◖🍥 ،، Nueve
La tarde estaba siendo buena para Yeosang, realmente no sabía si aquello se debía a que estaba decidido a arreglar las cosas con SeongHwa sobre su hijo, o el hecho de que la clientela había sido numerosa y muchos de ellos le habían dado una generosa propina, siendo amables y no unos odiosos amargados como en su mayoría les tocaba atender.
Al parecer el universo había conspirado a su favor por ese día.
O eso pensó antes que recibiera la llamada de YunHo.
Yeosang estuvo confundido en un comienzo, puesto que casi nunca su hermano se atrevía a llamarlo en horario laboral. Pero la frase que dijo a continuación le hizo helar la piel.
── Papá fue llevado a emergencias.
Y solo necesitó de eso para salir del trabajo rápidamente. Agradeciendo a que su jefe le entendiera por esa delicada situación y le diera el resto de la noche libre.
── ¿Qué le pasó? ¿Tuvo algún accidente? ── su voz temblaba al igual que sus manos, tomando el primer taxi con la dirección de la clínica que YunHo le dijo.
── Es que ni yo puedo e-entenderlo. Regresé de mi práctica y encontré al mismísimo Park SeongHwa en casa. ¿Qué rayos significa eso?
Mierda. Yeosang cerró los ojos con fuerza al sentirse tan estúpido. ¿Cómo pudo olvidarlo?
── Papá g-gritó entre conmocionado, enojado, se puso muy pálido y-y a los segundos se desvaneció y todos nos asustamos, no entiendo nada...
El doncel suspiró derrotado, sabía de sobra que YunHo ya se encontraba llorando. No importa lo grande que dice que es, él seguía siendo tan sensible como cuando era un pequeño niño. Cortó la llamada al llegar a su paradero, pidiéndole que cuidara bien de JiSung hasta que todo se aclare.
Pagó lo necesario y tomó rumbo por los pasillos de esa lujosa clínica. Se hacía una idea de todo lo que gastaría, pero por ahora lo más importante es que su padre se encontrara estable. Preguntó una y otra vez, siendo dirigido a otra sala en donde al fin pudo encontrar a su madre y a... SeongHwa.
── ¿Papá está bien? ── fue lo primero que preguntó, abrazando tanto como pudo a su preocupada y ansiosa madre.
── Todavía no nos dan noticias, Yeosang. ¿Qué está pasando? ¿Quién es ese chico?
El pelirubio resopló, besando la frente de su progenitora y susurrándole que se lo contaría luego. Como se lo esperaba, ella no estuvo conforme, pero sus lágrimas eran más notorias debido a la desesperación por esperar las noticias de su esposo que por el enredo de no entender nada del tipo que supuestamente estaba relacionado con su hijo y nieto.
── Yeosang...
Ambos se miraron, SeongHwa tampoco parecía estar del todo bien. El sentimiento de culpabilidad era, tal vez, lo más exacto que tenía ahora sobre su pecho.
El pelinegro quiso estrujar entre sus brazos a Yeosang al verlo con los ojos llorosos y la naricita enrojecida. Se sentía mal por causar eso, pero a la vez también quería que Yeosang le dijera que todo estaba bien, que no lo odiaría si pasara algo.
Justo cuando quiso, algo inseguro, acunar el rostro del doncel y pedirle perdón. El doctor que estuvo en la habitación asignada, llegó hasta ellos.
── ¿Familiares de Kang DakHo?
Yeosang se acercó aún abrazado a su madre, y le respondió.
── El señor Kang ya se encuentra estable, pero según los resultados del análisis de sangre, está teniendo indicios de hipoglucemia, lo cual es entendible en este caso. Ha sufrido un ataque por la falta de azúcar y por ello ya le aplicamos una hormona que ha efectuado bien.
Si bien Yeosang y su madre pudieron respirar de alivio, como si hubieran estado reteniendo el aliento por mucho tiempo, el mensaje extenso del médico no terminaba. Su padre estaba levemente delicado de salud, necesitaba una dieta algo estricta, mucho reposo, algunas prácticas suaves de caminata y lo más importante, un control de medicamentos para que no volviera a sufrir de otro ataque. Internamente también supo que no debía traerle una noticia tan pesada, el cuerpo de su papá no había podido con tanta información y fue su culpa el hecho de que ahora estuvieran ahí. No importa cuánto tiempo pasó, Yeosang seguía sintiéndose como un adolescente estúpido.
