como familia. Muy pocas veces se tomaban el lujo de ciertas cosas.
Y esa era precisamente una de ellas, más aún cuando JiSung adoraba la pizza y no era muy común que tuvieran eso de cena.
── Uhm... bueno, creo que yo también iré a lavarme, ¿no? ── dijo YunHo.
HongJoong carraspeó seguido y agregó. ── Y yo debería ir a mi casa, mañana hay un examen importante y casi ni estudié.
Pero antes de que dieran algún paso, Yeosang tomó con su mano izquierda la oreja de YunHo como con su diestra la oreja de HongJoong, cerrando la puerta de una patada para jalarlos por el estrecho pasillo.
──¡A-auch, hyung! ¡Basta, basta!
── ¡Mi oreja, Yeo! ¡Me la vas a arrancar, auxilio!
Y luego de un par de más quejas y jadeos adoloridos, Yeosang los soltó bruscamente al llegar a la isla de la cocina.
── ¡AHORA MISMO ME DIRÁN CÓMO ES QUE MI BEBÉ LLEGÓ HASTA UN MALDITO EVENTO EN BUSAN!
YunHo hizo un puchero pronunciado, sobando su oreja vilmente maltratada al igual que HongJoong con la suya.
──¡Oye, pero no es justo! ── arremetió Kim.──Ahora que lo recuerdo, JiSung estuvo hablando con el mismísimo Park SeongHwa y luego tú te quedaste a solas con él.
──¡Eso no les incumbe!
──¡Tienes razón, HongJoong hyung! ── le apoyó el otro, viendo nuevamente a su hermano doncel. ── ¿Qué te traes con ese dios griego? Sungie le dijo papá si es que no me falla la memoria.
──¡Pues cállate, que te falla la memoria desde que naciste!
── No me digas que... ── las palabras de HongJoong quedaron en el aire mientras miraba algún punto invisible en la refrigeradora. ── ¡Woah, Yeosang-ah! ── exclamó ahora con una sonrisa amplia y algo pícara. ── No pensé que tuviste algo con uno de los artistas más codiciados del continente. ¡Eres una fiera, grr!
YunHo le siguió la corriente con cierta diversión. ──Vaya, y recuperaron el tiempo perdido en el camerino. Quién supiera tu más bajo y escondido líbido, hermanito~
──¡CIERREN LA BOCA! ── fue el último grito que Yeosang dio con las mejillas totalmente enrojecidas, agarrando lo más cercano que tenía, que era un cucharón de madera, y los correteó por toda la cocina y la pequeña sala hasta saciar su sed de enojo.
── ¡No, hyung! ¡Espere, espere, es una broma! ¡Auch!
── ¡Todo menos en la cara, todo menos en la cara!
Y JiSung solo se decidió a observarlos por un momento, realmente familiarizado con lo que le dijo literalmente a su papá SeongHwa sobre sus tíos cuando hacían rabiar a su papi.
También puede que aprovechó aquello para sacar un par de galletas caseras que su abuela dejaba en un frasco de porcelana. Ya tenía algo de apetito y debía esperar un poco más a que su papi Yeosang se calmara.
Hi, aquí la actualización amorcitos <3
Espero les haya gustado el capitulo de hoy, sisis.
¿Les gustaría un mini maratón?
Si es así háganmelo saber para publicarlo en estos días <3
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top