Y tenía que ser realista, los precios de todo el tratamiento sonaban demasiado costosos. Ni siquiera sabía cómo iba a pagar todo eso hasta que otro análisis mostrara que su papá ya estaba mejor estabilizado. Su madre iría a trabajar sola al mercado y eso significaba que él conseguiría otro empleo más, YunHo tendría que estar pendiente de su progenitor y a la vez de JiSung.
La carga emocional iba a estallar en cualquier momento de tanta presión.
No se dio cuenta cuando el médico ya se había ido, pero al menos su mamá cesó su silencioso llanto. Él le limpió las mejillas con ambos pulgares, y la abrazó por última vez con fuerza, dándole caricias en la espalda como cuando ella lo hacía con él desde que era un niño.
No importaba lo demás, Yeosang tenía que hacer lo que fuera para sacar adelante a su pequeña familia.
── ¿Te traeré un té, sí? Papá ya está mejor, ahora debes comer un poco.
── Gracias, cariño. ── sorbió por su nariz y se separó un poco, mirando de reojo al pelinegro. ── Pero ese chico sigue aquí y ya tampoco entiendo nada, Sungie nos contó que...
── Ya, lo sé.── le interrumpió algo nervioso.── Prometo que te contaré y aclararé todo después de tener a papá en casa.
── ¿No es nada malo, verdad? ¿O fue una broma?
Yeosang intentó calmar su bombardeo de preguntas y tomó rumbo hacia la cafetería de la enorme clínica. No tenía mucho dinero en la billetera, pero esperaba comprar algo decente para su madre. Esa hora se había sentido todo un siglo lleno de incertidumbre, pero al menos la mala noticia ya había pasado, ahora quedaba enfrentar lo que ocasionó su inmadura estupidez y hablar con sus padres. Velar por la salud de ellos y no descuidar sus notas del ciclo.
Se tapó el rostro tratando de calmar su respiración, solo quería dormir abrazando a su bebé durante todo el día y la noche. Sin preocupaciones ni responsabilidades. Sin embargo, sabía que aquello era prácticamente imposible.
Apunto de seguir su camino, tuvo un pequeño susto al notar que había sido abrazado por detrás. Unos brazos rodearon su cuerpo y sintió el cálido aliento chocarle la mejilla.
── Siento mucho todo lo que pasó, Yeosang. ── dijo SeongHwa inesperadamente. ── No sabía que esto sucedería.
Por alguna extraña razón, la tensión en los hombros de Yeosang disminuyó. Ni siquiera recordaba la última vez que se sintió tan bien ser abrazado cálidamente por SeongHwa.
── No tengo nada qué perdonar, yo debí avisar o... O no dejar que esto sucediera tan rápido, fue mi culpa.
── Todo va a estar bien. Primero pagaré los gastos y buscaré uno de los mejores hospitales para el tratamiento de tu papá.
Yeosang centró su atención a las palabras del pelinegro y rápidamente se separó, girando sobre sus talones para observarlo con confusión. ── ¿Pero qué dices? No, no, SeongHwa. ── él no quería sonar como alguien maleducado. No obstante, tampoco estaba en sus planes que lo vieran como un oportunista aprovechado. ── Agradezco mucho tu intención, pero-
── Pero déjame hacerlo, creo que....
── No, no quiero problemas ni malentendidos, yo sé cómo voy a costear todo esto. Además, no estás obligado a hacerlo porque te sientas culpable, SeongHwa. Puedes estar tranquilo.
── Lo estaría si puedo apoyar a mi suegro. ── dijo sin filtro, notando que había malogrado más el momento al ver que Yeosang se incomodó. Con un rápido carraspeo intentó solucionarlo: ── A a-al que era mi suegro.
> Joder, ya sé que debes estar pensando que me comporto como un tonto, pero quiero ayudarte. A JiSung tampoco le gustaría ver mal a su abuelo, ni a mí que cargues con tanta exigencia en casa. Él es solo un niño, todo el estrés lo afectará también. Por favor, Yeosang.<
El mentado resopló. No podía creer que lo estaba considerando, mas al saber que se trataba de su padre, su cabeza rompía con cualquier otra idea. Sabía de sobra que no podría brindarle un cuidado digno y que era urgente, no quería poner en juego la salud de ningún miembro de su familia.
── P-puedes hacer la remuneración de esta clínica. ── dijo apenado. ── Recuerda que no estás obligado a esto, y si te quedas más tranquilo, te pagaré cada mes hasta hasta terminar la deuda.
SeongHwa sonrió más que satisfecho con la respuesta, y viró los ojos al oír lo último. ── No te cobraré absolutamente nada, Yeosang. Hago esto porque quiero lo mejor para todo lo que te rodea a ti y a JiSung.
El doncel enmudeció. Tampoco recordaba lo tan sincero que SeongHwa era con sus palabras, expresiones y emociones. Optó solo por agradecerle, sintiendo que sus orejas ardían y sus manos sudaban.
Tal como en el pasado.
Qué tiempos.
── Ahora sí, vamos. Seguramente tampoco comiste algo y no quiero que te enfermes.
Tomándole de la mano, SeongHwa lo condujo hasta la tranquila cafetería. Claro que tenía el barbijo cubriendo su rostro porque sabía que no debía exponerse en un sitio público, pero Yeosang sintió la familiaridad de esa acción como cuando salían por las tardes y no había nada más de qué preocuparse.
Sus manos encajaban tan bien a pesar de la diferencia de tamaños. Era adorable a simple vista, y Yeosang sintió otro estrago en su corazón al recordar lo mucho que reían por ello.
Reforzó el agarre con los dedos contrarios y sonrió casi imperceptiblemente, olvidando todo a su alrededor.
Esa misma noche, luego de casi hora y media, la familia Kang regresó a casa. SeongHwa les había contratado un taxi con la dirección exacta y él se despidió personalmente de Yeosang, aún no sacaban el tema a petición del doncel. Pero sabía que aquello no pasaba de la mañana siguiente.
Había sido un día totalmente caótico. Empezó bien al ver a su hijo, pero las cosas no fueron tan buenas luego que el pequeño exclamara con tanta emoción que era su otro papá.
Dios, su ex -no tan ex- suegro tenía toda la razón de haber reaccionado así. Llegando a casa luego de un arduo día de trabajo y que lo primero que vieran sus ojos fuera a un hombre desconocido abrazando a su nieto.
Aunque, sinceramente, hubiera preferido recibir golpes a que sea el señor Kang quien sufriera un ataque. La escena de la tristeza en el rostro de Yeosang era algo que oprimió su pecho, al igual que cuando recordó los ojitos vidriosos de su hijo al presenciar lo sucedido con DakHo. Haría cualquier cosa para que ellos estén bien.
Ingresando a la habitación, lo primero que encontró fue a un JongHo enojado, y eso tampoco era algo lindo de ver.
── ¡¿Por qué tardaste tanto?! ¡Hasta perdí la cuenta de las veces que te llamé!
── Ya, Jong, voy a tener una migraña a este paso. ¿Por qué tanto alboroto?
── ¿Alboroto? ── repitió intolerante. ── ¡Dime tú porqué hiciste un alboroto!
SeongHwa frunció el ceño, acercándose al pelirrojo que puso en frente suyo el celular.
── Las redes sociales están colapsando. Al parecer me fallaste con tu promesa de ser "discreto". ── le regañó. ── ¡Heechul-sunbae nim me estuvo reventando el celular con llamadas!
Y oh, eso tampoco era algo lindo. No sabiendo que tenía al CEO más histérico, nervioso y gruñón de toda Corea.
Era curioso que el chisme hubiera corrido más rápido que el brote de un virus. Y sin embargo, sus ex -no tan ex- suegros no lo pudieron reconocer como un famoso idol y sobre todo, el quien fue novio de su hijo mayor.
3/3
Bueno... Hasta aquí este pequeño maratón, espero que les haya gustado.
Nos vemos pronto y gracias por leer!!
<3
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